martes, 20 de octubre de 2015

En Treinta y Tres, la Diócesis de Melo vivió su fiesta de "Iglesia en Salida".


El domingo 18 de octubre el día amaneció hermoso, soleado y con un vientito fresco en Treinta y Tres. A partir de las 9 de la mañana, delegaciones de las distintas parroquias de la Diócesis de Melo (Cerro Largo y Treinta y Tres) fueron llegando a la parroquia de Cruz Alta, junto al obelisco de la capital olimareña.
La imagen de la Virgen del Pilar llegó acompañada por música festiva y una procesión en bicicleta de alumnos del Liceo Virgen de los Treinta y Tres, de las hermanas Salesianas. Poco a poco se fue organizando la peregrinación, detrás de la imagen. Cantos, oraciones y signos fueron pautando el recorrido hacia el parque Dionisio Díaz.


En su homilía, el obispo recordó la visita de la Virgen a las parroquias de la Diócesis, donde cada comunidad fue obsequiando a María una capa: "en esta Iglesia 'en salida', María ha sido la primera en salir a visitarnos. No es de extrañar, porque el Evangelio nos dijo que ella, en cuanto se enteró de que su prima Isabel tenía un embarazo de seis meses 'salió sin demora'. Y no nos podemos imaginar que fuera sólo una visita de cortesía. María llega a casa de Isabel llevando 'la alegría del Evangelio' que es Jesús mismo, creciendo en su seno; pero luego de los saludos, podemos bien imaginarla ayudando en las tareas de la casa a aquella mujer ya mayor y con su embarazo avanzado."


Luego, Mons. Heriberto fue señalando las "salidas" necesarias: salir de sí mismo para ir al encuentro del otro; "encuentro real, mano a mano, conversando, compartiendo un mate, y no sólo a través de una pantallita". Compartir y vivir la fe en pequeños grupos, orando, meditando la Palabra: Comunidades Eclesiales de Base, Movimiento de Cursillos de Cristiandad y otras formas de encuentro. Salir también del pequeño grupo: mirar a la comunidad mayor de la que se forma parte: la capilla o ya la sede parroquial.
El obispo recordó que una parroquia está llamada a ser "comunidad de comunidades". "Si bien algunas lo tienen muy claro y buscan vivirlo y profundizarlo, en otras hay a veces tensiones entre la capilla grande, con mucha vida, y la sede parroquial; por otra parte, hay pequeñas comunidades en el campo, muy alejadas, que a veces no tienen más contacto con la parroquia que una visita al año, y por tanto, no se pueden sentir parte de una "comunidad de comunidades". Las 16 parroquias conforman la Diócesis. Es en cada una de las Diócesis donde la Iglesia Católica vive, existe, en la comunión de todo el pueblo de Dios: laicos, religiosas, diáconos, sacerdotes, obispos. "Sí", dijo Mons. Bodeant: "puedo decir en plural 'obispos' porque aquí està Mons. Càceres, nuestro obispo emèrito", a lo que la asamblea respondió con un cerrado aplauso.


Hubo también aplausos cuando el Obispo recordó a los dos misioneros de la Diócesis. El P. Jorge Osorio, en la diócesis de Sao Gabriel da Cachoeira, en el rincón de la Amazonia donde se juntan Brasil, Colombia y Venezuela. Mons. Luis del Castillo, en Santiago de Cuba, desde donde envió una serie de fotos que lo muestran celebrando con una pequeña comunidad en una de las "Casas de Misión" de la isla. Son casas de familia que sus dueños disponen para uso de la Iglesia. Mons. Heriberto agregó: "aunque no les llamemos así, aquí también las tenemos... el viernes, en Paso Pereira y en Tierras Coloradas, celebré misas en dos casas que podrían ser llamadas también "Casas de Misión".
El obispo finalizó su homilía haciendo referencia al Año de la Misericordia que se inaugurará el próximo 8 de diciembre y que deberá marcar el próximo año pastoral de la diócesis, haciendo de cada uno de nosotros "misionero de la Misericordia".
Luego de la homilía, las diferentes parroquias de la Diócesis compartieron las experiencias vividas a lo largo del año como "Iglesia en salida". La visita a enfermos y ancianos, el seguimiento de los padres de niños de la catequesis parroquial, la misión en comunidades rurales alejadas fueron algunas de las iniciativas compartidas en forma testimonial.
Después de la Misa, el almuerzo: el tradicional "guiso carrero" de esta zona arrocera hizo las delicias de los peregrinos.


Luego, el tiempo de festival: danzas, canto de los niños, una canción del Obispo para el río Olimar y el broche de oro de la fiesta: la presentación del grupo de parodistas "Aristóphanes" con su presentación de homenaje a Don Bosco en el bicentenario de su nacimiento.

1 comentario:

Unknown dijo...

Desde Amazonas acompañamos en la oración esa Fiesta Diocesana. Algunas fotos y noticias fueron llegando a lo largo de la jornada. Hoy salimos a las 6 de la mañana para visitar dos comunidades que quedan a 100km de la sede, por la única ruta (de tierra y llena de enormes agujeros). Las comunidades estaban esperando, así que celebramos la Misa, hubo un bautismo, en una de ellas y luego la típica "quinhapira" (compartir la comida), donde cada familia aporta lo que puede para la mesa común: fruta, café, pescado, beijú, tapioca, farinha,...La camioneta vino con bastantes ofertas para compartir aquí en la parroquia: bananas, ananá, mandioca, cará,...Llegados a São GAbriel ya comenzamos la partilha (compartir), con la gente que trabaja aquí, en la parroquia, con la Escuela diferencial,etc. Cansados, pero fue una jornada llena. Dios está ahí y nos espera entre esos buracos de la ruta y el rostro de la gente que vamos encontrando. Abrazos a todos, Jorge Osorio