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sábado, 3 de noviembre de 2012

Mons. del Castillo pide ayuda para Santiago de Cuba devastada por el huracán Sandy



En estos días asistimos con estupor a las imágenes emitidas en los informativos de TV que dan cuenta de la tremenda ferocidad del huracán Sandy  en su paso por New York y otras ciudades norteamericanas. Sin embargo, poco se dice actualmente de las secuelas que ha dejado el huracán al atravesar Santiago de Cuba (Cuba) y Haití, países que no cuentan con la infraestructura y el dinero de EE.UU. para emprender la reconstrucción.
Mons. Luis del Castillo, Obispo emérito de Melo, quien se encuentra como misionero desde hace dos años en Santiago de Cuba, ha dado señales de vida desde el único lugar de la ciudad que cuenta aún con internet y pide ayuda para dar respuesta a los problemas más urgentes de la población y la reconstrucción y refacción de las Iglesias que han quedado verdaderamente en ruinas.

Las donaciones en dinero podrán hacerse a la cuenta en dólares del Banco Comercial- Caja de Ahorros N° 006 – 0239212700 a nombre de Serapio Luis del Castillo.


Compartimos el texto del mensaje enviado por Mons. Luis del Castillo


“Santiago está totalmente destruida. Todos los techos de tejas o de chapas volados. Templos destruidos. Todos los árboles arrancados de cuajo, caídos sobre las casas o atravesando todas las calles. No hay energía eléctrica ni teléfonos. Escasea el agua y las posibilidades de cocinar. Faltan alimentos. No hay refrigeradores para conservarlos.
Cuadrillas de otras provincias trabajan para restablecer lo que se pueda.
El ánimo de la gente es increíble. La frase mas escuchada: ‘¡estamos vivos!’
Les escribo desde el hotel Meliá, el único lugar en la ciudad con internet.
Vamos a visitar a todos los exalumnos jesuitas del Colegio Dolores para conocer las necesidades más urgentes. Pensamos organizar una ayuda de emergencia en alimentos y medicinas. Más tarde nos ocuparemos de los techos y las paredes.
Enviaré fotos de como quedó el techo de nuestra paroquia en Vista Alegre. De la iglesia vecina de Sueño quedó sólo la pared del fondo con el crucifijo. De las otras parroquias que atendemos en San Vicente, de madera, todo quedó en el piso. De El Cristo volaron todas las tejas. El Caney perdió el techo.
Es el momento de la solidaridad y la reconstrucción.
En casa alojamos dos familias de casas totalmente destruidas.
Los vecinos se ayudan para remover escombros, recuperar chapas y tapar lo que se pueda”.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Crónicas de un Oriental desde el Oriente cubano (9)

El Obispo emérito de Melo, Mons. Luis del Castillo, que hace ya dos años se encuentra de misión en una comunidad jesuita de Santiago de Cuba, ha retomado sus crónicas en las que comparte algunas noticias de su vida y misión en Cuba.
 
Cambios en la comunidad
El padre Jorge Machín, el jesuita cubano, pasó a integrar una comunidad nueva en la Diócesis de Matanzas. Animará un Centro de Espiritualidad en la localidad de Colón.
Regresó el catalán Joan Rovira y se incorpora el dominicano Francisco Escolástico. 

Un nuevo servicio pastoral
Al redistribuir los ministerios me corresponde ahora animar las comunidades semi rurales de El Cristo y San Vicente.
El templo del Valle de San Vicente, construido en 1908, es una joyita enteramente de madera que figura con foto en la enciclopedia Tesoro de la Juventud. A un costado, un terreno baldío a modo de plaza, congrega a la muchachada para escuchar reguetón,  tomar ron y cerveza. Pero el sábado a las cuatro de la tarde para la música por respeto a la primera campanada que convoca para la misa. Terminado el canto final reanudan los parlantes con música grabada a todo volumen.
Hace poco variamos la programación sabatina con música religiosa en vivo que ofreció el coro de estudiantes extranjeros de nuestra parroquia de Vista Alegre. La vitalidad de los jóvenes mayoritariamente haitianos y africanos impactó al vecindario. Fueron despedidos a los gritos de “¡vuelvan!”

Clases de Filosofía
Después de cincuenta años me reencuentro con Descartes, Kant y Hegel. En Santiago funciona un Seminario regional que dirigen los Operarios Diocesanos. Por acuerdo con una universidad de la República Dominicana los seminaristas pueden obtener la Licenciatura en Filosofía. Para la Teología van al Seminario de La Habana. Los jesuitas completamos la nómina de profesores licenciados. Este próximo semestre tendré que volver a estudiar la Historia de la Filosofía Moderna.

Apoyando los cambios en la economía
Los cursos para pequeños empresarios por cuenta propia ya preparan la tercera edición en nuestra parroquia. También a fin de mes comienza un curso de especialización en creación y dirección de empresas, ofrecido conjuntamente por profesores españoles de la Universidad Católica de Murcia y cubanos del Instituto Pérez Serantes de la Arquidiócesis de Santiago. Se ofrece a candidatos que tengan título universitario.
Para la Fiesta del Caribe, evento anual santiaguero, vino una delegación de 17 uruguayos, casi todos de Las Piedras. Cantaron tango, bailaron candombe, pintaron un mural alusivo que adorna un mercado céntrico, explicaron la religiosidad afrouruguaya y proyectaron un futuro intercambio cultural, futbolístico, granjero y enológico entre Canelones y Santiago.

sábado, 24 de marzo de 2012

Entrevista a Mons. Luis del Castillo en diario El País de Montevideo: "La Virgen ha movilizado a toda Cuba"

Nuestra Señora de la Caridad del Cobre,
patrona de Cuba

Nacional

"La Virgen ha movilizado a toda Cuba"

Mons. Luis del Castillo

Obispo emérito de Melo, Luis del Castillo reside desde 2010 en Santiago de Cuba, formando parte de una comunidad Jesuita que tiene a su cargo la Parroquia Sagrada Familia de esa ciudad. Ante la llegada del Papa Benedicto XVI, el próximo lunes, El País dialogó con él acerca de las relaciones de la Iglesia con el gobierno, del proceso de apertura religiosa que ha vivido la isla desde la visita de Juan Pablo II en 1998 y de las expectativas de la población. El viaje del Papa se produce en el marco de las celebraciones por los 400 años del hallazgo, en las aguas de la Bahía de Nipe, de la imagen de la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba.

