presidió la Eucaristía
en encuentro latinoamericano
de Obispos en Lima
En su homilía, después de recordar que viene "de una zona de viñedos", Mons. Collazzi se refirió a la importancia de la poda para que la vid llegue a dar buenos frutos y finalmente buen vino. Comentando el pasaje del evangelio según San Juan en el que Jesús se compara a "la vid verdadera", el Obispo puso énfasis en las palabras del Maestro: "sin mí no pueden hacer nada" y subrayó la necesidad de aceptar la poda, es decir, la purificación en los diversos aspectos de la vida personal y eclesial para que la acción de la Iglesia, unida a Cristo, pueda producir buenos frutos.
La jornada continuó con aportes de Mons. Carlos Aguiar, presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, sobre la relación entre conversión personal y conversión pastoral, y del argentino Carlos Galli, uno de los teólogos que participaron como asesores en la V Conferencia General del Episcopado Latinaomericano y del Caribe, realizada en el santuario de Aparecida, Brasil, en 2007, quien se refirió a "la renovación misionera de las comunidades eclesiales y de las estructuras pastorales".
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