martes, 6 de julio de 2010

Desde Alemania (4)

En Königstein im Taunus,
sede de Kirche in Not

"Kirche in Not" significa en alemán "Iglesia que sufre", y esa es la finalidad de esta organización de ayuda que tiene en Alemania su sede internacional pero que, a diferencia de Adveniat, no está relacionada a la Conferencia Episcopal Alemana sino a la Santa Sede.
En su sitio web, la institución se define como "una Asociación internacional de ayuda de y para la Iglesia Católica. Damos voz y consuelo a los católicos perseguidos y oprimidos por su fe. Creemos firmemente que el mundo necesita una fe viva en Dios. A través de nuestro trabajo, los bienhechores y aquellos que reciben ayuda forman una familia unida en oración y solidaridad."
Fue fundada en 1947 por el P. Werenfried van Straaten, un sacerdote premonstratense holandés al que el Papa Juan Pablo II calificó de “extraordinario apóstol de la caridad”.
KIN tiene oficinas en 17 países y cuenta con más de 600.000 bienhechores, con cuyos aportes apoya anualmente una media superior a 5.000 proyectos en más de 130 países.
Entre los muchos servicios que brinda KIN está la publicación de la "Biblia del Niño", que lleva distribuidos casi 50 millones de ejemplares en 162 idiomas, desde el Afar, que se habla en Etiopía hasta el Yoruba de Nigeria, pasando por varias lenguas europeas, lenguas de la India, distintos tipos de chino, quechua, aymará, guaraní...

Con Álvaro dedicamos prácticamente toda la jornada de hoy al trabajo con Ulrich Kny, que vivió algunos años en Brasil y ha visitado entre otros países el Uruguay, compartiendo con él inquietudes y desafíos de la Iglesia en el Uruguay, y revisando proyectos ya realizados y presentando nuevas peticiones.
Visitamos también el área de Pastoral Familiar, donde Alicia León y su directora, María Zurowski, nos pusieron al tanto de varios proyectos, incluido el de "un millón de niños rezando el rosario", propuesta que se hizo por primera vez el 18 de octubre del año pasado, y que se reitera este año.
Visitamos también el centro dedicado a la memoria del P. Werenfried, donde nos detuvimos un momento en su oficina, que ha quedado tal como él la tenía (foto) y luego Ulrich nos llevó a visitar su tumba, en el cementerio de Königstein. Tuvimos allí un momento de oración, agradeciendo al Padre Eterno por la vida de este gran sacerdote y orando por la continuidad de su obra, que es una obra del Dios Amor.
La noche nos encontró acompañando a todo el Uruguay de dentro y de fuera en la ilusión que no fue, pero que nos dejó el gusto de un logro que nadie esperaba, y que todavía puede ser aún más honroso. El sábado lo veremos, pero ya será desde Italia, hacia donde partimos esta madrugada. Lamezia Terme nos espera.
+ Heriberto

El fundador
El Padre Werenfried van Straaten, religioso premonstratense, y conocido mundialmente por el cariñoso apelativo de Padre Tocino, es una de las personalidades más sobresalientes de la Iglesia católica actual.
Hijo de un maestro holandés, salvó de la miseria moral y material a cientos de miles de refugiados abandonados en las carreteras de Europa por el último conflicto mundial.
En 1947 crea
"Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS)", orientando su actividad hacia los cristianos que sufrían la persecución comunista en Europa oriental, Asia y Cuba. Esta ayuda se extendió más tarde a todas las Iglesias amenazadas y necesitadas.
Entre los muchos méritos del Padre Werenfried, el más elevado sin duda es la proclamación decidida del ideal cristiano visto en toda su exigencia y sublimidad. La vida de este sacerdote ha tenido siempre como norte el cumplimiento de una alta misión: dar testimonio vivo de que "Dios es amor", lo que unido a su lema personal "El hombre es mejor de lo que pensamos" constituye, también, el binomio esencial de su Asociación, Ayuda a la Iglesia que Sufre.
El Padre Werenfried entregó su alma al Señor el 31 de enero de 2003 en Alemania, siendo despedidos sus restos por agradecidos cristianos del mundo entero.

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