miércoles, 27 de junio de 2012

Visitas desde España, sueños de Misión - Reportaje a Mons. Heriberto


Más fotos en facebook

Llegaron a Melo el lunes 25, desde Salto. 
Eran dos españoles: Nacho y Javier; una argentina, Chacha y un uruguayo, el Hermano José, Cooperador Parroquial de Cristo Rey. 
Objetivo de la visita: evaluar la posibilidad de realizar el año que viene, una misión en la Diócesis de Melo. 
En la Misión participarían estudiantes, docentes y profesionales universitarios. Por eso, después de un paseo por la ciudad de Melo y una visita a la Posta del Chuy, la primera actividad fue una reunión con la comisión del ITC, "Instituto Terciario Comunitario" de Melo, porque existiría la posibilidad de un aporte de tipo académico en los días de la misión. 
Luego, tomamos rumbo a Río Branco. Nos detuvimos en Sarandí de Barcelo, visitando el almacén. La familia que está allí ofrece habitualmente su casa como punto de reunión, y han recibido a otros misioneros. 
Ya en la ciudad fronteriza, después de cruzar a almorzar en Yaguarón, visitamos el Centro San Juan, obra de la Fundación "Giannella por la Vida", dedicada a niños en situación de calle. Nos encontramos con la comunidad parroquial para celebrar la Eucaristía y luego compartimos un chocolate celebrando San Juan, y tuvimos una reunión en la que las distintas comunidades se presentaron para dar a los visitantes una idea de cómo vive y trabaja esta "comunidad de comunidades".