JOSÉ L. AGUIAR



 
-¿Cómo fue que llegó a Cuba?
-Después de la visita del Papa Juan Pablo II yo me había ofrecido para venir aquí. Ya entonces veía la necesidad de ejercer una misión en Cuba. Para expresarlo en cifras, Cuba tiene 300 sacerdotes, de los cuales 150 son extranjeros, para 11 millones largos de personas. En Uruguay tenemos 500 sacerdotes, la inmensa mayoría uruguayos.

-¿Se forman seminaristas en la isla?
-Hay un seminario con 58 seminaristas mayores en La Habana y otro aquí en Santiago hasta la mitad de la formación. O sea que seminario hay, vocaciones hay, y en proporción no está demasiado mal. En uruguay tenemos 35 seminaristas, acá hay 58 sólo en La Habana.

-Un momento saliente en la historia de la Iglesia en Cuba fue la visita de Juan Pablo II en 1998. El lunes llega Benedicto XVI. ¿Qué diferencias aprecia entre estas dos visitas?
-Hay una diferencia en la situación del país y del mundo, y otra en cuanto a la vida de la Iglesia en Cuba. En el 98 se estaba al final de lo que aquí se llamó el "período especial", producido por la caída de la Unión Soviética. A fines del año pasado el Congreso del Partido Comunista estableció una serie de pautas de ajuste en la economía que están generando expectativas en la gente. En el contexto interno de la Iglesia, esta es la visita de un peregrino en el Jubileo de los 400 años del hallazgo, en las aguas de la Bahía de Nipe, de la Virgen de la Caridad que es la Patrona de Cuba. A lo largo del año pasado, desde el 8 de septiembre de 2010 hasta el 30 de diciembre de 2011, la imagen de la Virgen recorrió la isla pueblo por pueblo, rincón por rincón, produciendo una respuesta inimaginable en otros contextos, no sólo en los católicos sino en toda la población, incluyendo gente que se manifiesta atea o que concurre a otras iglesias o a cultos de origen afrocubano. Todos se volcaron a la calle al paso de la Virgen. La presencia del papa tiene que ver con esa movilización de la población entera de la isla en relación con la Virgen de la Caridad, que toca el corazón de todos los cubanos, independientemente de sus creencias.

-¿Advierte en Cuba una devoción popular más acentuada que en Uruguay?
-Sí, muchísimo más fuerte, sin lugar a dudas. Todos los miércoles voy al santuario de la Virgen de la Caridad, que queda a unos 20 kilómetros de la parroquia de Santiago, en el poblado de El Cobre. A ese santuario llegan a diario, en días de semana, más de mil personas. Los fines de semana se desborda completamente. Uno ve a simple vista la variedad de creencias de la gente que se acerca a ponerle una vela a la imagen o un ramo de flores. Yo encuentro en la población cubana una relación con la Virgen de la Caridad que no conocemos en Uruguay en relación con la Virgen de los 33, o con la Virgen del Verdún, veneradas por miles de fieles pero todos identificados con la Iglesia.

-¿Qué expectativas hay en la población respecto a esta visita del papa?
-En estos tiempos de incertidumbre, por el contexto global de la economía y los conflictos que se ven en África y Medio Oriente, sin duda que hay una expectativa de la trascendencia de esta visita de Benedicto XVI. Uno de los desafíos del país en este momento es la reconciliación de puertas adentro, pero también con respecto a los cubanos que viven en el exterior, que son muy numerosos. En el último año han estado viniendo al santuario cubanos de otros países, sobre todo de Estados Unidos, de Canadá y también de Europa. Hoy se están acercando a la Iglesia personas que habían mantenido en reserva o escondida su fe. Por eso, es necesario que haya reconciliación entre cristianos de hoy y de ayer, entre cubanos de una tendencia y de otra dentro del país, y entre cubanos emigrados y los que viven en la isla. Se espera que esta presencia del papa ayude a dar una respuesta a ese desafío de reconciliación.

-La llegada de Juan Pablo II marcó un punto de inflexión en la relación del gobierno cubano con la Iglesia, y de la Iglesia con la población. ¿Qué progresos puede destacar de esas relaciones y de la influencia de la Iglesia en Cuba?
-En este momento estamos en un contexto bien distinto. Usted leyó el discurso de Raúl Castro (ver aparte). Esa es una posición oficial y pública de las máximas autoridades del gobierno con respecto a la práctica religiosa, que no ha sido tal en el transcurso de la revolución. Pero al leer ese discurso, uno se da cuenta que esa posición de las autoridades no es la misma en otras jerarquías de la administración.

-¿Mantienen los obispos contacto con Fidel Castro? ¿Ha requerido los servicios o el consejo de la Iglesia?
-Con Fidel Castro no sé que haya un contacto. Puede ser que exista, pero no es público. Lo que sí es público es el diálogo entre Raúl Castro y la Conferencia Episcopal. Esto no sólo se manifestó el otro año, con motivo de la negociación por la liberación de los presos políticos, sino que se mantiene habitualmente. No sólo con la Iglesia Católica. Raúl Castro ha participado de reuniones en una sinagoga en La Habana y se ha acercado a distintos grupos religiosos…

-Además de los católicos, ¿hay otras comunidades religiosas que desarrollen cultos o actividades misioneras?
-Aquí hay muchos grupos. Hay evangélicos, pentecostales, anglicanos, ortodoxos, judíos, y también santeros. Pero la única organización religiosa que cubre toda la isla es la Iglesia Católica, que tiene presencia hasta en las zonas rurales. Los otros grupos están más dispersos.

