miércoles, 29 de julio de 2009

Te amo Dios mío - oración del Santo Cura de Ars

Oración
de San Juan Bautista María Vianney, "el Santo Cura de Ars",
proclamado por Benedicto XVI en este año sacerdotal,
como patrono de todos los sacerdotes.

Te amo, oh Dios mío.
Mi único deseo es amarte
hasta el último suspiro de mi vida.

Te amo, oh infinitamente amoroso Dios,
y prefiero morir amándote
que vivir un instante sin Ti.

Te amo, oh mi Dios, y mi único temor
es ir al infierno porque ahí nunca tendría
la dulce consolación de tu amor.

Oh mi Dios, si mi lengua no puede decir
cada instante que te amo, por lo menos quiero
que mi corazón lo repita cada vez que respiro.

Ah, dame la gracia de sufrir mientras te amo,
y de amarte mientras que sufro,
y el día que muera no solo amarte
pero sentir que te amo.

Te suplico que mientras más cerca estés
de mi hora final aumentes y perfecciones
mi amor por Ti. Amén.

"Te amo, Dios mío"
Texto tomado de la oración precedente.
Música de seminaristas uruguayos de hace algunos años.

Te amo, Dios mío, y deseo amarte hasta el último suspiro.
Te amo, Dios mío, infinitamente amable:
prefiero morir a no amarte.

Te amo, Dios mío, y deseo el Cielo para amarte siempre
Y si mi boca calla tu amor,
que mi corazón lo diga al respirar:
Te amo, Dios mío, infinitamente amable:
prefiero morir a no amarte.


Para escuchar la canción, grabada por un servidor:

Hacia la XXXI JNJ - El afiche

Este es el afiche de la XXXI Jornada Nacional de la Juventud, organizada por la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Uruguaya. Las formas de colores que se ven en primer plano representan una barca.
Haciendo click en la etiqueta JNJ-Uruguay, al pie de esta entrada, puedes acceder a otras entradas con testimonios y con la canción de la XXXI JNJ.

domingo, 26 de julio de 2009

Crónicas de las primeras visitas (8)

Capilla San Francisco Javier, Treinta y Tres
Legión de María, Parroquia Virgen de los Treinta y Tres
Niños en la academia de la Parroquia Virgen de los Treinta y Tres

El martes 21 de julio tuve reunión con los sacerdotes y los diáconos. Estuvimos todo el día en la Parroquia del Salvador, en Treinta y Tres. Dedicamos la mañana a conocernos más. Con motivo del Año Sacerdotal, cada uno de nosotros fue invitado a recordar alguna figura sacerdotal que nos hubiera marcado especialmente, y/o a recordar el lema de nuestra ordenación, y el significado que entonces y ahora le damos. Fue un momento muy enriquecedor. Evocamos muchas figuras sacerdotales, algunas conocidas de otros, otras rescatadas de la memoria... Por la tarde, entramos a los asuntos más bien prácticos de la vida pastoral diocesana, y repasamos el calendario hasta fin de año. En la noche, visité la comunidad de las Hijas de María Auxiliadora.
El miércoles 22 lo aproveché para conversar con algunos de los sacerdotes, y también para visitar la comunidad de las Hnas. Doroteas. A la vez, eso me llevó por la Parroquia Virgen de los Treinta y Tres (también llamada Cruz Alta) y algunas de sus capillas.

Capilla San Expedito, Melo

El jueves, como es habitual, los sacerdotes y diáconos de Melo nos reunimos para almorzar juntos, esta vez en el Obispado.
El viernes visité dos comunidades religiosas de Melo: las Benjaminas del Niño Jesús, que llevan adelante la academia Juan XXIII en Melo y la Pía Unión de la Medalla Milagrosa, conocidas como "las del Dámaso", porque son quienes animan la catequesis del Colegio Dámaso Antonio Larrañaga.
El sábado, el P. Lucas, Párroco de la Catedral, me invitó a visitar la Capilla en construcción dedicada a San Expedito, donde pude constatar que junto a la obra que se levanta "ticholo a ticholo" se está construyendo una comunidad de piedras vivas.

Parroquia Buen Pastor, Melo

Los adolescentes de Buen Pastor

Hoy, domingo 26, celebré misa por la mañana en la Parroquia Buen Pastor, y luego tuve una interesante reunión con el grupo de adolescentes. Los gurises empezaron presentándome una coreografía que tenían preparada, y que busca enfrentar al adolescente con las consecuencias de sus opciones, y abrir a una Esperanza auténtica en la vida. Conversamos mucho, me hicieron muchas preguntas, y terminamos aprendiendo la canción hecha sobre la oración del Santo Cura de Ars "Te amo Dios mío".

Te amo, Dios mío y deseo amarte
hasta el último suspiro
te amo, Dios mío, infinitamente amable
prefiero morir a no amarte.

Te amo, Dios mío, y deseo el Cielo
para amarte siempre;
y si mi boca calla tu amor
que mi corazón lo diga al respirar:
te amo, Dios mío, infinitamente amable
prefiero morir a no amarte.

sábado, 25 de julio de 2009

Un abrazo entre Salto y Melo


Arriba: el río Olimar, puente ferroviario, ciudad de Treinta y Tres.
Abajo: atardecer en el Río Uruguay, zona de Salto Grande.

Nota: en la nota siguiente "Salto" y "Melo" no se refieren sólo a cada una de esas ciudades, sino a las respectivas diócesis: Artigas, Salto, Paysandú y Río Negro (Diócesis de Salto); Cerro Largo y Treinta y Tres (Diócesis de Melo).


