sábado, 23 de noviembre de 2013

Sacerdotes santos, sabios y apostólicos: homilía en el Seminario de Aguascalientes

El Padre Pro, momentos antes de ser fusilado.
Sus últimas palabras fueron el grito "Viva Cristo Rey"

Homilía en la memoria del Beato Mártir Miguel Agustín Pro, SJ


Celebrando esta mañana la memoria de un gran sacerdote y mártir mexicano, el P. Miguel Agustín Pro, me despido de todos ustedes. Les agradezco las atenciones que me han brindado en estos días y, sobre todo, el haber visto juntos a tantos jóvenes que quieren servir al Señor y a sus hermanos en el camino del sacerdocio.

Y para que sigan siempre con alegría ese camino, quisiera dejarles una pequeña meditación sobre tres palabras. Son tres cualidades de los buenos sacerdotes: santos, sabios y apostólicos (1).

Sacerdotes Santos. Los sacerdotes estamos llamados a santificarnos en el ejercicio de nuestro ministerio pastoral, es decir, en nuestra entrega de cada día a la comunidad que se nos ha confiado. La predicación de la Palabra de Dios, la celebración de la Eucaristía y de los sacramentos, la presencia junto al pobre, el enfermo, el que ha perdido un ser querido; la formación de los laicos para ser discípulos misioneros en el mundo y también para prestar algunos servicios dentro de la comunidad, el acompañamiento a personas y a grupos en su camino de fe… en fin, los múltiples servicios y tareas que estamos llamados a desempeñar y para los que tenemos que aprender a organizarnos y a ser eficaces… pero todo esto animado por la caridad, por el amor que viene de Dios. “El amor de Cristo nos apremia” decía San Pablo, expresando lo que estaba en el centro de su vida apostólica. En la beatificación del P. Pro, Juan Pablo II dijo de él: “En circunstancias penosas y riesgosas, no solo no dejó que la alegría del amor de Dios fuera sofocada en su corazón, sino que la irradió a los demás”. Nos haremos santos y santificaremos a nuestra comunidad si nos dejamos llenar de la alegría del amor de Dios, de modo que ese amor desborde en todo lo que hagamos.

Sacerdotes Sabios: Cuando yo estaba en el Seminario y llegaba de visita un sacerdote, no faltaba un momento en que nos dijera a los seminaristas: “muchachos, aprovechen este tiempo precioso que tienen para estudiar, porque después en la parroquia lo echarán de menos”. Yo les digo lo mismo… pero también con la conciencia de que estamos en otro tiempo. Hoy tenemos acceso a la biblioteca hasta en nuestro celular, y podemos chequear rápidamente la cita de un documento del magisterio o un hecho al que queremos hacer referencia… sin embargo, esta facilidad inmensa de acceder a la información, hace aún más necesario ser sabios. Y el sabio es el que sabe reconocer y trasmitir lo esencial, lo que realmente importa. En el Papa Benedicto XVI hemos tenido un gran sabio: un hombre con una gran amplitud de conocimientos, un erudito… pero cuando leemos sus catequesis y sus homilías, encontramos un lenguaje sencillo a través del cual llegamos a verdades profundas: a lo esencial. Recientemente y en varias oportunidades, el Papa Francisco nos ha pedido a los Obispos que hagamos una catequesis sencilla y esencial. Entonces, estudiar, aprender, leer… pero siempre también reflexionar, meditar, sintetizar, buscar los grandes ejes alrededor de los cuales se ordena el conocimiento y la verdad.

