miércoles, 27 de octubre de 2010

Crónicas Orientales 1 (de un oriental en el oriente cubano)

Mons. Luis del Castillo,
desde Santiago de Cuba
Mons. Luis del Castillo, segundo obispo emérito de Melo, nos envía la primera crónica de su misión en Cuba.
Llegada a La Habana
El martes 19 de octubre me esperaban en el aeropuerto de La Habana el Superior Jesuita de Cuba y su secretario. La primera escala fue en la Parroquia del Sagrado Corazón en el centro de ciudad, más conocida como “Reina”, por el nombre de la calle. Una iglesia neogótica con hermosos vitrales. Su párroco es un español de Castilla.
El miércoles,  celebración de difuntos con variada concurrencia sincrética. Luego del evangelio, al mencionar los nombres, los deudos se acercan a poner una flor al pie del altar.
En la comunidad jesuita viven el Superior de la Región Cubana, el responsable de medios de comunicación, y tres que trabajan en la parroquia. Luego de familiarizarme con la comunidad, el miércoles y jueves visité al Secretario del Nuncio (el Nuncio estaba ausente) y al Embajador uruguayo. Hay unos 50 residentes uruguayos y 400 estudiantes sobre todo de las Facultades de Medicina. Unos 20 en Santiago que trataré de conocer.
En Santiago de Cuba
El viernes volé a Santiago en avión ruso. Me esperaban los tres jesuitas que viven acá. Un cubano, el español al que vengo a suplir y un seminarista que prepara su ordenación sacerdotal. Dan clases de Filosofía en el Seminario diocesano y atienden una parroquia que vale por cuatro.
Vivimos en un antiguo monasterio de los PP. Redentoristas con ocho habitaciones, claustro frondoso, diversas salas, gran salón parroquial y biblioteca. Al fondo un jardín con paltos, sin parrillero.
El sábado almorzamos con el clero de la ciudad en la casa del Arzobispo Dionisio García (Presidente de la Conferencia Episcopal). De tarde, misa en la sede de la Parroquia “San Luis Obispo” en El Caney.
El domingo, la misa en la Iglesia de la Sagrada Familia en Vista Alegre. Es capilla de la parroquia aunque más grande y concurrida que la sede en El Caney. El párroco actual, P. Rovira, hizo las presentaciones de estilo. Cantó un coro espectacular, en parte compuesto por estudiantes angoleños y haitianos.
De tarde hubo un gran acto, organizado por “la Oficina de la Historiadora de la Ciudad y un Centro Cultural de la Oficina del Conservador de la Ciudad en Santiago de Cuba, de conjunto con la Congregación Hermanas del Amor de Dios” con tres ponencias sobre Jerónimo Mariano Usera [foto], un sacerdote español nacido en 1810 que fue rector del Seminario santiaguero desde 1841. Se lo define como “pedagogo y promotor de la dignidad humana en Cuba” destacando su preocupación por la educación de la mujer y de los niños pobres y la defensa de los afrodescendientes.
El lunes 25 visité a dos de las Congregaciones de Religiosas que viven en la parroquia. En una, dos canadienses y una cubana. En la otra, cuatro cubanas mayores. Ayudan en la catequesis (hay grupos de niños, adolescentes y tres de adultos para bautismo, comunión y
confirmación).
El martes, después de la misa, hubo un grupo de Lectura Bíblica y otro de estudiantes internacionales. Esta tarde estamos invitados a un encuentro en casa de la historiadora de la Ciudad.
Iglesia San Luis Obispo, El Caney, Santiago de Cuba

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