domingo, 31 de octubre de 2010

Un millón de niños rezando el rosario (2)

Colegio Santa Ángela, Río Branco

El Colegio se adhirió a la iniciativa "Un millón de niños rezando el Rosario" en el día y hora fijados para ello, el 18 de octubre a las 9 de la mañana. Los niños rezaron los Misterios Luminosos. Niños y niñas de sexto año presentaron una pequeña reflexión sobre la paz antes de cada decena.
1er misterio - Bautismo de Jesús en el Jordán - parte de 3er año
Ninguna Ley podrá asegurar la Paz, si cada hombre, mujer o niño no comprende la importancia que ésta tiene para el conjunto de las personas.
Gerónimo: Dicen que la Paz está encarnada en una paloma. Yo creo que la paloma es un símbolo, pero la Paz es mucho más que un símbolo, es un "don" de Dios, porque Dios es Amor.

2do misterio - Manifestación de Jesús en las bodas de Caná - 4to año
Para conseguir la Paz es necesario "desarmar" la mente de las personas, enseñándoles a respetar a los demás y a establecer una convivencia sin violencia.
Lorenzo: Todos podemos, desde nuestro humilde lugarcito en este mundo, comenzar a cambiar nuestra vida hacia una mejor, en nombre también de los que no están presentes, para alcanzar un futuro mejor, sembrando justamente la paz desde nuestro corazón. La paz se inicia diciendo "lo siento", no ofendiendo a los demás, con honestidad y confianza, demostrando respeto hacia todos. La paz es hermosa. Gracias a Dios, es posible. La paz produce amor y por eso la queremos y deseamos mantenerla. Pidamos a Dios que toque el corazón de los que siguen la violencia, para que se vuelvan al camino de la paz y del amor.

3er misterio - Jesús proclama el Reino de Dios - 5to año
Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es precisamente en la mente de éstos donde deben erigirse los baluartes de la Paz.
Victoria: Podemos lograr la Paz si todos los humanos reflexionamos sobre nuestra conducta y royectamos nuestras mejores ideas hacia el futuro. La promesa de la Paz duradera está en los niños, que serán los hombres del mañana. Para esto es necesario librarnos de todo aquello que conduce al mal y llenar nuestras vidas de amor, ternura y paz.

4to misterio - Transfiguración de Jesús en el Tabor - 6to año
La Paz está donde hay comprensión, tolerancia, respeto, amor, bondad.
Romina: La paz es muy importante para la vida sobre el planeta Tierra. Si ella no existiera, nadie viviría, porque en medio de la guerra no se vive, se muere. Mi mensaje de paz es buscar por todos los medios terminar con la guerra, en todo el mundo. Para esto hay que colaborar con una gotita de amor. Hay que hacer desaparecer la droga, las armas, la violencia, porque éstos son los componentes del odio y la venganza. Yo creo que si un grupo de personas se une, con la fuerza del bien, sin armas, solo con la fe verdadera, puede vencer todas las cosas malas. De esa manera el amor, la amistad, y todas las cosas buenas reinarán en el mundo.

5to misterio - Jesús instituye la Eucaristía - Maestras y otro grupo de 3ro
La Paz es, ante todo, armonía con la naturaleza, consigo mismo, con todos los que nos rodean. Solo así nos abriremos al verdadero Amor.
Avril: La paz es un enorme valor que en cualquier parte del mundo significa lo mismo y si la humanidad la desperdicia cometerá un error grave. Cuando obtenemos la paz sentimos en nuestro corazón una emoción diferente a las demás, una emoción que fluye e inunda toda el alma. Yo me siento en paz por sentirme parte de este mundo, aunque tan solo sea en una dimensión insignificante, pero luchando por mejorarme. La paz empieza por el respeto al prójimo; es la parte más importante que en la vida todos buscamos; es la armonía de la verdadera amistad, que nos hace sonreir. Si alguien habla de paz, habla de amor. La paz es inspirada por personas que saben amar, sin reparar en condición alguna.

