miércoles, 7 de enero de 2009

Daniel: recuerdos de una consagrada



Hace unos 30 años, cuando hacía poco que había empezado el acompañamiento con él, viene una consagrada y me dice:
- Estoy buscando un cura para que me acompañe y me dijeron de Gil, pero también me dijeron que es un santo pero medio loco. Vos que lo conocés ¿que te parece?
- Que es un santo loco o un loco santo. A mí me ayuda a buscar la voluntad de Dios y es lo que quiero. Me cuesta entender algunas cosas, pero veo que me ayuda a caminar en mi vocación y es lo que busco.
Hoy puedo afirmar que era un "santo" también loco, pero ¿a qué santo no lo acusaron en algún momento de loco? a esta altura estoy convencida que el ser santo no equivale a ser perfecto, sino a seguir las huellas que Jesús nos dejó para llegar a la plenitud de la felicidad en el encuentro con el Padre. Creo que algo voy aprendiendo.
También me consoló muchísimo cuando, al fallecimiento de un sacerdote jesuita que él quería mucho y yo no conocí, me dijo:
- Era un santo desordenado.
Y me abrió la puerta para que yo creyera que podía transitar por el camino de la santidad... aunque fuera desordenada.

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