jueves, 6 de mayo de 2010

Encuentro de Obispos Responsables
de la Misión Continental
Con éxito avanza el Encuentro de Obispos Responsables de promover la Misión Continental y Renovación de Parroquia en sus Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe. En el encuentro se percibe ánimo y mucha expectativa. Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, OFM, se dirigió a la Asamblea haciendo una motivación, desde la celebración Eucarística, para fortalecer la unión con Cristo y con los hermanos.

Al encuentro asisten 38 participantes, entre Obispos responsables de animar la Misión Continental y algunos delegados de sus Conferencias Episcopales con el apoyo del P. Crisóforo Domínguez, Secretario Ejecutivo del Departamento de Comunión Eclesial y Diálogo- CELAM.

Mons. Carlos Aguiar, Arzobispo de Tlalnepantla hizo la presentación del itinerario y programa del encuentro. El objetivo general es replantear y renovar las Comunidades Eclesiales y Estructuras Pastorales de la Diócesis y Parroquia, desde la conversión Pastoral a la luz de Aparecida a fin de ser una Iglesia en Misión Permanente. Así mismo nos presentó los objetivos específicos, su método, los asesores que están en el programa, el alcance y complementariedad con los otros programas del CELAM para impulsar la Misión Permanente.

En el encuentro se ha diseñado una metodología práctica que tiene los elementos del VER, JUZGAR y ACTUAR.

Monseñor Carlos Aguiar destacó los siguientes puntos:
- La conversión personal y pastoral de la que habla Aparecida está en sintonía con la esperanza cristiana de la que habla el Papa en su encíclica Spes Salvi (n. 1),

- La promesa de Cristo no es sólo una esperanza para el futuro sino una real promesa histórica y presente (n. 8)

- La dimensión comunitaria de la esperanza,
-Curias muy administrativas y poco pastorales.

-Mala distribución del clero.

-Clericalismo

- La importancia y limitación de las estructuras, que son importantes y necesarias, pero por sí mismas no salvan. Ellas no deben dejar de lado al ser humano. La libertad debe ser siempre conquistada de nuevo. El ser humano nunca podrá ser redimido desde el exterior (n. 26). Las estructuras están al servicio de las personas y no al revés.

Mons. Pedro Ossandón inicia la segunda ponencia con el tema “La Diócesis y la Parroquia: elementos históricos, situación actual –luces y sombras-”

Se hizo una presentación sintética de la historia de la parroquia en América Latina desde la Colonización hasta nuestros días. El recorrido nos presenta el paso de una Iglesia estática a una Iglesia Pueblo de Dios, célula viva, misionera. Resaltó que hay una Buena Noticia para A. L. y es que la Parroquia está viva, que Cristo no ha muerto y que después de haberle fallado tantas veces, nos llama y nos pide que atendamos a su rebaño. Así como Cristo se encuentra con nosotros, espera que todos sus seguidores se encuentren con sus hermanos; no hay nada más revolucionario que esta invitación de Jesús.

El P. Jorge Luis Roque expuso la tercera sesión dedicada al tema: “Elementos jurídicos de la Diócesis y la parroquia” “Las estructuras pastorales en el Derecho Canónico”. Expresó, mediante el magisterio de la Iglesia, las luces y sombras entorno a la diócesis y a la parroquia:


Y como luces destacan, desde Medellín, la distribución en zonas pastorales, el trabajo con migrantes y la participación de laicos en la pastoral, entre otros.

Vimos como las parroquias se van adaptando a la concepción de Pueblo de Dios que aparece en el CIC 83 que resalta la importancia de los fieles en una eclesiología de comunión. El CIC 83 aporta en la transformación de las estructuras de la Iglesia a través de la participación del laico el TRIA MUNERA (GOBERNAR, ENSEÑAR, SANTIFICAR).

Pbro. Dr. Carlos Galli nos acompañó en el estudio sobre la comunión y la renovación de la parroquia, diócesis y estructuras. Destacó la vida de fe en comunidad, teniendo el amor como nuestro centro, y mostrar que solo así seremos discípulos de Jesús, si practicamos el amor con alegría. En su intervención, dijo que vivir es convivir y que el que sólo vive se desvive, no vive... Pues ser discípulo de Jesús es convivir con los hermanos y hermanas en las familias, comunidades, diócesis y parroquias. Buscamos cambiar nuestras actitudes y las estructuras, sobre todo parroquiales, para testimoniar con alegría que Dios es amor y que vive en medio de nosotros.

Queda pendiente la definicón de los desafíos y las proyecciones que debemos impulsar en nuestras Conferencias Episcopales.
Informe del Departamento de Comunión Eclesial y Diálogo del CELAM

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