sábado, 30 de octubre de 2010

Encuentro de Cristiandad para Policías del Uruguay, en Melo


Se realizó en Melo el Segundo encuentro de Cristiandad de Policías de Uruguay.
Esta actividad retoma el camino iniciado hace dos años con el primer encuentro, en el que participaron policías de Colonia, Florida, Treinta y Tres, Montevideo, Maldonado y Cerro Largo, contando también con la presencia de algunos argentinos, especialmente el actual Capellán General de la Policía Federal Argentina, P. Francesconi.
Distintos factores del Servicio fueron postergando la realización del 2º Encuentro, hasta que este año fue posible, y se realizó en Melo del 22 al 24 de octubre, bajo la protección de la patrona de nuestra Patria, la Virgen de los Treinta y Tres.
Los organizadores miran con mucha ilusión hacia el próximo año 2011, contando con la fuerza del Espíritu Santo, para con humildad servir a Cristo y a la comunidad.
Como decía uno de ellos: "tenemos presente que no todos servimos para todo, pero sí todos servimos para algo" y, recogiendo palabras de Mons. Arturo Fajardo, obispo de San José de Mayo: "que no es changa, no es changa... pero que se puede, se puede".

Confirmaciones en Isidoro Noblía




Siete adultos y jóvenes recibieron hoy el Sacramento de la confirmación en la Capilla Nuestra Sra. de Fátima de Villa Isidoro Noblia (Cerro Largo), que pertenece a la Parroquia de Aceguá.
Acompañado por el cura párroco P. Thomas, Mons. Heriberto presidió la Eucaristía en la que la comunidad participó numerosa y activamente.

viernes, 29 de octubre de 2010

Homenaje a Mons. Cáceres

Tapa y contratapa del libro de homenaje a Mons. Cáceres
Mons. Heriberto, el homenajeado, P. Jairo
P. Jairo leyendo el saludo enviado en 1995 por el Papa
con motivo de las Bodas de Oro sacerdotales de Mons. Roberto
Leyendo los numerosos saludos y adhesiones

El saludo de Nelly al entregar el libro

Hojeando "Sembró ayer..."
Efusivos saludos
Mons. Roberto Cáceres, primer obispo emérito de Melo, fue homenajeado hoy en el Colegio María Auxiliadora, por un grupo de exalumnos y exalumnas de la institución educativa. Una numerosa y cálida concurrencia acudió para participar del acto.
El homenaje, realizado en la capilla del colegio, se inició con un momento de oración y saludo del actual obispo de Melo, Mons. Heriberto Bodeant. A continuación, distintas personas fueron evocando momentos salientes de la vida de Mons. Roberto. Un poema de A. Silveira Aguiar leído por Florencia; el mensaje de Juan Pablo II en ocasión de las Bodas de Oro sacerdotales del obispo, leído por el P. Jairo; Enzo, leyendo los lejanos recuerdos de Mons. Roberto de los festejos de los campeonatos mundiales de fútbol del 30 y del 50... la cariñosa intervención del poeta Julio Guerra, entrañable amigo; la actuación del conjunto instrumental de María Auxiliadora y, finalmente, la entrega del libro, motivo central de la velada.
"Sembró ayer... hoy seguimos cosechando. Enfoques de la vida de Mons. Roberto Cáceres" es el título del libro editado por el grupo, en el que se recogen diversos retazos de esta vida generosamente entregada a este pueblo de Cerro Largo y Treinta y Tres a los que tanto ha amado. "¡Qué lindo -recuerda el obispo emérito- cuando en las peregrinaciones diocesanas uno no distinguía quién era de Cerro Largo y quién de Treinta y Tres! Era tal la unidad..." Construir comunión. Esa es una de las tareas fundamentales del Obispo: edificar en Cristo, en comunión, la porción del Pueblo de Dios que se la ha confiado. Con 89 años de edad y 48 de presencia en la diócesis (desde 1962 hasta 1996 como obispo diocesano, desde entonces hasta ahora como emérito), no ha dejado nunca de comunicar sus palabras llenas de esperanza, optimismo y alegría a todo el pueblo de esta diócesis de la que pudo irse, con un nuevo nombramiento, pero donde eligió quedarse. Es que aquí tiene el mejor lugar bien ganado: su lugar en el corazón de la gente.