Diario CAMBIO
Salto 24 de julio de 2009
Un abrazo entre Salto y Melo
Columna de Mons. Pablo Galimberti

El sábado pasado viajé con una delegación salteña que acompañó al obispo H. Bodeant a la misa con la cual inició oficialmente su misión como noveno obispo de la Diócesis de Melo, que comprende los Departamentos de Cerro Largo y Treinta y Tres. Después de leerse la bula o decreto papal, se firmó el acta de la toma de posesión y los párrocos realizaron un gesto de obediencia al nuevo pastor.
El significado del ritual quedó gráficamente subrayado cuando el nuncio apostólico, Monseñor Anselmo Pecorari, en nombre del Papa, entregó el báculo o cayado, símbolo del poder para guiar y conducir al pueblo cristiano a ejemplo de Cristo Buen Pastor, y acompañó al nuevo obispo en el recorrido por la nave central del templo bendiciendo a su comunidad, que colmaba el templo aplaudiendo con aire festivo.
Esta Diócesis de Salto guarda enorme agradecimiento hacia Monseñor Bodeant, que se desempeñó como Obispo Auxiliar de Salto durante seis años, hasta el pasado 13 de junio en que se hizo pública la designación del Papa Benedicto XVI como obispo residencial de la Diócesis de Melo.
Nacido y crecido en Young (Dpto. de Río Negro) hace 54 años, Heriberto, conocido familiarmente como Beto, demostró ser baqueano para hacer carretera y transitar sin fatigarse por el litoral norte, sus zonas de campaña, villas, pueblos o barrios de ciudades. Llevaba un ordenado registro en su memoria y en su archivo fotográfico, de lugares, personas y acontecimientos, dotes de buen maestro y profesor de historia, campos en que se había ocupado antes de iniciar sus estudios eclesiásticos. Viajando en auto le preguntaba por determinadas zonas que yo empezaba a descubrir y me pintaba una crónica que le ponía rostro humano al paisaje agreste. Y de yapa remataba con una canción del repertorio folklórico. Además, con su esmerado talento musical interpretaba y creaba canciones que brotaban de su fe hecha canto y melodía.
Esa Diócesis, que en una parte es fronteriza con el Brasil cuenta desde ahora con el dinamismo de un obispo que transitará por los surcos de misioneros que sembraron en tierras arachanas y olimareñas la semilla del Evangelio desde fines del siglo 19. Signo de la integración entre diócesis de frontera fue la presencia del obispo de Bagé.
Al final de la celebración las palabras del nuevo obispo expresaron sueños que colorean su corazón y sus futuros pasos. Planteó algunas metas para el año 2019, en que la Diócesis de de Melo y también la de Salto cumplirán el centenario de la llegada del primer obispo a las respectivas sedes.
La Diócesis de Melo cuenta con sacerdotes de diversos orígenes, desde Escocia, Francia, Inglaterra, México, Colombia y por supuesto de distintos lugares de nuestro país, expresión clara de la universalidad de la iglesia católica y de la generosidad de misioneros que colaboran en la tarea de la predicación del Evangelio. Una de las nuevas realidades que está afrontando la iglesia de Melo es La Fazenda de la Esperanza, de próxima inauguración, un espacio de curación de heridas a jóvenes dispuestos a superar la adicción de la droga.
Cerrando su primer saludo a la concurrencia y pensando sin duda en los salteños allí presentes, el obispo H. Bodeant evocó versos de Víctor Lima, que expresan el anhelo de encontrar casa, patria o querencia: “!Qué lindo es tener querencia; llego y quisiera quedarme ; es caracú de mi ausencia el ansia de aquerenciarme!”
La Iglesia tiene la misión de ofrecer “querencia” a quienes caminan por el mundo sin la experiencia de hogar. Y al tiempo que anuncia una querencia definitiva en la Casa del Tata Dios, también defiende la dignidad y derecho de cada familia para vivir en un hogar decente y seguro, en una patria que asegure una porción de felicidad, justicia y libertad.
Pido a Dios, expresó finalmente el nuevo obispo, “que viviendo entre ustedes, pueda decir, al igual que el poeta salteño: “un día encontré querencia lejos del Salto Oriental”. Que Cerro Largo y Treinta y Tres sean, desde ahora, mi querencia, donde pueda, con el amor del Corazón de Jesús, amar y querer bien a todos”.
Llevando muy adentro este abrazo entre Salto y Melo emprendimos el regreso cuando ya caía la noche.

miércoles, 22 de julio de 2009

Hacia la XXI JNJ - Martín. animador de vidas

Luego del testimonio de Gabriela, les ofrezco el de Martín, joven estudiante de medicina, oriundo de Rivera, quien presta su servicio en la secretaría de la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil. El también comparte con nosotros como "en la vida encontramos a Jesús".

Carta a Joven Uruguayo:

¡Hola!, ¿Cómo estas?

Me llamo Martín, tengo 25 años, nací en Rivera donde pase mi adolescencia ya que me crié en un pequeño pueblo de Salto llamado Sarandi de Arapey en donde mi madre trabajaba como Maestra.
En mi adolescencia “encontré”a Jesús mediante la invitación de mis primos a integrar el grupo de Adolescentes de la Parroquia de la Inmaculada Concepción.

En el grupo cultivé amistades, compartimos campamentos, retiros, jornadas y crecimos en la fe. Continuamos luego en el grupo de jóvenes y nos preparamos juntos para la Confirmación.

Cuando culminé el liceo debí viajar a Montevideo para continuar mis estudios ya quería estudiar Medicina, la vida en Montevideo es muy diferente a la del interior pero no por eso peor, simplemente diferente…

Aquí encontré nuevamente el llamado de Jesús a través de otros amigos para integrar a un grupo de jóvenes Migrantes (jóvenes del interior que debieron migrar a Montevideo a estudiar y/o trabajar y que quieren seguir creciendo en la fe y compartiendo su vida en comunidad).

Con la madurez de los años mis necesidades espirituales, y el compromiso con lo social fue cambiando… los cuestionamientos, inquietudes propios de nuestro ser joven, poco a poco me fueron comprometiendo con la vida del grupo, comunidad, la parroquia, la ciudad, el Reino.

El desinstalarte de tus comodidades, seguridades, te hace frágil, pequeño, pero también más sensible a las necesidades del otro, al hermano, al que sufre, a la soledad que vive la gente, la miseria, la indiferencia de los demás…

En estos últimos años he experimentado una fuerte necesidad de hacer silencio, bajar las revoluciones, y he descubierto que es en el silencio donde Dios nos habla al corazón, al tuyo y al mío.

El buscar un espacio en el día para rezar a tu manera (un canto, una lectura, un Padrenuestro, un gesto) establecer ese dialogo intimo, personal, único con Jesús y estar dispuestos y abiertos a escuchar ese mensaje de amor, su proyecto, su plan, su propuesta, su invitación… el agudizar los sentidos y preparar el corazón para el encuentro.

Junto al grupo fui descubriendo la necesidad y el llamado a realizar un servicio concreto, siempre sentí el llamado a animar al grupo de mi diócesis y de la actual pero en estos últimos años el Espíritu Santo me estuvo diciendo y provocando las ganas de nos ser un mero animador de grupo, que domina dinámicas recreativas, organiza campamentos, retiros, jornadas, me pedía algo mas jugado… me pedía que fuera animador de Vidas!

