sábado, 31 de octubre de 2009

El Cristo de la Concordia

Parte de los participantes en el ELARNPJ junto al Cristo
Detalle

Cochabamba desde el Cerro del Cristo

Según datos de Wikipedia, El Cristo de la Concordia (Cochabamba, Bolivia) es una colosal estatua de Jesucristo, la imagen más grande del mundo, realizada por los escultores y arquitectos cochabambinos, los hermanos César y Walter Terrazas Pardo, en recuerdo a la visita del Papa Juan Pablo II a la ciudad de Cochabamba en 1988.
La imagen se halla situada en la cima del Cerro San Pedro de la ciudad de Cochabamba. Tiene una altura de 34,20 metros y si se suma la dimensión del pedestal (6,24 m), alcanza los 40,44 m y un peso de 2.200 toneladas a una altitud de 2.840 msnm.
Esta gigantesca imagen de Cristo, con los brazos extendidos, representa la hospitalidad de los habitantes de la ciudad de Cochabamba y la protección sobre ella.
La imagen cuenta con escaleras en su interior. Por ellas se puede ascender a la parte alta de la estatua, hasta llegar a los brazos de la imagen. Desde diferentes agujeros, que sirven de ventanas, se pueden tener diferentes vistas del valle y ciudad de Cochabamba.

Al culminar el XVI ELARNPJ, varios de los participantes realizaron esta peregrinación a esta imagen tan significativa para los cochabambinos.

viernes, 30 de octubre de 2009

Uruguay 5 - Costa Rica 5


Durante el XVI ELARNPJ (Encuentro Latinoamericano de Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil) en Cochabamba, Bolivia, las delegaciones uruguaya y costarricense se fotografían juntas, sosteniendo cada delegación la bandera del otro país hermano, en un voto por la amistad de los pueblos y el fair play a propósito de la próxima confrontación deportiva por las Eliminatorias al Mundial de Fútbol de Sudáfrica.

jueves, 29 de octubre de 2009

Peregrinación a la Virgen de Urkupiña












La Virgen de Urkupiña o Urqupiña es una advocación de la Virgen María Asunta, que se venera el 15 de agosto en la ciudad de Quillacollo, capital provincial que se encuentra a 13,85 Km de la ciudad de Cochabamba en Bolivia.
Según la tradición, la Virgen se apareció a una niña pastora que estaba cuidando su rebaño de ovejas en el cerro próximo a la población de Quillacollo. Al enterarse de lo acontecido, los padres y vecinos de la niña indagaron acerca de la morada de la Virgen. La respuesta de la niña, en su lengua Quechua, fue "urqupiña" es decir "ya está en el" "cerro" (urqu=cerro, piña=ya está) -- de ahí el nombre castellanizado de Urkupiña.
La Virgen María de Urqupiña se encuentra en el altar mayor del templo de San Ildefonso, donde recibe la veneración de sus devotos. Según algunas fuentes el culto a esta imagen se remonta al siglo XVI.
El 8 de diciembre de 1998 ha sido nombrada Patrona de la Integración Nacional por el gobierno de Bolivia. (Datos de Wikipedia)
Más información: sitio oficial del Santuario
AQUÍ
Los participantes del XVI Encuentro Latinoamericano de P. Juvenil en Cochabamba, Bolivia, realizaron una peregrinación al Santuario de la Virgen de Urkupiña, donde celebraron la Eucaristía e invocaron la protección de la Madre de Jesús para los jóvenes de todo el continente.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Hacia el III Congreso Latinoamericano de Pastoral Juvenil





Cochabamba (Bolivia), 28 Oct. 09 (AICA)

Se proponen fortalecer la pastoral juvenil en el continente

El lunes 26 de octubre se celebró en la parroquia Virgen del Rosario, en Vinto (Cochabamba, Bolivia), la misa de inauguración del XVI Encuentro Latinoamericano de Responsables de Pastoral Juvenil, que se desarrollará hasta el próximo viernes 30 con el lema: “Caminando con Jesús al lado de nuestros pueblos”, y reunirá a 130 representantes de 20 países con el objetivo de “fortalecer la pastoral juvenil en el continente, profundizando en la escucha de la vida de los jóvenes a fin de animar su discipulado misionero generador de vida para nuestros pueblos”.

La Eucaristía fue presidida por monseñor Tito Solari, arzobispo de Cochabamba, en un marco de fiesta juvenil característico de estos encuentros. Participan obispos, asesores y jóvenes delegados de los países del continente y, de acuerdo con monseñor Mariano José Parra, obispo Responsable de la Sección Juventud del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la meta final es lograr que la juventud latinoamericana asuma la vocación a la cual Dios convoca, el de ser discípulos y misioneros, evangelizadores de los mismos jóvenes.

