domingo, 20 de noviembre de 2011

Mons. Bodeant entrevistado en El País de Montevideo

"Planteamos una especie de Fonasa de la educación"


Tras un año de elaboración, los obispos presentaron esta semana la Carta Pastoral en ocasión del Bicentenario. Monseñor Bodeant, secretario general de la Conferencia Episcopal del Uruguay, se mostró conforme con la repercusión que tuvieron algunos puntos del documento. En una entrevista con El País el obispo de Melo consideró que hubo una "apertura" en Uruguay en cuanto al "laicismo militante", pero opinó que aún resta darle un espacio a lo religioso dentro de la educación pública, modelo que, dijo, otros países laicos como Francia aplican.

DÉBORAH FRIEDMANN

- ¿Cómo evalúa la receptividad de la Carta Pastoral del Bicentenario presentada por los obispos esta semana?
- No puedo responder en plural porque no he estado con otros obispos. Lo primero que veo es que ha despertado interés, en la prensa, en las personas de la Iglesia a las que se las estuvimos presentando en otros momentos. Es un documento extenso, que se abre sobre una gran cantidad de temas y alguno, por ejemplo, tuvo mucha repercusión como la validez civil del matrimonio religioso, que, en definitiva, está planteado como pregunta. Hubo respuestas, incluso de autoridades del Registro Civil, de legisladores muy rápidas y más bien negativas. Pero bueno, está siendo considerado lo que está planteado, lo cual me parece bueno. Triste sería que ni siquiera se le prestara atención.

- Usted decía que la idea de dar validez civil al matrimonio religioso está planteada como pregunta. ¿Eso implica que no prevén hacer una propuesta formal sobre el tema?
- Por el momento no. Vamos a tratar de entender un poco el espíritu con que fue hecha esta carta. Fue elaborada a lo largo de un año con distintos obispos, fuimos pasando borradores, corrigiendo. Entonces, es un documento fundamentalmente de reflexión. Desde luego, una reflexión lleva a hacernos planteos de tipo práctico, operativo. Entonces, algo de lo que aparece es eso. Me parece que el tema de fondo, es el de la validez del matrimonio y la familia. (1)

- ¿Cuál es el espíritu del planteo entonces?
- Lo que estamos planteando es que sería interesante para los católicos o para otras iglesias cristianas o para otras religiones. No está ahí pero está en el espíritu. Es decir no estamos haciendo una especie de reivindicación de que los católicos queremos un estatuto aparte sino un reconocimiento amplio de la libertad religiosa que puede estar reflejada de esta forma. (2)

- Mencionaba la libertad religiosa. ¿Cómo observa el estado de situación en ese aspecto?
- Desde luego, estamos en un país donde hay libertad de cultos. Ahora, ¿qué límites hay en ese sentido y que están planteados también en la Carta? Están en la manera de entender la laicidad, que ha sido bastante tradicional en el Uruguay, como una prescindencia absoluta de lo religioso y a veces con un espíritu de laicismo muy militante de rechazo también a lo religioso como algo un poco oscurantista y que se puede tolerar en el ámbito privado, pero no tiene ningún lugar en lo público. (3)

- ¿Cree que eso es así hoy?
- Creo que en alguna época tal vez fue una marca muy fuerte de la cultura uruguaya. Fui maestro, profesor, y bueno, uno sabía que tenía que cuidarse mucho, que una mención a Dios estaba totalmente fuera de lugar y le podía valer por lo menos una observación. Eso se ha ido matizando mucho. Quizás un gobernante creyente o no creyente puede hacer una mención de Dios, participar de un acto que tiene algún carácter religioso. (4)

- Entonces ve una evolución. 
- Creo que ha ido abriéndose en ese sentido, sí. Pero no se ha dado ese paso que sería integrar de alguna manera la formación religiosa o el conocimiento al menos de lo religioso como dimensión de la cultura, de la persona humana en los programas educativos. Eso me parece que es uno de los aspectos donde todavía no tenemos algo del todo feliz.

