martes, 31 de julio de 2012

Presentación del libro "Un Cacho de Dios. Huellas de un camino compartido".



En el día de hoy se hizo la presentación del libro "Un Cacho de Dios. Huellas de un camino compartido" de Julio Romero Magliocca, en el Edificio Anexo del Palacio Legislativo. Pablo Mieres y Héctor Lezcano, junto al autor, fueron los presentadores. Héctor Numa Moraes interpretó tres canciones, concluyendo su actuación con "Al Padre Cacho", con letra de uno de sus alumnos, ya fallecido y música de su autoría. Romero entregó reconocimientos a algunas empresas que apoyaron la publicación.

El Padre Cacho se llamó Ruben Isidro Alonso Alonso. Fue sacerdote salesiano y en sus últimos años pasó al clero diocesano de Montevideo, precisamente para asumir, con el apoyo de Mons. Carlos Parteli, una radical opción por los pobres. Esa opción lo llevó a vivir durante años en un ranchito de lata en Aparicio Saravia y Timbúes, mientras se iba construyendo por ayuda mutua un barrio de "casitas blancas" que reemplazaron muchos de los ranchitos semejantes al que por elección ocupó el P. Cacho.

Julio Romero, vecino de aquellos barrios montevideanos, vio a Cacho un poco de lejos. Fue a raíz de su muerte y de su entierro, con su ataúd acompañado y llevado por los recolectores en un carrito que comenzó a acercarse a esta figura extraordinaria. Su libro recoge esas "huellas" del paso de Cacho por este mundo y, sobre todo, por la vida de mucha gente.

Más información:
En facebook: Julio Romero Magliocca (página del autor)
En la web: Revista Raíces (allí hay también información de como comprar el libro a través de Red Pagos, desde cualquier punto del Uruguay)

lunes, 30 de julio de 2012

Gracias, Hermana Aussilia

Hermanas Fiorángela, Aussilia y Luigina. 22 de julio de 2009
La hermana Aussilia Gelmi, de las Hermanas de Santa Dorotea de Cemmo, falleció a los 65 años, el sábado pasado en Brescia, después de una larga lucha con la enfermedad.
Había nacido el 3 de marzo de 1947 e hizo sus votos perpetuos como religiosa el 29 de setiembre de 1969.
Estuvo brevemente en la comunidad de las Doroteas en Treinta y Tres. Allí, junto a las Hermanas Luigina y Fiorángela, recibió a Mons. Heriberto en sus primeras visitas a la Diócesis, poco después de asumir.
La gente de Treinta y Tres, especialmente de los barrios 25 de Agosto y La Floresta, recuerda su sencillez, su sonrisa y calidez en la entrega cotidiana a Jesús y al prójimo.
En la asamblea diocesana, realizada en el día en que se recibió la noticia de su partida a la Casa del Padre, se le recordó en la Eucaristía.
¡Gracias, Hermana Aussilia!

domingo, 29 de julio de 2012

Si el Papa hace gimnasia, la puede hacer todo el mundo


San Pío X y los Juegos Olímpicos

"Si el Papa hace gimnasia, la puede hacer todo el mundo" 


Ciudad del Vaticano, 27 julio 2012 (VIS).- Corría el año 1908 cuando Roma, tras una grave crisis económica renunció a las Olimpiadas que fueron finalmente celebradas en Londres. Ese mismo año, el inventor de los Juegos, el francés Pierre De Coubertin, pidió ayuda a la Santa Sede para promover las Olimpiadas y fue el mismísimo Papa San Pío X quien le ofreció su apoyo.
Han pasado más de cien años y por tercera vez, Londres será la anfitriona de las Olimpiadas. La XXX edición de los Juegos Olímpicos comenzará esta tarde en la capital británica.
Estos interesantes momentos de la historia al inicio del Novecientos se recogen en el libro “Pío X y el deporte” de Antonella Stelitano. Una época en la que menos del 1% de la población hacía deporte y quién lo practicaba lo hacía como adiestramiento militar o como pasatiempo de la clase noble, tal y como explica la autora en una entrevista realizada por la Radio Vaticano.
“San Pío X (…) vio la posibilidad de que el deporte fuera educativo. (…) Una forma de acercar a los jóvenes, para que estando juntos siguieran una reglas y respetaran al adversario. Creo que -continúa diciendo la autora- entendió que era posible hacer que las personas estuvieran juntas de una forma muy simple, unirlas sin problemas de raza, religión o ideas políticas diferentes”.
Ante la dificultad de aquella época de comprender la gimnasia, Antonella Stelitano recuerda, al final de la entrevista, las palabras que el Papa San Pío X habría dicho a uno de sus cardenales: “Muy bien. Si no entienden que es algo que se puede hacer, me pondré yo a hacer gimnasia delante de todos; así verán que si la hace el Papa, la puede hacer todo el mundo”.

sábado, 28 de julio de 2012

Asamblea Diocesana de Melo





Delegados de las Parroquias de la Diócesis de Melo, convocados por el Obispo y la Vicaría Pastoral, se reunieron hoy en asamblea, para continuar la elaboración del proyecto diocesano. Hombres y mujeres laicos, incluyendo varios jóvenes; religiosas, diáconos y sacerdotes trabajaron a lo largo de la jornada sobre cinco prioridades: Catequesis, Pastoral Juvenil, Comunidades Eclesiales de Base y Pastoral Social y la prioridad transversal a todas ellas, Formación.
Mirando hacia los tres grupos que, de acuerdo a las orientaciones entregadas por el Obispo han de estar siempre en la preocupación pastoral de las comunidades, es decir, los que ya forman la comunidad, los que están fuera, alejados y los heridos del camino, los participantes de la asamblea se plantearon posibles acciones dentro del marco de cada prioridad y también la formación necesaria para realizar esas acciones.
Al término de la mañana se celebró la Eucaristía, para retomar el trabajo luego del almuerzo. En la tarde se consideró en los distintos grupos la posibilidad de fortalecer los ministerios laicales en la Diócesis, incluyendo la creación de nuevos ministerios, que respondan a otras necesidades que se están presentando.
Finalmente, se recorrió el calendario de eventos: el Consejo Diocesano de Familias, instancia previa al III Congreso nacional de la Familia; la Jornada Nacional de la Juventud, que se realizará en Maldonado el primer fin de semana de setiembre, para la que ya hay inscriptos más de cien jóvenes. Alec y Alicia, el matrimonio que participó en el Encuentro Mundial de las Familias está recorriendo las parroquias de la Diócesis, presentando algunos de los temas que se trataron en el Encuentro. Por otra parte, el Obispo también está haciendo lo mismo, ofreciendo a las comunidades una reflexión sobre el Año de la Fe.

jueves, 26 de julio de 2012

San Pablo y los Juegos Olímpicos

Deborah Rodríguez, del equipo celeste en Londres

“Citius, altius, fortius”: la valiosa frase inscripta junto a los cinco círculos en la bandera del Congreso Olímpico de Paris en 1914, expresa sintéticamente el espíritu Olímpico. “Más veloz, más alto, más fuerte”, quiere decir no estar contento con la mediocridad, quiere decir vivir con ardor. Ambición de no reservar energías ante la agonía, de darlo todo...

En el tiempo de Pablo, los “Juegos Ístmicos” fueron el gran evento de su mundo y posiblemente él vio alguna competencia cuando estuvo en Corinto. Y aunque no sea así, estas grandes justas deportivas, comparables con las mismas Olimpiadas, con muchos espectadores, ofrecían al apóstol las imágenes del atleta para poder ilustrar la vida cristiana a los cristianos de Corinto.

Pero, más allá de las analogías deportivas, osamos decir que toda la actitud mental y espiritual de Pablo respiraba un espíritu agonístico [espíritu de lucha]. Él tomaba la vida y su misión en un sentido “olímpico”. Esto es, que jamás se contentaba con un mero “pasar por la vida”, o elegir lo mínimo... Así, Pablo siempre aspiraba a las cosas más altas: quería ganar más personas a la causa de Cristo, quería predicar en más lugares a más personas, tanto así que estaba dispuesto a posponer (así esto le implicara sufrir un poco más) su encuentro definitivo con el Señor para poder ganar adeptos a la causa de Cristo.

Dice San Juan Crisóstomo que “Pablo muestra de una manera particular qué cosa es el hombre y cuánta es la nobleza de nuestra naturaleza, de cuánta fuerza es capaz este ser pensante. Todos los días subía más alto, todos los días surgía más ardiente y combatía siempre con mayor coraje contra las dificultades que encontraba”. (Hom. 2 de laudibus sancti Pauli: PG 50, 477-480). Pablo asumía esta actitud “Olímpica” cuando decía: “Yo, hermanos, no creo haberlo alcanzado todavía. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta, para alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús” (Fil 3, 13-14).

Auguramos que las próximas Olimpiadas nos hagan recordar o aprender algunas lecciones válidas para la vida de cada uno de nosotros. Ante la falta de Fe y las dificultades, como los atletas, no podemos rendirnos. No podemos estar contentos (complacidos) con simplemente pasar por la vida. En todo aquello en lo que estamos y afrontamos y empeñamos en nuestra vida, pero sobre todo en el vivir de nuestra Fe, debemos, como San Pablo, pretender ir al encuentro del futuro, hacia nuestra meta, cada día con más fuerza, con las cumbres más altas, con más ardor y así creceremos más en la fuerza de nuestra fe.

(Extractado de un artículo del P. Kevin Lixey, de la Sección Iglesia y deporte,
adscrita al Pontificio Consejo para los laicos.)

domingo, 22 de julio de 2012

Carta desde la misión en La Banda (2)

Las Hermanas Doroteas de Cemmo:
buenas ovejas y buenas pastoreadoras

Siguiendo al Maestro Jesús las hermanas Doroteas están celebrando cincuenta años de presencia misionera en América Latina y en especial en Santiago del Estero. Uno de sus eventos fue realizar una Misión en la ciudad de La Banda en los barrios más marginados: los Naranjos,Villa Raquel, Independencia,Veinticinco de Mayo y Los Lagos.
Participamos en las visitas a las familias muchos laicos y religiosas de diversos lugares de Argentina, Brasil, Uruguay, África, Italia…
Aunque “los obreros éramos pocos y la mies es mucha” siguiendo el ejemplo de Jesús Buen Pastor fuímos en busca de las ovejas perdidas, excluidas por diversas situaciones. Gracias al apoyo de todo el grupo que tenía aproximadamente más de setenta integrantes pudimos llegar a visitar a todas las familias, a todas las ovejas perdidas de los barrios.
Para las visitas de las familias en los distintos barrios nos separamos en grupos y en sectores para trabajar con niños, jóvenes y adultos. Durante las visitas bendecimos los hogares que aceptaban rezar con nosotros. El agua bendita es muy pedida en estos lugares, entonces para nosotros poder compartirla con nuestros hermanos y hermanas fue una Gracia. Las visitas a las familias se hicieron por la mañana, por la tarde compartimos el sector con los jóvenes y trabajamos el evangelio de la Perla Preciosa y celebramos el día del amigo con ellos, pidiendo a nuestro gran Amigo Jesús su protección, su guía, su entrega.