jueves, 28 de octubre de 2010

Ultreya en Nuestra Señora del Carmen, Melo







¡Familia, sé lo que eres!
¡Familia, cree en lo que eres!
Miembros del Movimiento de Cursillos de Cristiandad realizaron una "Ultreya" esta noche en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Melo. En esta reunión recibieron a los participantes del reciente Cursillo de Cristiandad que fue ofrecido a policías.
El tema de la velada fue el propuesto para la Semana de la Familia 2010: "¡Familia, sé lo que eres! ¡Familia, cree en lo que eres!".
Luego de la invocación al Espíritu Santo y la bienvenida a los participantes, se presentaron los nuevos cursillistas y se rezó la oración inicial.
A continuación, Wilson y Marita presentaron el tema "La familia, querida por Dios desde un principio"; luego Alex y Aline propusieron "Identidad y misión de la Familia", con el apoyo de la lectura de la primera carta de Juan 4,8-16. Finalmente, Jorge y Elena presentaron "La familia y su misión educadora".
Divididos en tres grupos, los presentes continuaron su reflexión sobre los temas expuestos. Luego de la puesta en común y redondeo, Mons. Heriberto dejó también su mensaje, en el que invitó a pensar en la familia como vocación, como llamado de Dios que, al llamar da también las Gracias necesarias para seguir su llamado.
Luego de la oración final y el canto "De Colores" no faltó un momento de convivencia, de charla espontánea y saludos, entre refrescos y tortas.


Oración de la familia
 

Padre lleno de bondad 
que nos revelaste en Jesús tu amor y tu ternura,
renueva en todas nuestras familias el afecto y apoyo mutuos,
la confianza y la fidelidad, 
el diálogo, 
el respeto a la vida, 
la comprensión y la paz.

Que los niños y los jóvenes
crezcan como discípulos y amigos de Jesús tu Hijo
y como hermanos solidarios con todos.
Ayuda a nuestras familias, 
especialmente aquellas que pasan por pruebas y dificultades,
las afectadas por la pérdida de valores,
la soledad o la migración y la falta de amor.

Padre fiel a tu amor por nosotros,
que María interceda como madre 
y nos ayude a ser discípulos de tu Hijo.
Que podamos hacer lo que Él nos diga
y nuestras vidas sean la expresión de la fidelidad
al proyecto que nos has regalado:
vivir en familia.

Amén

Visita a Pueblo El Oro, Treinta y Tres

Olivares de La Serena
Monolito en recuerdo de Dionisio Díaz
La Misa en la galería del salón comunal
Los músicos y su público
El Obispo de Melo visitó hoy Pueblo El Oro, en el departamento de Treinta y Tres, perteneciente a la Parroquia Santísimo Sacramento de la ciudad de Vergara. Lo acompañó el P. David, sacerdote encargado de Vergara, quien desde hace unos meses comenzó a visitar mensualmente El Oro y que, con la ayuda de algunos laicos comprometidos, ha dado impulso a la vida de esta comunidad que no cuenta con capilla propia y se reúne en el salón comunal de la localidad.
Pueblo El Oro se hizo célebre por el dramático episodio protagonizado por el niño Dionisio Díaz (ver recuadro), quien murió tras rescatar a su pequeña hermana de en medio de una situación en la que peligraba la vida de ambos.
Mons. Heriberto inició su visita en los olivares de La Serena, un emprendimiento que promete posibilidades interesantes de desarrollo local. Visitó también el monolito que recuerda al niño Dionisio. Con el P. David celebró la Eucaristía en el salón comunal. Luego de la Misa, hubo un rato de encuentro con la comunidad y canciones, con la participación de muy jóvenes músicos.