Un poco fuerte la invitación, me pide que anime Vidas, la vida de los que me rodean, compañeros de facultad, del grupo, vecinos, amigos, familia, y de los que no conozco también. Estar, acompañar, opinar, denunciar injusticias, llevar el mensaje sin imponer nada, proponer un estilo de vida, contagiar, fortalecer el ecumenismo tan necesario en los días de corren.

La tarea parece bastante sencilla, nada extraordinario y es así Dios no siempre pide grandes cosas, tareas a las que nos es imposible realizar.

Nos invita a una tarea concreta con El Reino, nos pide nuestras manos, boca, ojos y oídos para ser humildes medios en la entrega de su amor, para que a través de nosotros aya vida y vida en abundancia.
Para que en nosotros los Uruguayos encuentren a Jesús y en el encuentren Vida, por que es en la vida diaria, cotidiana en la que nos encontramos con El.

Anímate a vivir intensamente tu vida, pues Jesús vivió intensamente la suya y vive intensamente en tus alegrías y tristezas.

Anímate a salir al encuentro de otros jóvenes como tu, que esperan ese encuentro…Anímate a hacer silencio para que su querer sea el tuyo y libremente, simplemente sigas a Jesús Cristo…

Hasta pronto.
Martín N.

Nada es imposible para Dios

"Nada es imposible para Dios"... ese es mi lema episcopal.
Hay una canción de la Hna. Glenda con ese tema. Muchos la oyeron cantar por el P. Luis (Tito) Cardozo durante la inauguración de mi ministerio pastoral. Aquí está la letra y acordes (sistema americano: C = DO, D = RE, y así sucesivamente).
D              G        A                     D
Por que tengo miedo si nada es imposible para ti.
              Bm       G           A          D
Por que tengo miedo si nada es imposible para ti.
D              G        A                     D
Por que tengo miedo si nada es imposible para ti.
              Bm       G           A          D
Por que tengo miedo si nada es imposible para ti.


D              G       A                     D
Por que tengo duda si nada es imposible para ti
              Bm       G           A          D
Por que tengo duda si nada es imposible para ti

Variaciones:

Enseñame a querer,
Enseñame a perdonár,
Enseñame a orar.
Tú te hiciste hombre
Tu venciste a la muerte.
Tu estas entre nosotros.

domingo, 19 de julio de 2009

Crónicas de las primeras visitas (7)



Domingo 19 de julio. Un mes y un día después de mi llegada a Melo, visito la única parroquia a la que no había llegado antes de la Inauguración de mi Ministerio Pastoral. Es la parroquia San José Obrero, de la ciudad de Melo. Esta parroquia recibe, pues, mi primera visita como Obispo de Melo. Estuve allí en la mañana, celebrando la Eucaristía, acompañado por el P. Michael Hutchings, el Diácono Mario Moraes y el seminarista Wilson Zapata (estamos todos en la 3ª foto, contando desde arriba).
En la tarde celebré Misa en la Catedral. Nuevamente, por ser día 19, en la Eucaristía participaban los numerosos devotos de San Expedito, que se congregan mensualmente en esa fecha. Con el P. Lucas Lalire compartimos la celebración e impusimos las manos al final a todos los que desearan recibir esa forma de bendición.

sábado, 18 de julio de 2009

Bula de Benedicto XVI nombrando nuevo Obispo de Melo

BENEDICTUS EPISCOPUS SERVUS SERVORUM DEI

BENEDICTO OBISPO, SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS

al Venerable Hermano Heriberto Andrés Bodeant Fernández, hasta este momento Obispo titular de Ampora y Auxiliar de la diócesis de Salto en Uruguay, trasladado a la Iglesia catedral de Melo: salud y Bendición Apostólica.

Quienes hemos sucedido en el lugar del bienaventurado Pedro en la debida actividad para el bien de toda la grey del Señor, con la ayuda del benignísimo Dios, nos esforzamos en consultar. Puesto que, por cierto, es necesario proveer a la Iglesia Catedral de Melo, vacante por la renuncia del Excelentísimo Señor Luis del Castillo Astrada S.J., escuchado el consejo de la Congregación para los Obispos, pensamos que tú, Venerable Hermano, honrado con reconocidas dotes y experto en asuntos pastorales, eres idóneo para regir aquella Diócesis.

Por lo tanto, en ejercicio de Nuestra suma potestad Apostólica, disuelto tu vínculo de titular de la Sede de Ampora y del mencionado cargo de Auxiliar, te nombramos Obispo de Melo con todos los derechos y obligaciones.

Además mandamos que de estas Letras informes al clero y a tu pueblo: a los que exhortamos que te reciban alegres y permanezcan unidos a ti.

Finalmente, Venerable Hermano, sostenido por los dones del Espíritu Paráclito, procura cumplir el importantísimo oficio de Pastor con todo esmero y caridad, particularmente solícito en lo referente a la formación cristiana de los jóvenes, en el fomento de las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada, como también en el cuidado pastoral de la familia de la cual depende la futura suerte del género humano (cfr. Familiaris consortio, 85).

Y que la paz de Cristo, bajo la protección de Nuestra Señora de los Treinta y Tres, esté siempre contigo y con la comunidad eclesial de Melo para Nosotros muy querida.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el día décimo tercero del mes de junio, en el año del Señor dos mil nueve, quinto de Nuestro Pontificado.

Benedicto PP. XVI

Inauguración del Ministerio Pastoral del nuevo Obispo de Melo

Queridas hermanas, queridos hermanos, presentes en este templo o siguiendo esta celebración a través de Radio María:
¡Qué hermoso es ver al Pueblo de Dios de esta diócesis de Melo, que peregrina en los departamentos de Cerro Largo y Treinta y Tres, colmando su Catedral, junto a su nuevo obispo, acompañado de tantos hermanos y hermanas de otras diócesis que nos visitan esta tarde! A todos ellos: fieles laicos, religiosas, sacerdotes, agradecemos su presencia.