Cuando realizamos las visitas vimos que algunas familias nos estaban esperando. Otras personas estaban asustadas cuando nos veían, pero todas nos recibieron aún cuando son de otras religiones que si las hay en este lugar y muchas.
Las familias apuestan por la vida y tienen muchos niños. Nos compartieron su fe, nos ofrecieron su espacio y su tiempo, su cariño y su amistad. Creen en los misioneros y oran con fervor. Los niños son juguetones y se entretienen con lo mínimo. Muchos trabajan duro para ganarse el pan de cada día. Hay jóvenes que trabajan para poder estudiar. Encontramos a personas que se alimentan en alguna comunidad de la iglesia católica pero también están muchas otras como ovejas sin pastor, sedientas de visitas, de que alguien crea en ellas, de ser escuchadas, de que alguien les brinde afecto, de poder tener descanso. Algunas están llenas de miedo, rencor, violencia. Encontramos a personas con mucho dolor que nos confiaron sus problemas, mujeres muy sufridas por sus hijos que han entrado en la droga, otras han perdido a sus hijos, algunas están solas porque sus esposos están en prisión. Abuelas que sufren porque sus nietos y vecinos consumen alcohol. Muchas oraron pidiendo trabajo digno,salud, más presencia de los miembros de la iglesia católica en el barrio para que puedan acompañarlos y reducir la rivalidades que existen entre ellos y otras personas de los barrios vecinos.
Somos conscientes de que los lobos que atacan la vida de los más vulnerables son muchos y están muy arraigados pero nada es imposible para Dios. Así que hemos puesto al servicio lo que somos y tenemos, entre ello las oraciones de tanta gente que nos acompaña desde tantos lugares... En la visita a las familias personalmente fuímos guías y ayudantes de personas del Ministerio de salud que nos acompañaron en las visitas prestando su servicio de vacunadoras. Hemos recogido la humildad, el respeto, la acogida, la vulnerabilidad, la hospitalidad, el esfuerzo, el sacrificio de tantos hermanos y hermanas que luchan para vivir el día a día en medio del desperdicio, de la crueldad, del desamparo. Pero el Señor sigue ahí, él está: lo percibimos. Él no los abandona, sufre con ellos. Su Espíritu nos guió hacía ahí y ahí lo hemos encontrado.



Dentro del grupo de los misioneros vivimos una gran fraternidad. Nos hicimos amigas y amigos. Fuimos servidores de verdad. Las Hermanas Doroteas dicen que en esta Misión percibían tocar su carisma con las manos.



Compartirles que como misionera estoy agradecida por haber sido parte de este sueño de las Hermanas. Sueño que se hizo con esfuerzo de muchas y muchos, que seguramente tendrá sus frutos y que sólo Diosito sabe todo el bien que fuímos e hicimos en su nombre. Nuestro compromiso es seguir en oración por estas familias de estos barrios, por el grupito de jóvenes que se formó y por las hermanas Doroteas y los laicos que tienen su carisma, para que sigan pastoreando este rebaño vulnerable del Señor, con valentía, constancia y perseverancia como lo han hecho desde hace cincuenta años.
Hoy en la celebración de la misa nos pidieron que compartiéramos el testimonio de lo que fue la Misión en estos días para nosotros y dijimos todo esto que compartimos anteriormente y pedimos a los miembros de la iglesia que reflejemos en nuestro compromiso con la misma a Jesús Buen Pastor, cuidando, acercándonos a las personas de estos barrios especialmente a las que están más sedientas y que no las dejemos sólas ante los lobos porque en comunidad y juntos siguiendo al Maestro podemos formar su Rebaño con todas y todos. Agradecimos a todas y todos por alimentarnos con su fe.
Un abrazo a todos

María

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Diez años de Cursillos de Cristiandad en Melo. 16º Cursillo de Hombres





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Con el tradicional canto "De Colores", al final de la Misa celebrada hoy a las 19:30 en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, culminó el 16º Cursillo de Cristiandad para hombres de la Diócesis de Melo.
Desde el jueves a la noche, cuando salieron luego de la Misa celebrada en la misma parroquia, los 34 participantes convivieron en la Casa de Ejercicios, viviendo una experiencia única de encuentro con Cristo.
Mons. Heriberto, que presidió junto al P. Freddy la Misa de clausura, participó en esta oportunidad en la totalidad del Cursillo, recibiendo también la cruz que llevan los integrantes del movimiento.
Luego de los testimonios de quienes vivieron por primera vez esta experiencia, el Obispo dio el suyo y agradeció haber compartido el cursillo, expresando que el mismo significó un enriquecimiento en su vida de pastor y agradeciendo el bien que ha significado la presencia del movimiento en la Diócesis en estos diez años.
En la Misa participaron miembros del secretariado nacional del MCC y Cursillistas de Minas, entre ellos el rector y la rectora, respectivamente, del primer cursillo de hombres y el primer cursillo de mujeres realizados en Melo hace diez años.

Los comienzos del MCC en la Diócesis

En mayo de 2001, con el apoyo de Mons. Luis del Castillo, que en 1977 había hecho el Cursillo de Cristiandad en Argentina, se realizó una reunión en la ciudad de Treinta y Tres, de la que participó el presidente del Secretariado Nacional, Julio Osta, y el rector del Cursillo que se estaba programando para ese año en Minas.
En la reunión se decidió que participaran de ese Cursillo para hombres un sacerdote y algunos laicos. Mons. del Castillo encargó al P. Freddy Martínez el acompañamiento del MCC en la Diócesis. Así fue que participaó en el Cursillo de Minas junto a Juan Costa de Río Branco y de Melo, Gabriel Sanes, Julio Sosa, Carlitos Fernández y Mario Moraes.

Luego de esa experiencia, en Octubre del mismo año se realizó otra reunión en Minas con el secretariado del MCC y se determinó que en julio de 2002 se realizaría el primer cursillo de hombres de Melo. La poca participación de hombres en la Misa era la inquietud de Mons. del Castillo. El rector fue Angel Machado. En setiembre de 2002 se realizó el primer cursillo de mujeres, la rectora fue Mariel Montero.

jueves, 19 de julio de 2012

A tres años de la inauguración de su ministerio pastoral como Obispo de Melo, Mons. Heriberto presidió misa por los enfermos

 Homilía

Pasajes bíblicos de referencia:
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha / y lo salva de sus angustias (Salmo 33)
Le trajeron un paralítico llevado entre cuatro... Tus pecados te son perdonados...  Levántate y anda..." (Mc 2,1-12)

"Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias".
Creemos en un Dios que escucha. Nuestro Dios ve todo lo que sucede, conoce todas nuestras necesidades... pero Él escucha. Y para que Él escuche, tenemos que hablarle, tenemos que invocarlo, tenemos que recurrir a Él. Muchas veces no lo hacemos, y nos encerramos en el pozo de nuestro dolor.
"Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias". Estas palabras del salmista no son simplemente un consejo, como un "hay que rezar". Este salmo es el testimonio de un creyente que comparte lo que ha experimentado. Él estuvo de verdad afligido, como muchos de los que estamos aquí hoy. Y, sobre todo, es la experiencia de un afligido que invocó al Señor y fue escuchado. Este testimonio de fe nos anima para que también nosotros invoquemos hoy al Señor, con la confianza de que seremos escuchados.
Así estamos: afligidos, pero dispuestos a invocar al Señor. Afligidos por lo que le sucede a nuestras personas más queridas: familiares, amigos, vecinos... prójimos; o por lo que nos sucede a nosotros mismos.
Muchos venimos a esta Misa a rezar porque tenemos a alguien enfermo o porque estamos enfermos. Y así le decimos a Jesús: "Señor, tu amigo está enfermo".
Le traemos a Jesús nuestra aflicción por alguien a quien queremos, porque sabemos que es alguien a quien Jesús también quiere.
Si hemos venido con esa intención, a rezar por otros, somos como aquellos cuatro hombres que llevaron a Jesús un paralítico, para que Él lo curara.
Aquellos hombres, por lo que cuenta el Evangelio, no dijeron ninguna palabra. Ellos cargaron con su amigo y lo llevaron ante Jesús y, como no podían entrar, porque la casa estaba llena de gente, sacaron unas tejas del techo y lo bajaron.
Con ese gesto, ellos le dijeron a Jesús: "Señor, tu amigo está enfermo; aquí está, sánalo, que vuelva a caminar".
De esa forma tenemos al paralítico delante de Jesús. Pero lo primero que Jesús le dice no es "levántate y anda" sino "tus pecados te son perdonados".
"Tus pecados te son perdonados". ¿Por qué hace esto Jesús?
Porque Jesus quiere sanar a ese hombre, quiere sanarlo totalmente. Ese hombre no está sólo enfermo en su cuerpo. Todo él está enfermo: su cuerpo, su mente, su espíritu. Jesús comienza a sanarlo desde adentro, desde el alma, porque Él tiene el poder de perdonar los pecados, de reconciliar al hombre con Dios y con el hermano.
Después llegará el momento de decir "levántate y anda".

Hemos venido afligidos, trayendo nuestros enfermos ante Jesús, aquí mismo o en nuestro corazón.
Venimos como los que llevaban al paralítico, diciendo a Jesús: "Señor, tu amigo está enfermo". O somos ese paralítico, ese amigo de Jesús que quiere y necesita ser sanado.
Estamos ahora en la presencia de Jesús. Él vive, y vive en la Iglesia. Estamos aquí como comunidad creyente, reunidos en su nombre y Él, fiel a su promesa, está en medio de nosotros.
Confiados lo invocamos.
Él nos ha dejado, en la Iglesia, dos sacramentos de sanación.
En la Unción de los Enfermos, es el mismo Jesús quien, por medio del sacerdote, nos unge con el aceite de salvación.
En el Sacramento de la Reconciliación, también llamado Penitencia o Confesión, es el mismo Jesús quien nos dice, por medio del sacerdote, "tus pecados te son perdonados".
A través de cada uno de los Sacramentos, Jesús se hace presente para salvarnos, perdonarnos, sanarnos, fortalecernos, ponernos de nuevo al servicio de la comunidad.
Que la Eucaristía de la que hoy estamos participando nos ayude a poder decir que, también nosotros, hemos experimentado lo que nos decía el salmista: "si el afligido invoca al Señor Él lo escucha y lo libra de todas sus angustias".



lunes, 16 de julio de 2012

Nuestra Señora del Carmen: Fiesta patronal en Melo

Homilía de Mons. Heriberto en la fiesta patronal de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, Melo

Celebramos hoy la fiesta de la patrona de la comunidad parroquial Nuestra Señora del Carmen, es decir, del monte Carmelo. El monte Carmelo y la Virgen del Carmen tienen una larga y rica historia en la vida del pueblo creyente.

El Monte Carmelo: belleza de Dios y pureza de la fe

Para hablar del monte Carmelo empezamos por el Antiguo Testamento, donde encontramos las profundas raíces de esta advocación mariana.
En el libro del Cantar de los Cantares, se dice de la amada que su cabeza “está erguida, como el monte Carmelo” (Cant 7,5) y el profeta Isaías nos habla de la belleza del Carmelo como algo que permite imaginar “el esplendor de la Gloria de Dios” (Is 35,2).
Así aparece asociado el monte Carmelo con la belleza que habla de Dios.
El monte Carmelo fue también el escenario de la confrontación del profeta Elías con los 450 sacerdotes de Baal (1 Re 18,21ss), donde el profeta “defendió valientemente de la contaminación de los cultos idolátricos la pureza de la fe en el Dios único y verdadero” (Benedicto XVI, 15.07.06).
También desde el monte Carmelo el mismo Elías ruega intensamente pidiendo la lluvia frente a la prolongada sequía que sufría la tierra. Pronto desde el monte se verá una nube “como la palma de un hombre, que sube del mar” (1 Re 18,44) y llegará la lluvia esperada y salvadora.
De esta manera, el Antiguo Testamento nos presenta el Carmelo como un lugar donde se manifiesta la belleza de Dios, un signo de la pureza de la fe, y un lugar desde donde es posible ver la llegada de la vida y de la salvación.