Finalmente, sacerdotes Apostólicos. ¿Qué queremos decir cuando decimos que un sacerdote es muy apostólico? La mayor parte de las veces lo que se quiere destacar es su iniciativa. La iniciativa, la creatividad, son buenas cualidades. Pero si vamos a la raíz de la palabra, encontramos que apóstol significa “enviado”. El apóstol no es un “francotirador”, un “free lance”, alguien que trabaja por su cuenta, y menos aún un empresario que se lanza con energía a luchar en un mundo altamente competitivo. Es alguien enviado por Cristo y su Iglesia. Un sacerdote apostólico tiene esa referencia constante al que lo envió: al Señor, que llamó y envió a sus apóstoles, y a los sucesores de los apóstoles, los Obispos. Pero también el apóstol forma parte de la comunidad apostólica. Cuando yo estaba en el Seminario, platicando con otros compañeros sobre lo diferentes que éramos todos nosotros por nuestra historia y nuestro origen, decíamos bromeando que éramos un “arca de Noé”. Cuando el Señor Jesús llama a sus discípulos, también elige a personas muy diferentes. Sin embargo, Él los llama a dejar sus proyectos del pasado, que los separan, para unirlos en el anuncio del Reino de Dios. Un sacerdote apostólico no olvida nunca que ha sido llamado, que ha sido enviado y que el Señor lo ha puesto junto a otros hermanos, llamados y enviados como él, para una misión común. Desde allí, desde esa vida en comunión, se hacen fecundas todas las iniciativas para la misión.
Que el Señor les conceda a ustedes llegar a ser esos sacerdotes: santos, sabios y apostólicos, para servir a esta porción del Pueblo de Dios. Y desde aquí, también, para quienes se sientan llamados, prestar ayuda allí donde hay otra Diócesis necesitada de pastores. Así sea.

(1) Tomé esas tres palabras de Mons. Jacinto Vera.

jueves, 14 de noviembre de 2013

“Ser Iglesia en estado de Misión Permanente”. Los temas tratados por los Obispos en su Asamblea Plenaria.


Desde el miércoles 6 al martes 12 de noviembre se reunió en Florida la asamblea general ordinaria de la Conferencia Episcopal del Uruguay.

Peregrinación a la Virgen de los Treinta y Tres. Los obispos participaron en la Peregrinación Nacional a la Virgen de los Treinta y Tres, patrona del Uruguay, en cuyo entorno se realizó el ya tradicional “Uruguay le canta a la Virgen de los Treinta y Tres” y un evento organizado por la Intendencia Municipal de Florida, “Mundo gaucho: tradición, arte y fe”, en su segunda edición.
La peregrinación se realizó el domingo 10. La lluvia de la mañana llevó a los numerosos peregrinos al interior de la Catedral de Florida, donde se celebró la Misa, presidida por el Arzobispo de Montevideo,Mons. Nicolás Cotugno. Esta peregrinación fue el cierre –como celebración nacional- del “Año de la Fe”, convocado en 2012 por Benedicto XVI. Ese fue el ángulo elegido por Mons. Cotugno para exaltar la figura de María: mujer de fe, modelo de creyente.

Orientaciones Pastorales para un quinquenio. El principal empeño de la asamblea estuvo en la formulación final y aprobación de las Orientaciones Pastorales 2014-2019, que serán promulgadas en la próxima asamblea, en marzo de 2014, con el título “Jesús, Fuente de Agua Viva”.
Las Orientaciones Pastorales marcan un rumbo para la Iglesia en el Uruguay, en continuidad con la V Conferencia del episcopado de América Latina y el Caribe (Aparecida, Brasil, 2007) que impulsa una Iglesia “en estado de misión permanente” y con el sostenido llamado del Papa Francisco de ir al encuentro de las personas que están en “las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria”.
Las Orientaciones, pues, son un marco de referencia común para la acción de la Iglesia y buscan ser inspiradoras y animadoras para que en cada una de las diez diócesis, las comunidades parroquiales, los movimientos eclesiales, los colegios, las obras sociales, etc. renueven su compromiso de servicio y misión, con especial atención hacia los heridos y los más pobres.
El Objetivo de estas orientaciones propone:

Ser Iglesia en estado de Misión Permanente:
Sacramento de Jesucristo vivo,
Quien nos revela el amor misericordioso del Padre;
Iglesia Madre que sale al encuentro,
recibe, escucha, reconcilia y sana.

Un saludo de Francisco a través del Nuncio Apostólico. Los Obispos recibieron la visita del Nuncio Apostólico en el Uruguay, Mons. Guido Pecorari, quien visitó Roma en setiembre, donde mantuvo una entrevista con el Papa Francisco. En las palabras que dirigió a los Obispos, Mons. Pecorari trasmitió “los saludos más cordiales del Santo Padre Francisco” y agregó “él los conoce muy bien y aprecia la vida pobre y simple que ustedes llevan, así como su compromiso pastoral en un País que él considera como único en América Latina”. El Papa, continuó diciendo el Nuncio, invita a los Obispos uruguayos a “continuar siendo verdaderos, auténticos y creíbles Pastores, que sepan estar con su propio pueblo (…) que hagan una catequesis que tenga como característica principal la simplicidad y la esencialidad”.