-¿Cómo describiría la religiosidad en Cuba, un país institucionalmente no creyente?

Como usted sabe, en 1998, el Estado cubano cambió en la Constitución la definición de "Estado ateo" a "Estado laico". Eso fue significativo. También se autorizó la celebración de la Navidad, que hasta ese momento estaba prohibida. Para llegar a este último discurso de Raúl Castro, en agosto del año pasado, hubo todo un proceso de sensibilización, de apertura, de comprensión de que la práctica religiosa no es antagónica con la revolución. Eso, ciertamente, ha facilitado que mucha gente comenzara a manifestar su creencia.

-¿La Iglesia participa en conversaciones con el gobierno cubano para intentar mejorar la condición de la población, de los disidentes, los presos políticos y los fieles cristianos?
-Eso, de un tiempo a esta parte, es asiduo. No hay agenda fija pero hay encuentros bastante largos, de varias horas, con Raúl Castro y con la responsable de la relación con instituciones religiosas del Partido Comunista.

-¿Y en esos encuentros se tocan temas de carácter religioso, político, social?
-La agenda es abierta, pero no es pública.

-¿Visitan los sacerdotes las cárceles con periodicidad, tanto a presos comunes como a presos políticos?
-Los sacerdotes cubanos pueden visitar las cárceles; los extranjeros, no.

-¿Mantiene contacto la Iglesia con la disidencia?
-Formalmente no, pero los disidentes se mueven con relativa libertad y tienen contactos con miembros de la Iglesia. El tema en este momento me recuerda algo que sucedía en Uruguay hace como 20 años (yo era Obispo Auxiliar de Montevideo), cuando varios sindicatos ocuparon sucesivamente la Catedral. Con motivo de la visita del papa, con la prensa mundial prestando atención, también los disidentes han intentado ocupar iglesias. Evidentemente, no es el camino para dialogar con la Iglesia ni para que el papa cambie su discurso.
 
 
MISIONERO EN CUBA
PERFIL Nombre: Luis del Castillo.
Nació: Montevideo.
Edad: 80 años.
Otros datos: Fue ordenado sacerdote el 30 de julio de 1966. Obispo Auxiliar de Montevideo (1988) y Obispo de Melo (1999-2009), Luis del Castillo reside desde hace un año y medio en Santiago de Cuba, como misionero en la Parroquia Sagrada Familia, y afirma que se quedará allí `hasta que la salud aguante`. Al cumplir 75 años presentó renuncia al ministerio en la Diócesis de Melo y se reintegró a su congregación jesuita.


viernes, 23 de marzo de 2012

Mons. Luis del Castillo representará a los Obispos uruguayos en la visita del Papa a Cuba

Mons. Luis del Castillo SJ, Obispo emérito de Melo, Uruguay
ordenando sacerdote a un salesiano en Santiago de Cuba
el 14 de mayo del año pasado.
Esta mañana el Papa Benedicto XVI partió desde Roma rumbo a México para realizar su visita pastoral a ese país y a Cuba. El Santo Padre, que cumplirá 85 años el próximo 16 de abril, permanecerá en América Latina hasta el 28 de marzo.
En México, la celebración principal será el domingo 25, en León, elegido por su situación geográfica central, lo que facilita la participación de los católicos de todo México; por haber sido uno de los lugares al que no llegara Juan Pablo II y por ser uno de los lugares de mayor concentración de católicos en un país de por sí muy religioso.
La visita a Cuba se iniciará el lunes 26, en Santiago de Cuba. A las 17:30, en la Plaza Antonio Maceo el Papa celebrará la Santa Misa con ocasión del 400° aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre. El martes visitará el Santuario de la Virgen de la Caridad y el miércoles culminará la visita en La Habana con la celebración de la Santa Misa en la Plaza de la Revolución.
Mons. Luis del Castillo SJ, Obispo emérito de Melo, Uruguay, se encuentra desde 2010 en Santiago de Cuba, formando parte de una comunidad Jesuita que tiene a su cargo la Parroquia Sagrada Familia de esa ciudad.
A pedido de Mons. Carlos Collazzi, presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay, Mons. del Castillo representará a los Obispos uruguayos durante la visita papal a la isla.

lunes, 9 de enero de 2012

Crónicas Orientales: de un Oriental en el Oriente Cubano (8)