La Virgen del Monte, la Inmaculada, la Estrella del Mar

Por todo esto, ya en tiempos cristianos muy antiguos, muchos ermitaños se fueron a vivir a las grutas naturales del monte. Así fue naciendo la Orden de los Carmelitas. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías como un símbolo de la Virgen María; más aún, de María Inmaculada: pura y portadora de la Vida y la Salvación que trae su Hijo Jesús.
Pero llega un momento en que Tierra Santa es conquistada por los sarracenos. Aquellos primeros Carmelitas tienen que dejar el monte. Y aquí va a aparecer otro nombre de la Virgen: Stella Maris, la Estrella del Mar. Una antigua tradición dice que cuando los carmelitas estaban por emprender su viaje por mar, dejando el Carmelo, se les apareció la Virgen y les dijo que ella sería su Estrella del Mar. Por eso, la Virgen del Carmen es también patrona de los navegantes.
Así se empezó a difundir por el mundo la devoción a Nuestra Señora del Carmen.
La devoción de la Virgen fue creciendo con la difusión del Escapulario del Carmen, que la Virgen entrega al General de los Carmelitas, San Simón Stock, el 16 de julio de 1251.

Frutos de Santidad

La Orden Carmelita se irá extendiendo, pero poco a poco el espíritu de austeridad, pobreza y oración se irá relajando. Frente a esto se levantó la reforma teresiana, en "tiempos recios", para formar "amigos fuertes de Dios, para sustentar a los flacos" (Libro de la Vida, 15,5). El próximo 24 de agosto se cumplirán 450 años del día en que Santa Teresa de Jesús fundó el Convento de San José, en su ciudad natal de Ávila. Así comenzó la rama de las Carmelitas Descalzas. San Juan de la Cruz hará lo mismo con los varones, e iniciará los Carmelitas Descalzos. Con los siglos, el Carmelo seguirá dando frutos de santidad, y así veremos en el siglo XIX a Santa Teresita del Niño Jesús y en el siglo XX a Sor Benedicta de la Cruz, la filósofa judía Edith Stein, convertida al catolicismo y muerta en los campos nazis de exterminio.

Devoción en América

En América, con o sin los carmelitas, que van llegando en diferentes momentos, según las regiones, la devoción a la Virgen se hizo muy presente. Artigas le tenía una gran devoción, y eso le llevó a dar el nombre de Carmelo al pueblo que fundó el 12 de febrero de 1816 después del traslado de la gente que habitaba en un paraje llamado Las Víboras. En Chile, el pueblo de Santiago hace una promesa a la Virgen del Carmen, el 14 de marzo de 1818, frente al avance de los ejércitos españoles que vienen a quitarles la independencia recién conquistada. Poco después, el 5 de abril, se libra la batalla de Maipú, con el triunfo de los ejércitos de las Provincias Unidas y de Chile, comandados por José de San Martín. Poco después se inicia allí la construcción del Santuario Nacional de Maipú, gran templo dedicado a Nuestra Señora del Carmen, patrona de Chile.

"¡Permítame fundar!"

Los Carmelitas llegan al Uruguay a comienzos del siglo pasado, en tiempos de José Batlle y Ordóñez. Todavía no estaba separada la Iglesia del Estado, de modo que era necesario un permiso del gobierno para fundar. El P. Constancio, que vino desde España con esa misión, encontró muchas trabas, hasta que logró ser recibido por Batlle en el comienzo de su segunda presidencia. Se cuenta que cuando estuvo frente a Batlle, el P. Constancio, con su marcado acento español y con natural simpatía le dijo: “Yo sé, Don José, que usted no le tiene gran estima a los vestidos de negro, pero míreme a mí de hábito marrón y sandalias; ¡permítame fundar!”. El presidente no pudo menos que sonreír y surgió enseguida un aprecio entre ellos que culminó con el permiso de fundación.
En nuestra diócesis tenemos las Carmelitas de la Caridad de Santa Joaquina Vedruna, nombre que refleja la inspiración carmelitana de la fundadora, inclinada a la vida activa.

El escapulario: manto de María, pertenencia a ella y yugo de Cristo

Vamos a terminar con algunas palabras sobre el escapulario, que algunos fieles van a recibir al terminar la Misa.
¿Qué es el escapulario? Es lo que la Iglesia llama un sacramental, es decir, un objeto religioso, aprobado por la Iglesia, que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado.
El escapulario de la Virgen del Carmen es como un hábito religioso en miniatura que todos los devotos pueden llevar como signo de su consagración a María.
El escapulario tiene tres significados:
-          El amor y protección maternal de María, porque es como un pequeño manto, y así representa el manto de la Virgen que nos protege como madre
-          La pertenencia a María, porque es como una marca que nos distingue
-          El suave yugo de Cristo, como un eco de las palabras de Jesús: “carguen con mi yugo, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón. Mi yugo es suave y mi carga liviana” (Mt 11,29-30).

Bendición del escapulario

Padre santo, que prefieres y aumentas la caridad, tú has querido que tu Unigénito Hijo Jesucristo se encarnara en el seno de la Virgen María por obra del Espíritu Santo; concede a este hijo tuyo (esta hija tuya), que recibe con devoción el Escapulario de la familia de la bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, la gracia de revestirse del Señor Jesús en todas las circunstancias de esta vida y alcance así la gloria eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.

Imposición del Escapulario

Recibe este Escapulario, por el cual quedas admitido en la familia de la bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo; llévalo como signo de su protección maternal y de tu compromiso por imitarla y servirla. Ella te ayude a revestirte de Cristo, para dar gloria de la santísima Trinidad y para cooperar en la Iglesia al bien de los hermanos.

Nuestra Señora del Carmen: 450 años de la reforma teresiana. Mensaje de Benedicto XVI

Mensaje de Benedicto XVI con motivo de los 450 años
de la fundación del Carmelo San José de Ávila

Ciudad del Vaticano, 16 julio 2012 (VIS).-

Monasterio de San José en Ávila,
el primero fundado por
Santa Teresa, hace 450 años
Benedicto XVI ha enviado un mensaje a monseñor Jesús García Burillo, obispo de Ávila (España), con motivo del 450 aniversario (que se cumplirán el próximo 24 de agosto) de la fundación del monasterio de San José en Ávila y el inicio de la reforma del Carmelo por Santa Teresa de Jesús. El texto, del que ofrecemos a continuación amplios extractos, está fechado el 16 de julio en el Vaticano.

Una forma de vida que favorece el encuentro personal con Cristo

“La reforma del Carmelo, cuyo aniversario nos colma de gozo interior, nace de la oración y tiende a la oración. Al promover un retorno radical a la Regla primitiva, alejándose de la Regla mitigada, santa Teresa de Jesús quería propiciar una forma de vida que favoreciera el encuentro personal con el Señor, para lo cual es necesario 'ponerse en soledad y mirarle dentro de sí, y no extrañarse de tan buen huésped'”.

En "tiempos recios"

Santa Teresa por Bernini,
Basílica de San Pedro
“Santa Teresa propuso un nuevo estilo de ser carmelita en un mundo también nuevo. Aquellos fueron 'tiempos recios'. Y en ellos, al decir de esta Maestra del espíritu (...) 'Estáse ardiendo el mundo, quieren tornar a sentenciar a Cristo, quieren poner su Iglesia por el suelo. No, hermanas mías, no es tiempo de tratar con Dios asuntos de poca importancia'. ¿No nos resulta familiar, en la coyuntura que vivimos, una reflexión tan luminosa e interpelante, hecha hace más de cuatro siglos por la Santa mística?”.

Abrigar con la oración el quehacer apostólico

“El fin último de la Reforma teresiana y de la creación de nuevos monasterios, en medio de un mundo escaso de valores espirituales, era abrigar con la oración el quehacer apostólico; proponer un modo de vida evangélica que fuera modelo para quien buscaba un camino de perfección, desde la convicción de que toda auténtica reforma personal y eclesial pasa por reproducir cada vez mejor en nosotros la 'forma' de Cristo (...) También hoy, como en el siglo XVI, y entre rápidas transformaciones, es preciso que la plegaria confiada sea el alma del apostolado, para que resuene con meridiana claridad y pujante dinamismo el mensaje redentor de Jesucristo. Es apremiante que la Palabra de vida vibre en las almas de forma armoniosa, con notas sonoras y atrayentes”.

Evangelizar sin tibiezas

Santa Teresa por Velázquez
“En esta apasionante tarea, el ejemplo de Teresa de Ávila nos es de gran ayuda. Podemos afirmar que, en su momento, la Santa evangelizó sin tibiezas, con ardor nunca apagado, con métodos alejados de la inercia, con expresiones nimbadas de luz. Esto conserva toda su frescura en la encrucijada actual, que siente la urgencia de que los bautizados renueven su corazón a través de la oración personal, centrada también, siguiendo el dictado de la Mística abulense, en la contemplación de la Sacratísima Humanidad de Cristo como único camino para hallar la gloria de Dios”.

Para que el Pueblo de Dios recobre su vigor

“La fuerza de Cristo conducirá igualmente a redoblar las iniciativas para que el pueblo de Dios recobre su vigor de la única forma posible: dando espacio en nuestro interior a los sentimientos del Señor Jesús buscando en toda circunstancia una vivencia radical de su Evangelio. Lo cual significa, ante todo, consentir que el Espíritu Santo nos haga amigos del Maestro y nos configure con Él. También significa acoger en todo sus mandatos y adoptar en nosotros criterios tales como la humildad en la conducta, la renuncia a lo superfluo, el no hacer agravio a los demás o proceder con sencillez y mansedumbre de corazón. Así, quienes nos rodean, percibirán la alegría que nace de nuestra adhesión al Señor, y que no anteponemos nada a su amor, estando siempre dispuestos a dar razón de nuestra esperanza”.

domingo, 15 de julio de 2012

Carta desde la Misión en La Banda (1)

Julia, de la Parroquia Santísimo Redentor de Fraile Muerto, y María, de la Parroquia Jesús Buen Pastor de Melo están participando en una Misión organizada por las Hermanas Doroteas en La Banda, provincia de Santiago del Estero, Argentina. Desde allí nos escribe, en nombre de las dos, María.
Hermanas Doroteas en la Parroquia del Buen Pastor, Melo

Hemos encontrado un arco iris de lenguas y naciones

Es una alegría poder escribir estas líneas desde la ciudad de La Banda, Santiago del Estero, Argentina. Estamos sin parar por eso no hemos escrito antes.
Hemos llegado el miércoles casi a la noche. Estuvimos dentro de todo el arco iris que forman las hermanas de Santa Dorotea di Cemmo en sus diversas comunidades. Están las Hermanas Argentinas de Córdoba, de Buenos Aires, las Santiagueñas... las hermanas brasileñas, la hermana Diana del Congo, África, las italianas... Hay muchos laicos jóvenes y adultos.
Estamos también en un arco iris de idiomas: español (en sus distintos tonos: el santiagueño  se diferencia del cordobés), portugués, italiano. Por ahí a veces preguntas en un idioma y obtienes varias respuestas en muchos idiomas. Es una alegría encontrarnos con hermanas que han sido parte de nuestra historia y que hace mucho no nos veíamos.
La Provincia de Santiago del Estero es muy bonita, pero lo que me atrapa es el valor que la gente le da a sus raíces. Hemos visitado el Centro cultural de la ciudad de Santiago, la feria de Santiago (que es sólo por este mes de julio), las plazas, algunas parroquias incluida la catedral.