Sínodo sobre la Pastoral Familiar. En relación con la elaboración de las nuevas Orientaciones Pastorales, en las que los esfuerzos a favor de la familia fueron propuestos como “prioridad transversal” en todo el quehacer pastoral, los Obispos consideraron la forma de responder al extenso cuestionario de preparación a la III asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos, a realizarse el próximo año, del 5 al 19 de octubre. Dado que desde la organización del Sínodo se pide que haya una amplia consulta, se prevé que haya en cada Diócesis distintas instancias de consulta, de acuerdo a las actuales posibilidades. Las respuestas serán recogidas y sintetizadas por la Comisión Nacional de Pastoral de la Familia y de la Vida, formada por delegados de las diez diócesis y presidida por Mons. Jaime Fuentes, Obispo de Minas, la cual ha comenzado ya este trabajo. Esa síntesis será entregada al Consejo Permanente de la CEU, el cual hará la redacción final y envío de la respuesta a Roma. Por tratarse de una asamblea extraordinaria del sínodo, la participación en nombre de la CEU corresponde al presidente de la misma, Mons. Rodolfo Wirz, Obispo de Maldonado-Punta del Este.

Cáritas en campaña contra el hambre en el mundo. La directora ejecutiva de Cáritas Uruguay, Lic. Agustina Langwagen, presentó la campaña global de Cáritas Internacional para el próximo año con el lema “Una sola familia humana, alimentos para todos”, que será lanzada con un gesto del Papa Francisco el próximo 10 de diciembre, día internacional de los Derechos Humanos y que durará hasta mayo de 2015. Esta campaña de Cáritas Internacional se inscribe en los “Objetivos del Milenio” (ODM) de Naciones Unidas, en la lucha para la Erradicación del Hambre y la Malnutrición. Cáritas Uruguay tomará parte en esa campaña con una campaña de recolección de fondos y con acciones concientizadoras y educativas. Los fondos recogidos serán utilizados en programas de ayuda; una parte dentro de Uruguay y otra dirigida hacia un país que se determinará, posiblemente de África.

Pastoral de la Salud. Luego de una reflexión sobre la atención a las personas enfermas y a quienes las cuidan, se decidió establecer la “Jornada Nacional de la Salud”, que se celebrará cada año el tercer domingo de noviembre. Esto entraña también el deseo y el compromiso de incentivar la Pastoral de la Salud y formar a las personas que la están llevando adelante, así como nuevos agentes pastorales de esta área sensible.

Desarrollo de la Universidad Católica “Dámaso Antonio Larrañaga”. El rector de la Universidad Católica del Uruguay, P. Eduardo Cassarotti SJ, acompañado del Vicerrector P. Álvaro Pacheco SJ, presentó un detallado informe de la vida de la Universidad, en el que destaca el crecimiento de su alumnado: un total de 11.476, de los cuales 7.191 se distribuyen entre 35 carreras de grado. Las autoridades de la UCUDAL subrayaron la continuidad en el compromiso por la excelencia, la construcción de una sociedad más justa y humana y la evangelización de nuestra cultura, desde la identidad católica. La Universidad, que pertenece a la Conferencia Episcopal, está confiada desde su fundación a la Compañía de Jesús (Padres Jesuitas).

Información sobre UPM. Se recibió la visita de tres representantes de la empresa UPM: Juan Otegui, accionista minoritario; Dr. Alberto Brause, gerente de RR.PP. e Ing. Bruno Vuan, gerente técnico de la planta. Los visitantes brindaron a los Obispos información sobre el actual funcionamiento de la planta, en el marco del desarrollo forestal del Uruguay y sus perspectivas de futuro.