Asimismo, este XVI encuentro representa un paso importante en la preparación del próximo III Congreso Latinoamericano de Jóvenes que se desarrollará el próximo año 2010 en la ciudad de Los Teques en Venezuela.

martes, 27 de octubre de 2009

Oh Cochabamba Querida



Vistas del Monte Tunari ¿Nieve y palmeras? Bolivia

¡Oh Cochabamba querida!
Ciudad de mágico encanto
Te doy entera mi vida
En este mi humilde canto.

Hermosa tierra valluna
De verdor incomparable
Tienen tus noches de luna
Un encanto inigualable.

Y si de nuevo algún día
Me alejo de ti, oh Tunari
No te olvidés tierra mía
De este humilde taquirari

El río Rocha turbio
Junto a tu hermoso verdor
Pueblo que eres de Bolivia
Su dicha y su corazón.

(Tomás Lipán)



Escúchala aquí:

domingo, 25 de octubre de 2009

ELARNPJ - Cochabamba


XVI Encuentro Latinoamericano de
Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil

Vinto, Cochabamba, Bolivia
26 al 31 de octubre de 2009


Seis uruguayos están participando en Cochabamba, Bolivia, en el XVI Encuentro Latinoamericano de Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil que se inició el domingo 25 y culminará el viernes 31 de octubre, con la presencia de jóvenes, asesores y obispos de América Latina y el Caribe.

Los seis uruguayos integran la Comisión Nacional de P. Juvenil de la Conferencia Episcopal Uruguaya: Carolina Varela (miembro del Equipo Latinoamericano de P. Juvenil, diócesis de Canelones), Cecilia Emery (Montevideo), Rosario Peláez (Salto), Sebastián Colo (P. Juvenil Rural, diócesis de Mercedes), P. Daniel Silva SDB (asesor del Movimiento juvenil Salesiano), Mons. Heriberto Bodeant (obispo de Melo, presidente de la Comisión).

Los cinco últimos llegaron a Cochabamba por tierra, en un viaje de 52 horas, desde Montevideo a Cochabamba. Un viaje azaroso, según relata Mons. Bodeant:

El viernes 23, al presentarnos en la Terminal de Retiro, Buenos Aires, nos encontramos con la primera sorpresa. La empresa boliviana que nos había vendido los pasajes tenía su ventanilla cerrada, con un letrero que nos derivaba a otra empresa. En la otra ventanilla nos atendieron muy amablemente y nos reubicaron en una tercera empresa.

A las 17 horas emprendimos así nuestro recorrido más largo, pasando inicialmente por Campana, Rosario... para despertar a eso de las cinco y media de la mañana del sábado, cruzando Santiago del Estero. Impresionaba ese Norte argentino, vacío, seco, pobre a nuestra mirada. Recordé los versos amargos de un poeta argentino: "pasan las estaciones como tumbas / mientras los trenes pasan / desvaneciendo ranchos y chircales / y regiones de arena interminable... / a veces, queda en la pupila, ardiendo / la sal de una mirada / mientras la muerte estalla en la pobreza / de algún niño de trapo... / y esa vasta soledad que crece / y que es la geografía del espanto" (Armando Tejada Gómez, "Un grito de ida y vuelta").

Dejamos atrás la tierra de la chacarera para enfilar hacia Tucumán y luego Salta. Finalmente, el cruce de frontera en Salvador Mazza. Notamos el trato poco cordial hacia los bolivianos en los funcionarios del cruce de frontera. Ningún problema con los uruguayos. Desde el ómnibus vemos la placita, las indias con sus polleras tableadas, sus aguayos con niños, o con mercaderías que extendían en el suelo para ofrecer a los viajeros.

Ya en Yacuiba, Bolivia, nuestro ómnibus esperó a que terminara la feria callejera para poder seguir su viaje. Nos fuimos con un pasajero de menos, que dejó su equipaje en el ómnibus y no se presentó en la partida.

A las diez de la noche del sábado llegamos a la ciudad de Camiri, sede del Vicariato Apostólico con el cual la diócesis de Melo tiene una larga relación. Apenas nos detuvimos para la cena y continuamos nuestra marcha hasta Santa Cruz.

Llegamos a la Terminal de Santa Cruz a las cuatro de la mañana. Las ventanillas estaban cerradas, y el edificio abría recién a las 6:30, hora en la que teníamos ya el primer ómnibus a Cochabamba. Junto con muchos otros pasajeros, esperamos en los andenes, acomodándonos como pudimos, con apenas suficientes defensas para el viento y la lluvia que también se presentaron.