"Esa raza", La Banda, Santiago del Estero (foto: Juan Méndez)

Poniendo a disposición nuestros dones

El viernes a la noche hemos venido para La Banda nos acogió la familia Damasco que está compuesta por tres mujeres (Ángela y sus dos hijas: Natalia y Ana Paula). Son hospitalarias de corazón y nos apoyan en todo lo que pueden.
Hoy sábado a la mañana  hemos ido a uno de los colegios: "Jesús el Maestro" para comenzar a distribuirnos para la Misión y poner a disposición nuestros dones. En la tarde y ya en los grupos fuimos a ver los barrios que nos corresponden. En la tarde tuvimos la celebración con envío misionero en la capilla de San Cayetano celebrada por el Párroco Juan (que lo primero que preguntó fue ¿quiénes son del Uruguay?
Nos hemos distribuido de manera tal que estemos todos mezclados en lugares, comunidades, idiomas...  Julia va a misionar con su grupo al barrio "Villa Raquel", Hna. Angélica al barrio Independencia y nosotros vamos al barrio 25 de Mayo.

"Supervivencia", Santiago del Estero (foto: Juan Méndez)

Una realidad muy dura: Barrio 25 de Mayo

El barrio 25 de Mayo es un desafío porque su realidad es sumamente dura; es dura, muy dura realmente. No he vivido experiencias de misión en ningún lugar parecido a éste, así que ahora no es enfrentar sólo desprendimientos, ahora hay que enfrentar la dureza de vida que tienen que vivir mucha/os hermana/os, lo que no es fácil y que duele, duele mucho.

"Niños que no van a ser", Santiago del Estero (foto: Juan Méndez)

Pedimos sus oraciones

Pedimos sus oraciones ya que necesitaremos renovar fuerzas, esperanzas, confianza. Sabemos que estamos acompañadas por las comunidades y por el Espíritu que nos trajo hasta aquí, porque sabemos que estamos “como ovejas en medio de lobos". El Espíritu muchas veces nos lleva a la locura de ser hija/os de Dios y querer ser fieles al Evangelio y este tiempo es para eso, para vivir como hijosa/os de Dios y confiarnos en Él.
Bueno un abrazo grandote a toda/os quienes quieran ser parte de esta locura de Amor, de reino, de verdad y que la Paz esté con ustedes.

María, Julia

sábado, 14 de julio de 2012

Juana de Ibarbourou: aniversario de su muerte (1979)


Prólogo a su obra Loores de Nuestra Señora (1934)

"Devoción de mi casa, límpido fervor familiar, ha sido siempre entre nosotros la Santísima Virgen del Perpetuo Socorro. Una imagen suya, humilde y un poco descolorida, preside nuestra vida hogareña desde la pared principal del dormitorio materno, hace ya tantos años que yo no sé contarlos. Me crié en la amada costumbre de su oración diaria y sus ofrendas florales como a una madrina reverenciada y poderosa, se me confundían en ternura entrañable y en poderío amoroso. Mi corazón ha sido siempre para las dos, claro y fiel como un espejo, dócil, creyente y seguro. Mi mayor preocupación cuando llegué por primera vez a Montevideo, la constituyó  el afán de llevar enseguida a mi hijo, en peregrinación tierna, hasta su hermosa Iglesia de Arroyo Seco. Y el primer ejemplar de cada uno de mis libros, dignos o no de sus ojos resplandecientes, ha sido cándida y fervorosamente depositado allí, al pie de su altar. Pero ese culto ingenuo y fresco, poco a poco se ha transformado en una devoción consciente y profunda, en una dolorosa ansia de fe pensativa. La vida –la vida maravillosa de bondad y sufrimiento, de confianza y desengaño, de mano cordial y boca enemiga– ha ido convirtiendo esa fe juvenil en una honda y ardiente necesidad del espíritu, en una iluminada depuración interior, para ser digna de alzar hacia ella la mirada, en súplica ansiosa por los que quiero. Tras mis dulces versos de borrasca –¡oh exaltado corazón de veinte años!– vienen ahora estos pequeños poemas tan sencillos y tan puros como las claras rosas de mis plegarias de niña y los fragantísimos jazmines que abrían en el pequeño y ubérrimo jardín de mi patio pueblerino. Lo que lecturas sin control y decepciones ácidas pudieron haber transformado en negadora filosofía nacida como una planta espinosa en el corazón labrado a golpes; lo que pudo ser extraviada rebeldía en esa embriaguez de vivir que se me hizo desolado conocimiento humano, tornose, ¡gracia altísima! en fervor consciente y probado, en búsqueda profunda, deslumbrado encuentro e inconmovible afirmación. Siempre, cuando se recibe un don muy grande se siente instintivamente la necesidad de dar también algo nuestro al benefactor, no como un precio, sino como un tributo sentimental rebosante de agradecimiento. Los antiguos guerreros victoriosos, llevaban diezmos y sacrificios a la divinidad; el mendigo, desposeído de todo, da un besa en la mano que lo favorece y bendice con palabras trémulas al que ha compadecido su miseria. Yo no tengo, aparte de mi fe viva y quemante, nada más que estas páginas fervorosas para ofrecérselas a la dulcísima y divina amparadora que me ha concedido la serenidad y la indulgencia, la nueva sonrisa y la nueva esperanza.
Las dejo ante sus pies de nardo, traspasada de gratitud”.




viernes, 13 de julio de 2012

Compartiendo una fuerte experiencia de Iglesia y Familia

Alec y Alicia son el matrimonio de la Diócesis de Melo que participó en el VII Encuentro Mundial de las Familias en Milán, junto al Papa Benedicto XVI.
El pasado martes 10 presentaron un informe de sus vivencias así como una síntesis de los temas tratados en el Encuentro al Clero de Melo.
Junto a los sacerdotes, los esposos prepararon una agenda para recorrer las parroquias y compartir con las comunidades su experiencia.
En algunas ya han estado, en otras se fijará más adelante la fecha; pero hay un calendario para las siguientes parroquias:
23 de julio - Parroquia San José Obrero, Melo, 16:30
9 de agosto - Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, Cerro Chato
18 de agosto - Parroquia Virgen de los Treinta y Tres, Treinta y Tres, 18 hs.
1° de setiembre - Parroquia María Auxiliadora, Charqueada, 15 hs y Parroquia Santísimo Sacramento, Vergara, 18 hs.
20 de setiembre - Catedral Ntra. Sra. del Pilar y San Rafael

jueves, 12 de julio de 2012

Misión en La Banda, Santiago del Estero

Catedral de Santiago del Estero
Foto satelital de La Banda
Pa'l otro lao de La Banda / está el Santiago / cuando voy cruzando el Dulce / ya voy cantando.
Esa estrofa de una vieja chacarera santiagueña nos ubica en la geografía de la misión en la que están participando dos jóvenes de nuestra Diócesis, Julia y María, invitadas por las Hermanas de Santa Dorotea de Cemmo, que celebran de ese modo sus cincuenta años de presencia en América; presencia que comenzó precisamente en Santiago del Estero. 
La estrofa nombra en primer lugar La Banda, una ciudad de cerca de cien mil habitantes, en la que se desarrollará la misión. Menciona el río Dulce, que separa esta ciudad de la capital provincial, Santiago del Estero, que queda "pa'l otro lao de La Banda".
Hasta allí, entonces, marcharon nuestras dos misioneras. Aquí, un extracto de una entrevista a una de ellas, María, del blog Colibrí Tumpa. (con edición de Dar y Comunicar).

María ¿Cuál es tu lugar de origen?
- El lugar donde nací está situado a 8 km de la ciudad de Melo. Se llama La Pedrera. Es una zona de la que se extraen piedras, balastro y demás, que sirven para el arreglo de las calles de la ciudad, además de servir como cimiento para la construcción. Los pobladores de esta zona son alrededor de 300. La mayoría de estos habitantes realizan trabajos relacionados con el campo: lecheros,esquiladores,oleros (hacen ladrillos,ticholos,etc). También hay obreros municipales,recicladores de basura, agricultores, etc. En la zona hay una escuela que pasó de ser rural a urbana. La misma cuenta desde hace más de 10 años con 7°, 8° y 9° grado, equivalentes al ciclo básico. La zona cuenta además con una policlínica que funciona en el centro comunal. Desde algunos años La Pedrera cuenta con agua potable y energía eléctrica. La gente es sencilla y humilde en su aspecto.
¿Cómo es tu familia?
- La familia en la que nací está compuesta por mis padres y tres hermanos. Papá se llama Ariel. Hace más de 30 años que trabaja de obrero municipal (trabaja en las máquinas quebradoras de piedras) en la misma zona y además tiene unas vaquitas que cuida mucho, al igual que a sus caballos de carrera. Mamá se llama Gladys. Es quien realiza toda la tarea de la casa, es quien ha dedicado mayor tiempo a nuestros cuidados y se dedica además a vender huevos y leche en La Pedrera. Paola, mi hermana, es baby-sitter y ahora está terminando sus estudios de magisterio. Es buena hermana y buena costurera. Pablo es el mayor hermano varón que está ayudando a mis padres en las actividades de casa además de ser vareador (entrenador de caballos de carrera, nota de DyC), albañil, etc. Daniel está cursando tercer año de ciclo básico. 
¿Qué es lo que te acercó a la fe? ¿Cómo ha sido tu camino?
- En la comunidad San Pedro de La Pedrera, nuestra fe siempre fue acompañada por las Hermanas Doroteas, que aún siguen haciéndose presentes en la zona.
En lo personal, hice la primera comunión a los 9 años. A los 18 años la comunidad me pide el servicio de catequista y es aquí cuando con las hermanas Doroteas, el P. Eugenio, el Oficio Catequístico diocesano, comienzo una gran misión en la formación para la catequesis. Esta formación despierta en mí ser el deseo de vivir de manera más profunda el evangelio. De poder vivirlo en profundidad, creo que empezaba a encontrar al Resucitado y esto me hacía querer ir hacia otros para anunciarlo. Con la hermana Angélica (Dorotea) hicimos visitas misioneras en La Pedrera, La Micaela, Cañas. En estas visitas nos acompañaba un grupito de jóvenes y el P. Asdrùbal. Hubo un año que la hermana Angélica me invitó para realizar una misión en Santiago del Estero pero no quise ir porque me faltaba un año para culminar magisterio y si lo dejaba lastimaría a mis padres que se habían sacrificado tanto para que estudiara y terminara una carrera.
Pero luego la misión te llevó lejos, a Bolivia...
- Pasaron casi dos años cuando, acompañando con el grupito de jóvenes a la comunidad de Cañas, conocimos el E.M.I (Equipo Misionero Itinerante) integrado entre otros por el P. Nacho y Adelaida, una joven boliviana, quienes, luego de un vínculo que fuímos creando, me invitaron a ir a Bolivia como misionera. Ahí sí era tiempo de dejar el concurso para el que estudiaba e irme con ellos como misionera. Y, bueno: compartimos casi seis meses de nuestra vida en el Chaco boliviano, en la provincia de Santa Cruz de la Sierra. Ahí conocimos a muchas personas, muchas historias de vida...
¿Qué ha quedado de esa experiencia?
- De la misión en Bolivia permanece en mi corazón ese silencio y esa mirada profunda, serena. Permanecen esos gestos de fraternidad que recibimos. Esa vivencia comunitaria del pueblo hermano indígena en sus acciones diarias. Esa creencia en su Tumpa Dios, en ese respeto de pedir al dueño, que es parte de su ser, que siempre va y siempre está en todo y en todos. Permanece eso que ví, eso que sentí, eso que viví. Ellos viven evangélicamente aunque no se den cuenta. Permanecen muchos nombres, muchos amigos y su cariño. Permanece el amor a la Tierra, el amor a los hijos, el amor a Tumpa. En mi permanece el querer vivir la búsqueda de la Tierra sin mal.
Y ahora, ¿por dónde te lleva ese llamado misionero?
- Hace dos años que compartimos un servicio misionero en la Parroqia San Juan Bautista de Río Branco donde la comunidad, las hermanas Misioneras de la Doctrina Cristiana y el P. Nacho nos han acogido y nos han compartido su fraternidad evangélica. Ellos nos han hecho un envío misionero en tres comunidades: dos de la ciudad y uno en el campo.
Ahora han pasado tres años de nuestra misión por la Patria Grande y si Dios quiere partiremos hacía Santiago del Estero con Angélica (hna Dorotea) y Julia (joven laica de Fraile Muerto), para ser parte de muchas y muchos que compartirán los 50 años de la llegada de las Hermanas Doroteas de Cemmo a nuestra América Latina, donde ellas han dejado huellas de su preciosa presencia en tantas almas de varones y mujeres. La misión si Dios quiere comienza el 14 de julio y termina el 21.
¿Con qué "equipaje" vas para Santiago?
- Me llevo del envío misionero en Río Branco estas palabras:
"Te vamos a acompañar con la oración".
"Que te vaya bien".
"Cuéntales tus experiencias de aquí".
"Abre tu corazón y aprende de ellos".
Me llevo su fraternidad, el amor de cada persona que nos regaló su bendición. Me llevo el apoyo de corazón, el humano y también su apoyo económico.
Creo que el amor de Dios es con todos, por todos y para todos entonces me llevo a toda la comunidad como Buena Noticia.
Unas palabras finales...
- Me gustaría agradecer a Diosito por la vida, por la familia, por la misión, por las Hermanas y su carisma, al Equipo Misionero Itinerante, a Monseñor Heriberto porque de él surgió la idea de que fuéramos ir a Santiago del Estero con las compañeras, a la comunidad de Río Branco y al P. Nacho por su envío incondicional y a todos los que quieran estar con nosotras en la oración. ¡Gracias a todos!