La formación de los futuros sacerdotes ocupó gran parte de una de las jornadas, en conversación con el equipo de formadores del Seminario Interdiocesano “Cristo Rey”, integrado por el rector, Mons. Milton Tróccoli, Obispo auxiliar de Montevideo y los Pbros. Fredy Pérez yLuis Eduardo González. Hay actualmente 33 seminaristas, con perspectiva de ingreso de unos diez el próximo año. La formación de los futuros sacerdotes se construye sobre cuatro pilares: la vida espiritual, cuya médula es maduración vocacional; la vida en comunidad, dentro del mismo Seminario; la práctica pastoral, en parroquias y con sacerdotes referentes y la formación académica (dos años de filosofía y cuatro de teología) en laFacultad de Teología del Uruguay “Mons. Mariano Soler”.
Precisamente, el ámbito académico fue el tema tratado con el Rector P.Antonio Bonzaniy Secretario Académico, P. Daniel Martínez, de la Facultad de Teología. La Facultad, además de su reconocimiento como centro de estudios eclesiásticos, tiene en camino su reconocimiento civil como Instituto Universitario por el MEC, logrado el cual sus egresados tendrán el título de Licenciado en Ciencias Teológicas, que a su vez habilita a continuar hasta el grado de Maestría (y eventualmente doctorado) en el mismo campo. La armonización del estudio con los otros pilares de la formación supone un atento diálogo entre los distintos responsables de la formación de los seminaristas.

Los sacerdotes enfermos y ancianos. De la preparación previa al sacerdocio, los Obispos pasaron a la consideración de la situación de los sacerdotes enfermos y ancianos, con la directiva del Hogar Sacerdotal, en el que actualmente hay 27 sacerdotes mayores residentes. Su atención sanitaria y espiritual, así como su bienestar en esta última etapa de la vida fue el tema tratado con los responsables del Hogar.

Las congregaciones religiosas en el Uruguay. Finalmente, con el vice presidente de la Conferencia de Religiosos del Uruguay, P. Néstor Castell SDB los Obispos dialogaron sobre la situación actual de la vida religiosa en el Uruguay.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Misa de envío de Líderes de la Pastoral de la Infancia para Noblía y Aceguá


Lo que en Uruguay llamamos hoy "Pastoral de la Infancia" nació en Brasil, con el nombre de "Pastoral da Criança". Fue fundada en 1983, en Florestópolis, Estado de Paraná, por la Doctora Zilda Arns Neumann, médica pediatra y especialista en Salud Pública, y Dom Geraldo Majella Agnelo, actualmente cardenal emérito. La obra está hoy presente en todos los Estados de Brasil y en 21 países de América Latina, Asia, Africa y Caribe.

La misión de la Pastoral de la Infancia es promover el desarrollo de los niños, a la luz de la evangélica opción preferencial por los pobres, desde el vientre materno hasta los 6 años, contribuyendo a que sus familias y comunidades realicen su propia transformación, por medio de  orientaciones básicas de salud, nutrición, educación y ciudadanía, fundamentadas en la mística cristiana que une fe y vida.

En el año 2008, al extenderse en varios países y convertirse en una organización internacional, la Pastoral de la Infancia instaló su sede en Uruguay. Mons. Luis del Castillo sj, entonces Obispo de Melo y Secretario General de la Conferencia Episcopal del Uruguay tuvo cierta participación en esta decisión. Uruguay fue elegido como sede por su legislación adecuada acerca de proporcionar apoyo financiero a otros países.

En febrero de este año se reunió en Montevideo el Consejo de Administración de la Pastoral Internacional. Uno de los uruguayos presentes señaló que, más allá de las razones por la que Uruguay hubiera sido elegido como sede, resultaba una ironía que aquí la Pastoral de la Infancia no estuviera realmente implantada.

No es que faltaran algunos intentos. La Conferencia de Religiosos del Uruguay (CONFRU) la impulsó entre las congregaciones que, por su carisma, pudieran llevarle adelante dentro de sus obras. Algunas Diócesis, incluso la Diócesis de Melo tuvieron algunas iniciativas. Muy cerca de nosotros, en Rivera -también porque se contaba con apoyo de la Pastoral da Criança de Sant'Anna do Livramento- la Pastoral se fue afirmando.

