jueves, 14 de marzo de 2013

Chiara Lubich: a cinco años de su muerte (2008)


Hoy se cumplen cinco años de la muerte de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares. Presentamos algunos datos de su vida tomados de Wikipedia.

Chiara Lubich (Trento, Italia, 22 de enero de 1920 - Rocca di Papa, Italia, 14 de marzo de 2008) fue la fundadora y presidenta del Movimiento de los Focolares.

A principios de los años 40, una joven llamada Silvia Lubich, de poco más de veinte años, enseñaba como maestra en Trento, su ciudad natal. Se había matriculado también en la Facultad de Filosofía de la Università Ca' Foscari de Venecia, pues quería llegar a la verdad más profunda de las cosas y de la vida. Sin embargo, llegaron los amargos y difíciles años de la Segunda Guerra Mundial, donde el entorno de odio, muerte y violencia le impidió continuar sus estudios.

A causa de sus ideas políticas, su padre, Gino Lubich, se queda sin trabajo, y la familia queda sumida en graves estrecheces económicas. Chiara tiene que ponerse a trabajar para poder costearse sus estudios universitarios. Así, desde muy joven, comienza a dar clases particulares.

Va creciendo en su interior su deseo de consagrarse totalmente a Dios y el día 7 de diciembre de 1943, pronuncia para siempre sus votos de pobreza, castidad y obediencia en una capilla de su ciudad, con la sola presencia de un sacerdote. Esta fecha marca oficialmente el inicio del Movimiento de los Focolares, que más tarde fue aprobado por la Iglesia Católica con el nombre oficial de Obra de María.

Su casa fue destruida el 13 de mayo de 1944, durante uno de los más bombardeos más violentos que sufrió Trento durante la Segunda Gran Guerra. Su familia busca amparo en las montañas cercanas. Habiendo nacido ya la primera comunidad, Chiara decide quedarse en la ciudad. Abrazando entre los escombros a una madre enloquecida por la muerte de sus cuatro hijos, siente que debe abrazar el dolor de la humanidad, y así, junto a un pequeño grupo de personas que la siguen en su decisión, trata de vivir el Evangelio al pie de la letra, privilegiando a los pobres de su ciudad. Reuniéndose con sus primeras compañeras en los refugios durante los bombardeos, lleva consigo el pequeño libro del Evangelio. Quedan impresionadas especialmente leyendo esa página en la que Jesús habla de su Testamento: "Padre, que todos sean uno". Chiara descubre que para esa página había sido creada y experimenta, ante el derrumbamiento de todo, que el Evangelio vivido es la más potente revolución social.

En el año 1948 Chiara conoce en el Parlamento italiano a Igino Giordani, un prestigioso político, diputado, escritor, periodista y padre de cuatro hijos. Fue él quien ayudó a Chiara en los años siguientes a encarnar en la sociedad la espiritualidad de la unidad, por lo que es considerado cofundador del Movimiento. Giordani fue pionero del ecumenismo. La Iglesia católica inició hace unos años su causa de beatificación.

En el año 1949 Chiara Lubich conoce a Pasquale Foresi, un joven seminarista deseoso de conjugar evangelio y vida en la Iglesia. Ordenado presbítero en 1954, el P. Foresi se convierte en el primer focolarino sacerdote.

En 1956 nacen los "Voluntarios", nueva rama de su Movimiento, constituida por personas adultas comprometidas libremente en todos los ámbitos sociales: política, economía, justicia, salud, educación, arte, medios de comunicación, etc.

En 1966 propone a los jóvenes la radicalidad del Evangelio y nace el "Movimiento Gen" (Generación Nueva).

En 1991, en Brasil, se siente impactada por el contraste social y la miseria de las "favelas", y empujada por su Carisma nace la Economía de Comunión, un proyecto que actualmente se ha convertido en una realidad en creciente desarrollo de esta novedosa teoría y praxis económica. Sobre ella se publican tesis y trabajos de investigación en universidades de todo el mundo, y centenares de empresas ya la aplican concretamente en todas las latitudes.

Entre 1997 y 1998 se abren nuevas perspectivas en el diálogo interreligioso: Chiara Lubich es invitada a hablar de su experiencia interior en Tailandia a 800 monjes y monjas budistas; en Nueva York de EEUU, a 3.000 musulmanes negros en la mezquita de Harlem, y en Argentina a la comunidad hebrea de Buenos Aires.

A principios de marzo de 2008, internada con insuficiencia respiratoria grave en el Policlínico Gemelli, recibe la visita del Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I. Pocos días después, agravándose su estado, regresa por expreso deseo suyo a su residencia habitual de Rocca di Papa, donde acompañada por sus hijos espirituales de todo el mundo, fallece serenamente el 14 de marzo de 2008 a las 2 de la mañana.

Tras conocer la noticia, S. S. Benedicto XVI, dijo: "He recibido con emoción la noticia de la muerte de Chiara Lubich, al final de una vida larga y fecunda caracterizada incansablemente por su amor a Jesús abandonado. En esta hora de separación dolorosa estoy cercano espiritualmente y expreso mi cariño a los familiares y a toda la Obra de María -Movimiento de los Focolares-, que ella fundó, así como a todos los que han apreciado su compromiso constante por la comunión en la Iglesia, el diálogo ecuménico y la hermandad entre todos los pueblos. Doy gracias a Dios por el testimonio de su existencia dedicada a la escucha de las necesidades del ser humano contemporáneo en la total fidelidad a la Iglesia y al Papa. Mientras confío su alma a la Bondad Divina para que la acoja en el seno del Padre, deseo que cuantos la conocieron y encontraron, admirando las maravillas que Dios ha cumplido a través de su entrega misionera, sigan sus huellas manteniendo vivo su carisma. Con esos votos invoco la intercesión materna de María e imparto a todos mi bendición apostólica".

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