Algunas noticias desde la Parroquia de la Sagrada Familia en Santiago de Cuba

Como en Uruguay, la celebración de Navidad y año nuevo en Cuba se centra en el encuentro de las familias alrededor de una cena. Se cierran las avenidas con quioscos de bebidas y comidas al paso y los jóvenes salen a bailar; pero el eje de la fiesta está en la familia.
En la Parroquia hemos tenido diversas actividades festivas con representaciones por parte de los adolescentes y los jóvenes, y bailes de los niños de la catequesis junto con las abuelas. Ha habido cantos y pesebres vivientes en el salón parroquial. En la actualización del Nacimiento, una famila contemporánea recreaba las peripecias de María y José. El que hacía de papá vestía camiseta del club local de beisbol y las posadas que no tenían lugar para María eran los policlínicos de la ciudad. Por último el 29 de diciembre invitamos a las parroquias vecinas a un concierto espléndido de villancicos (cubanos, españoles, franceses y alemanes) que nos ofreció en el templo el Orfeón Santiago, un coro de nivel internacional.
Diversos grupos ocupan el amplio salón parroquial. La pastoral juvenil diocesana y los matrimonios realizaron aquí sus jornadas navideñas. Caritas diocesana también su asamblea y su retiro de Adviento. Tres de los diáconos permanentes de la diócesis, junto con sus esposas, hijos y nietos celebraron aquí su fiesta anual.
Todas las semanas apoyamos a las zonas misioneras de la diócesis en numerosas “casas misión” tanto en los suburbios como en campaña. Unos días antes de Navidad las Religiosas Catequistas Sopeña organizaron una misión especial en la zona de Guamá, donde hay muchas de estas pequeñas comunidades que, a lo largo del año sólo celebran la eucaristía por Navidad y por Pascua. A las 7 a.m. montábamos en un camión unas 40 personas (8 sacerdotes, 2 religiosas y laicos, mujeres y hombres, jóvenes y adultos), que fuimos quedándonos en distintos pueblos por los 80 kilómetros de camino irregular (Calentura, Chivirico, Papayo, Ubero, etc.). En equipos de tres o cuatro personas fuimos visitando más de una docena de poblados, celebrando la eucaristía de Navidad en cada uno de ellos y festejando con la comunidad respectiva lo que hubieran preparado. Hubo representaciones navideñas y villancicos. Dormimos con alguna de las familias de los caseríos y a primeras horas de la mañana retomamos el camión para retornar a Santiago, al trabajo de cada uno. Este excelente equipo de laicos sale a misionar por esa zona cada domingo a lo largo del año, salvo los meses de Julio y Agosto. Los sacerdotes participamos siempre que podemos.
En los últimos días los televidentes cubanos se han sorprendido de ver presentaciones de programas religiosos en uno de los cinco canales que se pueden sintonizar acá. Para Navidad el mensaje del Arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal desde el Santuario de El Cobre. Luego, la audiencia del Papa en la plaza de San Pedro. El pasado viernes, 30 de Diciembre, la eucaristía concelebrada cerca del puerto de La Habana por todos los obispos y muchísimos fieles con motivo de la despedida de la imagen peregrina de Nuestra Señora de la Caridad, después de haber recorrido todo el país localidad por localidad.
El sábado, 7 de Enero, la concelebración en el Santuario de El Cobre, como inauguración del Año Jubilar Mariano, en la que estuvieron presentes todos los obispos cubanos y muchos sacerdotes y fieles de toda la nación. Esta comunicación inédita permite ahora participar de un evento religioso a gran parte del pueblo cubano.
Si, además, tenemos presente la visita que realizará Benedicto XVI a finales de Marzo a Cuba (El Cobre, Santiago y La Habana), tenemos muchos motivos para dar gracias a Dios al comienzo de este nuevo año.

En Santiago, a 9 de enero de 2012.

martes, 6 de septiembre de 2011

Crónicas Orientales 7 - de un oriental en el oriente cubano

Congas en las calles de Santiago de Cuba



Los carnavales 
En plural porque cada pueblo tiene el suyo, casi siempre coincidiendo con la fiesta litúrgica del Patrono del pueblo. En Santiago alrededor del 25 de julio, en San Joaquín en agosto, etc. La calle central del pueblo se cierra al tránsito y se llena de quioscos para venta de “bocadillos” (pequeños refuerzos), cerveza y ron. Desfilan carros alegóricos y conjuntos típicos barriales equivalentes a nuestras comparsas. Los más comunes llamados “congas” en las que prevalecen los sonidos metálicos sobre el repique de los tambores. Los vecinos siguen y alientan a “su” conga desde los ensayos previos por las calles.

San Pedrito 
Un barrio popular de Santiago lleva el nombre de la iglesia. (Nadie me ha sabido explicar el porqué del diminutivo). El 29 de junio, fiesta de San Pedro, la conga del barrio se acercó al templo para pedir la bendición del párroco. Para la ceremonia sacamos a la vereda la imagen del santo, de tamaño más que natural. Los integrantes de la conga de San Pedrito con sus atuendos y tocando sus instrumentos llenaron la cuadra con cantidad de vecinos. Luego de lecturas bíblicas y oración, el obispo uruguayo bendijo a cada uno y luego a toda la concurrencia. Al terminar se fueron con su música y el entusiasmo de los seguidores.

Misa en el local de la Conga 
El templo parroquial, todo de madera apolillada, está en peligro de derrumbe. Excepcionalmente las autoridades de la Conga San Pedrito cedieron su espacio llamado “foco cultural”, donde se reúnen y ensayan, para celebrar la fiesta patronal. En un espacio equivalente a la capilla, como un teatro de barrio, cerrado pero sin techo, transformamos el tablado en templo al aire libre. La imponente imagen de San Pedro presidía el escenario. Se trajeron sillas y bancos de la capilla y un órgano electrónico de otra comunidad. Desde el portón, algunos vecinos miraban con curiosidad respetuosa la numerosa celebración. El sistema de amplificación del escenario hizo resonar por primera vez en el barrio oraciones, homilía y cánticos religiosos.

viernes, 5 de agosto de 2011

Crónicas Orientales 6 - de un oriental en el oriente cubano


La Pascua del “obispo valiente, del obispo santo”.

Con estas palabras del sepelio de su predecesor se recuerda a Mons. Pedro Meurice, Arzobispo Emérito de Santiago de Cuba, fallecido la semana pasada en Miami. Al funeral celebrado el domingo 31 en la Catedral de Santiago concurrieron todos los obispos de Cuba y los Arzobispos de Miami y de San Juan de Puerto Rico. Una muchedumbre que llenó varias cuadras acompañó a pie la procesión de más de dos quilómetros hasta el cementerio.
Las expresiones de pesar y de cariño manifestaron las múltiples facetas de un pastor cercano, sencillo y firme en la manifestación de sus convicciones. Todos recuerdan sus palabras de bienvenida a Juan Pablo II en 1998.
En particular un párroco destacó así su compromiso con la unión de todos los cubanos: “Dentro de unas horas el cadáver de Monseñor Meurice trazará un arco en los cielos del Estrecho de la Florida que geográficamente nos separa, enlazando Miami con Santiago de Cuba. ¿Acaso nuestra pertinaz
ceguera, nuestros corazones endurecidos, nos impedirían interpretar su vuelo repatriador como arcoiris de esperanza que quiere iluminar el horizonte del pueblo que sufre, vive y espera aquí y también sufre,
vive y espera allá fuera, urgiéndonos a seguir buscando y trabajando incansable y responsablemente por la reconciliación y la unidad de todos los cubanos, no como fruto de la uniformidad sino de un alma
común y compartida a partir de la diversidad? ¿No sería este esperanzador empeño el mejor homenaje póstumo a nuestro pastor bueno, tal vez el único que desearía recibir desde la otra orilla?
Por tu fidelidad a Dios, a la Iglesia y a Cuba, y por tu inmensa generosidad: nuestra infinita gratitud, padre Meurice.
Marana Thá. ¡Ven, Señor Jesús!”