Cuando a comienzos de este año se planteó la posibilidad de retomar un camino que se habia comenzado en Villa Isidoro Noblía, de inmediato se contó con el apoyo del párroco, el P. Luis Reinaldo y las Hermanas Carmelitas de Vedruna. Se realizó una reunión en la que participó un grupo de personas interesadas. Allí Mons. Heriberto animó con decisión al grupo a iniciar un camino de formación en una Pastoral que nos ayuda a realizar acciones concretas en favor de la vida desde su inicio mismo en el seno materno.

Hoy ha culminado ese primer tiempo de preparación. 10 voluntarias de Noblía y 1 de Aceguá han recibido su envío como Líderes de la Pastoral de la Infancia, en una Misa presidida por el Obispo, en la que estuvieron presentes las formadoras que vinieron desde Rivera y Sant'Anna en varias jornadas en las que, aún con lluvia y frío, las hoy líderes respondieron con toda asiduidad. No es el momento del trabajo: el servicio ya comenzó, junto con la formación. Ahora se trata de continuar el camino recorrido, seguir sirviendo y seguirse formando, “Para que todos los niños tengan vida en abundancia” (cf. Juan 10,10).

sábado, 2 de noviembre de 2013

Conmemoración de los Fieles Difuntos - Homilía


Queridas hermanas, queridos hermanos; todos los que están aquí presentes y también quienes están siguiendo esta celebración a través de Radio María.

Hoy teníamos programado celebrar esta Eucaristía en el lugar donde descansan los restos de nuestros seres queridos. La lluvia no lo ha permitido. Aquí, pues, desde la Catedral de Melo, haremos este momento de memoria, gratitud y esperanza.

Un momento de memoria. O, mejor, de conmemoración, porque así llama la liturgia a la celebración de este día: conmemoración de todos los fieles difuntos. Decimos que hacemos una con-memoración porque no estamos recordando a una persona en particular, o a los difuntos de una familia; estamos recordando a todos. Tampoco estamos cada uno por su lado, con sus recuerdos, sino que nos reunimos, nos congregamos alrededor del altar para hacer juntos este acto de memoria. Por eso también es con-memoración.
Más todavía, la Misa nos permite hacer algo que está más allá de nuestras posibilidades humanas. Nosotros, que nos olvidamos, o que no hemos podido recoger de nuestros mayores todos los recuerdos, entramos en comunión con Dios, para quien no hay olvido. No hay anónimos. Para Dios no hay tumbas “N.N.”, esas dos letras que se escribían cuando no se sabía quién era la persona fallecida. Para Dios cada criatura humana, cada una de sus criaturas tiene un nombre, y ese nombre está en la memoria de Dios, que nos ha creado, que nos ha dado esta vida, y que quiere rescatarnos de todo olvido y llevarnos a una vida plena, una vida eterna, en Su presencia.
Recordamos a nuestros familiares, amigos, vecinos fallecidos; y pedimos a Dios que los reciba con misericordia y puedan estar ya, definitivamente, con Él.

Y decíamos, también, un momento de gratitud. En el Cementerio de Melo descansan los restos de quienes trabajaron para que pudiéramos disfrutar hoy de mucho de lo que tenemos. Allí están quienes fueron formando nuestra ciudad a través de sus muchas actividades: desde el obrero que colocó los adoquines de otros tiempos al arquitecto que diseñó hermosos edificios. La enfermera que curó con cuidado las heridas y el médico que buscó el tratamiento eficaz pero también las mejores palabras para ayudar a su paciente a enfrentar la enfermedad. Están quienes nos enseñaron las primeras letras, guiando nuestra mano inhábil en la escritura y están quienes nos abrieron las fuentes del conocimiento avanzado. Están aquellos que cultivaron el sueño y el ideal de una sociedad mejor y bregaron arduamente para realizarla, junto a quienes sencillamente fundaron una familia y lucharon para sacarla adelante, para que sus hijos crecieran con amor, con salud y con escuela. Aunque hoy veamos algunas personas que se destacan por su esfuerzo y empuje, cada uno de nosotros está muy lejos de haberse “hecho a sí mismo”. Todos tenemos una deuda de gratitud con quienes nos precedieron. Por eso, también este momento es de acción de gracias.