- ¿Hay países laicos que tengan esa integración a la que usted hace referencia?
- Francia, que fue un país muy marcado por la laicidad, evolucionó mucho en ese sentido. Fue un país que copiamos mucho en otra época, que ha ido dando un espacio a lo religioso dentro de la educación pública, manteniendo de todos modos el respeto a las distintas confesiones y manteniendo también la laicidad. Eso en el Uruguay es como algo impensable.

- ¿Cómo proponen llevar eso a la práctica?
- Por ejemplo, que en un liceo haya una pequeña oficina donde un sacerdote o un religioso o un laico adecuadamente formado y reconocido por el Estado pueda recibir a estudiantes que quieran conversar con él, que quieran formar un grupo, participar de una actividad religiosa. Eso en Francia está institucionalizado desde hace muchos años y para nosotros suena como extra terrestre. Sin embargo eso existe en un país marcadamente laico, un estado para nada confesional. Le doy otro ejemplo: pensar que si un cuartel donde los soldados tienen que estar obligatoriamente un sábado y hay algunos que son del culto israelita tengan derecho a que un rabino vaya y haya una predicación o un domingo un sacerdote católico para los católicos. Eso puede hacerse sin que pasemos a ser un Estado confesional, para nada, simplemente reconocer el derecho de la práctica de la expresión religiosa, que sea contemplado. (5)

- ¿Cree que en Uruguay no está garantizado?
- No quiero hacer una acusación porque a veces estas cosas son resultado de una historia y no nos hemos planteado alternativas. Simplemente decir, en realidad, hay otras maneras y otras posibilidades de relación entre el Estado y las religiones más incluyentes y más amplias. En ese sentido apunta esa propuesta de la validez civil del matrimonio religioso, en ese sentido apunta en el campo de educación la propuesta de un sistema integrado de educación pública con su aspecto estatal y su aspecto privado.

-  ¿Qué implica en concreto?
- Nosotros cuando redactábamos el documento -no lo pusimos en el documento porque, en fin, no encontramos la manera adecuada de ponerlo- pero lo que estamos proponiendo es una especie de Fonasa de la educación. El Fonasa, ¿qué es?. Es una forma de compartir recursos públicos para un servicio público como es el de la salud que tiene una parte de gestión estatal y una parte de gestión privada.

- El planteo es un fondo que distribuya recursos entonces.
- Que distribuya recursos de alguna manera que se pueda estudiar. Esto la Iglesia Católica lo ha planteado muchas veces, mirando documentos más antiguos de los obispos uruguayos, seguramente estarían más centrados exclusivamente sobre el campo católico. Hoy mirándolo desde esta perspectiva ecuménica, de diálogo interreligioso, decimos: `Bueno, si lo pedimos para nosotros, me parece que también lo tenemos que pedir para los demás`, es el mismo espíritu que se plantea en dar validez civil al matrimonio religioso.

- Usted decía que el tema de fondo es el matrimonio y la familia. En la Carta mencionan la necesidad de buscar formas que apoyen la formación de matrimonios estables. ¿Hay alguna idea en ese sentido?
- Ahí tengo que confesar que nos estamos marcando en primer lugar un deber a nosotros mismos, porque la Iglesia tradicionalmente pide a las parejas que desean contraer matrimonio que hagan un curso de preparación. Hay muy diferentes calidades de propuestas, desde la propuesta de dos o tres charlitas con el sacerdote que va a hacer el casamiento hasta un plan de unos seis meses. Entre lo demasiado rápido y lo que puede ser accesible para quienes estén muy motivados para hacerlo, encontrar también formas de apoyo. Nos parece que esto arranca en la educación más tempranamente. Hablamos de la necesidad de educación sexual, pero la Iglesia tradicionalmente ha hablando de educación para el amor que incluye la sexualidad, pero que también ayuda a descubrir todas las dimensiones del amor como entrega mutua, que involucra una cuota de sacrificio por el bien del otro.