¿De dónde viene todo esto? 
COMUNIÓN entrevistó a Mons. Heriberto.
¿Cuál es el origen de este grupo misionero que vendría a la Diócesis? 
El grupo se forma a partir de dos vínculos: por una parte, estudiantes, docentes y egresados de la Universidad San Pablo, de Madrid, donde es capellán el P. Enrique Martín, de la congregación Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey (CPCR). Por otra parte, otras personas relacionadas más directamente a los CPCR, que cuentan con presencia en Argentina (Rosario, Concordia) y desde hace poco nuevamente en Salto, donde habían estado hace muchos años y donde han permanecido desde aquellos tiempos las hermanas Cooperatrices, rama femenina de la familia CPCR.
Monseñor, entonces Ud. conocía a los CPCR desde la época en que estaba en Salto...
Sí, de hecho, puedo decir que tengo una larga relación con los CPCR. Ellos tuvieron una de sus etapas fundacionales en la ciudad de Salto, donde el Padre Francisco de Paula Vallet compró una casa en las afueras, la Casa San José, como residencia para una comunidad de la congregación que estaba fundando y como casa para Ejercicios Espirituales, que era la principal actividad de los cooperadores. Ellos hicieron "tandas" de Ejercicios en toda la Diócesis de Salto. Yo mismo, siendo un jovencito, participé en Young de Ejercicios "abiertos" (es decir, que no se hacían en la modalidad de retiro) con el P. Planas, un CPCR que falleció hace no muchos años, a muy avanzada edad.
Años después, como párroco en Paysandú, los recibí en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, donde se realizó una Semana de Espiritualidad, que yo describiría como una gran movida. Se visitó casa por casa todo el territorio parroquial, se hicieron reuniones de mujeres y de hombres y quedaron muchos frutos de todo eso.
¿Cómo conoció al Padre Enrique, que parece ser el vínculo con el grupo de Madrid?
Lo es. Fue ya como Obispo auxiliar que conocí al P. Enrique, poco antes de que él regresara a España para hacerse cargo de la capellanía de la Universidad. Nació entre los dos una linda amistad, mantuvimos el contacto y eso me permitió ayudar a la delegación de la Pastoral Juvenil uruguaya para la Jornada Mundial de la Juventud 2011 a ponerse en comunicación con los CPCR para ver la posibilidad de que los alojaran en su casa de Madrid. Eso fue así, y los jóvenes que fueron guardan un muy grato recuerdo de la acogida de los Cooperadores.
Este año yo estuve en Madrid, visité la Universidad San Pablo, estuve con el P. Enrique y conocí a algunos de los estudiantes y profesores que habían participado en misiones anteriores. Esas misiones fueron en Rosario y Concordia, Argentina, y habían dejado una muy honda huella en los misioneros (ver Desde España, No es fácil dejar España). 
¿Cuáles son las posibilidades de que se haga la misión en Río Branco?
Los grupos de misioneros han sido numerosos y han tomado normalmente el mes de agosto (mes de vacaciones en España, verano boreal). El año pasado no hubo misión, porque trabajaron en relación a la JMJ. Este año tampoco habrá misión, por el peso de la crisis europea... no obstante, están trabajando con la esperanza de venir el año próximo a Uruguay, seguramente a Salto, donde Mons. Galimberti ha pedido ya hace tiempo la misión. Pero en mi visita a Madrid yo también hice el pedido, no aspirando a un grupo tan numeroso y a un tiempo tan largo. Lo nuestro es más abarcable para un grupo pequeño, que se puede mover más fácilmente (y también es posible alojar más fácilmente). Entonces, si la coyuntura económica no lo impide, sería posible que un pequeño grupo viniera a Melo, donde podría hacer alguna actividad académica en el ITC y a Río Branco, donde se desarrollaría una misión en el estilo clásico de visitas casa por casa, reuniones en las capillas, etc.
¿Por qué en Río Branco?
Una misión en agosto plantea algunas dificultades. Sería muy lindo tener una misión en verano y llegar a los pueblitos de nuestra campaña, los pueblos de la zona de Santa Clara y Tupambaé, cono en 2010, o los de la zona de Fraile Muerto, o de la Parroquia San José Obrero de Melo, o del Buen Pastor o la Catedral... hay mucho campo de trabajo. Pero en el invierno esas cosas se dificultan. Si tocan unos días lluviosos, arriesgamos a que no se pueda hacer nada, ni siquiera poder entrar en algunos lugares a causa de los caminos. En cambio, Río Branco ya tuvo la experiencia de una misión en invierno. Hay comunidades en campaña muy accesibles y los barrios son también buenos lugares de misión. El P. Nacho tiene una gran sensibilidad para lo misionero y se ha mostrado muy abierto a participar en el proyecto. La reunión del martes con las comunidades de la parroquia muestran que allí también hay apertura y expectativas.
Finalmente, Monseñor, ¿qué frutos espera de esta misión, en caso de realizarse? Además de orar para que se pueda llevar a cabo, ¿qué pedir?
Esa pregunta me la hizo Chacha, la señora argentina vinculada a los CPCR que acompañó a los españoles. Yo creo que si la actividad de los misioneros se limitara a llegar a cada una de las comunidades y hacer un tiempo de estar, compartir, presentar termas de formación, reflexionar y celebrar juntos, eso ayudaría a las comunidades a animarse y fortalecerse, y sería un fruto nada menor. Pero sueño con que podamos ir más allá, es decir, llegar a los alejados, a los heridos del camino, a quienes están necesitando escuchar la Buena Noticia. Y que todo eso no lo hagan los misioneros solos, sino con cada una de las comunidades, de modo que vivamos realmente el ser "discípulos-misioneros" de Jesús.

domingo, 24 de junio de 2012

III Encuentro de Vicarías Pastorales - Coordinación Pastoral - Conferencia Episcopal del Uruguay


Más fotos en facebook

El viernes 23 y el sábado 24 de junio se realizó en Casa Nazaret, Montevideo, el III Encuentro de Vicarías Pastorales. Estos encuentros se iniciaron en 2010 y se han venido realizando anualmente, convocados por la Coordinación Pastoral de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU).

En esta ocasión participaron miembros de las Vicarías de siete de las diez diócesis del Uruguay.
Las Vicarías Pastorales son equipos de animación pastoral que existen en cada Diócesis, unidos especialmente al servicio del Vicario Pastoral. Son nombrados por el Obispo diocesano, con criterios que varían en cada Iglesia particular, precisamente porque responden a las necesidades locales. Algunas vicarías están integradas por representación territorial; en otras se prefiere que los delegados representen diferentes áreas de servicio pastoral, o también se suma una y otra forma. A veces los miembros son personas que están allí por su especial camino y presencia en la vida diocesana. Hay sacerdotes, diáconos permanentes, religiosas, laicos.