Dionisio Díaz
Dionisio Díaz (1920 - 1929). Nació el 9 de mayo de 1920 en el pequeño poblado de Arroyo de Oro en el departamento de Treinta y Tres, Uruguay. Vivía con su madre, su abuelo y su pequeña hermana a la que él adoraba. Poseían una pequeña propiedad en la que trabajaban y con ella sobrevivían. La tragedia aconteció en la medianoche del día de cumpleaños de Dionisio, el 9 de mayo de 1929. La versión más difundida, recientemente cuestionada, es que su abuelo, sumido en un ataque de locura, apuñaló a su madre. Cuando Dionisio se enteró, ésta ya estaba muerta. Fue entonces por su hermanita, la cual dormía plácidamente en su cuna. Cuando la tomó, su abuelo le dio una puñalada tan grande que literalmente le atravesó el abdomen. Se ocultó de su abuelo, cubrió su gravísima herida con sábanas, esperó por horas una ocasión propicia y caminó 9 kilómetros hasta el pueblo, donde dejó a su hermanita en el destacamento policial. Lo vio el médico local que ordenó su internación inmediata en el hospital departamental de Treinta y Tres. Al otro día un coche particular que pasaba por el lugar se ofreció a llevarlo. Al llegar al hospital, Dionisio fallece. Su tragedia es evocada como un verdadero ejemplo de estoicismo y lucha ante la adversidad. Se le conoce también como el "héroe del Arroyo de Oro". 
(Foto: monumento a Dionisio Díaz en la ciudad de Treinta y Tres,
obra de José Belloni)

¡Qué bien se está aquí! (7)

¡Nuestro séptimo programa!
Todavía en el mes de las misiones, la primera parte de hoy se dedicó a una entrevista con el Diácono Luis Lago, a propósito de la misión que prepara la Pastoral Juvenil diocesana a realizarse en enero en La Charqueada. Los jóvenes vienen preparándose, y el 6 y 7 de noviembre tendrán un retiro en Treinta y Tres para continuar esa preparación tanto en su aspecto espiritual como en sus aspectos prácticos.
En la segunda parte del programa, Yenny y Nelly entrevistaron al P. Pedro, salesiano. Con él dialogaron sobre los orígenes misioneros de la congregación salesiana y su presencia actual en Melo, a través de la cual siguen haciendo presente el carisma de Don Bosco.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Crónicas Orientales 1 (de un oriental en el oriente cubano)

Mons. Luis del Castillo,
desde Santiago de Cuba
Mons. Luis del Castillo, segundo obispo emérito de Melo, nos envía la primera crónica de su misión en Cuba.
Llegada a La Habana
El martes 19 de octubre me esperaban en el aeropuerto de La Habana el Superior Jesuita de Cuba y su secretario. La primera escala fue en la Parroquia del Sagrado Corazón en el centro de ciudad, más conocida como “Reina”, por el nombre de la calle. Una iglesia neogótica con hermosos vitrales. Su párroco es un español de Castilla.
El miércoles,  celebración de difuntos con variada concurrencia sincrética. Luego del evangelio, al mencionar los nombres, los deudos se acercan a poner una flor al pie del altar.
En la comunidad jesuita viven el Superior de la Región Cubana, el responsable de medios de comunicación, y tres que trabajan en la parroquia. Luego de familiarizarme con la comunidad, el miércoles y jueves visité al Secretario del Nuncio (el Nuncio estaba ausente) y al Embajador uruguayo. Hay unos 50 residentes uruguayos y 400 estudiantes sobre todo de las Facultades de Medicina. Unos 20 en Santiago que trataré de conocer.
En Santiago de Cuba
El viernes volé a Santiago en avión ruso. Me esperaban los tres jesuitas que viven acá. Un cubano, el español al que vengo a suplir y un seminarista que prepara su ordenación sacerdotal. Dan clases de Filosofía en el Seminario diocesano y atienden una parroquia que vale por cuatro.
Vivimos en un antiguo monasterio de los PP. Redentoristas con ocho habitaciones, claustro frondoso, diversas salas, gran salón parroquial y biblioteca. Al fondo un jardín con paltos, sin parrillero.
El sábado almorzamos con el clero de la ciudad en la casa del Arzobispo Dionisio García (Presidente de la Conferencia Episcopal). De tarde, misa en la sede de la Parroquia “San Luis Obispo” en El Caney.
El domingo, la misa en la Iglesia de la Sagrada Familia en Vista Alegre. Es capilla de la parroquia aunque más grande y concurrida que la sede en El Caney. El párroco actual, P. Rovira, hizo las presentaciones de estilo. Cantó un coro espectacular, en parte compuesto por estudiantes angoleños y haitianos.
De tarde hubo un gran acto, organizado por “la Oficina de la Historiadora de la Ciudad y un Centro Cultural de la Oficina del Conservador de la Ciudad en Santiago de Cuba, de conjunto con la Congregación Hermanas del Amor de Dios” con tres ponencias sobre Jerónimo Mariano Usera [foto], un sacerdote español nacido en 1810 que fue rector del Seminario santiaguero desde 1841. Se lo define como “pedagogo y promotor de la dignidad humana en Cuba” destacando su preocupación por la educación de la mujer y de los niños pobres y la defensa de los afrodescendientes.
El lunes 25 visité a dos de las Congregaciones de Religiosas que viven en la parroquia. En una, dos canadienses y una cubana. En la otra, cuatro cubanas mayores. Ayudan en la catequesis (hay grupos de niños, adolescentes y tres de adultos para bautismo, comunión y
confirmación).
El martes, después de la misa, hubo un grupo de Lectura Bíblica y otro de estudiantes internacionales. Esta tarde estamos invitados a un encuentro en casa de la historiadora de la Ciudad.
Iglesia San Luis Obispo, El Caney, Santiago de Cuba