domingo, 8 de julio de 2012

Preparando la 34a Jornada Nacional de la Juventud


Asesores y animadores de grupos de Pastoral Juvenil de la Diócesis de Melo se reunieron hoy, durante toda la jornada, en la Parroquia San José Obrero de la ciudad de Treinta y Tres.
El Vicario pastoral, P. Luis Arturo, convocó a un grupo representativo para preparar la participación de la Diócesis en la próxima Jornada Nacional de la Juventud, que tendrá lugar en Maldonado el 1 y 2 de setiembre de este año.
Asimismo, el grupo preparó el aporte de la Pastoral Juvenil a la Asamblea Diocesana, a realizarse en el mes de julio.
Mons. Heriberto estuvo también presente, acompañando todo el desarrollo de la reunión y presidiendo la Eucaristía con la que culminó la jornada de trabajo.

sábado, 7 de julio de 2012

Visita de los fundadores de Fazenda da Esperança a Cerro Chato

Celebrantes: de derecha a izquierda, Fray Hans, Mons. Heriberto, P. Sergio
Nelson: segundo desde la izquierda.

A la derecha, adelante Fray Hans, detrás, Nelson
Los fundadores de la Fazenda da Esperança visitaron en estos días la Fazenda Quo Vadis, en Cerro Chato. El franciscano Fray Hans y el focolarino Nelson iniciaron en 1983 una experiencia, que cosa de Deus, creció como la pequeña semilla del grano de mostaza hasta que "se hizo un arbusto más alto que las hortalizas y vinieron los pájaros a anidar en sus ramas". La Fazenda se extiende hoy en once países.
Hace tres años, cuando se inauguró Quo Vadis en Cerro Chato, ésta era la comunidad Nº 65. Muchas más se abrieron en estos tres años, y el árbol sigue extendiendo sus ramas.
La visita de Fray Hans y de Nelson fue una enorme alegría para los jóvenes de Quo Vadis y sus familias, así como para los responsables.
Mons. Heriberto se hizo presente esta máñana para celebrar la Eucaristía, compartir el almuerzo y mantener una reunión con los fundadores y los responsables para, como suelen decir los focolarinos "hacer unidad".


"Yo levantaré de nuevo tu tapera"

La primera lectura de la Misa de hoy fue tomada del libro del profeta Amós (9, 11-15) y comienza así:
"Esto dice el Señor: Aquel día renovaré la casa de David convertida en ruinas, taparé sus brechas, levantaré sus muros y la reconstruiré como era en otros tiempos..."

A partir de esas palabras, Mons. Heriberto nos invitó en su homilía a contemplar esa casa "convertida en ruinas", como una tapera de nuestro campo, pensando que esa tapera puede ser mi propia vida, mi propia familia... ¡Cuántas cosas pueden estarla resquebrajando, destruyéndola! Pero la palabra de Amós es consoladora: Dios mismos viene en nuestra ayuda, Dios mismo quiere tapar las brechas, levantar las paredes caìdas, reconstruirla tal como era... ¡hacerla de nuevo!
Para eso - continuó el Obispo - necesitamos invocar a Dios, presentarle nuestra súplica, porque, como dice el Salmo: "Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha y lo libra de todas sus angustias"... pero ¿cómo podrá Dios escuchar, si no es invocado? ¿Cómo podrá reconstruir nuestro corazón herido si lo blindamos para Él? Esa es nuestra tarea: abrir el corazón, dejar a Dios hacer allí su obra, dejarnos sanar, perdonar, limpiar por Él!

jueves, 5 de julio de 2012

Siete años de las transmisiones desde Melo de Radio María Uruguay

Reunión de voluntarios en Paso de los Carros, Cerro Largo

Hoy se cumplen siete años de esta querida Radio María acá en Melo.
Radio María es hoy el medio de evangelización más masivo y más maravilloso de nuestro país.
Radio María une, atrae, atrapa, convoca... Sus ondas radiales llevan la Buena Noticia a todos los lugares donde es recepcionada y expanden el buen olor de Cristo entre todos aquellos que somos sus oyentes asiduos. En la ciudad, en el campo, en las casas suntuosas y en los hogares más humildes, su mensaje de solidaridad y esperanza, de fe y de amor, resuena con la fuerza de todos aquellos que sienten que seguir al Maestro es ser discípulos y misioneros, es llevar la Buena Nueva hasta las confines de la tierra. Radio María es la que acompaña al preso en su prisión, al enfermo en su lecho de dolor, al anciano en su soledad, al viajero en su caminar, al desposeído en su necesidad y miseria, al ama de casa en sus quehaceres domésticos, al obrero y al profesional en su lugar de trabajo, a la familia en su diario vivir...
Su mensaje de que hay un Dios que nos ama, un Hijo que nos redimió con su propia Sangre, un Espíritu Santo que nos guía y una Madre que intercede por nosotros, nos da la plena seguridad de un mundo mejor, de un mañana lleno de esperanza, en el que reine el amor. ¡A cuántos ancianos esta bendita Radio ha rescatado de su soledad, a cuántos enfermos les ha enseñado a encontrar sentido a su dolor y sufrimiento, a cuántos hermanos perdidos en los vicios y la marginalidad ha recuperado, a cuántos posibles suicidas ha devuelto la alegría de vivir, a cuántas ovejas perdidas ha llevado nuevamente al redil de Cristo!
Por eso hoy sólo podemos decir: ¡Gracias!.
¡Gracias, Madre, por el inmenso regalo de tu Radio, porque bajo tu bendita y amorosa mirada sigue expandiéndose cada día más!
¡Gracias, Divina Providencia, por sostenerla, por tocar el corazón de tantos hermanos y hermanas que ponen su granito de arena para que siga funcionando!
¡Gracias a su Director, el Padre Fabián y a todo su equipo que con mucho esfuerzo, tesón y sacrificio hacen posible el desafío constante de continuar en el aire!
¡Gracias a todos los voluntarios que dedican horas de su tiempo a preparar y llevar adelante los distintos programas que componen la programación de la Radio!
¡Gracias a los sacerdotes que celebran todos los días la Eucaristía y se encargan de la Catequesis, que nos ayudan a comprender la Palabra de Dios y nos enseñan a ponerla en práctica en nuestra vida diaria!
¡Gracias a los socios colaboradores que con su aporte económico hacen posible el milagro de continuar sin propagandas comerciales y hacen que se pueda ir mejorando cada vez más la transmisión y recepción de la Radio!
¡Gracias a las laboriosas hormiguitas que desde todos los lugares del Uruguay, con su trabajo tesonero, constante, anónimo y gratuito pero indispensable y necesario: difusión, folletería, eventos, beneficios, cobranzas, etc., permiten que se pueda continuar adelante!
¡Y un gracias muy especial a las hormiguitas cerrolarguenses, pues sabemos de su entusiasmo, empuje, perseverancia, fervor y amor Mariano!
Hermanos, Radio María, nuestra radio sigue necesitando hoy más que nunca de nuestro apoyo espiritual y económico.
Redoblemos, pues, nuestros ayunos y oraciones, pero también seamos generosos en nuestra colaboración económica. Dios y María nos devolverán el ciento por uno. San Pablo decía: "¡Ay de mí si no evangelizara!" Y a través de nuestra colaboración, nuestra oración y nuestros ofrecimientos nosotros también evangelizamos.
Porque las manos de Dios somo "tú y yo", somos todos los que tenemos la voluntad, el conocimiento y el coraje de luchar por un mundo más humano, más justo y más fraterno. Somos aquéllos cuyos ideales sean tan altos que no podemos dejar de acudir al llamado de Cristo, somos aquellos que desafiando el dolor, las críticas, las desilusiones, los fracasos y los obstáculos, nos vencemos a nosotros mismos para ser las manos de Dios. Somos aquellos que cuando realmente nos encontramos con Cristo, y seguimos sus huellas, compartimos generosamente lo que Él nos ha regalado, poniendo nuestros dones y talentos al servicio de Cristo y los hermanos.
Y así llegaremos al final de nuestras vidas habiendo entregado todo por amor. Y Dios seguramente nos dirá: "esas son mis manos".
Que María, Reina de la Paz, nos proteja y bendiga. Amén.
Albita, parroquia San José Obrero, Melo

lunes, 2 de julio de 2012

Declaración sobre la Libertad religiosa de la Conferencia de los Obispos Católicos de los EE.UU.

Giacomo Conti (1813-1888) La parábola del Buen Samaritoano

El herido del camino no mostró su pasaporte:
sus heridas estaba a la vista

Muchas veces, al referirme a la parábola del Buen Samaritano, subrayo que Jesús quiso mostrarnos con ella, entre otras cosas, la universalidad del prójimo. El prójimo es ese hombre herido en el camino, del cual no sabemos si es judío - como el sacerdote y el levita que siguieron de largo al verlo - o samaritano, como el hombre que pasaba, o griego o lo que fuera. Lo que lleva al Samaritano a "hacerse su prójimo" es esa condición de herido al costado del camino.