Recibimos muchas ofertas para continuar nuestro viaje. Promotores nos ofrecían pasajes en el primer ómnibus que salía. Choferes nos proponían viajar en camioneta con salida inmediata. Fue eso lo que finalmente hicimos. 460 km en ocho horas inolvidables.

La primera parte del viaje fue rápida, por una carretera en muy buenas condiciones, a pesar del tránsito pesado que la recorre. Muchos camiones con remolque, circulando a veces muy rápido, otras demasiado lentamente. Nuestro chofer adelantaba con mucha facilidad, buscando ganar el tiempo que se perdería más adelante. El paisaje nos mostraba ganadería lechera, con vacas holando, praderas verdes. Más adelante apareció el cebú.

Entramos en una zona más humeda, con plantaciones de banana y vegetación selvática. Ahí comenzó la montaña. La carretera se hizo más sinuosa, complicando el tránsito. Comenzaron a aparecer franjas de ruta con el anuncio "zona geológicamente inestable". Allí el asfalto era reemplazado por empedrado, en esos cortos pero más o menos frecuentes tramos. El chofer mostró su habilidad para seguir adelantando camiones y buses, en condiciones marcadamente más difíciles, en las que no faltaron la niebla y la lluvia. Luego, otro cambio: del verde a la aridez, ya más cerca de Cochabamba. El encuentro con el sol de la altura, que pega fuerte. Estábamos en el Chapare, provincia del departamento de Cochabamba. Zona cocalera, con todos los conflictos que eso ha significado para Bolivia, que busca hoy cumplir la consigna de "sí a la coca, no a la cocaína".

En el camino encontramos propaganda para la reelección de Evo y también de la oposición. De los últimos un cartel que dice "Evo crea conflictos porque no sabe crear trabajo". Por Evo: "Ayer país en venta - Evo - Hoy nacionalización: El cambio es suyo.

Llegamos a Cochabamba a las 14:30. La camioneta nos deja en Quillacollo, y nos vienen a buscar desde Vinto, donde tendrá lugar el encuentro. La misa inaugural será ese mismo día, a las 18 horas.

Queda atrás un viaje que hemos podido compartir en grupo, pasando por todas las peripecias, que incluyeron largas dosis de música chatarra, muchas películas (en el ómnibus) y por lo mismo, un gran deseo de silencio.

Nos vimos enfrentados a lo inesperado, tuvimos que tomar decisiones... y sobre todo, tuvimos que confiarnos a la Providencia.

lunes, 19 de octubre de 2009

Año Sacerdotal: orar por los sacerdotes desde la enfermedad y el sufrimiento

Pablo Picasso "Ciencia y Caridad", 1897, Museo Picasso de Barcelona

CARTA DEL PRESIDENTE DEL
PONTIFICIO CONSEJO PARA LOS AGENTES SANITARIOS
A LOS ENFERMOS Y A LOS QUE SUFREN EN EL MUNDO
CON OCASIÓN DEL AÑO SACERDOTAL

Queridos Hermanos y Hermanas Enfermos
Venerados Hermanos Obispos y Sacerdotes, responsables de la pastoral de los enfermos
Estimadas Asociaciones de Enfermos
A todos vosotros que prestáis el precioso servicio a los Enfermos

Estamos en pleno desarrollo del Año Sacerdotal convocado por Benedicto XVI el 19 de junio de 2009 con ocasión del 150° aniversario del nacimiento de Juan María Vianney, el Santo Patrón de todos los párrocos del mundo. En la Carta para la convocación del Año Sacerdotal el Santo Padre escribe: «Este año es una ocasión para promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo». En este tiempo de gracia toda la comunidad cristiana está llamada a redescubrir la belleza de la vocación sacerdotal y, por tanto, a orar por los sacerdotes.

A la cabecera del enfermo, el sacerdote representa al mismo Cristo, Médico Divino, que no es indiferente ante la suerte del que sufre. Antes bien, a través de los sacramentos de la Iglesia, que administra el sacerdote, Jesucristo ofrece al enfermo una curación mediante la reconciliación y el perdón de los pecados, por medio de la unción con el óleo sagrado y finalmente en la Eucaristía, en el viático en el cual, como acostumbraba decir San Juan Leonardi, Él mismo se convierte en «el fármaco de la inmortalidad por el que “somos confortados, nutridos, transformados en Dios y partícipes de la naturaleza divina” (cf. 2Pt 1,4)». Por tanto, en la persona del sacerdote está presente junto al enfermo el mismo Cristo que perdona, cura, consuela, toma de la mano y dice: «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás” (Jn 11,25).