Un Sínodo de Obispos sobre la Nueva Evangelización

En el trillo de Pablo VI y Juan Pablo II

Allá por el año 1976, yo era un joven maestro de 21 años. En mi parroquia Sagrado Corazon de Jesús de Young, había sido elegido por el grupo de jóvenes como delegado al Consejo Pastoral Parroquial. Recuerdo que algunas de las reuniones del Consejo estuvieron dedicadas a estudiar un documento que el Papa Paulo VI había entregado el 8 de diciembre del año anterior. Se trataba de la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi, "acerca de la Evangelización en el mundo contemporáneo".

De aquella reflexión me quedó grabada una frase del Nº 14:
"Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar".
A lo largo de mi vida pastoral, como laico, después como sacerdote y hoy como Obispo, he procurado tener presente esas palabras como criterio para verificar la validez de una acción o de una institución o grupo eclesial, desde una procesión a un complejo proyecto pastoral, desde una institución educativa católica a una comunidad eclesial de base: ¿en que medida contribuye a evangelizar?

La Evangelii Nuntiandi tenía su origen en la III asamblea general del Sínodo de los Obispos, realizada en setiembre de 1974 y cuyo tema había sido, precisamente, la Evangelización. El documento de Pablo VI recogía los puntos más salientes de la reflexión de los padres sinodales, enriquecido por los aportes y la visión del Papa Montini. Creo que las reuniones de nuestro consejo parroquial testifican el grado de recepción de este documento, que ha sido frecuentemente llamado, y a justo título "la carta magna de la evangelización".

Luego vino Juan Pablo II. Con la mirada puesta, desde el comienzo de su pontificado, en el gran Jubileo del año 2000 (cfr. Redemptor Hominis, 1) muy pronto lanzó su programa: la Nueva Evangelización. Como lo recordó Benedicto XVI (el 5 de diciembre de 2005, en un discurso a obispos polacos) fue en la primera peregrinación de Juan Pablo II a Polonia, en 1979, la primera o una de las primeras oportunidades en que el Papa Wojtila comenzó a referirse a la Nueva Evangelización.

"Nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión". Esas tres notas de la Nueva Evangelización fueron reiteradas en muchas homilías de Juan Pablo II, incluso la que tuve la gracia de escuchar en su segunda visita a Uruguay, en la ciudad de Salto, el 9 de mayo de 1988:
[La evangelización] será “nueva en su ardor” si a medida que se va obrando, corroboráis más y más la unión con Cristo, primer evangelizador. (...) será “nueva en sus métodos” si cada uno de los miembros de la Iglesia se hace protagonista de la difusión del mensaje de Cristo (...) Para que la evangelización sea “nueva” también “en su expresión”, debéis estar con los oídos atentos a lo que dice el Señor, esto es, siempre en actitud de escucha a lo que el mismo Señor puede sugerir en cualquier momento.

