sábado, 26 de marzo de 2016

En un mundo violento, abrir camino al mensaje de la Misericordia


LOS OBISPOS PREOCUPADOS POR LA VIOLENCIA EN URUGUAY Y EN EL MUNDO
(DECOS-CEU) Al Cardenal y a los obispos uruguayos les preocupa la violencia imperante en el mundo y en nuestra sociedad y lo explicitaron en sus mensajes para la Pascua así como en sus diversas reflexiones efectuadas durante la Semana Santa.

En la Misa Crismalel Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla, destacó que “estamos viviendo en una sociedad fragmentada" y que "lamentablemente tenemos muchas muertes violentas en estos días que han sacudido la conciencia de nuestra sociedad” e instó a “pasar de los discursos a acciones eficaces”. Junto al Obispo anglicano, en el Via Crucis Ecuménico, el Cardenal volvió a reiterar su preocupación por los hechos de violencia y llamó a rezar y a fomentar iniciativas que eduquen para la paz. 

Por su parte, el Obispo de Minas, Mons. Jaime Fuentes, plantea en su mensaje para la Pascua que ante la violencia que “pinta de luto la alegría de vivir en nuestro mundo” se hace necesario volver a las preguntas esenciales: “¿De dónde vengo, adónde voy? ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Existe Dios? ¿Hay algo después de la muerte? ¿Qué está bien, qué está mal? ¿Quién es Jesús?…”

El Obispo de Maldonado, Mons. Rodolfo Wirz, en su mensaje para la Pascua también se refiere a la violencia que “se impone en todas las latitudes” y  asegura que solo se puede superar “abriéndonos al Resucitado que en su Amor hace posible una vida humana y digna”.

En su mensaje para la Pascua, el Obispo de Mercedes, Mons. Carlos Collazzi, (Presidente electo de la Conferencia Episcopal del Uruguay) citando la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Evangelli Gaudium” subraya que “vemos injusticias, maldades, indiferencias y crueldades que no ceden”. No obstante, destaca que “también es cierto que en medio de la oscuridad siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce un fruto”(E.G. 276). El Obispo señala la existencia de  descontento crónico, acedia y desilusión en la sociedad y llama a alimentarse de la Eucaristía dominical y a formar comunidades fraternas y solidarias con “los hermanos más carenciados, con fuerte espíritu misionero”.

El Vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Arturo Fajardo (Obispo de San José de Mayo), en su mensaje pascual también contempla el tema de la inseguridad y anima a dar testimonio de Jesús “que es nuestra paz” en medio “de tanta violencia en la familia, en el país y en el mundo”.

Mons. Julio Bonino, Obispo de Tacuarembó, reconoce en su mensaje para la Pascua que “enfrentamos muchos motivos que pueden llevar al debilitamiento de nuestra fe y vemos que muchos dejan de creer: las diversas situaciones de violencia, los conflictos de  diversos niveles, las guerras, los desplazados de sus hogares, el sufrimiento de los niños inocentes, las divisiones de la familia y las contradicciones que existen en nosotros mismos. Nuestra misma Iglesia con el desvío de la conducta de quienes la integramos, los escándalos y el alejamiento de la vivencia del evangelio”. Ante esto, el Obispo invita a reconocer “con humildad” la necesidad de que Jesús Resucitado “se haga presente en medio de nuestras circunstancias en el encuentro personal y comunitario con Él, para ser confirmados en nuestra fe y así reemprender con esperanza el camino de su seguimiento”.

LA OTRA MEJILLA DE LA VIOLENCIA: EL PERDON

En la Misa celebrada en Río Branco a pedido de la Embajada de El Salvador, en la víspera de la conmemoración de los 36 años de la muerte de Mons. Oscar Arnulfo Romero, el Obispo de Melo, Mons. Heriberto Bodeant,  subrayó que “en el Uruguay de hoy …necesitamos creer en el hombre” y en “que las personas pueden cambiar”. El Obispo instó a “creer que aquellos que no ven en otro hombre a su hermano, aún pueden abrir los ojos” y en que  “aún aquellos que han hecho sufrir a otros, pueden despertar, darse cuenta, arrepentirse y encontrar en Jesús un camino de sanación”.

También el Obispo de Salto, Mons. Pablo Galimberti, invita en su mensaje pascual a perdonar, al tiempo que exhorta a ayudar “al que tenés cerca”. “Contagiemos optimismo al que está cerca o camina triste. Ayudemos a devolver una sonrisa al que se encerró en sus viejos rencores”, animó el Pastor.. Jesús “sopla vientos nuevos para devolver paz al corazón herido o amargado. A mi familia o vecino. Donde estudio, trabajo o descanso”, asegura el Obispo.

¿FELICIDAD SIN DIOS?

En su mensaje para la Pascua, el Obispo de Canelones, Mons. Alberto Sanguinetti, destaca que “estamos viviendo en una humanidad que quiere organizarse como si Dios no existiese, como si Cristo no hubiera muerto en la cruz… en una cultura cerrada a la gracia del Resucitado, queremos construir una felicidad alejándonos de la verdad de la creación, del perdón de Dios y sus mandamientos y de la vida nueva de hijos de Dios”.  Enfatiza que pese a la “sinrazón”  y a los intentos de acallarlo, Dios “nos sigue salvando” y “se interesa por nosotros con amor, misericordia y fidelidad”. VIDEO 

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