Agradezco al Sr. Nuncio Apostólico, Mons. Anselmo Pecorari, por hacernos sentir en comunión con el sucesor de Pedro, el Papa Benedicto XVI.
Agradezco a los Hermanos Obispos presentes, por hacernos sentir en comunión con las otras diócesis del Uruguay. Saludo especialmente al Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Carlos Collazzi, obispo de Mercedes, a los demás obispos uruguayos. Agradezco el fraterno gesto de Dom Gilio Felicio, Obispo de Bagé que nos acompaña hoy. Saludo también al obispo de la diócesis donde he nacido, crecido y hasta ahora vivido el ministerio sacerdotal y episcopal como obispo auxiliar: Mons. Pablo Galimberti, obispo de Salto.

En 1997, tanto la Diócesis de Salto como la Diócesis de Melo celebraron el centenario de su creación, por el Papa León XIII, el 14 de abril de 1897, separándolas de Montevideo, que pasó desde entonces a ser Arquidiócesis.
Las circunstancias históricas impidieron que la vida diocesana comenzara realmente hasta 1919, cuando llegó a Salto Mons. Tomás Gregorio Camacho y a Melo Mons. José Marcos Semería. Dentro de diez años, entonces, se cumplirá en ambas diócesis un siglo de la llegada de sus respectivos primeros obispos. Un siglo de vida diocesana.
Al asumir como noveno Obispo de Melo miro con gratitud el legado de mis predecesores, tres de los cuáles aún están entre nosotros: Mons. Luis del Castillo SJ, octavo obispo de Melo, que nos ha hecho llegar su afectuoso saludo y de quien me ha tocado recoger la más inmediata experiencia, información y consejo; Mons. Nicolás Cotugno SDB, nuestro Arzobispo Metropolitano, que no olvida ni ha dejado mitigar su cariño por ésta, su primera diócesis; y el por todos querido Mons. Roberto Cáceres, con quien tenemos la alegría de seguir contando como protagonista y testigo vivo de casi medio siglo de esta historia diocesana.
Agradezco al Administrador Diocesano, P. Freddy Martínez, su buena disposición y su diligente servicio en este tiempo de transición.

Hace casi 23 años, cuando fui ordenado sacerdote, escuché a Mons. Carlos Nicolini rezar sobre mí la oración consecratoria, pidiendo al Señor lo siguiente:
“concede también a mi humilde ministerio esta ayuda, para mi más necesaria, cuanto mayor es mi fragilidad”, refiriéndose a la colaboración de los sacerdotes con el obispo.
Hoy, esas palabras toman un sentido más hondo para mí, al mirar al presbiterio diocesano. Los sacerdotes necesitan al obispo, y el obispo necesita a los sacerdotes, “necesarios colaboradores y consejeros en el ministerio y función de enseñar, de santificar y de apacentar el Pueblo de Dios” (P.O. 7).
Nuestro clero cuenta con la riqueza de una variedad de orígenes. Hay sacerdotes venidos desde lejanos países… Escocia, Francia, Inglaterra, México, Colombia; desde otros rincones del Uruguay y de la propia diócesis, donde ha surgido su vocación.
También contamos con la apreciada presencia de los PP. Salesianos y de un sacerdote Franciscano. Todos juntos, en este año sacerdotal, buscaremos consolidar nuestra fidelidad enraizándola en la fidelidad de Cristo, con el deseo de que nuestro sacerdocio sea, como decía el Santo Cura de Ars, manifestación del amor del Corazón de Jesús.
Esa riqueza de orígenes y carismas de nuestro presbiterio, al mismo tiempo, nos hace percibir un desafío: alentar decididamente la formación de un clero autóctono, junto a los hermanos que han dejado su tierra para servir entre nosotros.
Mirando hacia 2019 quiero invitar a toda la diócesis a compartir un sueño: pedir del Señor el regalo de poder ordenar en torno a ese año a algunos jóvenes arachanes y olimareños que hayan respondido a su llamado.

Estos años de camino hacia el centenario de la llegada del primer obispo, podemos vivirlos procurando:
- profundizar nuestra vocación de “discípulos misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida”, asumiendo las conclusiones de la Conferencia de Aparecida.
- ahondar en la identidad diocesana, recuperando la memoria agradecida de obispos, sacerdotes, religiosas y fieles laicos que fueron entre nosotros testigos de la fe.
- crecer como Iglesia “casa y escuela de comunión”, viviendo en un mismo espíritu.
- participar en un proyecto pastoral diocesano buscando “los medios necesarios, que permiten que el anuncio de Cristo llegue a las personas, modele las comunidades e incida profundamente mediante el testimonio de los valores evangélicos en la sociedad y en la cultura” (NMI 29)
- avanzar en las prioridades pastorales que se han ido discerniendo, y en las que nos propone en la Bula de nombramiento el Papa Benedicto XVI, en los campos de la P. Juvenil, la P. Vocacional y la P. Familiar.

Recorriendo la diócesis en este mes que ha transcurrido desde mi llegada, he podido apreciar la colaboración de los Diáconos Permanentes que, entre nosotros, nos hacen presente “la verdad del Señor, que se hizo servidor de todos” (San Policarpo, citado en LG 29).
Me he encontrado con Religiosas de diversas familias y carismas, activas en diferentes campos de la misión de la Iglesia. Aquéllos y aquéllas que se han consagrado a Dios, siguiendo los consejos evangélicos, son entre nosotros testigos “de la vida nueva y eterna conseguida por la redención de Cristo” (LG 44).
He podido saludar a muchísimos fieles laicos y laicas. Entre ellos, algunos colaboradores muy cercanos, como el Ecónomo Diocesano, los integrantes de la Vicaría Pastoral y del Oficio Catequístico.
Varios de ellos me han hablado con alegría y expectativa de sus Comunidades Eclesiales de Base, de los Ministerios Laicales, de sus grupos de catequesis familiar, de sus grupos de adolescentes y jóvenes, de sus movimientos o asociaciones de fieles como la Legión de María, los Cursillos de Cristiandad, el Encuentro Matrimonial, los Scouts, los Voluntarios de la Esperanza, los Focolares.
He podido ver que muchos de estos hermanos y hermanas no sólo participan con entusiasmo al interior de la comunidad cristiana, sino que se esfuerzan por vivir en el mundo de acuerdo a su vocación bautismal de “fermento en la masa”, en la educación, la salud, la comunicación social, la seguridad pública, buscando “el reino de Dios, tratando y ordenando, según Dios, los asuntos temporales” (LG 31).
La Pastoral Social, una de las prioridades de nuestro actual Plan Pastoral Diocesano, ofrece también a los fieles laicos un lugar de trabajo por el desarrollo humano integral y de expresión del amor preferencial de Jesús por los más pobres.
La familia, también prioridad en el Plan Pastoral, junto a la Pastoral de adolescentes y jóvenes, están muy dentro del corazón de este Obispo.
La Fazenda de la Esperanza, cuya inauguración celebraremos en Cerro Chato el 1º de agosto, ofrecerá un ambiente de fe, esperanza y amor, a jóvenes que buscan el sentido de sus vidas para levantarse del flagelo de la droga.
Deseo pronto continuar visitando los diferentes centros de Educación Católica, para animar el compromiso educativo de anunciar y enseñar a dar testimonio del Señor Jesús, en la justicia, en la solidaridad y en la esperanza.
Me he asomado apenas a algunas de las capillas del medio rural, pero siento el profundo deseo de llegar a todas esas comunidades a veces postergadas o poco atendidas por nuestras carencias.
He ido conociendo diferentes vínculos de nuestra diócesis con otras iglesias particulares: en Colombia, Medellín; en los Estados Unidos, Harrisburg; en Francia, Dijon; en Italia, Albenga, Brescia y Lamezia Terme, de la cual nos acompaña hoy el P. Giusseppe Montano y su hermano, trayéndonos los saludos de su Obispo y del P. Mimmo Baldo, fundador de los Voluntarios de la Esperanza. También me he alegrado de conocer la rica experiencia de intercambio misionero con el Vicariato Apostólico de Camiri en Bolivia. Mantengamos y profundicemos estos lazos fraternos.