El programa de Juan Pablo II, que partía del encuentro con Jesucristo vivo, encontró fuertes resonancias en América Latina, donde fue recogido e implementado - con fortuna diversa, en una realidad tan vasta y compleja - por el CELAM, las Conferencias Episcopales y los planes pastorales diocesanos.

La V Conferencia General del episcopado de América Latina y el Caribe (Aparecida, Brasil, 2007) no cerró este proyecto, sino que lo profundizó en la propuesta ya contenida en su convocatoria: "Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida". Se trata, en definitiva de asumir "el desafío de una nueva evangelización, a la que hemos sido reiteradamente convocados" (DA 287).

El domingo pasado, al concluir la asamblea del Sínodo de los Obispos para el Oriente Medio, el Papa Benedicto XVI convocó a una nueva asamblea sinodal, que se realizará en 2012: "La Nueva Evangelización para la trasmisión de la Fe cristiana".

El Papa explicó que en la reciente asamblea del Sínodo de los Obispos “se subrayó a menudo la necesidad de volver a proponer el Evangelio a las personas que lo conocen poco, o que incluso se alejaron de la Iglesia. A menudo – prosiguió – se evocó la urgente necesidad de una evangelización también para Oriente Medio. Se trata de un tema muy difundido, sobre todo en los países de antigua cristianización”.

Benedicto XVI hizo también referencia a la "reciente creación del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización" precisamente para responder "a esta profunda exigencia”.

No podemos sino mirar con expectativa y esperanza a la asamblea sinodal de 2012, que ofrecerá a América Latina la ocasion de confrontar el camino recorrido cinco años después de la conferencia de Aparecida con la experiencia de las iglesias particulares de los demás continentes y contribuir a la renovar la expresión, los métodos y el ardor que la Iglesia sigue necesitando para continuar anunciando a Cristo.


+ Heriberto

 
El Sínodo de los Obispos
Según el Canon 342 del vigente Código de Derecho Canónico, el sínodo de los Obispos o sínodo episcopal es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos. 
Durante la celebración del Concilio Vaticano II, la Iglesia católica pudo advertir grandes diferencias en cuanto a las perspectivas que sobre el futuro y organización de la Iglesia tenían los distintos cardenales y obispos que asistieron al mismo. Los profundos cambios en el mundo desde la II Guerra Mundial habían traído como consecuencia una variedad de sensibilidades entre los Padres de la Iglesia. Juan XXIII, a la sazón convocante del Concilio, tuvo en mente evitar en el futuro la dispersión de mensajes que la Iglesia enviaba desde distintos puntos de vista y territorios, y mantener un estrecho contacto con obispos y cardenales en el futuro. De alguna forma, la Curia Romana como gobierno de la Iglesia se había distanciado de la realidad. Muerto Juan XXIII, Pablo VI no era ajeno a esta preocupación y, una vez terminado el Concilio, el 15 de septiembre de 1965 creó, con el Motu Proprio Apostolica sollicitudo, el Sínodo de Obispos con la misión de ayudar al Sumo Pontífice a realizar su tarea de gobierno en la Iglesia universal.


martes, 26 de octubre de 2010

Ordenación episcopal del P. Jaime Fuentes, obispo electo de Minas

Mons. Cáceres será uno de los Obispos consagrantes
El P. Jaime Fuentes, nombrado Obispo de Minas por el Papa Benedicto XVI, será ordenado obispo el domingo 28 de noviembre, 1er domingo de Adviento.
La ceremonia tendrá lugar en la Catedral de Minas a las 18 horas. El consagrante principal será Mons. Rodolfo Wirz, obispo de Maldonado-Punta del Este y administrador apostólico de Minas.
Los obispos co-consagrantes serán Mons. Pablo Galimberti, obispo de Salto y Mons. Roberto Cáceres, primer obispo emérito de Melo.

