jueves, 28 de octubre de 2010

Visita a Pueblo El Oro, Treinta y Tres

Olivares de La Serena
Monolito en recuerdo de Dionisio Díaz
La Misa en la galería del salón comunal
Los músicos y su público
El Obispo de Melo visitó hoy Pueblo El Oro, en el departamento de Treinta y Tres, perteneciente a la Parroquia Santísimo Sacramento de la ciudad de Vergara. Lo acompañó el P. David, sacerdote encargado de Vergara, quien desde hace unos meses comenzó a visitar mensualmente El Oro y que, con la ayuda de algunos laicos comprometidos, ha dado impulso a la vida de esta comunidad que no cuenta con capilla propia y se reúne en el salón comunal de la localidad.
Pueblo El Oro se hizo célebre por el dramático episodio protagonizado por el niño Dionisio Díaz (ver recuadro), quien murió tras rescatar a su pequeña hermana de en medio de una situación en la que peligraba la vida de ambos.
Mons. Heriberto inició su visita en los olivares de La Serena, un emprendimiento que promete posibilidades interesantes de desarrollo local. Visitó también el monolito que recuerda al niño Dionisio. Con el P. David celebró la Eucaristía en el salón comunal. Luego de la Misa, hubo un rato de encuentro con la comunidad y canciones, con la participación de muy jóvenes músicos.


Dionisio Díaz
Dionisio Díaz (1920 - 1929). Nació el 9 de mayo de 1920 en el pequeño poblado de Arroyo de Oro en el departamento de Treinta y Tres, Uruguay. Vivía con su madre, su abuelo y su pequeña hermana a la que él adoraba. Poseían una pequeña propiedad en la que trabajaban y con ella sobrevivían. La tragedia aconteció en la medianoche del día de cumpleaños de Dionisio, el 9 de mayo de 1929. La versión más difundida, recientemente cuestionada, es que su abuelo, sumido en un ataque de locura, apuñaló a su madre. Cuando Dionisio se enteró, ésta ya estaba muerta. Fue entonces por su hermanita, la cual dormía plácidamente en su cuna. Cuando la tomó, su abuelo le dio una puñalada tan grande que literalmente le atravesó el abdomen. Se ocultó de su abuelo, cubrió su gravísima herida con sábanas, esperó por horas una ocasión propicia y caminó 9 kilómetros hasta el pueblo, donde dejó a su hermanita en el destacamento policial. Lo vio el médico local que ordenó su internación inmediata en el hospital departamental de Treinta y Tres. Al otro día un coche particular que pasaba por el lugar se ofreció a llevarlo. Al llegar al hospital, Dionisio fallece. Su tragedia es evocada como un verdadero ejemplo de estoicismo y lucha ante la adversidad. Se le conoce también como el "héroe del Arroyo de Oro". 
(Foto: monumento a Dionisio Díaz en la ciudad de Treinta y Tres,
obra de José Belloni)

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