El primer día que celebré en esta catedral, apenas nombrado Obispo fue el día del nacimiento de Artigas. Hoy es el aniversario de la Jura de la Constitución de la república. Estas dos fechas patrias, providencialmente, nos recuerdan que los cristianos no somos ajenos a la sociedad de la que formamos parte. Por el contrario, desde nuestra identidad y animados por el Evangelio, estamos llamados a ejercer nuestra ciudadanía colaborando con las autoridades y las organizaciones de la sociedad civil de Cerro Largo y Treinta y Tres en la construcción de un mundo más humano y más justo para todos.
Tengamos en cuenta la enseñanza reciente de Benedicto XVI en su encíclica Caritas in Veritate: “El compartir los bienes y recursos, de lo que proviene el auténtico desarrollo, no se asegura sólo con el progreso técnico y con meras relaciones de conveniencia, sino con la fuerza del amor que vence al mal con el bien (cf. Rm 12,21) y abre la conciencia del ser humano a relaciones recíprocas de libertad y de responsabilidad.” (CiV 9).

“Qué lindo es tener querencia / llego y quisiera quedarme
es caracú de mi ausencia / el ansia de aquerenciarme”.
Esta estrofa de Víctor Lima expresa el anhelo profundo del hombre de encontrar su casa, su morada, su patria definitiva, expresada en esa hermosa palabra nuestra: “querencia”.
En la Morada del Padre, hacia la que todos peregrinamos, Jesús nos ofrece nuestra Querencia definitiva. En el camino, sin apegarnos a lo que es pasajero, es bueno y es necesario para cada persona humana encontrar su lugar en este mundo, su querencia en la tierra.
Al Señor que me ha dicho como a Abraham, “Deja tu casa... anda a la tierra que Yo te mostraré... te bendeciré... y tú serás una bendición” (Génesis 12,1-2) le pido que viviendo entre ustedes, pueda yo decir, al igual que el poeta salteño: “un día encontré querencia lejos del Salto Oriental”. Que Cerro Largo y Treinta y Tres sean, desde ahora, mi querencia, donde pueda, con el amor del Corazón de Jesús “amar y querer bien” a todos ustedes.

Mons. Heriberto A. Bodeant, Obispo de Melo
Catedral de Melo, 18 de julio de 2009

miércoles, 15 de julio de 2009

Hacia la XXXI JNJ - Gabriela: Jesús no deja de sorprendernos

El primer domingo de setiembre de cada año se celebra en Uruguay la Jornada Nacional de la Juventud, que organiza la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Uruguaya. Este año, se trata de la trigésimo primera edición de esta Jornada, que cada diócesis uruguaya realizará en su particular manera. El lema de este año es "En la vida encontramos a Jesús". Entre los materiales de preparación para la JNJ se han difundido dos cartas-testimonio de un joven y una joven, ambos de carne y hueso, que comparten la forman en que "En la vida encontramos a Jesús".

