jueves, 11 de noviembre de 2010

¡Qué bien se está aquí! (8)



El sábado 20 de noviembre el Liceo Nuestra Señora de los Treinta y Tres, en la ciudad de Treinta y Tres, celebra sus treinta años. Nuestro programa buscó conocer lo presvisto para ese día. La invitación comienza recogiendo las palabras de Jesús: "He venido para que tengan vida y vida en abundancia", como expresión del espíritu que anima a la comunidad educativa. A las 11:00, en el colegio, presentación del camino recorrido y brindis, con palabras de Mons. Roberto Cáceres. A las 20:00, en la parroquia San José Obrero, Eucaristía en Acción de Gracias presidida por Mons. Heriberto Bodeant. A las 22:00 en el Club Centro Progreso: cena y homenajes.
Estuvo también en la radio el vicario pastoral, el P. Lucas, presentando el material propuesto a las comunidades para el Mes de María. El material queda bien presentado con esta invitación de Benedicto XVI:

Queridos hombres y mujeres de América Latina sé que tenéis una gran sed de Dios. Sé que seguís a aquel Jesús, que dijo: “Nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14, 6). Por eso el Papa quiere deciros a todos: la Iglesia es nuestra casa. Esta es nuestra casa. En la Iglesia católica tenemos todo lo que es bueno, todo lo que es motivo de seguridad y de consuelo. Quien acepta a Cristo, “camino, verdad y vida”, en su totalidad, tiene garantizada la paz y la felicidad, en esta y en la otra vida. Por eso, el Papa vino aquí para rezar y confesar con todos vosotros: vale la pena ser fieles, vale la pena perseverar en la propia fe.
Vamos a pedir, ya desde ahora, que la venida del Espíritu Santo sea para todos como un nuevo Pentecostés, a fin de iluminar con la luz de lo alto nuestros corazones y nuestra fe.  
Pidamos a la Madre de Dios, Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, que cuide la vida de todos los cristianos. Ella, que es la Estrella de la evangelización, guíe nuestros pasos en el camino al reino celestial:   

Madre nuestra, protege la familia
brasileña y latinoamericana.
Ampara bajo tu manto protector
a los hijos de esta patria querida
que nos acoge.
Tú que eres la Abogada
ante tu Hijo Jesús,
da al pueblo brasileño paz constante
y prosperidad completa.
Concede a nuestros hermanos
de toda la geografía latinoamericana
un verdadero celo misionero
irradiador de fe y de esperanza.
Haz que tu llamada desde Fátima
para la conversión de los pecadores
se haga realidad
y transforme la vida
de nuestra sociedad.
Y tú,
que desde el santuario de Guadalupe
intercedes por el pueblo
del continente de la esperanza,
bendice sus tierras y sus hogares.
Amén. 

Discurso del santo padre Benedicto XVI al final del rezo del Santo Rosario en el Santuario de Nuestra Señora Aparecida, Sábado 12 de mayo de 2007.

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