- En la Carta hablan de la necesidad de tener un diálogo "fructífero" con el Estado. ¿Cómo evalúan esa relación?
- La relación Iglesia-Estado es la relación de dos instituciones muy complejas y con mucha gente. Por un lado, hay una buena relación, digamos, del Estado al aceptar hacer convenios con instituciones de Iglesia. Hay una confianza mutua que hace posible ese funcionamiento, dentro de reglas bastante estrictas como debe ser, pero también valorando resultados. En ese aspecto creo que hay un campo donde podemos seguir profundizando. En otro campo nosotros vemos, y eso es evidente, que hay proyectos de ley con lo que no estamos de acuerdo: el aborto, el matrimonio llamado igualitario, en fin. Sobre todo nuestro rol es invitar a la sociedad a una reflexión sobre los valores en los que se está construyendo, me parece que ese es el punto, no actuar como un partido político. Respecto a las diferencias, queremos dialogar para irlas superando. Ese es el espíritu de la Carta, más allá de que algunas cosas puedan sonar un poco urticantes para algunos, como algunas cosas que plantean en la sociedad también lo son para nosotros. (6)

- ¿Piensan encauzar estos temas de algún modo práctico, como pedir entrevistas, reuniones?
- Ahí tenemos un poco la dificultad de que la Conferencia Episcopal es un organismo que se reúne en forma plenaria tres veces al año, en abril y en noviembre de una forma más extensa y en agosto como una pequeña puesta al día y nada más. No somos un organismo muy ejecutivo, por eso también esta Carta tuvo su largo tiempo de elaboración. Creo que algunas cosas podemos encontrar como canalizarlas, está el Consejo Permanente, que formamos el presidente, el vicepresidente y yo como secretario, al que le toca continuar algunas cosas que la asamblea nos plantea.

- ¿Prevén hacer gestiones por alguno de estos temas?
- No tenemos nada previsto. La Asamblea se va a encontrar de nuevo en abril, pienso que ahí será un momento de evaluar cómo fue recibida la Carta Pastoral y ver los temas que podemos seguir y cómo seguirlos, que también es otro punto a definir.

"Yo tengo página en Facebook"


- ¿Cómo observó que adolescentes hayan matado, filmado y divulgado la muerte de un perro en Nueva Palmira y todo lo que luego generó ese hecho?
- Uno queda bastante entristecido frente a algo así. No sé la motivación que llevó a hacer eso a los chicos, lo que a uno le llama la atención es el hecho de filmarlos, porque entonces ahí entramos en esa búsqueda como de aparecer, de registrar cosas. Parece que son un poco los cambios que generan las nuevas formas de comunicación también.

- ¿Se refiere en particular a las redes sociales?
- Yo tengo una página en Facebook, voy a parroquias, voy a colegios, saco fotos, después los chiquilines se etiquetan, hacen sus comentarios, a mí me da otra forma de relacionamiento también como obispo con ellos, son cosas maravillosas de la redes sociales. Podemos hacer un buen uso y también aparece esto otro.

- Lo que cuestionaban algunas personas es que este hecho diera lugar a manifestaciones, cuando en la misma semana dos mujeres fallecieron por violencia doméstica y no hubo repudio de ese tipo.
- A veces hay como un desequilibrio en la sensibilidad. Pero bueno, si una cosa no significa negar la otra me parece bien…Todos los que hemos tenido animales en casa y los hemos hecho parte de nuestra vida, somos sensibles a eso. Pero también un animal es un animal y un ser humano es un ser humano, es una diferencia de la que no nos podemos olvidar por más sensibles que nos pongamos al respecto.

"Queremos recuperar el vínculo con el Círculo"


- La Iglesia anunció que apelaría la decisión del Ministerio de Educación, que convalidó la asamblea en que el Círculo Católico decidió desligarse. ¿Qué pretenden?
- Lo que nosotros quisiéramos es recuperar el vínculo con el Círculo, que lleguemos de nuevo a una forma que puede ser la que había antes u otra pero en la que se restablezca un vinculo entre Iglesia Católica con esta institución, que siga siendo católica. Por eso el camino que se sigue es la apelación a esa resolución para que se revise lo que ocurrió en esa asamblea donde se modificaron los estatutos. Por ese camino se va a seguir hasta agotar las posibilidades. El Círculo tiene 125 años y la vida da muchas vueltas. Hoy no estamos en una actitud de ruptura, decimos es una institución tradicionalmente católica, en este momento hay una situación de ruptura de la forma en que se da ese vínculo, queremos trabajar para restituirlo. (7)

De Mons. Bodeant:  Algunas acotaciones a la entrevista

Para el lector que quiera profundizar en los temas planteados, indico algunos pasajes de la Carta Pastoral a los que me refiero en la entrevista, y me extiendo un poco más sobre algunos ejemplos.