Hola gente linda,

Desde ya, que esto de escribirles es todo un desafío para mí, llevo a la PJ en el corazón, porque es el lugar en donde fui descubriendo mi camino, descubriendo la fe, y en el que aprendí a caminar con otros en estas búsquedas…
Me pongo a pensar… y todo lo que me sale decir es en un lenguaje sencillo, para la gurisada. Porque las "formas" o "formalidades" me están costando, es que cada vez más, siento a un Jesús entre nosotros, como nosotros, humano, sencillo, cercano, pero que no deja de "sorprendernos" en infinitas experiencias de amor. Experiencias y vivencias, a las que estamos invitados, que son un regalo lindo de compartir.
Una Jornada más, una fiesta más que se viene pensando, que se quiere ir alojando en nuestro corazón. Todavía laten en mi las imágenes de la 30!! Porque la soñamos mucho y porque fue de todos y entre todos, con ganas y con el sentido puesto en que toda esta “movida” vale la pena. Ese querer encontrarse, aunque tengamos que sortear los charcos; encender mi vela con la vela del otro, y compartir mi luz en oración. ¡Fuimos un montón! con las mismas ganas de saltar y de pintarse la manos. Dios nos regaló la lluvia, nos regaló el día y el lugar, y ahí, en medio suyo y de otros como vos y yo, celebramos juntos, agradecimos juntos y nos animamos a seguir construyendo.
En todo este tiempo de ir haciendo procesos, formando parte de grupos, y de experiencias más personales, es lindo mirar y admirar el paso de DIOS por nuestra vida…
¿Cómo conocí yo a Jesús?... Me lo presentaron como un amigo…de esos que se la juegan de verdad. Y fui comprendiendo desde la inocencia, el misterio de que “estaba allí” aunque no lo viera… descubriendo lo que venía a decir, en brazos de María, en las manos del alfarero, del sembrador, en la lucidez de un profeta, en la altura de la Cruz. Escuchar de Él, y hacer que otros escucharan de Él, y de su amor… de ese “dar la vida”. Hoy Jesús, es más que un amigo, es más que un hermano, es alguien a quien no puedo dejar de admirar. Y desde la fe madurada, sigo aprendiendo, y reconociéndolo en el Dios Amor que se hace tres: amor de Padre, que me sostiene, amor de Hijo, que me enseña sus pasos y camina conmigo, para que pueda dejar mi andar confiada en su espíritu de amor.
Hay momentos en los que siento que tuve que “jugármela” también, es decir, apostar, emprender caminos nuevos, creativamente sería algo así como “devolver la llamada”. Y en opciones que implicaban alejarme de los míos, de ese nido en el que todo se siente seguro, en esa mezcla de independencia y libertad que nos despierta la juventud… Ahí, cuando parece que te quedas solo, que extrañas… Vienen los nuevos desafíos; elegir con quien compartir mi vida, que estudiar y para que, ver los frutos de mi trabajo. Aprendí que esas, son las cosas que van haciendo en nosotros un estilo diferente y van haciendo nuestra misión.
Siempre que me preguntaban cual había sido la misión que más me había marcado, hacía referencia a las misiones buenazas que organizábamos en la diócesis. Acampábamos cerca del pueblo, visitábamos a la gente, jugábamos con los niños, esas experiencias fuertes que abrieron nuestros ojos a una realidad distinta. Y que me dan muchas ganas de agradecer, a la gente que te invita, que te anima, que te acompaña, que te contagia… y a Dios…por sembrar de esta manera. Y fui creciendo….Hoy siento que soy todo eso, y que llevo conmigo cada rostro, cada charla, las alegrías, las más duras caídas, un montón de cosas que son parte de mi historia. Y con todo esto me gusta soñar…que mi misión es…hoy, más mañana, más pasado mañana, en lo pequeño del día a día, mirando al alrededor, en la calle, en casa, pero sobre todo con otros. Cuando decimos que sí, y también cuando decimos que no…Hay que ser valiente gente… no tiene que ser “una misión imposible”, magnifica para realizar, sino en las pequeñas cosas. Porque Jesús hace con nosotros lo maravilloso…Y dejarnos sorprender, sin poner “techos” en nuestros anhelos…hay que confiar… Y cuando digo “con otros” es la parte más linda, no estamos solos en esta barca.
Este es un tiempo, que cada vez nos pasa más rápido… en el que fácilmente podemos “dejar de ver” con los ojos de la humildad, con el corazón de la disponibilidad. Me da miedo tener la sensación de estar en este mundo por inercia, y que sea como mirar una peli… quietita y cómoda. Y eso habla también de nuestra humanidad, y que hay cosas que no nos gustan de nosotros, que nos hacen débiles; pero que nos hacen ser más verdaderos no? En esa fragilidad también soy más de Dios.
La vida es muy intensa “y es bueno que así sea” diría una gran amiga y acompañante… porque esa intensidad no se mide desde lo perfecto, sino de lo mejor posible que podamos dar. Así que ser instrumentos de Dios, no es poca cosa…es una oportunidad de que nuestra manera sencilla de trabajar para el reino sea nuestro mejor logro, que transforme, y que nos haga feliz.
Este es un tiempo de Pascua, y uno tiene el corazón más lleno de esperanza que nunca, de resucitar a una vida nueva, y es el momento de asumir que se puede.
Los dejo gente, espero que sean palabras que animen, que sumen, ellas nacen de todo un tiempo de acompañamiento y oración. Mi encuentro con Cristo es intransferible, pero lo que provoca esto en la vida, es digno de ser compartido.
Me llamo Gabriela, oriunda de Salto, y voy haciendo camino en Montevideo. Trabajo en un proyecto educativo para gurises, en un barrio medio bravo. Ellos son mi presente, en el que ya no hay tiempo para ser indiferente.
Cálidos Abrazos!!

PD: les regalo frases de una canción, que tienen que ver con esto de animar a la esperanza…

Que tu espíritu sea danza que inspire el caminar…
Que tu espíritu se mezcle con nuestra humanidad…
Que tu espíritu transforme nuestras manos para dar…
Que tu espíritu nos mueva siempre a dar un paso más…
Como ráfaga de vida, la esperanza traiga ya…

lunes, 13 de julio de 2009

Crónicas de las Primeras Visitas (6)




Lunes 13 de julio.
Visito Villa Betania, casa de los "Voluntarios de la Esperanza" y A.U.G. ("Andiamo in Uruguay, Giovani", una asociación privada de fieles fundada en la diócesis de Lamezia Terme, en Calabria, Italia, que ha sido reconocida por la Diócesis de Melo.
Los miembros de la Asociación sostienen varios proyectos en El Fogón, uno de los 50 barrios de Melo: la pastoral de la Capilla Madre del Salvador; un merendero y un internado para liceales de campaña, que también aprenden allí el oficio de hacer queso. En esa tarea los encontramos al momento de nuestra visita.

domingo, 12 de julio de 2009

Crónicas de las Primeras Visitas (5)

Capilla San Pablo, Barrio Hipódromo, Melo. Bendición de la imagen del Santo Patrono

Continúo visitando las parroquias de la diócesis y algunas capillas. Ahora, en la ciudad de Melo.
Viernes 10. Celebro Misa en la Parroquia Jesús Buen Pastor, con el P. Nurímar (Manolo), y saludo a la comunidad. Encuentro también a una de las religiosas Doroteas de Cemmo,
Domingo 12. En la mañana celebro Misa con el P. Pedro Incio SDB en la Parroquia Domingo Savio, a cargo de los PP. Salesianos. El P. Walter me lleva a visitar los locales de la obra social Picapiedras y la chacra que forma parte del proyecto. Almorzamos luego con las religiosas Carmelitas de la Caridad de Vedruna.
En la tarde, en el barrio del Hipódromo, bendigo la imagen de San Pablo en la capilla dedicada al santo, y acompaño luego la procesión con la imagen por las calles del barrio. Cerramos la tarde con una guitarreada.
19:30. Misa en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, celebración final del Cursillo de Cristiandad que se hizo este fin de semana, con numerosos y sentidos testimonios de los participantes.

viernes, 10 de julio de 2009

Allá por el '94....

