viernes, 9 de diciembre de 2011

El proyecto de despenalización del aborto y los ecos de las opiniones.

(Del blog de Mons. Alberto Sanguinetti, AMICUS SPONSI).

En estos días se analiza en la Comisión de Salud del Senado un proyecto de despenalización del aborto hasta las 12 semanas.

Dos laicos, secretarios de la Comisión de Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal del Uruguay se hicieron presente entre los llamados a comunicar opiniones en la comisión senatorial. Esto significa que su opinión es lo que se podría decir oficiosa, con cierta representación, pero no es un documento de los mismo Obispos del Uruguay.

Abreviando la presentación – de más de 7 páginas - podemos sintetizarla en las siguientes afirmaciones.

Como premisa general se afirma que en el momento de la concepción se crea el ADN único de un nuevo ser humano, que no ha existido nunca ni se repetirá. Esta afirmación es el fundamento científico de la identidad y continuidad del mismo ser humano desde su concepción hasta su muerte.

1. El proyecto no respecta la laicidad ni la libertad religiosa consagrada en el artículo 5º de la Constitución de la República.

¿Por qué? Porque el aborto se volverá un acto médico, que deberá ser incluido en las prestaciones de servicios sanitarios obligatorios de todas las instituciones de asistencia médica, pagados por todos los ciudadanos – via Fonasa -, aún por quienes sostengan que es una profunda violación de los derechos humanos.

2. Este proyecto de ley despenalizar el aborto durante los nueve meses de la gestación.

¿Cómo puede afirmarse eso, si se despenaliza el aborto hasta las 12 semanas? Según afirman los expositores, la argucia está en que, por un lado se afirma la despenalización hasta las 12 semanas, pero además en otra parte, en el art.15 deroga todos los artículos que penalizan y consideran el aborto un delito. Es decir, se focaliza la discusión en un aspecto, pero en realidad se va al todo. Esta afirmación ha sido reconocida por algún legislador favorable a la ley, que afirmó que debe retocarse para que no despenalice totalmente el aborto. Por lo tanto, tal cual está la ley hoy la afirmación de los expositores no es temeraria.

3. Uruguay está obligado por el derecho internacional a proteger la vida.

Aquí se recuerdan los tratados internacionales sobre derechos humanos suscritos por el Uruguay, en especial el Pacto de San José de Costa Rica que obliga a defender la vida humana desde la concepción.

4. El número de abortos realizados aumentan después de la legalización del aborto.

Aquí se presentan cifras que no han sido rebatidas. Entonces el argumento de que, legalizando el aborto, habrá menos abortos, no coincide con la experiencia internacional.

5. Existen detrás del aborto presiones internacionales.

Este punto es en realidad el menos importante de la exposición y confesamos que está desarrollado con demasía.

Lo que se afirma es que hay campañas mundiales, desde hace muchos años para fomentar el aborto, como forma de control de natalidad de los países menos desarrollados.

Del eco que este punto ha tenido en la prensa destacamos los siguientes titulares:

Comisión Nacional de Pastoral Familiar en el Senado
Senadores e Iglesia Católica chocan por aborto
Senadora Xavier e Iglesia Católica vuelven a chocar en el Parlamento sobre el aborto
Aborto: obispos se distancian de “insultos” a legisladores
Representantes de la Iglesia fueron al Parlamento
Católicos buscan “iluminar” las presiones pro aborto
Iglesia denuncia financiamiento internacional para despenalizar el aborto
Aborto: críticas de conferencia episcopal
CEU: acusan a impulsores de despenalización del aborto
Argumentos a favor y en contra de la despenalización del aborto en comisión anticipan debate en plenario del Senado.
Aborto: se reaviva debate Conferencia Episcopal
Aborto: Iglesia afirma que legisladores están pagos.

En ningún momento se dijo que los legisladores estuvieran pagos, ni que los autores del proyecto recibieran plata. Para convencerse de ello, basta con leer la versión taquigráfica de la Comisión.

Sí es verdad que, por si quedaba alguna posible mala interpretación, dos senadores colorados, dejaron expresamente aclarado que su postura no obedecía a ninguna presión internacional.

Siempre es más noticia confrontar. Aquí no se acusó a ningún legislador, ni ninguno dijo darse por acusado. Tampoco se insultó a nadie. Por otra parte, las afirmaciones de política internacional a favor del aborto de determinados organismos, y el apoyo económico a campañas pro aborto, e incluso las presiones para ligar donativos con esas campañas, no son nuevas y, en general, tampoco negadas por las instituciones involucradas.

En realidad, ni el que haya campañas internacionales, ni el que sean apoyadas sea por la ONU, sea por la Ford, o por Rockefeller, hacen buena o mala la despenalización del aborto, ni el dar comida al hambriento, ni el bombardear una ciudad. Lo que la hace buena o mala es la moralidad de la acción.

Entonces las preguntas correctas son:

1) ¿Quitarle la vida a una vida humana naciente es un acto moral, que puede ser permitido por el Estado y eventualmente obligado por el ordenamiento jurídico? Porque hay que tener en cuenta que, si se despenaliza, se vuelve legal. Más aún en el proyecto de ley se vuelve un derecho. No se puede esconder la radicalidad de la elección.

2) No todos los actos inmorales son perseguidos por el Estado (si Ud. se emborracha en su casa, no lo penan). ¿es legítimo que el Estado defienda el derecho a la vida del ser humano inocente gestado en el vientre materno o le debe ser indiferente? Siendo el derecho a la vida el sustento de los demás derechos humanos, debe ser protegido por el Estado. De lo contrario, ¿se le seguirá dejando al legislador la autoridad para determinar cuándo no se debe proteger el derecho a la vida inocente?

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