domingo, 22 de febrero de 2015

Diócesis de Melo: Taller sobre Primer Anuncio de la Fe



Organizado por el Oficio Catequístico Diocesano, se realizó el lunes y martes de Carnaval (16-17 de febrero) un taller sobre Primer Anuncio. El mismo fue orientado por el P. Nelson González, de la Diócesis de S. José de Mayo. El P. Nelson es director del Oficio Catequístico de su Diócesis y es párroco de Santísima Trinidad, en la capital del departamento de Flores.

¿Qué es el "primer anuncio"?

El P. Nelson recordó como, en su exhortación Evangelii Nuntiandi (1975) el Beato Papa Pablo VI habla sobre el primer anuncio. Veamos qué nos dice:
Revelar a Jesucristo y su Evangelio a los que no los conocen: he ahí el programa fundamental que la Iglesia, desde la mañana de Pentecostés, ha asumido, como recibido de su Fundador. Todo el Nuevo Testamento, y de manera especial los Hechos de los Apóstoles, testimonian el momento privilegiado, y en cierta manera ejemplar, de este esfuerzo misionero que jalonará después toda la historia de la Iglesia.

La Iglesia lleva a efecto este primer anuncio de Jesucristo mediante una actividad compleja y diversificada, que a veces se designa con el nombre de "pre-evangelización", pero que muy bien podría llamarse evangelización, aunque en un estadio de inicio y ciertamente incompleto. Cuenta con una gama casi infinita de medios: la predicación explícita, por supuesto, pero también el arte, los intentos científicos, la investigación filosófica, el recurso legítimo a los sentimientos del corazón del hombre podrían colocarse en el ámbito de esta finalidad.

Aunque este primer anuncio va dirigido de modo específico a quienes nunca han escuchado la Buena Nueva de Jesús o a los niños, se está volviendo cada vez más necesario, a causa de las situaciones de descristianización frecuentes en nuestros días, para gran número de personas que recibieron el bautismo, pero viven al margen de toda vida cristiana; para las gentes sencillas que tienen una cierta fe, pero conocen poco los fundamentos de la misma; para los intelectuales que sienten necesidad de conocer a Jesucristo bajo una luz distinta de la enseñanza que recibieron en su infancia, y para otros muchos.(EN, 51-52)

¿En qué situación estamos?

Otro aspecto que compartió el P. Nelson está tomado de la introducción al libro El primer anuncio. El eslabón perdido, de Xavier Morlans (PPC, 2009). La introducción tiene como título "Suscitar el interés por Jesucristo".
¿Qué pasaría si, por los cambios ocurridos en la sociedad, resultase que la inmesa mayoría de nuestros conciudadanos se encontrasen en una situación de lejanía y desconocimiento de Jesucristo? ¿Qué pasaría si los propios cristianos habituales hubiesen convertido su fe en un conjunto de creencias y prácticas, incluso generosas, pero sin el fuego de la amistad personal con Jesús en su corazón?
¿No es cierto que, en tal caso, necesitaríamos todos "ponernos las pilas" como familiarmente se dice, y aplicarnos antes que nada (...) a esas prácticas humildes de primer anuncio que hasta ahora usábamos solo de forma circunstancial y anecdótica para facilitar así que muchas personas, cuántas más mejor, puedan tener la alegría y la fuerza de la amistad con Jesucristo; amistad alimentada, luego, y fortalecida con la catequesis, la revisión de vida, la liturgia y el calor de la comunidad?
(...) Juzgue el lector mirando a su entorno social y eclesial si estamos o no en dicha situación.

Cuatro características del primer anuncio

  • Breve. Es un diálogo que se da en una conversación amical. Sólo disponemos del tiempo que pueda soportar nuestro interlocutor sin buscar una excusa y decirnos adiós. No se trata de una exposición sistemática; eso podrá o no venir después, cuando la persona esté interesada en profundizar lo que le hemos dado.
  • Esencial. No se puede pretender presentar todos los elementos de la fe cristiana en tan poco espacio de tiempo. Se trata de entregar lo fundamental. Si nos perdemos en lo accesoria, posiblemente no tendremos una segunda oportunidad.
  • Respuesta. Frente a los interrogantes, las angustias, las preguntas últimas, el Evangelio tiene su fuerza como Buena Noticia, mensaje de esperanza que alegra profundamente.
  • Experiencial. Sin reducirse a fórmulas hechas. No hay recetas prefabricadas. El anuncio de Jesucristo y lo central de su mensaje nace de nuestra experiencia de encuentro con Él. No es el anuncio de una idea, de un concepto, sino de una Persona que reorienta nuestra vida y le da pleno sentido.

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