El Año Sacerdotal se concluirá en el mes de junio de 2010, año en que el Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios celebrará el XXV aniversario de su institución. En efecto, el Siervo de Dios Juan Pablo II, de venerada memoria, instituyó este Dicasterio Pontificio el 11 de febrero de 1985, en la fiesta de la Bienaventurada Virgen de Lourdes, para manifestar «la solicitud de la Iglesia para los enfermos, ayudando a quienes realizan un servicio para con los que están enfermos y los que sufren, con el fin de que el apostolado de la misericordia, al que se dedican, responda cada vez mejor a las nuevas exigencias» (Pastor Bonus, art. 152).

En razón de esta providencial conmemoración, estoy cerca a cada uno de vosotros y os invito, queridos hermanos y hermanas enfermos, a dirigir incesantemente vuestras oraciones y el ofrecimiento de los sufrimientos al Señor de la vida en favor de la santidad de vuestros amados sacerdotes, a fin de que desempeñen con entrega y caridad pastoral el ministerio que Cristo Médico del cuerpo y del alma les ha confiado. Os exhorto a redescubrir la belleza de la oración del Santo Rosario en beneficio espiritual de los sacerdotes, en particular modo en el mes de octubre. Además de esto, cada primer jueves y cada primer viernes del mes, dedicados a la devoción eucarística y al Sagrado Corazón respectivamente, son días particularmente oportunos para participar en la Santa Misa y en la adoración del Santísimo Sacramento.

Quisiera hacerles presente que, al orar por los sacerdotes, se pueden obtener este año indulgencias especiales. El Decreto de la Penitenciaría Apostólica dispone:
«A los ancianos, a los enfermos y a todos aquellos que por motivos legítimos no puedan salir de casa, si con el espíritu desprendido de cualquier pecado y con la intención de cumplir, en cuanto les sea posible, las tres acostumbradas condiciones, en su casa o donde se encuentren a causa de su impedimento, en los días antes determinados rezan oraciones por la santificación de los sacerdotes y ofrecen con confianza a Dios, por medio de María, Reina de los Apóstoles, sus enfermedades y los malestares de su vida. Por último, se concede la indulgencia parcial a todos los fieles cada vez que recen con devoción en honor del Sagrado Corazón de Jesús cinco padrenuestros, avemarías y glorias, y otra oración aprobada específicamente, para que los sacerdotes se conserven en pureza y santidad de vida».

Quisiera confiar también a vuestras oraciones la peregrinación de los capellanes hospitalarios que, con ocasión del XXV aniversario de la institución del Pontificio Consejo, se llevará acabo el mes de abril próximo, primero en Lourdes y luego en Ars. De hecho, existe una profunda vinculación entre estas dos ciudadelas francesas. Hablando precisamente de este nexo providencial en su Carta para la convocación del Año Sacerdotal, Benedicto XVI ha recordado la observación del beato Papa Juan XXIII que escribió: «“Poco antes de que el Cura de Ars terminase su carrera tan llena de méritos, la Virgen Inmaculada se había aparecido en otra región de Francia a una joven humilde y pura, para comunicarle un mesaje de oración y de penitencia, cuya inmensa resonancia espiritual es bien conocida desde hace un siglo. En realidad, la vida de este sacerdote cuya memoria celebramos, era anticipadamente una viva ilustración de las grandes verdades sobrenaturales enseñadas a la vidente de Massabielle” (…). El Santo Cura recordaba siempre a sus fieles que “Jesucristo, cuando nos dio todo lo que nos podía dar, quiso hacernos herederos de lo más precioso que tenía, es decir, de su Santa Madre”».

A vosotros, pues, queridos hermanos y hermanas que estáis enfermos y a los que sufrís confío la Iglesia que tiene necesidad de vuestras oraciones y sufrimientos, la persona del Santo Padre Benedicto XVI y todos los obispos y sacerdotes del mundo, y todos los que trabajan diariamente por vuestra santificación. Os pido una oración especial por los sacerdotes enfermos y probados en el cuerpo que cada día experimentan como vosotros el peso del dolor, junto a la fuerza de la gracia salvífica que consuela y resana el alma. Asimismo, orad por la Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Juan Pablo II. Orad con insistencia por las santas vocaciones sacerdotales y religiosas. Al respecto, os propongo una bella oración de Juan Pablo II que podeis recitar cada día. ¡Orad también por mí! También yo como sacerdote y obispo confío en vosotros y en el ofrecimiento de vuestros sufrimientos a fin de que desempeñe en el modo mejor y en el temor de Dios la tarea como Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, que me ha sido confiada por el Santo Padre. Por mi parte, os aseguro mi oración por vosotros, junto con mis colaboradores del Pontificio Consejo, cada día en la hora del “Angelus” con las palabras de Benedicto XVI:

Oremos por todos los enfermos, especialmente por los más graves, que de ningún modo pueden proveer a sí mismos, sino dependen totalmente de los cuidados de los demás: que cada uno de ellos experimente, en la soledad de quien le está al lado, el poder del amor de Dios y la riqueza de su gracia que salva. ¡María, salud de los enfermos, ruega por nosotros! (Angelus, 8.02.2009)

Con este espíritu de oración recíproca imparto a vosotros, a vuestros seres queridos y a los que se ocupan de vosotros mi bendición: en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


+ Zygmunt Zimowski
Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios

Vaticano, 1 de octubre de 2009

domingo, 18 de octubre de 2009

"Miren si son pagos lindos... !" (Isla Patrulla)

La comunidad, con las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima
La despedida, con la presencia de los niños
La Escuela Nº 3 "Ruben Lena"
"Las sierras son como madres..."
"Patria Chica, Isla Patrulla / Algún día he de volver..."
El Obispo con Juan Aguilar, uruguayo residente en Sydney, Australia

Isla Patrulla es un pueblo fundado en 1913, en la quinta sección del departamento de Treinta y Tres (Uruguay). El nombre de Isla Patrulla surge, según la version popular, de que en esa época, y aprovechando las bondades de la naturaleza, los ladrones se escondían en una isla de talas y coronillas (según otras versiones, de mimbres). Debido a esto la policía ordena a pedido de los pobladores una patrulla de 4 ó 5 integrantes que arman campamento en esa isla. Como una forma de hacer conocer su lugar, se le llamaba “la isla de la patrulla”, nombre que con el paso del tiempo quedó como “Isla Patrulla”.

Su Escuela, la Nº 3 del departamento, lleva el nombre de "Ruben Lena", en homenaje al maestro, autor de muchas canciones del canto popular uruguayo, y también de la dedicada al pueblo: "Isla Patrulla":

A los hermanos Fuentes, al rico Moreira...
al Coco Brum y a Charquero,
a don Gregorio y al Chilo
A Riaño y a Moriño..
al 'negro' Bruno,
a Doña Maria
y al 'capincho' Fernández..
Y a toda esa gente que quiso
un camino nuevo pa' su pago

pero que no precisa un camino nuevo

para llegar a mi memoria!


Miren que son pagos lindos..
los de la quinta seccion!
Las sierras son como madres ¡cómo no!
Y hasta el vientito es cantor!

Firme esta la Isla Patrulla
mojón de la tradición,
donde el sol por tomar mate ¡cómo no!
dicen que es madrugador!

La gente no anda mostrando
asi nomás su amistad
tiene el afecto escondido ¡cómo no!
como el agua del lugar.

Quieren mantener bien viva
la llama de su fogón
y hasta la casa mas pobre ¡cómo no!
tiene su jardin en flor!

Y en las viejas arboledas
y por la calle mayor
entretenido en recuerdos ¡cómo no!
un aire antiguo quedó

Patria chica, Isla Patrulla
arisco rincón tenaz
Patria del sombrero aludo ¡cómo no!
bien aludo echao pa' atrás

Patria chica, Isla Patrulla
algun dia he de volver
pa' hallar los viejos lugares
algún camino ha de haber!!!

Pa' hallar los viejos lugares ¡cómo no!
algún camino ha de haber!!!

"Isla Patrulla"... un nombre que suena en mis oídos desde que, de niño escuché la canción de Ruben Lena cantada por Los Olimareños. Una canción introducida por los nombres de los personajes de un pueblito lejano, en los que se entremezclaban apodos criollos y apellidos gallegos.
En esta jornada de las Misiones, con las Madres Misioneras de Jesús Verbo y Víctima de la Parroquia de Santa Clara y el P. Nacho, misionero de la Diócesis de Melo en Bolivia, vivimos la Eucaristía y el encuentro fraterno con la comunidad, y con un matrimonio uruguayo que llegó desde Sydney hasta este rincón de Treinta y Tres: Juan y Susana, con la hermana de ésta. Juan, cursillista, activo participante en la fiesta de la Pastoral Hispana de Sydney en agosto, reencontrándose con el Uruguay, el Uruguay profundo.
"Vuelva pronto, Monseñor..." dijo la gente de Isla en su despedida.
"¡Cómo no! ¡Algún camino ha de haber!"
+ Heriberto

sábado, 17 de octubre de 2009

Fiesta Diocesana de Melo (1) En las Parroquias












Desde las 14 horas, las cinco parroquias de la ciudad de Melo fueron recibiendo a las del resto de la diócesis.
La parroquia de San José recibió a su homónima de Treinta y Tres y a Charqueada.
Santo Domingo Savio recibió a Santa Clara, Tupambaé, Aceguá (incluyendo a Noblía).
Nuestra Señora del Carmen a Cerro Chato y Fraile Muerto
Jesús Buen Pastor a Río Branco (incluyendo a Poblado Uruguay)
Catedral recibió a Vergara y a Cruz Alta - Virgen de los Treinta y Tres.
Cada comunidad se presentó a las demás y luego marcharon en procesión hasta la catedral.