Finalmente, un momento de Esperanza. La palabra Cementerio es una palabra muy antigua. Llega a nosotros desde el viejo idioma latino, una de las raíces más hondas de nuestra lengua. Pero ya el latín la había recibido del griego. “Cementerio” significa originalmente “dormitorio”.
Y es la esperanza cristiana la que da ese nombre al lugar donde sepultamos a nuestros muertos. Allí “duermen” en espera de un despertar. Un despertar diferente al de cada día, porque tampoco es el mismo tipo de sueño. El sueño de la muerte es espera de la resurrección.
“Creo en la resurrección de la carne y en la vida perdurable”. Así concluye el credo de nuestra fe. Creemos que Jesucristo, el hijo de Dios hecho hombre, murió verdaderamente y verdaderamente resucitó, en su carne, en su cuerpo, en esa condición humana, la nuestra, que Él hizo suya.
“Tu hermano resucitará” le dice hoy Jesús a Marta, y nos lo dice también a nosotros. Despedimos a nuestros seres queridos con esa esperanza. Y sabemos que también nosotros seremos despedidos de ese modo. Pero un día, esa esperanza se hará realidad, y nos reencontraremos con nuestros hermanos, al encontrarnos con aquel que es la resurrección y la vida.
Dejémonos guiar por Él. Como decía el poeta:
“Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar;
mas cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar.”
Para tener buen tino, para no errar, para no perdernos, dejemos que el Señor Jesucristo sea para nosotros, Camino, Verdad y Vida. Dejemos que Él guíe nuestra vida, para recibir de Él, un día, la vida para siempre. Así sea.

+ Heriberto, Obispo de Melo

viernes, 1 de noviembre de 2013

2 de noviembre, 10 hs, Misa en el Cementerio de Melo


Memoria, Gratitud, Esperanza…


… Y podríamos agregar: amor, dolor, consuelo… ¡y cuánto más! El “día de los difuntos”, en nuestro calendario civil; “conmemoración de los fieles difuntos”, en el calendario litúrgico católico, remueve el corazón y despierta muchos sentimientos.

El poeta de la Patria, Juan Zorrilla de San Martín, tenía en su escudo familiar el lema “Velar se debe la vida de tal suerte / que viva quede en la muerte”. Velar: vigilar, vivir la vida atentamente; empeñosamente haciendo el bien, hace que la vida de una persona, a su término, le valga la memoria y la gratitud de los suyos. Puede ser el recuerdo del ámbito familiar, el de una comunidad, de una ciudad, de un país.

Hay vidas que se proyectan con una presencia enorme y son despedidas por multitudes. No valen menos quienes, calladamente, viven una entrega diaria sencilla y generosa. Con ocasión de los 25 años del Plan CAIF, el pasado viernes 25, el CAIF Sagrada Familia homenajeó a Bonifacio Díaz. Educadores, madres y adolescentes dieron testimonio de la vida de amor y trabajo por el prójimo de este cristiano, también activo miembro de la Capilla Sagrada Familia. Memoria y gratitud allí fueron expresadas. Una vida que queda viva en la muerte.

Pero, aun siendo eso mucho ¿es todo? La vida de quienes se han ido, después de pasar haciendo el bien ¿queda sólo en el recuerdo y agradecimiento de quienes un día también partiremos? La Esperanza cristiana nos dice más. Nos abre a otro horizonte: la vida eterna, una vida para siempre en Dios. El Hijo de Dios, hecho hombre como nosotros, pasó por la cruz y la muerte y resucitó para abrirnos las puertas de la Casa del Padre. En esa Esperanza caminamos, confiando nuestros hermanos difuntos a la Misericordia de Dios y buscando nosotros seguir las huellas que nos ha dejado Aquél que es “el Camino, la Verdad y la Vida” para que un día todos nos reencontremos en Él.

En esa Esperanza y recordando con gratitud a todos nuestros difuntos, celebraremos la Santa Misa en el Cementerio de Melo, el sábado 2 de noviembre a las 10 de la mañana. Les invitamos cordialmente.

+ Heriberto Bodeant, Obispo de Melo

NOTA: EN CASO DE LLUVIA, LA MISA SE CELEBRARÁ A LA MISMA HORA EN LA CATEDRAL DE MELO.