Me impresiona leer en esta fuerte declaración dada a conocer en abril de este año, preparada por el Comité Ad Hoc de Libertad Religiosa de la Conferencia Episcopal de los EE.UU. (USCCB por su sigla en inglés) que en algunos Estados de los EE.UU. hay leyes que impiden a un sacerdote administrar los sacramentos a un inmigrante indocumentado. El Buen Samaritano tendría hoy que pedir al herido del camino que le muestre su pasaporte antes de sacar el aceite y el vino para curar sus heridas...
+ Heriberto



Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.
Comité Ad Hoc de Libertad Religiosa.
“La primera y más preciada de nuestras libertades”

Declaración sobre la libertad religiosa

Somos católicos. Somos norteamericanos. Estamos orgullosos de esto y agradecidos por el regalo de la fe que poseemos como discípulos cristianos. Y también estamos agradecidos por el regalo de la libertad que tenemos como norteamericanos. Ser católico y norteamericano debería significar no tener que elegir entre uno o el otro. Nuestros compromisos son diferentes pero no deben ser contradictorios sino que deben complementarse. Las enseñanzas de nuestra fe católica nos obligan a trabajar junto a nuestros conciudadanos por el bien común de todos los que vivimos en este país. Esta es la base de nuestra nación y de nuestra Constitución, la que garantiza a los ciudadanos de todas las creencias religiosas el derecho a contribuir a una vida en común.
La libertad no es solamente para los norteamericanos, pero la consideramos como algo especial de nuestra herencia por la que se luchó a un alto precio, y que nosotros ahora debemos proteger. Somos pues administradores de este regalo, no solamente para nosotros, sino para todas las naciones y pueblos que desean ser libres. Durante muchas generaciones los católicos de Norteamérica han cumplido admirablemente el deber de salvaguardar la libertad.
James Gibbons, Arzobispo de Baltimore, durante su visita a Roma en 1877 para recibir el solideo púrpura y ser nombrado segundo cardenal de la Iglesia católica en Norteamérica, defendió la herencia americana de la libertad religiosa. Hablando del gran progreso que la Iglesia Católica había realizado en los Estados Unidos, Gibbons se lo atribuyó a “las libertades civiles que disfrutamos en nuestra ilustre república”. Y luego hizo una declaración más audaz cuando dijo que “en medio de esta maravillosa atmósfera de libertad, [la Iglesia] florece como una rosa”1.
Mucho antes del Cardenal Gibbons, los católicos en Norteamérica ya habían sido defensores de la libertad religiosa. En sus enseñanzas sobre la libertad religiosa, el Concilio Vaticano II utilizó la experiencia de los Estados Unidos como punto de referencia. Esta libertad religiosa ha sido uno de los grandes orgullos de la Iglesia en este país. Hemos sido acérrimos defensores de la libertad religiosa en el pasado, y tenemos el deber sagrado de seguir siéndolo hoy.
Cuando nuestras libertades son amenazadas debemos hablarlo abiertamente entre nosotros, y ese momento ha llegado. Como obispos católicos y como ciudadanos norteamericanos hacemos un llamado urgente a nuestros hermanos católicos norteamericanos para que estén en guardia en este momento en que la libertad religiosa está siendo atacada, tanto en nuestro país como en el extranjero.
Advertimos que esto sucede cerca de nosotros y lejos de nosotros. El Papa Benedicto XVI habló recientemente sobre su preocupación de que la libertad religiosa en los Estados Unidos se estaba debilitando. La llamó “la más preciada de las libertades americanas”, y verdaderamente lo es. Con más razón tenemos que prestar atención a las advertencias del Santo Padre -amigo y aliado de Norteamérica en la defensa por la libertad-, quien en su reciente discurso a los obispos de los Estados Unidos nos dice:
Son especialmente preocupantes ciertos intentos de limitar la libertad más apreciada en Estados Unidos: la libertad de religión. Muchos de vosotros habéis puesto de relieve que se han llevado a cabo esfuerzos concertados para negar el derecho de objeción de conciencia de los individuos y de las instituciones católicas en lo que respecta a la cooperación en prácticas intrínsecamente malas. Otros me habéis hablado de una preocupante tendencia a reducir la libertad de religión a una mera libertad de culto, sin garantías de respeto de la libertad de conciencia.
En todo ello, una vez más, vemos la necesidad de un laicado católico comprometido, articulado y bien formado, dotado de un fuerte sentido crítico frente a la cultura dominante y de la valentía de contrarrestar un laicismo reductivo que quisiera deslegitimar la participación de la Iglesia en el debate público sobre cuestiones decisivas para el futuro de la sociedad estadounidense2.

Atacada la Libertad Religiosa. Ejemplos Concretos
¿Está siendo amenazada la más preciada de nuestras libertades? Tristemente sí lo está. Es una disputa teológica y legal con verdaderas consecuencias a nivel mundial. Consideremos lo siguiente:
  • El mandato de la HHS sobre anticoncepción, esterilización y drogas abortivas. El mandato del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés) ha recibido una amplia atención, y ha encontrado nuestra más vigorosa y unificada oposición. De forma sin precedentes en la historia de los Estados Unidos, el gobierno federal obligará a las instituciones religiosas a facilitar y pagar por algo que es contrario a sus enseñanzas morales, pretendiendo definir cuáles instituciones religiosas son “suficientemente religiosas” como para ameritar la protección de su libertad religiosa. Estas peculiaridades de los “servicios preventivos” del mandato de la HHS hacen que esta sea una ley injusta. El Designado Arzobispo William Lori de Baltimore, Presidente de nuestro Comité Ad Hoc de Libertad Religiosa, testificó ante el Congreso, diciendo: “Esto no es un asunto de que si el gobierno deba prohibir la anticoncepción. No es siquiera un asunto de que si la anticoncepción deba ser apoyada por el gobierno. Se trata de que si las personas e instituciones religiosas deben ser forzadas por el gobierno a proveer cobertura de anticonceptivos o esterilización, aun cuando estas prácticas violen sus creencias religiosas3.
  • Leyes estatales de inmigración. Recientemente algunos estados han pasado leyes que prohíben lo que el gobierno considera como “amparo” a inmigrantes indocumentados, y que la Iglesia considera como caridad cristiana y cuidado pastoral de esos inmigrantes. Quizás el más notable de todos los estados es Alabama, donde los obispos católicos, en cooperación con los obispos episcopales y metodistas de ese estado, han presentado una demanda contra esta ley. La demanda expresa:
Es con tristeza que presentamos esta acción legal pero con un profundo conocimiento de que como personas de fe, no tenemos otra alternativa que defender el derecho al libre ejercicio de la religión que se nos ha dado como ciudadanos de Alabama [...]. La ley convierte en ilegal el ejercicio de nuestra religión cristiana la cual, como ciudadanos de Alabama, tenemos el derecho a practicar. La ley prohíbe casi todo lo que podría resultar en ayuda a un inmigrante indocumentado, o a alentar a que un inmigrante indocumentado resida en Alabama. Esta nueva ley de Alabama hace ilegal que un sacerdote católico bautice, escuche la confesión, administre la unción de los enfermos, o predique la palabra de Dios a un inmigrante indocumentado. Tampoco se nos permite animarlos a que asistan a Misa o a que los transportemos a Misa. Es ilegal dejar que asistan a reuniones de grupos de adultos que estudian las escrituras, o a clases de doctrina cristiana o de catecismo los domingos. Es ilegal que un clérigo lo aconseje en momentos de dificultad o en preparación para el matrimonio. Es ilegal que vengan inmigrantes indocumentados a las reuniones de Alcohólicos Anónimos o que asistan a otras reuniones de grupos de rehabilitación en nuestras iglesias4.
  • Modificación en la estructura y el gobierno de la Iglesia. En el 2009, el Comité Judicial de la Legislatura de Connecticut propuso un proyecto de ley que hubiera forzado a las parroquias católicas a ser reestructuradas de acuerdo a un modelo congregacional -evocando una controversia del siglo diecinueve sobre administración parroquial laical,- e insinuando las pretensiones del gobierno federal a, en los años venideros, definir para la Iglesia lo que son un “ministro religioso” y un “empleador religioso”.
  • Estudiantes cristianos en el campus universitario. Por primera vez en sus más de cien años de historia, la Facultad de Derecho de la Universidad de Hastings en California, le ha negado categoría de organización estudiantil a un solo grupo: la Christian Legal Society, porque esta organización requería que sus directores fueran cristianos, y que se abstuvieran de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.
  • Servicios católicos de cuidado tutelar y de adopción. Las ciudades de Boston y San Francisco, el Distrito de Columbia y el estado de Illinois han hecho que las Caridades Católicas (Catholic Charities en Inglés) no puedan ofrecer servicios de adopción y de cuidado tutelar revocándoles sus licencias, cancelando contratos gubernamentales, o ambas cosas, porque las Caridades Católicas se han negado a situar a niños en hogares con parejas del mismo sexo, o con parejas de ambos sexos pero que cohabitan juntos sin haberse casado.
  • Discriminación contra las pequeñas congregaciones de iglesias. La ciudad de Nueva York promulgó una ley que prohibió a la Bronx Household of Faith y a otras sesenta iglesias, rentar escuelas públicas los fines de semana para llevar a cabo allí servicios religiosos. Sin embargo, los grupos que no son religiosos pueden rentar los mismos colegios para una diversidad de usos. Aunque esto no afectaría frecuentemente a las parroquias católicas, quienes por regla general son propietarias de sus edificios, si resultaría devastador para muchas congregaciones pequeñas. Esto un simple caso de discriminación contra los creyentes.
  • Discriminación contra los servicios humanitarios católicos. A pesar de que el Departamento de Servicios de Inmigración y de Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ha desempeñado de manera excelente su labor en la administración de contratos de servicios para las víctimas del tráfico humano, el gobierno federal ha cambiado los requisitos en su contrato y ahora obliga a que ofrezcamos o remitamos a estas personas a servicios de anticoncepción y de abortos, que son servicios que violan las enseñanzas católicas. Las instituciones religiosas no deben ser descalificadas de un contrato gubernamental por sus creencias religiosas, y no tienen por qué perder su identidad religiosa o su libertad cuando firman esos contratos. Sin embargo, una corte federal en Massachusetts ha cambiado el significado de lo que es libertad religiosa, y desde entonces declara que esa descalificación es requerida por la Primera Enmienda a la Constitución Americana ya que el gobierno, de cierta forma, viola la libertad religiosa cuando permite que las organizaciones católicas entablen contratos consistentes con sus creencias sobre anticonceptivos y abortos.
  • Libertad religiosa es más que libertad de culto
    La libertad religiosa no consiste solamente en asistir a Misa el domingo, o rezar el rosario en el hogar. Se trata de poder contribuir al bien común de todos los norteamericanos. ¿Pero, podemos hacer el bien que nuestras creencias nos indican que debemos hacer, sin tener que claudicar en esas mismas creencias? Si no se entiende lo que es la libertad religiosa, los norteamericanos estarán en desventaja al faltarles contribuciones esenciales como son la educación, el cuidado de la salud, el dar de comer a los hambrientos, las libertades civiles y los servicios sociales, contribuciones que los norteamericanos creyentes realizan cada día, tanto aquí en nuestro país como en el extranjero.
    Lo que está en juego es si Norteamérica continuará teniendo una sociedad civil libre, creativa y fuerte, o si será el estado el que determine quién puede contribuir al bien común, y como lo podrá hacer. Los creyentes constituyen parte de la sociedad civil de los Estados Unidos, que incluye a vecinos que se ayudan mutuamente, a asociaciones comunitarias, fraternidades, ligas de deportes y grupos juveniles. Estos norteamericanos contribuyen a nuestra vida en comunidad y no necesitan permiso del gobierno para hacerlo. Las restricciones a las libertades religiosas son un ataque a la sociedad civil y al ingenio de los norteamericanos para crear asociaciones voluntarias.
    La Unión de Congregaciones Ortodoxas Judías de América emitió una declaración sobre el mandato de la Administración con relación a los anticonceptivos y la esterilización que refleja exactamente el peligro al que nos enfrentamos:
    Muy preocupante es la lógica empleada por la Administración al tomar su decisión que aparenta ser la de si una entidad religiosa no trabaja de forma individual, sino que está comprometida con la sociedad, entonces pierde sus libertades y su carácter de ser “religiosa” y libre. Muchas religiones creen firmemente que deben estar abiertas y comprometidas con la sociedad y con sus conciudadanos de otros credos. El mandato de la Administración hace que esta forma abierta de funcionar sea una violación. Esto es profundamente decepcionante 5.
     