Fiesta Diocesana de Melo (2) Testimonios y Canciones









El tiempo de encuentro previo a la Misa estuvo matizado por canciones y testimonios.
En primer lugar la niña Yanina, de Charqueada, sorprendió gratamente a todos, cantando a su pueblo con una hermosa voz. Seguidamente, la comunidad parroquial compartió la experiencia de estos dos últimos años, caminando acompañados por el Diácono Luis y su esposa Estela.
El grupo Legados aportó la fuerza y la alegría de sus canciones, para dejar paso al testimonio de la Fazenda de la Esperanza, sobre la cual se expresó Daniel, su actual responsable, un joven que está concluyendo la experiencia de un año, y un matrimonio que explicó cómo habían descubierto la forma de ayudar de verdad a su hijo adicto.
Mons. Heriberto compartió canciones del Litoral y cantó también la "Milonga del caminante" que citara en sus palabras del 18 de julio: "que lindo es tener querencia / llego y quisiera quedarme".
La comunidad de Río Branco presentó la Obra Social San Juan, dirigida a niños que viven en el marco de la zona comercial de la ciudad fronteriza. La murga de niños de la Obra Social San Martín de Treinta y Tres fue una verdadera revelación con la fuerza de sus canciones, la alegría de su puesta en escena y el colorido de sus trajes.
Una nueva presentación de Legados cerró un momento que las delegaciones parroquiales disfrutaron enormemente.

Fiesta Diocesana (3) La Misa




Homilía de Mons. Heriberto Bodeant

Queridas hermanas, queridos hermanos,
aquí presentes, o participando de esta celebración a través de Radio María:

En esta fiesta diocesana, quiero darles en primer lugar el saludo de nuestro segundo Obispo emérito, Mons. Luis del Castillo, que los recuerda con cariño. Mons. Luis con su salud muy recuperada está trabajando activamente al servicio de la Conferencia Episcopal y atendiendo los fines de semana una parroquia de Maldonado.

A nuestro primer Obispo emérito, Mons. Roberto, ¡lo tenemos aquí, entre nosotros!

Tenemos también hoy la presencia de un sacerdote que se está despidiendo del Uruguay. Ha cumplido este año sus 25 años de ordenación sacerdotal. Vuelve ahora a su diócesis, para hacerse cargo de una parroquia y de una radio… y al decir radio, les estoy dando una pista… durante los últimos años, ha sido el director de Radio María Uruguay: el P. Mario Taborda. ¡Muchas gracias, Padre Mario!

Hoy, desde las dos de la tarde, las cinco parroquias de la ciudad de Melo han recibido a las comunidades hermanas del resto de la diócesis. Nos hemos encontrado, hemos compartido vivencias y esperanzas, creciendo en la comunión y en el afecto.

Vinimos después en procesión hasta la plaza de la catedral, portando diferentes imágenes de la Madre de Jesús, porque no sólo venimos a visitar aquí a la Virgen sino que sabemos que ante todo, es ella quien nos visita.

Hemos escuchado testimonios de vida cristiana en nuestra diócesis, testimonios que nos hablan de vida, de transformación, de preocupación y solidaridad con los hermanos, con los heridos del camino en nuestros días: la comunidad de La Charqueada, la Fazenda de la Esperanza, la obra social San Juan de Río Branco.

Todo eso matizado con las canciones de Yanina, el grupo Legados, la murga infantil del Centro Social San Martín. Y el Obispo también estuvo entreverado por ahí.

Y ahora, estamos en la culminación de nuestra fiesta, celebrando la Eucaristía.

El Evangelio nos trae el relato de la Visitación. María, en cuyo seno ha comenzado a gestarse el Hijo de Dios, visita a Isabel, su prima, que ya está en su sexto mes de embarazo, esperando al que será Juan el Bautista. Contemplemos a estas dos mujeres, la visitante y la visitada, y aprendamos de sus actitudes.