P. Jorge Catasús Fernández

viernes, 29 de abril de 2011

Crónicas Orientales 5 (de un oriental en el Oriente Cubano)

Sumándose al regreso de Mons. Roberto, nos llegan tambien noticias de nuestro segundo obispo emérito, Mons. Luis.

La Pascua
 
La Semana Santa en Cuba no fue de Turismo, fue de Congreso. El 6° Congreso del Partido Comunista Cubano centró la atención de los Medios antes y después, con sugestivas propuestas para ajustes en la economía del país. Sin embargo la TV también pasó en directo el Via Crucis del Coliseo y el saludo de Pascua del Papa en San Pedro. Las escuelas y liceos tuvieron libre toda la semana. La Parroquia estuvo colmada (unos 500 fieles) sobre todo para el Domingo de Ramos, la Vigilia y el domingo de Pascua.
 
Una costumbre original marca el Viernes Santo. A medida que los fieles se acercan a adorar la cruz van depositando flores en la mesa que la sostiene. Al final de la procesión el crucifijo queda totalmente cubierto de flores. También el monumento del Jueves Santo apenas se vislumbra detrás de ramos y más ramos de todo tipo de flores. No deja de sorprenderme la calidad del coro. (Están ensayando las letanías compuestas por nuestro Jorge Martínez S.D.B., que me llegaron por DHL)
El domingo de tarde concelebramos con el Arzobispo en la Catedral.
 
La pastoral del dominó
 
En todos los rincones de los barrios, los vecinos arman mesitas para jugar al dominó. Es el equivalente de nuestro truco. Se juega por parejas y con todo tipo de señas, pero a los gritos. Como parte del deporte, los compañeros discuten violentamente cada jugada. Los más veteranos, con mayor moderación. Bajo el alumbrado delante de la iglesia hay dominó casi todas las tardes y noches. Las señoras conversan en las puertas y los niños juegan con mangueras en el calor de  la calle. Algún domingo los vecinos ponen en común en una gran olla, algo de verdura, pollo y cerdo, para algo llamado "caldosa" que se cocina a fuego abierto en la vereda. Desde que llegué me he unido al grupo de hombres para que me vayan enseñando las señas. Esto ha generado muy buena relación con los vecinos que respetaron religiosamente el silencio mientras se desarrollaban las ceremonias dentro del templo.

Cubanos jugando al dominó.
 
Los conciertos
 
El antiguo Colegio Dolores de los Jesuitas es hoy un preunivesitario. En cambio el templo se ha convertido en la mejor sala de conciertos de la ciudad. Un párroco cubano, compositor y guitarrista, vinculado a los círculos culturales de Santiago nos ofreció entradas para excelentes conciertos. Para el examen de Maestría en Dirección de Orquesta una joven santiaguera eligió obras de Dvorak, un compositor local y un sorprendente Gloria de un inglés contemporáneo. Se destacó el coro polifónico y el órgano. Inmediatamente pensé en invitar a Cristina García Banegas para que se luzca acá. En otra ocasión disfrutamos la 6a. Sinfonía de Beethoven y hace poco la Alliance Française organizó un festival en el que sus alumnos interpretaron canciones francesas con gran calidad.
 
El jeep
 
Mediante trámite administrativo, sin nuevos exámenes, obtuve la reválida de mi libreta de conducir de Melo. La comunidad dispone de un Jeep del '50 como el que usé para aprender a manejar hace 60 años. Con unos cuantos arreglos nos sirve para recorrer la extensa parroquia en sus cuatro sedes. También para las visitas a las "casas de misión" de la periferia. Hay dos parroquias más rurales que se extienden unos cincuenta quilómetros al este de Santiago y más de cien al oeste. En cuarenta centros misionales de cada lado, grupos de misioneros laicos y religiosas ofrecen semanalmente celebraciones de la palabra y catequesis. Nosotros vamos rotando para los sacramentos según nuestras posibilidades para apoyar a los respectivos párrocos, sacerdotes diocesanos cubanos.

martes, 1 de marzo de 2011

La situación de la Iglesia en Cuba

Virgen de la Caridad del Cobre,
Patrona de Cuba
 Desde el año pasado, el segundo Obispo emérito de Melo, Mons. Luis del Castillo SJ, se encuentra en Cuba, ejerciendo el ministerio sacerdotal en una parroquia confiada a la Compañía de Jesús en Santiago de Cuba. Periódicamente Mons. Luis nos hace llegar sus crónicas, que nos acercan a la realidad cotidiana de la vida de la Iglesia en Cuba. Es por eso que pienso que puede ser de especial interés para los lectores de nuestra Diócesis este pasaje de una conferencia que pronunció el 20 de febrero el cardenal Jaime Ortega Alamino, arzobispo de La Habana. El texto completo de la conferencia puede leerse en esta página de ZENIT.

El Cardenal viene hablando de la naturaleza de la Iglesia, como premisa para "comprender la actuación de los pastores de la Iglesia en la conducción del rebaño del Señor en Cuba durante estos más de 50 años", es decir, los 52 años de la Revolución Cubana.
A continuación presenta las diferentes etapas vividas por la Iglesia en esos años.