Los encuentros de Vicarías se han orientado a compartir esa experiencia de servicio pastoral en las respectivas diócesis, al tiempo que reflexionar sobre algunos temas de común interés.
En este encuentro, los participantes dedicaron buen espacio de tiempo a tres grandes temas:
  • La Nueva Evangelización, a partir de un artículo de Mons. Santiago Silva Retamales, Obispo auxiiar de Valparaíso, Secretario General del CELAM. Este tema fue orientado por el Vicario Pastoral de Montevideo, el Obispo Auxiliar Mons. Milton Tróccoli. La reflexión en grupos que siguió a su presentación orientó hacia la búsqueda de los puntos de apoyo con que cuenta la misión evangelizadora en el Uruguay, así como los aspectos que se debería fortalecer.
  • Familia, prioridad pastoral de la CEU para 2012, fue el tema orientado por el Vicario de Melo, el P. Luis Arturo Silva. Para ello se invitó al asesor, P. Manuel Pérez SDB y a los Secretarios Ejecutivos, los esposos Gabriela y Víctor Hugo Guerrero López de la Comisión Nacional de Pastoral de la Famiia y la Vida. Familia fue el tema que tuvo el mayor desarrollo, con un completo informe de las actividades de la Comisión, un testimonio de la participación en el reciente Encuentro Mundial de las Familias en Milán y un diálogo sobre el próximo III Congreso Nacional de la Familia, para el que los integrantes de las Vicarìas presentaron algunas sugerencias. En la noche, un matrimonio del movimiento Familias Nuevas (Focolares) brindó un muy cálido y fuerte testimonio.
  • El Año de la Fe, finalmente, en la mañana del domingo, fue el tema presentado por el Coordinador Pastoral de la CEU, el Obispo de Melo Mons. Heriberto Bodeant. Mons. Bodeant presentó la carta Porta Fidei de Benedicto XVI, y propuso un trabajo en grupos para recoger sugerencias sobre como celebrar el Año de la Fe en las Diócesis.
La evaluaciòn del encuentro arrojó un positivo resultado en cuanto a los contenidos y a la forma en que se había trabajado. Se señaló que este encuentro había marcado un punto de afirmación y crecimiento, en momentos en que una tercera edición arriesgaba ser un poco de "más de lo mismo" con respecto a los encuentros anteriores.

jueves, 21 de junio de 2012

Colecta pro Causa de Beatificación de Mons. Jacinto Vera



Montevideo, 6 de junio de 2012

Sres. Curas Párrocos, Encargados/as de Centros Pastorales,
Superiores/as de Comunidades Religiosas y  Directores/as de Colegios

Queridos hermanos/as en la fe:
            Queremos hacerlos partícipes de la buena noticia que el proceso de beatificación del primer obispo del Uruguay Mons. Jacinto Vera ha dado un paso importante, con la finalización de una rigurosa  investigación histórica sobre su vida y su obra. Esta investigación no hace más que confirmar que la fama de santidad que el Siervo de Dios tuvo durante su vida, tenía sólido fundamento.
            Para seguir avanzando en este largo proceso debemos ahora proceder a publicar la investigación. Todo esto requiere de fondos para concretarse. De ahí que, con motivo de iniciar el año del bicentenario del nacimiento de este buen pastor de nuestra Iglesia, que conmemoraremos en el mes de julio de 2013, hemos pensado en hacer una colecta donde todos podamos contribuir y sentirnos parte de esta causa.
            Monseñor Vera fue el uruguayo más conocido y querido en nuestra Patria en la segunda mitad del siglo XIX. Él estaba junto al enfermo y el afligido, recorría incansablemente nuestra campaña, predicaba  y santificaba al pueblo fiel, en todas partes daba testimonio de Cristo Buen Pastor.
            Los invitamos a colaborar para que el deseo de toda la Iglesia uruguaya pueda ser realidad. Al mismo tiempo los exhortamos a conocer la vida del Siervo de Dios y a recurrir a su intercesión para que el Señor se digne glorificar a su Siervo Jacinto.
Con todo nuestro afecto y bendición,
 
+ Carlos M. Collazzi, sdb
Obispo de Mercedes
Presidente de la CEU

+ Rodolfo Wirz
Obispo de Maldonado-Punta del Este
Vicepresidente de la CEU
 + Heriberto Bodeant
Obispo de Melo
Secretario General de la CEU

domingo, 10 de junio de 2012

Corpus Christi en la Diócesis de Melo - Fiesta Patronal en la Parroquia Santísimo Sacramento, Vergara

El comienzo de la Santa Misa

Mons. Roberto agradece por sus 50 años de Obispo

Nuevos Ministros Extraordinarios de la Comunión.

