lunes, 2 de diciembre de 2013

"Una sola familia humana, alimentos para todos". Campaña global de Cáritas Internacional.


Las 164 organizaciones miembros de Caritas Internationalis (entre las cuales está Cáritas Uruguay), que trabajan en más de 200 países y territorios han acordado lanzar una Campaña mundial contra el Hambre, con el lema "una sola familia humana, alimentos para todos".

La campaña nace de una convicción: en el mundo existen alimentos para todos y, a pesar de ello, una persona de cada ocho no come todos los días lo necesario.

Esta campaña se inicia el próximo martes 10 de diciembre, aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, con un gesto del Papa Francisco y la invitación a que todos nos unamos al mediodía de esa jornada en un momento de oración.

El presidente de Caritas Internationalis, Cardenal Óscar Rodríguez Madariaga, se hace de la
exhortación del Beato Juan Pablo II con ocasión del Jubileo del año dos mil : “Es, dijo, la hora de una nueva imaginación de la caridad’ que se pondría de manifiesto no sólo mediante los auxilios repartidos con la mayor eficacia sino también en la capacidad de volverse prójimo, de solidarizarse con quienes sufren de forma que el gesto se sienta no como una limosna sino como un reparto fraterno. Para ello debe mos obrar de suerte que, en todas las comunidades, los pobres se sientan ‘en su casa’. ¿No sería este estilo sino la presentación más grande y eficaz de la buena nueva del Reino?” (Novo Millenio Ineunte, n.50)

Compartir nuestro pan con el hambriento es un llamado del mismo Señor, que nos dice "tuve hambre y me diste de comer", indicándonos que es a él mismo a quien entregamos el alimento cuando se lo damos a uno de sus "hermanos más pequeños".

Compartir nuestro pan, dar de nuestros bienes, pasa muchas veces por un camino de conversión: abrir los ojos, mirar a nuestro alrededor, descubrir a Cristo en el hermano pobre y auxiliarlo.

El Cardenal Madariaga nos recuerda la fuerza de la oración para suscitar la necesaria conversión, empezando por la oración en la que Jesús nos enseñó a pedir el pan cotidiano: "El Señor nos ha enseñado a orar para pedir nuestro pan de cada día. Esta oración, si es verdadera, debe impulsarnos a compartir nuestro pan y a no seguir tolerando más que las personas que nos rodean se vean privadas de alimento. La oración cristiana no es una forma ordinaria de evasión. Orar no es repetir palabras, no es necesariamente quedarse en éxtasis, tener visiones o revelaciones extraordinarias. Orar es ponerse a la altura de Dios, es acostumbrarse a hacer su voluntad pidiéndole que “haga fructífero el trabajo de nuestras manos” cf. Sal. 90. La oración cristiana no soporta la ociosidad, al contrario: “el que no trabaje que no coma” (2 Tesalon. 3,10). En verdad, rogar a Dios es prestar atención al hambre de todos los hombres y todas las mujeres de nuestro tiempo: hambre de pan, pero también hambre de justicia y dignidad para todos."

Esta es la oración propuesta para que recemos el martes 10 de diciembre, día de lanzamiento de la campaña... y recordemos que es sólo el comienzo.

Señor, que nos confiaste los frutos de la creación
para que cuidáramos la tierra y nos nutriéramos de tu generosidad.

Nos enviaste a tu Hijo para compartir con nosotros su vida,
su propia carne y sangre y a enseñarnos tu mandamiento de Amor.
A través de su muerte y resurrección nos has formado en una sola familia humana.

Jesús mostró una gran preocupación por aquellos que no tenían qué comer.
Incluso transformó cinco hogazas de pan y dos pescados
en un banquete que alimentó a cinco mil y más.

Venimos ante ti, conscientes de nuestros errores y fracasos,
pero llenos de esperanza, a compartir el alimento
con todos los miembros de esta familia mundial.

A través de tu sabiduría, te pedimos que inspires
a los líderes de los gobiernos y a los empresarios,
así como a todos los ciudadanos del mundo,
a encontrar soluciones de caridad para finalizar la hambruna mundial
y asegurar el derecho de todo ser humano al alimento.

Así oramos, para que en el momento de presentarnos ante Ti,
podamos proclamarnos como parte de 
"Una sola Familia Humana" con "Alimentos para Todos".
 

Amén.

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