Recordando también el cumpleaños de Mons. Daniel, Betel acaba de enviarme esta foto del archivo del P. Villegas SJ. Aproximadamente 1994, en una despedida de curso en el Instituto Teológico del Uruguay.

jueves, 9 de julio de 2009

Crónicas de las Primeras visitas (4)





Fue por Cañas que encontré
en un rancho entre las sierras
[...]
- ¿Vino de la ciudad?
- Vine de Tacuarembó
[...]
Acampé en Cebollatí
y dormí por la frontera
[...]
("Cuando cante el gallo azul",
Texto: Washington Benavidez.
Sobre música tradicional recopilada por Bolívar Pérez.)

Martes 7 de julio. Imprevista visita a Cañas, con el ecónomo diocesano y un seminarista colombiano que ha venido a conocer la diócesis.
En el km 25 de la ruta a Río Branco (la ruta 26, que inicia desde Melo a Río Branco un nuevo conteo de kilómetros) tomamos a la derecha un camino "entre las sierras", sinuoso, de tosca pero muy transitable, bien asentado, sin piedras. Pasamos por Cañitas y llegamos a Cañas. Me preguntó si es éste el "Cañas" que menciona la canción "Cuando cante el gallo azul", que popularizó el dúo Larbanois - Carrero a fines de los 70. Si bien el hombre que cuenta su historia en la canción afirma que vino de Tacuarembó, lo que nos llevaría hacia el otro lado de la ruta 26, a más de 200 km, la mención de las sierras, del río Cebollatí (lejos, pero hacia el otro lado) me hacen pensar que éste pueda ser aquel pueblo donde "era fiesta familiar, cumpleaños de la moza". [Al otro día pasé por Tacuarembó, y Mons. Bonino me dijo que hay otro "Cañas" cerca de Tacuarembó, de modo que es ése otro el nombrado en la canción].
Aquí encuentro en la capilla San Juan Evangelista al P. Nacho Aguirre con un grupo misionero y a una pequeña comunidad con ancianos hombres de campo, mujeres jóvenes y de mediana edad... y muchos niños. Celebramos la Eucaristía, escuché a la comunidad respecto a un tema que les preocupa y culminamos con guitarreada y tortas fritas. El sol caía ya apaciblemente sobre las sierras y daban ganas de quedarse... pero había que volver.

martes, 7 de julio de 2009

Crónicas de las primeras visitas (3)

Sábado 4 de julio. Tomo de nuevo la ruta 7, ahora para ir a la Parroquia San José de Tupambaé. El lugar fue testigo de una de las más mentadas batallas de nuestras guerras civiles, el 24 de junio de 1904, entre las fuerzas del caudillo blanco Aparicio Saravia y el ejército del gobierno colorado.
Tupa-mbaé significa en lengua guaraní "tierra de Dios". En las Misiones Jesuitas, así se designaba En épocas jesuíticas al campo comunitario que se cultivaba para sostener a las misiones y personas desposeídas.
Esta es una de las dos parroquias confiadas a las religiosas Misioneras de Jesús Verbo y Víctima, quienes llevan adelante la conducción pastoral de Tupambaé y Santa Clara de Olimar.
Allí tuvimos la celebración de la Eucaristía, durante la cual una joven recibió su primera comunión y un bebé fue bautizado.
Luego de la Misa, la infaltable convivencia reunió a niños, jóvenes y mayores.

El domingo 5, en la Parroquia Santa Clara, de Santa Clara de Olimar, en la Misa que celebramos con el P. Sebastián Silvera, párroco de Cerro Chato, varios jóvenes y adultos recibieron el Sacramento de la Confirmación en extensa y emotiva ceremonia, seguida de un almuerzo comunitario, que fue animado por canciones preparadas por los confirmados.
Santa Clara de Olimar es también un lugar histórico, especialmente vinculado a la familia Saravia, varios de cuyos miembros gravitaron en las guerras civiles de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Esa noche, de regreso a Melo, me detuve en la Parroquia Santísimo Redentor, de Fraile Muerto, para celebrar la Eucaristía con el P. Jairo Fernández y saludar a la comunidad.
De esta forma, completé al menos una visita a cada una de las sedes parroquiales fuera de la ciudad de Melo.

domingo, 5 de julio de 2009

Crónicas de las primeras visitas (2)

Martes 30 de junio. Con Mons. Roberto participamos en una reunión de la Conferencia Episcopal a fin de tratar los dolorosos acontecimientos ocurridos en la Diócesis de Minas, sobre los cuales posteriormente la Conferencia emitirá un comunicado. (Por más información, ver aquí)
En la reunión participa Mons. Luis del Castillo, a quien encontramos muy recuperado.
Miércoles 1 de julio. Fallece Cipriano Martínez, papá del P. Freddy Martínez, actual administrador diocesano. Con Mons. Roberto Cáceres acompañamos su funeral con la Misa de cuerpo presente en la parroquia San José de la ciudad de Treinta y Tres.
Jueves 2 de julio. Recibo en el aeropuerto de Carrasco al P. Luis Albeiro Quintero, que llega desde Colombia por primera vez al Uruguay, para conocer nuestra diócesis, apuntando a un camino de posible inserción en ella. Durante el viaje hasta Melo tuvimos oportunidad de hablar largamente, comenzar a conocernos, y darle alguna información básica sobre el Uruguay y la diócesis de Melo.
Viernes 3 de julio. Visita a la Parroquia San Juan Bautista de Río Branco, cuyo templo está dedicado a la Inmaculada. El P. Jorge Osorio me lleva a recorrer la ciudad, mostrándome las diferentes capillas, salones y el Colegio, presentándome las principales actividades de la parroquia. Luego tuvimos la Misa y convivencia con la comunidad, como se puede apreciar en las siguientes fotos.





jueves, 2 de julio de 2009

Crónicas de las primeras visitas (1)


Crucé nadando el Río Negro
para seguir rumbo a Melo
ya no había rastros del puente

que construyó Don Carmelo.


Así dice la canción "De poncho blanco", de Martín Ardúa y Tabaré Etcheverry, evocativa de los tormentosos episodios de 1904. Afortunadamente ya no estamos en aquel momento, y el puente sobre el río Negro, en la ruta 26 está bien firme... Cruzando ese puente, el jueves 18 de junio entré - por primera vez como Obispo electo - al departamento de Cerro Largo.
Ya en Melo, Una primera tarde en la nueva casa, para organizar un poco las pocas cosas que había llevado, conocer a los colaboradores más inmediatos, y celebrar misa en la capilla del Obispado y descansar para un 19 que se preveía intenso.