Vamos a detenernos, en primer lugar, sobre la que recibe la visita: Isabel.
¿Qué sucede cuando alguien nos visita? ¿Qué es lo que hace que una visita sea realmente grata?
Una visita puede ser esperada o inesperada.
En el mundo de hoy, no parece haber mucho lugar para las sorpresas, para las cosas no planificadas.
Cuando alguien nos anuncia con tiempo su visita, podemos prepararnos a recibirlo en nuestra casa o incluso irlo a esperar a dónde llegue. Podemos disponer nuestra casa de la mejor forma, preparar bien lo que queremos ofrecerle.
Cuando la visita llega sin avisar, o nos avisa con una llamada desde la Terminal, diciendo “vení a buscarme”... nos puede complicar la vida. No dejamos de sentir cierta incomodidad... Tenemos que entrar en gastos imprevistos…
Pero lo que verdaderamente cambia el significado de una visita, lo que la hace realmente grata, no es que sea esperada o inesperada, sino, sobre todo, que sea una visita deseada. Que sea la llegada, anunciada o no, de alguien a quien deseamos recibir, a quien queremos recibir.
Deseamos la visita de alguien, cuando esa persona que viene es especialmente valiosa para nosotros.
Valiosa, porque esperamos mucho de ella, porque es alguien que nos puede trasmitir un saber, o que de un modo u otro siempre nos ayuda, o nos ha ayudado... O, lo mejor de todo, porque simplemente es alguien a quien queremos mucho.
Cuando llega esa visita deseada, es un verdadero acontecimiento.
El hecho de que llegue habiendo avisado o de sorpresa, pasa a un segundo plano.
Se deja todo de lado para recibirla. La alegría de su llegada compensa cualquier inconveniente.

Es muy posible que María haya llegado a la casa de Isabel sin avisar. ¿Cómo podría haberlo hecho? Simplemente, María fue hasta allí.
Las palabras de Isabel al recibirla son de humildad y de sorpresa, como lo expresan esas palabras suyas que hemos cantado “¿Quién soy yo, quién soy yo, que me visita la madre de mi Señor?”

En todo caso, Isabel nos enseña a recibir la visita de María:
- Isabel recibe la visita de María como un verdadero regalo, totalmente inmerecido: “¿Quién soy yo...?
- Con humildad, Isabel se coloca en segundo plano, y da toda su importancia a María.
- Con fe, reconoce a María como la madre del Señor
- Deja que la alegría la invada, la inunde, y se comunique al niño que ella lleva en su seno, al futuro Juan Bautista.

Por otra parte, Isabel no se complica en lo más mínimo. No le escuchamos decir frases como “Ay, justo ahora, que tengo que hacer quietud y no te puedo atender bien” o “Perdoná que la casa esté desarreglada”. Isabel habla. Sus palabras son sencillas, pero el Evangelio nos dice que habla “llena del Espíritu Santo”.

Isabel, pues, no sólo se deja invadir por la alegría, sino que se deja guiar por el Espíritu Santo.
De esta forma, Isabel aparece como un modelo para la Iglesia que recibe.
Isabel, recibiendo a María que llega de visita, es el modelo para toda comunidad que quiera abrir sus puertas, recibir a los hermanos y hermanas y a todo el que llega.

Una comunidad a la que llegan personas, una comunidad que recibe visitas, las recibe cuando es una comunidad que atrae. El Papa Benedicto XVI dijo en Brasil, en el año 2007, que “La Iglesia crece, no por proselitismo, sino “por ‘atracción’: como Cristo ‘atrae todo a sí’ con la fuerza de su amor”.

La Iglesia “atrae” cuando vive en comunión, pues los discípulos de Jesús serán reconocidos si se aman los unos a los otros como Él nos amó (cf. Rm 12, 4-13; Jn 13, 34).
Una Iglesia que atrae, una Iglesia que quiere recibir a los demás, es, ante todo, una comunidad unida, una comunidad que celebra festivamente, una comunidad que vive y profundiza su fe.
Pero es también una comunidad que se prepara para recibir: que tiene, por ejemplo, un Ministerio de la Bienvenida, ministerio del que se siente responsable toda la comunidad. Un grupo o movimiento de Iglesia que atrae está abierto a nuevos miembros, los recibe. Una Comunidad Eclesial de Base que atrae le ofrece un lugar al que llega, le hace sentir que se le esperaba, aunque nadie lo conociera todavía.

La Iglesia que recibe al que llega valora su visita como un regalo de Dios.
La llegada de otros es motivo de alegría.
¡Qué hermoso que nuestras comunidades puedan recibir con alegría, como Isabel, al hermano o la hermana que nos visitan! ¡Qué hermoso que esas personas que se acercan a nuestras comunidades buscando la presencia del Señor, aunque lleguen sin avisar, aunque ese encuentro no esté en la agenda, se sientan recibidas y valoradas!