El Grupo de Danzas de Vergara presentó las ofrendas
y acompañó la procesión con el Santísimo Sacramento

Inicio de la Procesiòn

Estaciòn en uno de los altares instalados en torno a la Plaza

El almuerzo comunitario

... y la olla!

Más fotos en facebook

La Parroquia Santìsimo Sacramento de Vergara celebró su fiesta patronal en la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
A la celebración patronal se agregó la de los cincuenta años de episcopado del Obispo Emérito de Melo, Mons. Roberto Cáceres.
Es así que Mons. Heriberto, el Obispo Diocesano, Mons. Roberto, el P. David, responsable de la comunidad y el Diácono Luis, de la vecina parroquia María Auxiliadora de Charqueada celebraron junto a la comunidad parroquial la presencia de Jesús en el Sacramento del Amor.
Durante la celebración el Grupo de Danzas de Vergara participó en la presentación de las ofrendas, entre las que hubo productos de la zona. Esta vez no fue el arroz, principal producción, sino las aceitunas, llegadas desde los grandes olivares ubicados en la cercanía de pueblo El Oro (Mendizábal).
Cinco laicos que colaboran con el sacerdote en la distribución de la Eucaristía durante las celebraciones y en la Comunión de los enfermos recibieron ese ministerio de parte del Obispo.
Luego de la Misa se realizó una procesión con el Santísimo Sacramento en torno a la Plaza de Vergara. En tres de sus lados (el cuarto lado es el del templo) se colocaron altares portátiles, que permitieron que la procesión se detuviera para sentidos momentos de adoración.
Concluidas las ceremonias, tuvo lugar el tradicional almuerzo comunitario, preparado en una gran olla, de la que todos comieron abundantemente !!!

sábado, 9 de junio de 2012

Reportaje a Mons. Bodeant en "Ciudad Nueva"

Iglesia
El obispo, hombre de unidad


A comienzos de marzo se realizó en Castel Gandolfo (Roma) el 36º Congreso de Obispos Amigos de los Focolares, que reunió a 75 prelados de 40 países. De Uruguay, participaron Mons. Orlando Romero y Mons. Heriberto Bodeant, quien nos habló de la importancia de estos encuentros de comunión eclesial.

por Silvano Malini

-Monseñor, ¿cómo fue el encuentro de Castel Gandolfo? ¿Qué temas se trataron?  
Fueron cuatro días muy intensos, en un clima de gran fraternidad, buscando vivir el carisma de la unidad: “Padre, que todos sean uno...”. 
Escuchamos numerosos testimonios de la vida de obispos que han vivido situaciones extremas en Libia, Argelia, en la zona de Italia afectada por un reciente terremoto, y otras vivencias más cercanas a las nuestras, muy interesantes. 
Recibimos valiosos aportes de muchos expositores, de matrimonios, jóvenes, sacerdotes, y entre ellos el de María Voce, sucesora de Chiara Lubich, y de la propia Chiara, a través de videos, con toda la fuerza de su palabra. 
También hubo presencias y temas importantes, como por ejemplo el de Mons. Nikola Eterovic, secretario del Sínodo de los Obispos, quien nos hizo una puesta al día de la preparación del Sínodo para la Nueva Evangelización. Una ponencia de mucho peso. Estuvieron algunos cardenales, vinculados al movimiento. Fue una vivencia muy fraterna. 
Al comienzo se nos preguntó qué relación teníamos con los Focolares. Yo me pregunté hasta dónde me puedo considerar un obispo amigo de los Focolares, más allá de que me encuentre alguna vez con algunos de ellos, que comamos juntos etc. 
Un vínculo es el institucional, ya que en la diócesis de Melo está la Fazenda de la Esperanza, que tiene su origen en un sacerdote franciscano y en la espiritualidad de los Focolares, y esto de alguna manera me vincula, si bien la Fazenda es algo con su propia personalidad.
Además, algo muy personal, que hace mucho me llegó, es el testimonio de una focolarina, Isabel Schäffer. Nos conocimos en una misión, antes de mi ordenación, y cuando me ordené invité a todos mis compañeros de misión. Isabel fue, desde el Cerro a Young, me regaló un rosario hermoso, y luego durante años no la vi más. Muchos años más tarde me contó que durante mi ordenación sacerdotal, que la movió mucho, ella se decidió por el camino de la consagración. Nos hemos visto muy poco con ella, pero la siento como una hermana. 
Otra cosa que me acercó bastante fue la historia de ese médico salteño, Alberto Fernández (que fue asesinado en Brasil, y murió testimoniando su fe). Yo estuve en la presentación de su libro, lo leí, y el hecho de que fuera de la campaña, del Salto profundo, fue algo que me llegó mucho. Luego uno podría seguir hilvanando distintos momentos de encuentro.