El viernes 19, efectivamente, venía cargado de acontecimientos. Feriado nacional, en recuerdo del Natalicio de Artigas, y día del abuelo. Por otra parte, este año se celebraba en ese día la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, y el comienzo del año sacerdotal dispuesto por Benedicto XVI... y todavía más, como ya veremos!!!
A mediodía estuve en el Colegio y Liceo Diocesano María Auxiliadora, invitado a participar en el acto patriótico en el que los niños de primer año escolar hacían su promesa de fidelidad a la bandera nacional, y los adolescentes de primer año liceal su juramento de fidelidad.
Recorrí luego el colegio y la Casa de Ejercicios, donde tiene habitualmente sus encuentros el movimiento de Cursillos de Cristiandad.
En la tarde, con el P. Nacho Aguirre, fuimos al Hogar de Ancianos de Cerro Chato, llevado adelante por las Misioneras Franciscanas del Verbo Encarnado, donde celebramos la Eucaristía y participamos en la fiesta del Día del Abuelo.

Catedral de Melo

A las 19 horas estábamos de regreso en Melo, para celebrar Misa en la Catedral, donde, como todos los 19, estaban congregados los devotos de San Expedito. La Catedral estaba llena, lo que permitió que muchos de los fieles tuvieran ocasión de saludarme. La Catedral está dedicada a Nuestra Señora del Pilar y San Rafael.
En la noche, en la parroquia Ntra. Sra. del Carmen, cené con el Vicario General P. Freddy Martínez, párroco del Carmen, el P. Michael Hutchings e integrantes del movimiento de Cursillos.

Hay un camino en mi tierra
del pobre que va por pan
Camino de los quileros

por las sierras de Aceguá
(Osiris Rodríguez Castillo)
La Capilla de Pueblo Noblía

Intentando llegar al menos una vez a cada una de las 16 parroquias de la diócesis, el sábado 20 partí rumbo a la parroquia Cristo Rey de Aceguá. Celebré antes en la Capilla Ntra. Sra. de Fátima de Pueblo Noblía, donde fui cálidamente recibido por la comunidad, con una Misa cuidadosamente preparada.
Por la ruta hacia Aceguá nos cruzamos con las motos que traen garrafas de supergás desde Brasil. Ya sabía de esto, pero es increíble ver cómo lo hacen, llevando ocho o diez recipientes llenos.
Misa en Aceguá
En la parroquia tuvimos una Misa bilingûe, en español y portugués, ya que hay población tanto del lado uruguayo como del lado brasileño, apenas separados por una calle. En la oración por la Iglesia, tuve presente también al Obispo de Bagé, Dom Gilio, ya que a esa diócesis pertenece el lado brasileño de Aceguá.

Domingo 21. Tomo la ruta 7, pasando de nuevo por Fraile Muerto, donde saludo al P. Jairo Fernández y luego por Tupambaé, Santa Clara de Olimar, hasta llegar a Cerro Chato, Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, que celebraba su fiesta patronal. Allí tuvimos la Misa, en la que concelebraron el párroco, el P. Sebastián Silvera, Fr. Dante Bardier ofm, vicario parroquial y el P. Nacho, con quien seguiríamos luego rumbo a Montevideo.
Luego de la Misa, donde llamaba la atención la abundante y participativa presencia de los niños, festejamos con un rico chocolate y guitarreada.

Con los niños en Cerro Chato

Quedo comprometido para regresar el 1o. de agosto, para la inauguración de la Fazenda de la Esperanza “Quo Vadis”, centro de recuperación de drogadictos. (Ver: www.fazenda.org.br)

Lunes 22. Montevideo. Participo en la Facultad de Teología en el Tercer Simposio Misionero organizado por el Departamento de Misiones de la Conferencia Episcopal Uruguaya y las Obras Misionales Pontificias. El tema: "San Pablo, discípulo misionero". El P. Daniel Martínez nos traza con ágil narración una semblanza de San Pablo y luego, dos integrantes del Instituto Misiológico de Cochabamaba nos ofrecieron una interesante reflexión sobre la misión.
Recuerdo especialmente la relación sugerida entre "estado de misión permanente" y el "permanecer en el amor" del capítulo 15 del evangelio según San Juan.

Martes 23 a viernes 26. En Salto, preparo mi mudanza y tengo dos momentos de despedida: el 24 en la Catedral y el 25 en Paysandú, en la capilla Nuestra Señora del Pilar, de mi antigua parroquia Sagrado Corazón. Dos momentos muy cargados de emoción... muchos recuerdos, sobre todo en Paysandú, de donde salí hace seis años para comenzar mi servicio como Obispo auxiliar de Salto.

Sábado 27. Salgo desde Salto a Tacuarembó por la ruta 31. Al tomar la 26, después de Tacuarembó, recojo sucesivamente a dos pasajeros: un joven de la Iglesia Emmanuel y un presbítero de las Asambleas de Dios.
Después del almuerzo con un sacerdote en Melo, salgo hacia Vergara, para celebrar allí la Eucaristía Después de un breve encuentro con la comunidad y con una de las Hnas. Siervas de la Comunión Católica, sigo viaje rumbo a Treinta y Tres.

Con miembros de la Comunidad de Vergara

Hay ríos que hoy son ausencia
en mi destino de andar y andar
pero ninguno me dio esa cosa
que solo tiembla en el Olimar.

Domingo 28. Comienzo la visita a Treinta y Tres celebrando misa en la Parroquia del Salvador, junto al P. Gabriel Tojo. Esa tarde, a las 17, misa y encuentro con la comunidad de la Parroquia Virgen de los Treinta y Tres, conocida como "Cruz Alta". Allí me acompaña el Diácono Permanente Víctor Gándaro. Me saludan allí las religiosas Hijas de María Auxiliadora y Doroteas di Cemmo.
A las 19, misa en la parroquia San José, con el P. Luis Arturo Silva. La misa más concurrida de las tres, en la iglesia más grande, con linda presencia de niños y adolescentes de la Obra Social San Martín, de Scouts y jóvenes, además de numerosos feligreses.

El Río Cebollatí en La Charqueada

Y ahí está el Cebollatí
como un espejo de lindo


Lunes 29. De Treinta y Tres marcho a La Charqueada, donde almuerzo con integrantes de la comunidad y tengo a "la hora de la Misericordia" la celebración de la Eucaristía, acompañado por el Diácono Permanente Luis Lago.