Primera:
Una fácil aceptación del triunfo revolucionario por encontrar en él valores cristianos. Esto por parte de jerarquía y pueblo en general.
Rápidamente después (al año del triunfo), comienza un tiempo de fuerte confrontación: presencia de sacerdotes en la invasión de Bahía de Cochinos, expulsión de sacerdotes, cierre de las escuelas católicas, partida de muchas religiosas y religiosos que abandonaron sus obras ante el temor a que perdieron sus obras, ataques a las iglesias por parte de los grupos exaltados, etc. Este momento, con su impacto negativo en los fieles católicos, marcó la memoria de un sinnúmero de personas mayores que residen ahora en Cuba o que viven fuera del país. Esta huella es difícil de ser borrada, sobre todo para quienes emigraron y no vivieron la evolución posterior.
Actitud de los obispos en este primer momento: expresar su queja y su dolor y pedir a los cristianos firmeza en la fe y lealtad a la Iglesia.
La Iglesia como organización quedó disminuida y sin medios para comunicar con el pueblo y con los fieles.
Segunda etapa:
Terminada aquella primera confrontación clamorosa la comunidad cristiana vivió como una iglesia del silencio, con su memoria poblada de malos recuerdos y viendo las huellas del distanciamiento, y aún del desprecio, en muchos hermanos del pueblo cubano.
La actitud de la Iglesia en esta etapa fue la paciencia, la perseverancia y la prudencia. Durante esta etapa que se extiende desde 1962 en adelante hubo momentos de recrudecimiento de la confrontación. El año 1966 fue ocupado el Seminario Nacional de La Habana. Un sacerdote fue enviado a la cárcel, donde pasó 10 años; se crearon campos de trabajo a los cuales fueron llevados los hombres jóvenes de la Iglesia Católica y de otras iglesias y comunidades cristianas, incluyendo sacerdotes y ministros de culto de esas iglesias; se suspendieron los permisos de entrada de sacerdotes a Cuba, se exigió que sólo los padres podían llevar a sus niños a la catequesis. Este segundo asalto dejó a la Iglesia más aislada, más atemorizada. Era una Iglesia centrada en el culto, que predicaba a los cristianos jóvenes y adultos que dieran testimonio de su fe con su vida. Esta etapa que se extiende hasta los inicios de la década de los 80 se caracterizó por el testimonio admirable de los laicos: hombres y mujeres. No fueron pocos los que optaron por permanecer en Cuba a causa de su fe católica. No agradeceremos nunca suficientemente este testimonio laical, pues se dio en condiciones de estrechez material, de pobreza extrema, de discriminación en los trabajos y en los estudios, sobre todo universitarios. Hay que subrayar que este testimonio logró impactar muchos ambientes laborales y estudiantiles y fue uno de los principales factores para que la gente viera que la Iglesia no era dañina, que los miembros de la Iglesia eran fiables, que la Iglesia hacía el bien, que ayudaba al prójimo en sus dificultades, los escuchaba en sus angustias y problemas. 
Tercera etapa:
Con estos laicos comienza en 1981 el proceso de la Reflexión eclesial cubana, que culminó con el Encuentro Eclesial Cubano en 1986. Estos cinco años de reflexión en cada comunidad, en cada diócesis, con el Encuentro que los culminó, constituyeron una etapa decisiva  en la historia de la Iglesia en Cuba en todos los tiempos. En el período de estos 52 años en que nos hallamos hoy, la Iglesia considera el Encuentro Eclesial Cubano como un hito decisivo que divide este período en antes y después de ese encuentro.
Cuarta etapa:
Se inicia así un período que va, con sus altas y bajas, pero siempre en ritmo ascendente, desde 1986 hasta nuestros días. Un momento saliente y único también de este período en la historia de la Iglesia en Cuba fue la visita del Papa Juan Pablo II.
Esta visita pudo ser preparada gracias a las líneas de acción de la Iglesia en Cuba surgidas del Encuentro Eclesial Cubano: la Iglesia reunida en una gran Asamblea integrada por la Conferencia Episcopal en pleno, sacerdotes, religiosas y sobre todo laicos de todas las diócesis de Cuba reflexionó sobre la Iglesia en la Historia de Cuba, su papel en el surgimiento de la nacionalidad cubana, los prohombres, sacerdotes y laicos del siglo XIX, la Iglesia en la República, su resurgimiento después de  las guerras de Independencia, y la Iglesia del período revolucionario, la Iglesia en relación con la fe popular, con la cultura, etc. 
De una Iglesia temerosa, replegada sobre sí misma, centrada sólo en el culto, la propuesta del ENEC fue la de una Iglesia misionera, que debía salir a anunciar a Jesucristo, una Iglesia acogedora de quienes llegan, sean "revolucionarios" o no. Una Iglesia que ora, pero encarnada aquí, es decir que sabe que existe para nuestro pueblo y vive en nuestro pueblo y no se repliega. La actitud propia de esta época  es el diálogo. Debemos dialogar entre creyentes y no creyentes, entre la Iglesia y las autoridades, entre los católicos de Cuba y los que viven en el extranjero.
Con sus altas y bajas esta etapa de la vida de la Iglesia cambió su perspectiva y tiene su punto culminante de apertura y de diálogo con la visita de Juan Pablo II a Cuba. La Iglesia en Cuba, en esa visita, se dio a conocer al mundo, apareció en los medios nacionales de comunicación: prensa, radio y televisión. Los mismos cubanos captaron que había en Cuba una Iglesia viva y dinámica. Vino después la celebración de la Navidad como día de fiesta civil, comenzaron las visitas de sacerdotes, diáconos y religiosas a las cárceles, se conceden con facilidad los permisos para que sacerdotes y religiosas extranjeros vengan a trabajar en Cuba, para que los seminaristas o sacerdotes cubanos vayan a estudiar a Roma, España u otros países. Las publicaciones católicas tienen una buena difusión y aceptación por católicos y no católicos, se hace más fluido el diálogo entre la Iglesia y las autoridades, se extienden la manifestaciones públicas de la fe católica, etc. 