-¿Qué fue lo que le aportó más?  
Me tocaron sobre todo algunos aspectos de la espiritualidad, que me impresionaron y me hicieron sentir muy a gusto. 
Lo primero es que se trata de una espiritualidad muy evangélica, que es realmente para todos. No es un carisma exquisito, misterioso, sino que su base fuerte es la Palabra de Dios y su sencillez. Primero que todo la Palabra vivida. A menudo uno se queda en la lectura, en entender mejor la Palabra, en descubrir los detalles... Eso está bien, pero si no nos ayuda a vivirla, ¡nos quedamos por la mitad del camino! Entonces ese aspecto, que parecería obvio —Jesús dijo “Quien escucha mi palabra y no la pone en práctica...” etc.— me pareció muy enriquecedor. Y esto yo lo veo en particular en los muchachos de la Fazenda: toman la Palabra de Vida y hacen realmente el esfuerzo de vivirla, y de contarse sus vivencias. 
Después, impacta el enfoque de Jesús Abandonado. En este tiempo en el que hablamos del encuentro con Jesucristo vivo... bueno, Jesucristo también está en el hombre abandonado de hoy. Y uno empieza a mirar de otra forma y a leer desde otra perspectiva la misma Palabra. Es un aspecto muy vigente y muy encarnado. Nos saca de una espiritualidad que podría quedarse en lo lindo, pero no aterrizar en el sufrimiento y en la realidad de muchas personas de hoy. 
Luego, la unidad. Me sentí muy muy identificado. La oración de Jesús “que todos sean uno”, es el anhelo de un obispo, y el anhelo del corazón de Jesús, el construir comunión. 
Y el movimiento aporta la apertura. La unidad va más allá de buscar la comunión dentro de la comunidad, sino que se busca extenderla, agrandarla, y es para esto también que vino Jesús, para llamarnos a todos a esa unión con el Padre. 
Entre otras cosas, se recordó el episodio de los primeros tiempos del movimiento, cuando Chiara y sus primeras compañeras, en medio de la destrucción de la guerra, de los bombardeos, se guarecían en los refugios llevándose tan solo el Evangelio en la mano. Eso me hizo recordar un hecho de hace años en Bella Unión, donde los cristianos estaban en medio del conflicto “con una flor”, decían algunos. Escuchando ese relato, me surgía corregir esa expresión: no es con una flor, es con la Palabra. Frente al conflicto, a la división, al enfrentamiento, sí, estamos en el medio de la batalla con la Palabra que nos guía, nos inspira, nos anima. Estas son algunas de las cosas que he guardado como un pequeño tesoro de ese encuentro. El año próximo se harán encuentros regionales, y espero poder participar nuevamente.