Vamos ahora a colocarnos en el lugar de la que sale de visita, en el lugar de María.
¿Qué es lo que la lleva a salir de visita?
María ha recibido en su casa un mensaje. El mensaje que ha recibido María es bueno; realmente, muy bueno. Es una buena noticia: lo que en la Biblia se llama Evangelio: la Buena Noticia.
La Buena Noticia es que ella va a ser la madre del Salvador largamente anunciado y esperado.
María recibe ese mensaje, que la compromete, con confianza y total disponibilidad: “He aquí la servidora del Señor, hágase en mí según tu palabra”.
Junto a ese mensaje, a ese Evangelio que la ha sido anunciado a María, viene otro mensaje; secundario, pero también importante: su prima Isabel, que no podía tener hijos, está en su sexto mes, porque “nada es imposible para Dios”.
Oído esto, María se pone en camino.

María va a visitar a Isabel para compartir el mensaje que ha recibido.
Va a llevarle la buena noticia de Jesús, y a alegrarse con la buena noticia que Isabel ya tiene.
María se pone en camino sin demora, inmediatamente.
Es un camino de montaña, un camino por el que hay que subir, por lo tanto, dificultoso.
Pero el encuentro bien vale el esfuerzo.
Pero María no va solamente “de visita”. Isabel está en su sexto mes, y no es una jovencita. Posiblemente ese embarazo reclame cuidados especiales, reposo, quietud. María, servidora del Señor, va a ponerse al servicio de su prima en esos tres meses que faltan para el nacimiento de Juan Bautista.

De esta forma María, es modelo de una Iglesia misionera, una Iglesia que no sólo espera al que llega, sino que sale al encuentro de los demás, para compartir la Buena Noticia.
Los Obispos latinoamericanos, reunidos en el Santuario de Nossa Senhora Aparecida en el Brasil hace dos años, nos hablaban de la necesidad de una “conversión pastoral” de nuestras comunidades. Así nos decían:

“La conversión pastoral de nuestras comunidades exige que se pase de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera (...) con nuevo ardor misionero, haciendo que la Iglesia se manifieste como una madre que sale al encuentro.

Así vemos a María misionera, modelo de una Iglesia misionera:
Ella es la madre que sale al encuentro de sus hijos, a llevarles la Buena Noticia, a llamarlos, a invitarlos, a reunirlos.
Ella es la servidora del Señor, que se pone al servicio de los hombres con generosidad, con disponibilidad.

¡Qué hermoso que desde nuestras parroquias, nuestros grupos y comunidades, cada día más salgamos al encuentro de nuestros hermanos, llevando esta presencia de María!

¡Qué hermoso que les hagamos presente una Iglesia que no los olvida ni los abandona, precisamente cuando más necesitan esa presencia, en los momentos de enfermedad y de duelo, en los momentos de conflictos familiares, en las situaciones más desesperadas!

¡Qué hermoso que todos los fieles cristianos sintamos que ésa es nuestra misión, que todos somos Iglesia, que todos formamos la Iglesia que atrae y recibe, la Iglesia que sale al encuentro!
Que la Santísima Virgen, aquélla que el Señor nos entregó como madre, a cuyo cuidado nos confió, nos cubra con su manto.

Que su amor de madre nos anime, nos fortalezca, nos ayude a vivir como una verdadera familia de hermanos, una familia que atrae.

Que su presencia de Servidora nos haga disponibles y diligentes para recibir a quienes llegan, y a salir presurosos al encuentro de quienes esperan que alguien les lleve la palabra de Vida, de Amor y de Esperanza. Así sea.

jueves, 15 de octubre de 2009

Con Samuel Candia en La Invernada

La entrada
Samuel Candia, "el jinete peregrino" recibe al Obispo
El Obispo bendice al personal de La Invernada, agradeciendo la bienvenida
Los visitantes y los dueños de casa
Samuel Candia creó una herradura con "tapones" recambiables
para hacer frente al desgaste producido por el asfalto.
El jinete peregrino y "Vencedor"

Samuel Candia, jinete chileno, se hizo conocer como "El Jinete Peregrino", realizando un viaje de miles de kilómetros a lomo de caballos criollos de La Invernada, Cerro Largo, Uruguay.
Después de prácticamente dar la vuelta a América del Sur, regresó a Cerro Largo en el criollo "Vencedor", esperando la hora de cumplir un anhelo: culminar su peregrinación en el continente europeo, desde el pueblo natal de Benedicto XVI en Alemania hasta Roma.
Mons. Bodeant visitó La Invernada, emblemático establecimiento de cría del caballo criollo en el Uruguay para ofrecer a Candia su apoyo espiritual en este proyecto. El Obispo de Melo fue amablemente recibido por el jinete chileno, el administrador y una de las propietarias del establecimiento.
"Vencedor" es un caballo que ha dado prueba de la resistencia propia del criollo, y está dotado de un fuerte temperamento, que el Obispo y sus acompañantes tuvieron la oportunidad de constatar, apreciando también el mutuo respeto entre jinete y cabalgadura.

Más información sobre La Invernada y Vencedor: http://www.lainvernada.com.uy/