Melo: preparan homenaje a Mons. Cáceres

Exalumnos y exalumnas del Colegio María Auxiliadora de Melo preparan un homenaje a Mons. Roberto Cáceres, primer obispo emérito de Melo, con motivo de la publicación de un libro que evoca algunos pasajes de su vida de pastor de esta diócesis.
Mons. Roberto Reinaldo Cáceres González asumió la diócesis de Melo el 2 de enero de 1962 y concluyó su servicio como obispo diocesano el 23 de abril de 1996. Esos 34 años son el período más largo que haya vivido ninguno de los hasta ahora nueve obispos de esta diócesis. (Ver: Los Obispos de Melo). A esos años de pastoreo hay que agregarle uno más en el que estuvo como Administrador apóstolico, desde el 4 de diciembre de 1998 en que su sucesor, Mons. Nicolás Cotugno SDB, fue nombrado arzobispo de Montevieo, al 21 de diciembre de 1999, cuando es designado obispo de Melo Mons. Luis del Castillo SJ, actual segundo obispo emérito de Melo.
El homenaje se realizará el viernes 29 de octubre, a las 19 horas, en el Colegio María Auxiliadora (Agustín de la Rosa 591, Melo).

lunes, 25 de octubre de 2010

Jacinto Vera en las noticias

El santo uruguayo  

Diario EL PAIS, Montevideo, sábado 23 de octubre de 2010
El domingo pasado, el Papa Benedicto XVI anunció la canonización de cinco nuevos santos, entre ellos una monja australiana [Mary MacKillop], país donde los que profesan la religión católica son apenas un cuarto de la población. Mientras tanto, en nuestro país, se sigue sustanciando el trámite (positio) para proponer ante el Vaticano la canonización de Monseñor Jacinto Vera, primer obispo de Montevideo, llamado "el obispo gaucho", que encomendado en 1998 al actual obispo de Canelones, Dr. Alberto Sanguinetti Montero, lleva sustanciado un 90%. De concretarse la aspiración, sería el primer santo uruguayo reconocido por la máxima autoridad eclesiástica.
Tras años de investigación en archivos locales y extranjeros, Sanguinetti Montero ya concluyó el resumen del proceso diocesano (unas 300 páginas) y, sobre todo, ha finalizado la biografía documentada, que tiene una extensión de 1.500 páginas y maneja más de 4.000 documentos. Sólo resta concluir el alegato introductorio, que serían otras 200 páginas.
A partir de allí, se espera que el Papa anuncie la canonización [1] de Don Jacinto Vera, una figura uruguaya de relevancia en la segunda mitad del siglo XIX, que en los últimos meses ha estado presente en tres libros: uno de Beatriz Torrendell Larravide titulado "Geografía Histórica de Jacinto Vera", otro del Pbro. Dr. José Gabriel González Merlano titulado "El conflicto eclesiástico (1861-1863)" y recientemente una atrapante novela de Laura Álvarez Goyoaga titulada "Don Jacinto Vera, el misionero santo", cuya presentación estuvo a cargo de figuras literarias de la talla de Tomás de Mattos y el mismo obispo de Canelones.
A raíz de esos acontecimientos que tomaron estado público, se ha venido conociendo algo más de la vida, el pensamiento y la obra de Monseñor Jacinto Vera, un personaje excepcional de nuestra historia, que vivió tiempos convulsos y fermentales, como la Guerra Grande y las revoluciones civiles, que recorrió varias veces el país en misión pastoral confortando enfermos, presos o perseguidos por las confrontaciones bélicas, ocupándose de los necesitados al punto de merecer el título de "Padre de los pobres", ya que todo lo daba con absoluta generosidad.
Fue probablemente el hombre más querido en su época. Sus funerales, que duraron tres días, vieron pasar no sólo a la población de Montevideo, sino de muchas partes del país. Cuando llevaron su cadáver desde Pan de Azúcar a Pando, la diligencia debió detenerse continuamente porque de los campos salían las familias para llorar a sus pies, orar por él y pedirle una bendición póstuma. La prensa de la época, aun los enemigos de la religión católica, reconocieron su bondad, sus virtudes, su modelo de hombre evangélico.
Quizás el Uruguay de hoy esté precisando colocar en su justa estatura a una figura cuya vida ha pasado por lo espiritual. Este es un país donde se eleva a idolatrías a los caudillos políticos, pero rara vez a personalidades vinculadas a otras áreas, como la ciencia o -como en este caso- la religión. En Monseñor Jacinto Vera se tiene la oportunidad de venerar a alguien cuya vida ha transcurrido por caminos diferentes a la política y trascendido por su entrega al prójimo.
Es cierto que los uruguayos tenemos porcentualmente una adhesión al catolicismo inferior a la que exhiben otros países latinoamericanos, causas que pueden rastrearse, seguramente, en la prédica anticlerical batllista del pasado y a un presente de mayorías de izquierda, ideología que tradicionalmente ha tratado de dejar al margen a hombres o asuntos espirituales promovidos por la Iglesia Católica. No obstante, en casos históricos puntuales, como las dos visitas del Papa Juan Pablo II al país, o el regreso desde el Vaticano de Luis María Barbieri tras ser ungido Cardenal, en 1958, hubo multitudes extraordinarias agolpadas en las calles para testimoniar su adhesión a esos sucesos, lo que prueba que, aun en apariencia adormecida, la religiosidad está presente en los uruguayos.
Una nueva oportunidad de demostrarlo sería la unción de Jacinto Vera como santo, hecho que pondría además justicia a lo que ha sido su vida. 