-A la luz de la experiencia que vivió allí, ¿le parece que hay elementos de la espiritualidad de la unidad que a su entender pueden ser de provecho para la vida eclesial, de un sacerdote, de un obispo?
Yo creo claramente que sí. La Palabra vivida obviamente es para todo cristiano, y es fundamental. Como obispo, es fundamental el tema de la unidad. Cuando explico a la gente la misión del obispo, digo que es el que trata de ayudar a vivir la comunión en la diócesis, y la comunión para la misión. Y en la misión, de ayudar al acercamiento, a superar los conflictos, a un mayor entendimiento.

viernes, 8 de junio de 2012

Visita a la Capilla Santa Catalina de Siena (Parroquia Catedral)


Acompañado por el Párroco de la Catedral, P. Jairo, Mons. Heriberto visitó hoy la Capilla Santa Catalina de Siena, en Pallero, a pocos kilómetros de la ciudad de Melo, pero ya en medio del campo. El Obispo celebró la Eucaristía y compartió un chocolate y pasteles con la comunidad.
La Capilla fue edificada en tiempos del P. Javier Mori, sacerdote de la Diócesis de Brescia que fue durante años Párroco de la Catedral.

Mons. Heriberto presenta en las Parroquias el Año de la Fe


Mons. Heriberto está recorriendo las Parroquias de nuestra Diócesis, presentando la Carta Porta Fidei (La Puerta de la Fe) del Papa Benedicto XVI, en la que el Santo Padre convoca a celebrar el Año de la Fe, a partir del 11 de octubre de 2012 hasta la Solemnidad de Cristo Rey en 2013.
El 11 de octubre se cumplen los 50 años de la apertura del Concilio Vaticano II, los 20 años de la publicaciòn del Catecismo de la Iglesia Catòlica y se inicia la asamblea del Sínodo de los Obispos sobre La Nueva Evangelización para la Trasmisión de la Fe Cristiana.
Sobre estos acontecimientos y diversos aspectos del contenido de la Carta del Santo Padre tratan las charlas de nuestro Obispo, que ya ha recorrido las parroquias de Santa Clara de Olimar, Tupambaé, Fraile Muerto, Santo Domingo Savio (Capilla Santa Cruz), Cristo Rey (Aceguá y Noblía), Río Branco y pronto estará en Charqueada y Vergara, para continuar luego con las demás comunidades de la Diócesis.

domingo, 3 de junio de 2012

Jornada de Animadores de Comunidades Eclesiales de Base y Pastoral Juvenil







Más fotos en facebook

Más de 50 animadores de grupos de Pastoral Juvenil y de Comunidades Eclesiales de Base de 13 de las 16 parroquias de la Diócesis de Melo se reunieron hoy en la Casa de Ejercicios.

El encuentro fue convocado por la Vicaría Pastoral, bajo el lema "Desafiados por el Espíritu, relanzamos nuestras acciones" y se proponía como objetivos
  • Conocer la realidad diocesana de las CEBs y pequeñas comunidades y de la Pastoral Juvenil.
  • Compartir los desafíos que nos plantean estos nuevos tiempos tanto en el ámbito de las CEBs y pequeñas comunidades como en la Pastoral Juvenil.
  • Generar espacios de comunión y participación que fortalezcan la vida en pequeñas comunidades y la pastoral juvenil.
  • Celebrar y orar juntos la alegría del llamado de ser discípulos misioneros.
De los datos que se recogieron en la reuniòn surge que, en las parroquias presentes hay 50 CEBs o Grupos Bìblicos y 24 grupos de Preadolescentes, Adolescentes y Jòvenes.

Con la coordinaciòn del Vicario Pastoral, P. Luis Arturo y con la presencia de Mons. Heriberto, la reuniòn se fue realizando en una serie de trabajos en grupos y plenarios, en los que el elemento comùn a los dos sectores pastorales fue la búsqueda de los caminos de revitalización y relanzamiento de las dos expresiones de vida comunitaria.

La idea de reunir conjuntamente a los animadores de dos realidades pastorales diferentes y alejadas en edad, parecìa responder sobre todo a un motivo práctico de agenda... no obstante, la dinámica de trabajo dio espacios propios a unos y a otros y tambièn la oportunidad de escucharse y conocerse en los momentos de plenario.

Para algunos jòvenes, las CEBs fueron un descubrimiento; para los integrantes de las CEBs fue estimulante ver la presencia de las nuevas generaciones.

En la Eucaristìa, Mons. Heriberto, basándose en el texto del Evangelio segùn San Mateo (solemnidad de la Ascensión) subrayó la promesa de Jesùs al enviar a sus discípulos: "Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo" como palabra que nos anima en la misión.