    Este no es un asunto católico. Este no es un asunto judío. Este no es un asunto ortodoxo, mormón o musulmán. Este es un asunto de los norteamericanos.

    La Más Preciada de las Libertades de Norteamérica
    En 1634 un grupo de colonos católicos y protestantes llegaron de Inglaterra a la isla de St. Clement, en el sur de Maryland, a bordo de los buques Ark y Dove. Habían venido invitados por el católico Lord Baltimore a quien el rey protestante, Carlos I de Inglaterra, le había entregado Maryland con el fin de que allí se estableciera una sociedad donde personas de diferentes credos pudieran convivir en paz. Esta idea pronto fue legislada en Maryland en 1649, y conocida como el Decreto sobre la Religión (también llamado Decreto de Tolerancia), y que fue la primera ley que se decretó en nuestra nación para proteger los derechos de libertad de conciencia del individuo.

    Bandera de Estados Unidos
    La antigua historia de Maryland nos enseña que, al igual que cualquier otra libertad, la libertad religiosa requiere vigilancia y protección continua, de lo contrario puede desaparecer. Pero el experimento de tolerancia religiosa de Maryland terminó unas pocas décadas más tarde. La colonia de pobladores fue colocada bajo la autoridad del rey, y la Iglesia de Inglaterra se convirtió en la religión oficial. Se implantaron leyes discriminatorias, incluyendo la pérdida de derechos políticos contra los que se negaran a cumplirlas. Se cerraron las capillas católicas, y los católicos fueron restringidos a practicar su fe solamente en sus hogares. Bajo estas condiciones vivió la comunidad católica hasta la Revolución Americana.
    A finales del siglo dieciocho, los fundadores de nuestra nación adoptaron la libertad religiosa como una condición esencial de una sociedad libre y democrática. James Madison, muchas veces llamado el Padre de la Constitución, describió la conciencia como “la más sagrada de todas las propiedades”6, y escribió: “La Religión de todo hombre debe ser dejada a la creencia y conciencia de cada hombre, y es el derecho de cualquier hombre hacer uso de la religión como éstas le dicten”7. George Washington escribió que “el establecimiento de la Libertad Civil y Religiosa fue el Motivo que me indujo al campo de batalla”8. Thomas Jefferson aseguró a las Hermanas Ursulinas -quienes desde 1727 habían estado sirviendo en Luisiana a una población que en su mayor parte no era católica, con un hospital, un orfelinato y varios colegios- que los principios de la Constitución eran una “garantía segura” de que su ministerio se “gobernaría por sí mismo de acuerdo a sus propias reglas optativas, sin la interferencia de la autoridad civil”9.
    Por lo tanto, fue apropiado que cuando se ratificó la Declaración de Derechos, la libertad religiosa se distinguiera en ser la Primera Enmienda. La libertad religiosa es, indiscutiblemente, la primera de las libertades. La Primera Enmienda garantiza que: “el Congreso, por este medio, no decretará ninguna ley relacionada con el establecimiento de la religión, o prohibirá su libre ejercicio”.
    Recientemente, en una sentencia de la Corte Suprema que afirmaba la importancia de la Primera Enmienda, el Presidente del Tribunal Supremo de los Estados Unidos explicó que la libertad religiosa no es solo la primera enmienda o la primera libertad de los norteamericanos, sino que es la primera en la historia de las libertades democráticas, teniendo sus orígenes en las primeras cláusulas de la Carta Magna de 1215. Para dar un ejemplo, el Magistrado John Roberts, Presidente del Tribunal Supremo, ilustró nuestra historia de libertades religiosas con un tema católico, decidido por James Madison (conocido como el arquitecto de nuestra Primera Enmienda y quien presentó la Declaración de Derechos ante el Congreso):
    [En 1806] John Carroll, el primer Obispo católico de los Estados Unidos, solicitó una opinión ejecutiva para determinar quién debería ser nombrado para dirigir los asuntos de la Iglesia Católica en el recién adquirido territorio de Luisiana. Después de consultar con el Presidente Jefferson, el entonces Secretario de Estado, James Madison, respondió que la selección de los “funcionarios” de la Iglesia era un asunto “completamente eclesial” y dejado al juicio de la Iglesia. La “escrupulosa política de la Constitución en salvaguardar toda interferencia política en asuntos religiosos”, explicó Madison, “impedía al gobierno dar una opinión en la ´selección de personas eclesiásticas´”10.
    Esta es nuestra herencia Americana, nuestra más preciada libertad. Es la primera de las libertades, porque si no tenemos libertad de conciencia para practicar la religión, todas las demás libertades se vuelven frágiles. Si los ciudadanos no son libres desde sus conciencias, ¿cómo podrán ser libres en relación con los demás, o con el Estado? Si nuestras obligaciones y deberes para con Dios son impedidos, o peor aún, contradichos por el gobierno, entonces no podremos seguir afirmando que ésta es la tierra de la libertad y el faro de esperanza para el mundo.
    Nuestras Enseñanzas Cristianas
    Durante el movimiento de derechos civiles de las décadas de los años 1950 y 1960, los estadounidenses hicieron que brillara la luz del Evangelio sobre la oscura historia de la esclavitud, la segregación y la intolerancia racial. El movimiento de derechos civiles fue esencialmente un movimiento religioso, una llamada a despertar las conciencias, y no fue solamente un reclamo a la Constitución para que Norteamérica respetara su herencia de libertad.
    En 1963, en su famosa “Carta desde la cárcel de Birmingham”, el Rev. Martin Luther King, Jr. expresó de forma audaz, “El objetivo de Norteamérica es la libertad”. Como pastor cristiano que era, argumentó que para lograr que los Estados Unidos gozaran al máximo de esa libertad, se necesitaba la contribución específica que los cristianos estaban obligados a hacer. Sus argumentos legales y constitucionales sobre la justicia están enraizados en la antigua tradición cristiana:
    Estoy de acuerdo con San Agustín cuando dijo: “Una ley injusta no es una ley”. Entonces, ¿cómo se diferencia una de la otra? ¿Cómo podemos determinar si una ley es justa o injusta? Una ley justa es un código hecho por el hombre que encuadra con la ley moral o la ley de Dios. Utilizando una expresión de Santo Tomás de Aquino, ´una ley injusta es una ley humana que no está cimentada en la ley eterna ni en la ley natural´11.
    Da mucho que pensar el hecho de que nuestro gobierno promulgue una ley injusta. Una ley injusta no se puede obedecer. Confrontados con una ley injusta, no se debe buscar acomodarla, especialmente cuando para acomodarla se utilizan como recursos palabras ambiguas y prácticas engañosas. Si hoy nos enfrentamos con un panorama de leyes injustas, los católicos de Estados Unidos en solidaridad con nuestros conciudadanos, deberíamos tener el valor de no obedecerlas. Ningún norteamericano desea esto y ningún católico lo quiere, pero si estas leyes llegasen a recaer sobre nosotros, entonces debemos rechazarlas como deber ciudadano y obligación de la fe.
    Es esencial comprender la distinción entre lo que es un objetor de conciencia y lo que es una ley injusta. El objetor de conciencia permite la mitigación a los que objetan a una ley justa, siendo el reclutamiento militar el mejor ejemplo. Una ley injusta “no es una ley”, y no se puede obedecer. Por lo tanto, no se busca su mitigación sino su revocación.
    La iglesia cristiana no pide que se le trate de forma especial, simplemente pide los derechos de libertad religiosa para todos los ciudadanos. El Reverendo King también explicó que la iglesia no es ni el amo ni el esclavo del estado, sino que es su conciencia, su guía y su crítico.
    Como católicos también sabemos que nuestra historia tiene sus sombras en cuanto a libertad religiosa, como cuando no extendimos a otros el respeto debido en cuanto a la primera de nuestras libertades. Pero la enseñanza de la Iglesia es absolutamente clara sobre la libertad religiosa:
    La persona humana tiene derecho a la libertad religiosa. Esta libertad consiste en que todos los hombres han de estar inmunes de coacción, tanto por parte de individuos como de grupos sociales y de cualquier potestad humana, y esto de tal manera que, en materia religiosa, ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia... en privado y en público, sólo o asociado con otros, dentro de los límites debidos... Este derecho de la persona humana a la libertad religiosa ha de ser reconocido en el ordenamiento jurídico de la sociedad, de tal manera que llegue a convertirse en un derecho civil12.

    Como católicos estamos obligados a defender el derecho a la libertad religiosa, tanto para nosotros como para los demás. En este empeño estamos felizmente acompañados por nuestros hermanos cristianos y fieles de otras creencias.
    Una reciente carta dirigida al Presidente Obama y firmada por unos sesenta líderes religiosos, incluyendo cristianos de muchas denominaciones así como judíos, argumentaba que “está claro que no sólo los católicos están objetando fuertemente a este requisito de comprar planes de salud que deben ofrecer cobertura de anticonceptivos que incluyan algunas drogas que son abortivas”13.
    Más completa aun es una declaración de la organización Evangelicals and Catholics Together (Evangélicos y Católicos Unidos) que es rica en teología, y políticamente prudente. Esta resaltó de forma enérgica, que como testigos unidos y animados por el Evangelio de Jesucristo14, hay necesidad de una mayor vigilancia en defensa de la libertad religiosa. Esta declaración presenta claramente que como cristianos de diferentes tradiciones, objetamos a un “foro público despojado de discurso religioso”, despojado de argumentos religiosos y despojado de creyentes. No estamos buscando un “ruedo o foro público” que confiera privilegios y beneficios especiales a ciudadanos religiosos. Lo que buscamos es un foro público civil en el cual los ciudadanos puedan hacer su contribución al bien común. Es lo que nosotros podríamos llamar el foro público de América.
    El Señor Jesús vino a liberarnos del pecado. Las libertades políticas son una parte de esa liberación, y la libertad religiosa es la primera de esas libertades. Junto a nuestros conciudadanos cristianos, unidos con nuestros hermanos judíos, y en alianza con los norteamericanos de otras tradiciones religiosas, afirmamos que nuestra fe nos conmina a que defendamos la libertad religiosa otorgada por Dios, y que está protegida por nuestra Constitución.
    Mártires alrededor del Mundo
    En esta declaración, y como obispos de los Estados Unidos, nos preocupamos por la situación que encontramos aquí en nuestro país, pero también estamos conscientes y tristes de que en muchas partes del mundo la libertad religiosa es un peligro mucho mayor. Nuestra obligación aquí en casa es defender firmemente la libertad religiosa, pero no podemos pasar por alto la lucha mucho más grave a la que los creyentes, la mayoría de ellos cristianos, se enfrentan hoy por todo el mundo. La época del martirio no ha pasado. Los asesinatos, las bombas en las iglesias y las antorchas tiradas contra orfanatos son solamente algunos de los ataques más violentos que los cristianos han sufrido por creer en Jesucristo.
    En las leyes de algunos países vemos los rechazos más sistemáticos a los derechos humanos más básicos, así como las persecuciones dirigidas contra los adeptos de otros credos.
    Si la libertad religiosa es socavada aquí en nuestro país, entonces será menos probable que los Estados Unidos defienda las libertades religiosas en el extranjero. Y una amenaza común, tanto a nivel doméstico como internacional, reduciría la libertad de religión a solamente libertad de culto. Por lo tanto nuestra tarea en este y otros aspectos es fortalecer la libertad religiosa aquí en nuestro país de manera que podamos defenderla más vigorosamente en el extranjero. Con este fin, la política externa de los Estados Unidos así como la amplia red internacional de agencias católicas deben promover la libertad religiosa como una prioridad urgente y continuada.