En el futuro inmediato en nuestro país se proyectan concretamente cambios fundamentales en la organización económica del Estado. Esto nos implica a todos, y la buena marcha de estas transformaciones no depende solamente de las autoridades nacionales, provinciales o municipales en sus decisiones, sino de la comprensión adecuada, por parte del pueblo, de las medidas que comienzan a tomarse, y de nuestra capacidad crítica para expresar claramente nuestras divergencias o señalar cuanto nos parezca que debe ser modificado. Esa es una de las importantes responsabilidades que los gobernados deben asumir ante Dios. La Iglesia tiene también una alta responsabilidad en estos esfuerzos, incluyendo la oración por la buena marcha de este proceso y el acompañamiento del pueblo durante el mismo.
La Iglesia en Cuba, en su acción pastoral, se ha propuesto que un trienio preparatorio anteceda la celebración, el próximo año 2012, de los 400 años del hallazgo y presencia de la Virgen de la Caridad en la historia y en la vida del pueblo cubano. Como parte de este programa, desde mediados del año 2010,   comenzó el recorrido misionero de la bendita imagen de la Virgen de la Caridad, conocida como la Mambisa, por todas las ciudades, pueblos, caseríos y campos del país. Es realmente conmovedor contemplar las imágenes de la acogida multitudinaria a la Virgen de la Caridad, tanto en ciudades, como en poblados y cruces de caminos en las provincias orientales.
Además del número extraordinario de personas, es la calidad espiritual de la acogida lo que nos impresiona, pues incluye a diferentes grupos humanos sin distinción de práctica religiosa o de militancia política. Hemos verificado así una parte importante del lema que preside este tiempo preparatorio: "La Caridad nos une". 
En noviembre del pasado año se hizo realidad el sueño de terminar la construcción de un nuevo seminario nacional en La Habana, donde se preparan al sacerdocio jóvenes de toda Cuba. Damos gracias a Dios que ha bendecido grandemente esta obra.
También el pasado año en el mes de abril,  habiendo solicitado la Conferencia de obispos de Cuba a las más altas autoridades del país un diálogo, ante todo sobre la situación de los 53 prisioneros del año 2003 que aún estaban en prisión, fue acogida nuestra gestión humanitaria de modo positivo. La Iglesia en Cuba se había interesado siempre por estos prisioneros y por otros de condiciones parecidas, pero el hecho novedoso y positivo fue que en esta ocasión recibimos una respuesta concreta a nuestros reclamos y el gobierno pidió la mediación de la Iglesia Católica con los familiares de esos presos. Comenzó así un proceso de mejoramiento de las condiciones de estos reclusos, que ha incluido finalmente la excarcelación de la mayoría de ellos para viajar con sus familias a España. Quedan de este grupo seis en prisión, de los cuales algunos desean viajar a los Estados Unidos y otros permanecer en Cuba. Existe la promesa clara y formal del gobierno cubano de que todos esos prisioneros serán puestos en libertad. Así lo he repetido en más de una ocasión y es un compromiso personal que tengo ante la opinión pública nacional e internacional. Tengo además la certeza moral de que próximamente serán puestos en libertad tanto esos prisioneros como otros de un  grupo mayor de reclusos sancionados por algún tipo de hecho relacionado con posturas o acciones políticas.

Ha tenido y tiene, pues, la Iglesia en Cuba una participación pública en la dimensión humanitaria y servicial de su acción pastoral que no había tenido en muchos años. Esto, como las expresiones públicas y comunitarias de fe y devoción religiosa, como la difusión de las  publicaciones católicas, constituye un modo muy positivo de afianzar la libertad religiosa, que se ha visto ampliada progresivamente en estos últimos años en nuestro país.
La libertad religiosa es siempre relevante en la vida de una nación. Explica el Santo Padre  la importancia de este derecho fundamental del hombre al decir que "en la libertad religiosa se expresa la especificidad de la persona humana, por la que puede ordenar la propia vida personal y social a Dios, a cuya luz se comprende plenamente la identidad, el sentido y el fin de la persona. Negar o limitar de manera arbitraria esa libertad, significa cultivar una visión reductiva de la persona humana. Oscurecer el papel público de la religión significa generar una sociedad injusta" (Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz 2010).

Procesión de la Virgen de la Caridad del Cobre,
en su visita a toda Cuba.
Cardenal Jaime Ortega: "Cuba para mí es mi patria"
Hablo desde la Iglesia, como un cercano colaborador del Santo Padre Benedicto XVI por mi condición de Cardenal. Amo a la Iglesia con todo mi corazón. Sufro sus miserias, me duele cuando la atacan, incluso si soy atacado en mi persona me duele por la Iglesia, no en primer lugar por mí.  Me regocijo de haber participado en la elección del Papa que tenemos, que ha sido  otro regalo del Señor para nuestro tiempo confundido, de gente floja, de pensamiento débil, de predomino  del color gris  en el paisaje humano de políticos y hombres de estado y pensadores y artistas. Y creo que nadie que no sienta pasión por la Iglesia puede hablar de ella sin errar o sin mentir. La verdad tiene que ver con el amor. El Logos es también amor: Deus caritas est. (Cf. primera encíclica del Papa Benedicto XVI). A mi pertenencia no sólo estructural, sino íntimamente cordial a la Iglesia, se une mi condición de cubano que vive en Cuba, que todo su ministerio sacerdotal y episcopal lo ha desarrollado en este país durante 47 años, cabalgando entre el siglo XX y el XXI, en el período de más de cincuenta años de esta historia que ha hecho de nuestro país un caso singular en este mundo. Un país que quiero con el alma. Nunca deseé vivir fuera de Cuba. Cuando a los dos años de ser sacerdote, fui llamado a campos de trabajo donde pasé ocho meses, no soñé en ese tiempo con irme de Cuba. Cuando me dieron de baja y llegué a mi casa, mi padre me esperaba con un viaje a España que él había conseguido para que fuera a vivir allí. Todo el que salía de aquellos campos tenía facilidades del gobierno para abandonar el país. Le dije a mi padre que no me iría, se entristeció porque estaba preocupado por mí y mi futuro. Pero yo no quería irme de Cuba. Cuba es para mí más  que la Cuba de Martí y Maceo, que la Cuba de Gerardo Machado, de Grau San Martín, de Batista, de Fidel o de Raúl. Cuba para mí es mi patria, tan mía que la siento en los olores del ambiente, en los cielos amenazantes de un ciclón, en las tardes dulces de su falso invierno, en el hablar de su gente, en su música. Tanto es así,  que a veces temo participar de esa arrogancia del cubano de todas partes, del de Cuba y del de fuera de Cuba de creernos los mejores. Quizás este rasgo negativo sea el que más nos une a los cubanos de aquí y de allá.
Todo esto para decirles que quien les va a hablar de la Iglesia en Cuba es un obispo cubano. 

