jueves, 1 de octubre de 2009

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Horacio - A redoblar la Esperanza
Roxana, uruguaya, desde Madrid

Bueno, he leído varias cosas por el fallecimiento de Horacio y me preguntaba ¿por qué no escribo algo? A veces a uno le entra esto de ser medio tímida, de que no es lo suficientemente “importante” para decir algunas cosas, que siempre hay otros que lo dirán mejor… pero, bueno, me voy a animar a decir algo, que ya se ha dicho; pero esto es lo que hoy siento y lo digo desde haber escuchado mucho de Horacio, trabajar con él un tiempo en el Pablo VI, y escucharlo nombrar mucho en otros países de Latinoamérica….

Siento una tristeza profunda, profundísima... Cuando me avisaron que estaba internado de gravedad no lo podía creer… es de esas cosas que a uno le cuesta caer en la vida…
Que la PJ le debe mucho es verdad, pero deseo que no se viva como una deuda sino como un legado, una herencia que ha dejado mucho fruto para dar… y que es una invitación, una provocación que se nos hace a todos, los que somos más grandes, los jóvenes… los/as asesores/as, los sacerdotes, obispos: el acompañamiento a los y las jóvenes es una misión que nos hace crecer y hay que saber que se lleva la vida, porque si no se nos lleva la vida es que no hemos dado todo… y hay tantas formas de dar la vida!!!!

Deseo que el fallecimiento de Horacio nos haga a todos poner “las barbas en remojo”… ¡Nuestra Iglesia necesita gente que ame!!!! ¡Que ame incansablemente, porque sólo por amor las cosas son de Dios; si no, son nuestras, responden a las estructuras, las expectativas, etc., ¡pero no a la realidad!!! Y el ABC de la PJ es partir de la REALIDAD como ella es y amarla… no mirarla con descreimiento, desconfianza, no usarla como una excusa para querer transformarla luego, para hacerla más sagrada: ella ya es sagrada… Dios la tiene en sus manos… es Él quien la hace sagrada.

Y creo que Horacio, de todo lo que él hacía, creo hay que destacar su “profesionalidad”: no es la improvisación, no es el “empezamos y vemos qué pasa”… no es así, sino pensar, planificar, hacer, evaluar, rehacer, consultar, invertir, ¡ESCRIBIR!!! A veces le tenemos miedo a todo eso y nos parece que mata el Espíritu. Y sí... lo puede hacer, pero podemos hacer todo eso “metidos en Dios”, allí se nota esto que ahora le llamo “profesionalidad”, no por la eficacia cuantitativa…
También saber que esto ¡es cansador!!! ¡Eso de corregir lo metodológico una y mil veces para un taller, una actividad, el revisar mucho la ortografía, la diagramación!!! y eran horas en serio…

Otra cosa además del CONFIAR, el RIGOR METODOLÓGICO, es el TRAER SIEMPRE LA HISTORIA, es decir recordar siempre que somos parte de un camino que otros han iniciado y que ¡hoy nos toca a nosotros continuar!!! Eso también es un “legado”: si queremos hacer un homenaje sería bueno seguir formando parte de este camino y de forma comunitaria, grupal, en “equipos”… jóvenes, laicos/as, sacerdotes, consagrados/as…

Me viene la canción “A redoblar”. Sé que está pasada de moda, pero es eso el tiempo que siento… hay que redoblar el trabajo, la oración, el trabajo comunitario, ahora contamos con alguien más “arriba”, bien cerquita de Dios… más bien dos… también está Johnny, que al escribir su nombre me dan muchos deseos de llorar… supe ayer su fallecimiento, lo recuerdo a él, su esposa Lourdes embarazada en la jornada, la nena Belén… y me duele mucho… siento que la vida de otros es también nuestra y la Pastoral Juvenil ha sido la que nos ha “unido”, o más bien, Dios en la PJ…

A redoblar, muchachos, la esperanza
Que su latido insista en nuestra sangre

para que esta nunca olvide su rumbo…

Porque el corazón no quiere

entonar mas retiradas…


Para escuchar A REDOBLAR:

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