(1) "En el año 2011, igual que hace 200 años, Uruguay continúa basando su identidad como nación en la familia. En los sucesivos textos constitucionales que nos hemos dado, ha sido reafirmada la familia como “la base de nuestra sociedad”. Esta convicción de quienes formaron nuestra patria, es hoy también el valor primordial al que aspiran la inmensa mayoría de nuestros hombres y mujeres: formar una familia. Del tesoro de valores que hemos recibido en herencia, el aprecio por la familia unida brilla como un diamante en nuestra sociedad uruguaya." (p. 25)
"Queremos ofrecer a nuestros compatriotas la experiencia, el compromiso y el esfuerzo cotidiano, como Iglesia Católica, a favor de una vida más digna, basada en el respeto de la persona humana y sus derechos, orientada a la familia como ámbito de realización de las más íntimas aspiraciones del corazón humano: al
matrimonio como vocación enaltecedora del varón y la mujer en su diferenciación complementaria, a los hijos como apuesta generosa y esperanzadora del futuro de nuestra Patria." (p. 29)

(2) "¿Por qué en nuestro país no se reconoce, como sucede en muchas otras naciones, la validez del matrimonio contraído en presencia del ministro religioso? ¿Por qué, en tiempos en que se da cierto reconocimiento al concubinato, se sigue desconociendo el derecho de los ciudadanos a que se reconozca la validez del matrimonio celebrado públicamente, de acuerdo con las religiones establecidas en el país?" (p. 27).

(3) "la Iglesia Católica, en diálogo sincero, pide que se dé un tratamiento verdaderamente respetuoso a la pregunta y a las respuestas sobre Dios. Proscribir y obligar de hecho al desconocimiento del pensamiento católico, e impedir que sea presentado por quienes verdaderamente lo conocen y comprenden –la llamada “ignorancia religiosa obligatoria”– ha sido una causa notable de nuestra decadencia cultural. Creemos que una mirada que integre la comprensión cristiana de la existencia elevará nuestra cultura y permitirá una mejor fundamentación de los valores, de la ética y del sentido de la vida." (p.14-15).

La expresión "ignorancia religiosa obligatoria" es de Mons. Miguel Balaguer, obispo de Tacuarembó entre 1966 y 1983.

(4) Pensemos en algunas expresiones del Dr. Jorge Batlle. en algunas actitudes del Dr. Tabaré Vázquez, en las palabras del Presidente Mujica, invitándonos a los creyentes a orar por los chilenos atrapados en la mina...

(5) Estos dos ejemplos, el de la presencia religiosa en la educación y en el ejército, están tomados de la actual realidad francesa. En el campo educativo existe la "Aumönerie de l'Enseignement Public" (AEP), literalmente "Animación de la Enseñanza Pública", organismo de la Conferencia Episcopal Francesa. Los Obispos, en sus diócesis, designan personas (fieles laicos, religosas, diáconos, sacerdotes) que son nombrados "animadores", reconocidos como tales por los establecimientos públicos de enseñanza, y que tienen un campo propio de acción dentro de escuelas y liceos, para los estudiantes católicos o los que quieran acercarse. La AEP tiene su sitio en Internet: AEP.
En el ejército, se trata de las capellanías militares. Las capellanías están regidas por distintas leyes que reconocen el derecho fundamental para cada militar de practicar su religión y las responsabilidades del comando en materia del ejercicio de cultos. Existen capellanes católicos, protestantes, israelitas y, desde octubre de 2006, musulmanes. (ver más en Wikipedia: Aumónier Militaire, en francés).


(6) "La búsqueda de la unidad no encubre las diferencias, tanto económicas y sociales, como políticas, ideológicas y religiosas. Por el contrario, en el mutuo respeto, en la sana confrontación, juntos reconocemos que el fin no es vencer al otro, sino que hay realidades superiores que, trascendiendo las diferencias, impulsan a la unidad".(p. 45).

(7) En realidad, debí decir 126 años. Ver historia del Círculo Católico.

+ Heriberto A. Bodeant

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