lunes, 20 de diciembre de 2010

Crónicas Orientales 4 (De un oriental en el oriente cubano)

Iglesia Nuestra Señora del Rosario, Palma Soriano
Interior de la Iglesia
 Palma Soriano
¿Se imaginan una parroquia tan poblada como la Diócesis de Melo?
Palma Soriano, en una zona semi rural, es atendida por un solo sacerdote colombiano de la Diócesis de Manizales. Lo conocí en un Fin de Semana de Encuentro Matrimonial. Con el apoyo de un matrimonio también de Colombia se organizó para 18 parejas y varios sacerdotes y religiosas en la amplia casa de retiros al lado del Santuario Nacional de El Cobre. Como en muchos rincones del mundo la situación de la familia ocupó un lugar central en la última reunión del Consejo Pastoral Diocesano.

Visita de la Virgen del Cobre
Desde agosto hasta fin del año próximo la imagen de la patrona Virgen del Cobre está recorriendo el país, comunidad por comunidad. A su paso, bautizados, alejados, otros cristianos y curiosos varios, se agolpan en las capillas y casas de familia transformadas en casas de misión. El seguimiento a esta diversidad de personas plantea el reto fundamental a la pastoral.

La Cachimba
Extensas zonas de campaña sin templos son visitadas entre semana por religiosas acompañadas por algunos laicos de parroquias urbanas. En un jeep rojo del ’50, que tosió gran parte del camino, llegamos a La Cachimba por un sendero para ganado. Unos cuarenta adultos y veinte niños cantaron con fuerza en la misa bajo los árboles ante el altar improvisado en el frente de una típica choza de madera.

Estudiantes uruguayos
Finalmente pude encontrarme con algunos de los 400 estudiantes de medicina uruguayos en un campamento que organizaron cerca de La Habana. De Santiago pudieron participar cuatro delegados que hicieron los 900 kilómetros en ferrocarril. Pensamos vernos para celebrar Navidad.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Crónicas Orientales 1 (de un oriental en el oriente cubano)

Mons. Luis del Castillo,
desde Santiago de Cuba
Mons. Luis del Castillo, segundo obispo emérito de Melo, nos envía la primera crónica de su misión en Cuba.
Llegada a La Habana
El martes 19 de octubre me esperaban en el aeropuerto de La Habana el Superior Jesuita de Cuba y su secretario. La primera escala fue en la Parroquia del Sagrado Corazón en el centro de ciudad, más conocida como “Reina”, por el nombre de la calle. Una iglesia neogótica con hermosos vitrales. Su párroco es un español de Castilla.
El miércoles,  celebración de difuntos con variada concurrencia sincrética. Luego del evangelio, al mencionar los nombres, los deudos se acercan a poner una flor al pie del altar.
En la comunidad jesuita viven el Superior de la Región Cubana, el responsable de medios de comunicación, y tres que trabajan en la parroquia. Luego de familiarizarme con la comunidad, el miércoles y jueves visité al Secretario del Nuncio (el Nuncio estaba ausente) y al Embajador uruguayo. Hay unos 50 residentes uruguayos y 400 estudiantes sobre todo de las Facultades de Medicina. Unos 20 en Santiago que trataré de conocer.
En Santiago de Cuba
El viernes volé a Santiago en avión ruso. Me esperaban los tres jesuitas que viven acá. Un cubano, el español al que vengo a suplir y un seminarista que prepara su ordenación sacerdotal. Dan clases de Filosofía en el Seminario diocesano y atienden una parroquia que vale por cuatro.
Vivimos en un antiguo monasterio de los PP. Redentoristas con ocho habitaciones, claustro frondoso, diversas salas, gran salón parroquial y biblioteca. Al fondo un jardín con paltos, sin parrillero.
El sábado almorzamos con el clero de la ciudad en la casa del Arzobispo Dionisio García (Presidente de la Conferencia Episcopal). De tarde, misa en la sede de la Parroquia “San Luis Obispo” en El Caney.
El domingo, la misa en la Iglesia de la Sagrada Familia en Vista Alegre. Es capilla de la parroquia aunque más grande y concurrida que la sede en El Caney. El párroco actual, P. Rovira, hizo las presentaciones de estilo. Cantó un coro espectacular, en parte compuesto por estudiantes angoleños y haitianos.
De tarde hubo un gran acto, organizado por “la Oficina de la Historiadora de la Ciudad y un Centro Cultural de la Oficina del Conservador de la Ciudad en Santiago de Cuba, de conjunto con la Congregación Hermanas del Amor de Dios” con tres ponencias sobre Jerónimo Mariano Usera [foto], un sacerdote español nacido en 1810 que fue rector del Seminario santiaguero desde 1841. Se lo define como “pedagogo y promotor de la dignidad humana en Cuba” destacando su preocupación por la educación de la mujer y de los niños pobres y la defensa de los afrodescendientes.
El lunes 25 visité a dos de las Congregaciones de Religiosas que viven en la parroquia. En una, dos canadienses y una cubana. En la otra, cuatro cubanas mayores. Ayudan en la catequesis (hay grupos de niños, adolescentes y tres de adultos para bautismo, comunión y
confirmación).
El martes, después de la misa, hubo un grupo de Lectura Bíblica y otro de estudiantes internacionales. Esta tarde estamos invitados a un encuentro en casa de la historiadora de la Ciudad.
Iglesia San Luis Obispo, El Caney, Santiago de Cuba