    Todas las Energías que la Comunidad Católica Pueda Manifestar
    Lo que pedimos no es más que nuestro derecho, otorgado por Dios, para que la libertad religiosa sea respetada. Lo único que pedimos es que la Constitución y las leyes de los Estados Unidos, que reconocen este derecho, sean respetadas.
    Insistiendo en que sean respetadas nuestras libertades como norteamericanos, sabemos como obispos que lo que ha dicho el Santo Padre es correcto, y que esta lucha le pertenece a “un laicado católico comprometido, articulado y bien formado, dotado de un fuerte sentido crítico con respecto a la cultura dominante”.
    Aunque el mundo de la política pertenece propiamente a los laicos católicos comprometidos y valientes, como obispos buscamos llevar la luz del Evangelio a nuestra vida pública. Los exhortamos a que sean participativos y articulados en insistir que como católicos y como norteamericanos, no tenemos que escoger entre uno o el otro. Hay una necesidad urgente de que los fieles laicos, tanto cristianos como judíos y de otras religiones, reiteren enfáticamente a los representantes electos la importancia de una protección continuada de las libertades religiosas en una sociedad libre.
    Le dirigimos unas palabras en especial a aquellos que guardan cargos públicos. Es su noble deber gobernar por el bien común. Pero tratar las obras que realizan los creyentes como si fueran una amenaza a la vida en común, no es dar servicio al bien común. Estas obras que los creyentes realizan son esenciales para el buen funcionamiento de la sociedad. También es su deber como funcionarios públicos, proteger y defender esas libertades fundamentales garantizadas por la Carta de Derechos Humanos. Esta no debe ser una cuestión partidista. La Constitución no es para demócratas o para republicanos o independientes, sino que es para todos nosotros, y nuestros representantes electos deben hacer un gran esfuerzo, no partidista, que asegure que esto permanezca así.
    Sabemos que una responsabilidad especial recae sobre aquellos católicos que están a cargo de nuestro admirable conglomerado de hospitales, clínicas, universidades, institutos, agencias de adopción, proyectos de desarrollo en el extranjero y agencias de servicios sociales que ofrecen asistencia a los pobres, a los hambrientos, a los inmigrantes, y a aquellas que enfrentan crisis en sus embarazos. Ustedes realizan la labor que el Evangelio nos manda hacer. Quizás sean ustedes quienes sean forzados a escoger entre las buenas obras de la fe y su fidelidad a ésa misma fe. Los animamos a que se mantengan firmes, a no ceder, y a insistir en lo que les pertenece por derecho como católicos y como norteamericanos. Nuestro país se merece lo mejor que le podamos dar, y esto incluye resistir a las violaciones de nuestra Primera Enmienda.
    A nuestros sacerdotes, particularmente a aquellos que son responsables de parroquias o que son capellanes en universidades y escuelas, les pedimos que ofrezcan una catequesis sobre libertades religiosas a los fieles bajo su cuidado. Como obispos, nosotros les podemos ofrecer una guía para ayudarlos, pero el valor y el celo para realizar este trabajo no pueden venir de afuera, sino que deben estar arraigados en la preocupación por su rebaño y alimentado por las gracias que recibieron en el momento de su ordenación.
    Una catequesis sobre libertades religiosas no es un trabajo solamente para los sacerdotes. La Iglesia católica en los Estados Unidos está bendecida con un número inmenso de escritores, productores, artistas, publicistas, cineastas y blogueros que utilizan todos los medios de comunicación, tanto antiguos como modernos, para exponer y enseñar la fe. Ellos también tienen un papel crítico en esta batalla por la libertad religiosa. Les pedimos que usen sus habilidades y talentos en defensa de la Primera Enmienda Constitucional.
    Finalmente, nos dirigimos a nuestros hermanos obispos. Nos exhortamos mutuamente con caridad fraterna para que seamos audaces, claros e insistentes en advertir a otros sobre las amenazas a los derechos de nuestro pueblo. Usando las palabras del Reverendo King, vamos a tratar de ser “la conciencia del estado”. Muchos hablaron fuertemente a consecuencia de la decisión del mandato sobre anticonceptivos y esterilización. Un ejemplo son las palabras de uno de nuestros hermanos mayores, el Cardenal Roger Mahony, con treinta y cinco años como Obispo, y que recientemente se jubiló después de veinticinco años como Arzobispo de Los Ángeles. Él nos ofrece un modelo: “No puedo imaginar un ataque más directo y frontal a nuestra libertad de conciencia como esta resolución de hoy. Esta decisión debe ser combatida por la comunidad católica con todas las energías que pueda manifestar15.

    Una Quincena por la Libertad
    En particular, recomendamos a nuestros hermanos obispos que enfoquemos “todas las energías que la comunidad católica pueda manifestar”, y de forma especial este próximo verano. Como pastores del rebaño, nuestra privilegiada tarea es la de dirigir a nuestros fieles cristianos en oración.
    Tanto nuestro año civil como el litúrgico nos señalan en varias ocasiones la herencia de libertad. Este año proponemos una especial “quincena por la libertad” en la cual los obispos en sus diócesis puedan preparar eventos especiales para dar relieve a la importancia de defender nuestra primera libertad. Nuestras instituciones católicas también pueden ser alentadas a hacer lo mismo, especialmente en cooperación con otros cristianos, con judíos, y con gentes de otros credos, y por supuesto, con todos los que deseen defender nuestra preciada libertad.
    Les sugerimos que por catorce días, comenzando el 21 de junio -vigilia de las Fiestas de San Juan Fisher y Santo Tomás Moro- hasta el 4 de julio, día de la Independencia, sean dedicados a esta “quincena por la libertad” como un gran himno de oración por nuestro país. Nuestro calendario litúrgico conmemora una serie de mártires importantes quienes se mantuvieron fieles frente a la persecución del poder político: San Juan Fisher y Santo Tomás Moro, San Juan Bautista, los Santos Pedro y Pablo, y los primeros mártires de la Iglesia de Roma. Este período especial de oración, estudio, catequesis y acción pública que culmina con el día de la Independencia, podría hacer énfasis en nuestra herencia cristiana y americana por la libertad. Las diócesis y parroquias de todo el país podrían escoger una fecha durante ese tiempo para desarrollar eventos especiales que podrían convertirse en una campaña nacional de enseñanza y testimonio por la libertad religiosa.
    Además de esta celebración en el verano, también los instamos a que la Solemnidad de Cristo Rey, una fiesta que nació por la resistencia a las incursiones del totalitarismo contra la libertad religiosa, sea un día específicamente dedicado por obispos y sacerdotes, tanto aquí en el país como en el extranjero, a predicar sobre la libertad religiosa.
    Urgimos a todos nuestros amigos católicos a intensificar las oraciones y el ayuno para que haya un renacer de la libertad en nuestro amado país. Los invitamos a que se unan a nosotros en una plegaria urgente por la libertad religiosa:
    Dios Todopoderoso, Padre de todas las naciones, para la libertad nos has hecho libres en Jesucristo (Gal 5, 1). Te alabamos y bendecimos por el regalo de la libertad religiosa, la institución de los derechos humanos, la justicia y el bien común.
    Concede a nuestros dirigentes la sabiduría para proteger y promover nuestras libertades; que por Tu gracia tengamos el valor de defenderlas, tanto para nosotros como para todos los que viven en esta bendita tierra.
    Te lo pedimos por la intercesión de María Inmaculada, nuestra Patrona, y en el nombre de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en la unidad del Espíritu Santo, con quien vives y reinas, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

    Reconocimientos
    El documento “La primera y más preciada de nuestras libertades”: Declaración sobre la libertad religiosa, fue elaborado por el Comité Ad Hoc de Libertad Religiosa de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), y aprobada por el Comité Administrativo de la USCCB durante su reunión de marzo del 2012 como una declaración de dicho Comité y que ha sido autorizada por el que suscribe.
    Mons. Ronny E. Jenkins, JCD, Secretario General, USCCB
     
    Comité Ad Hoc de Libertad Religiosa
    Presidente: Reverendísimo William E. Lori, Designado Arzobispo de Baltimore
    Obispos Miembros: Cardenal Donald Wuerl, Arzobispo de Washington. Reverendísimo Charles J. Chaput, OFM Cap, Arzobispo de Filadelfia, Reverendísimo Wilton D. Gregory, Arzobispo de Atlanta. Reverendísimo John C. Nienstedt, Arzobispo de St. Paul-Minneapolis. Reverendísimo Thomas J. Rodi, Arzobispo de Mobile. Reverendísimo J. Peter Sartain, Arzobispo de Seattle. Reverendísimo John O. Barres, Obispo de Allentown. Reverendísimo Daniel E. Flores, Obispo de Brownsville. Reverendísimo Thomas J. Olmsted, Obispo de Phoenix. Reverendísimo Thomas J. Paprocki, Obispo de Springfield, IL
    Obispos Asesores: Reverendísimo José H. Gómez, Arzobispo de Los Ángeles. Reverendísimo Stephen E. Blaire, Obispo de Stockton. Reverendísimo Joseph P. McFadden, Obispo de Harrisburg. Reverendísimo Richard E. Pates, Obispo de Des Moines. Reverendísimo Kevin C. Rhoades, Obispo de Fort Wayne-South Bend
    Notas
    1 Cardenal James Gibbons durante su alocución, después de tomar posesión de Santa Maria in Trastevere, 25 de marzo 1887.
    2 Benedicto XVI, Discurso a los Obispos de los Estados Unidos durante su visita Ad Limina, 19 de enero de 2012.
    3 Reverendísimo William E. Lori, Director del Comité Ad Hoc de Libertades Religiosas de la USCCB. Testimonio oral ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, 28 de febrero de 2012.
    4 Reverendísimo Thomas J. Rodi, Arzobispo de Mobile, 1 de agosto de 2011.
    5 Union of Orthodox Jewish Congregations. Declaración del 24 de enero de 2012.
    6 James Madison, “Property”, 29 de marzo de 1793, en The Founding Fathers, Philip B. Kurland y Ralph Lerner Editores. Chicago: The University of Chicago Press, 1987.
    7 James Madison, “Memorial and Remonstrance Against Religious Assessment”, 20 de junio de 1785, en The Founding Fathers.
    8 Michael Novak y Jana Novak, Washington´s God, 2006
    9 Anson Phelps Stokes, Church and State in the United States, Harper & Brothers Pub., 1950, pág. 678
    10 Hosanna-Tabor Evangelical Lutheran Church and School vs. EEOC, 565 U.S., 132 S. Ct. 694, 703 (2012).
    11 Martin Luther King, Jr., “Letter from Birmingham Jail”, 16 de abril de 1963
    12 Concilio Vaticano II, Declaración sobre la Libertad Religiosa (Dignitatis Humanae), núm. 2
    13 Carta de Leith Anderson et al., al Presidente Obama, 21 de diciembre de 2011.
    14 Evangelicals and Catholics Together, “In Defense of Religious Freedom”, First Things, marzo, 2012
    15 Cardenal Roger Mahony, “Federal Government Mandate for Contraceptive/Sterilization Coverage”, Cardinal Roger Mahony Blogs L.A. (blog), 20 de enero de 2012.