[Nota del editor del blog: en realidad, la canonización es un proceso más largo. El primer paso es la beatificación y recién luego viene la canonización. Para esos pasos es necesaria la comprobación de milagros realizados por la intercesión de la persona en proceso de canonización].

Nuevo libro en torno a Jacinto Vera


"El conflicto eclesiástico (1861-1862) Aspectos jurídicos de la discusión acerca del Patronato Nacional". La figura de Jacinto Vera está en el centro de esta obra del Pbro. Dr. José Gabriel González Merlano, sacerdote de la Diócesis de Florida, experto en Derecho Canónico.

En los dos años estudiados, Mons. Jacinto Vera era el Vicario Apostólico, autoridad principal de la Iglesia en el Uruguay. Entró en conflicto con el gobierno uruguayo de la época al destituir al párroco de la catedral, el Pbro. Juan José Brid, lo que determinó que se le pretendiera cesar en sus funciones y finalmente, en 1862 se le desterrara. Esos hechos puntuales tienen como fondo el tema del Patronato Nacional, es decir, la pretensión del Estado uruguayo de heredar los derechos del Patronato Regio, es decir, el conjunto de privilegios y facultades especiales que los Papas concedieron a distintos monarcas en relación a la elección de personas para ocupar cargos en la Iglesia.

El libro será presentado el próximo jueves 28 de octubre, a las 19:30 en la Sala Francisco Bauzá de la Universidad Católica del Uruguay "Dámaso Antonio Larrañaga" (Avda. 8 de Octubre 2738, Montevideo), actividad promovida por el Instituto de Historia, en el marco de la celebración del 25º aniversario de la UCUDAL.

La presentación del libro estará a cargo de Mons. Dr. Alberto Sanguinetti Montero, el Dr. Augusto Durán Martínez y el licenciado Óscar Padrón Favre.

domingo, 24 de octubre de 2010

Tacuarembó celebró su Jubileo

Mons. Julio Bonino, obispo de Tacuarembó
Parte de los sacerdotes y obispos en su entrada a la Misa
El altar, con sacerdotes y obispos ya presentes

Integrantes del Grupo de danzas "Itatí" traen a la Virgen de los Treinta y Tres
La concurrencia expresa su afecto y devoción a María
Imagen auténtica de la Virgen de los Treinta y Tres
La Diócesis de Tacuarembó celebró hoy el cincuentenario de su creación.
El 22 de octubre de 1960 el beato Papa Juan XXIII creó esta diócesis, que abarca los departamentos de Tacuarembó y Rivera, con un total de 25.068 km2 y 183.414 habitantes (2004).
Su primer obispo fue Mons. Carlos Parteli Keller hasta 1966, cuando fue nombrado arzobispo coadjutor de Montevideo. Fue sucedido por Mons. Miguel Balaguer, desde 1966 hasta su renuncia en 1983. El tercer pastor de esta diócesis Mons. Daniel Gil Zorrilla SJ, hasta 1983, momento en que fue nombrado obispo de Salto. El obispo actual es Mons. Julio Bonino, quien asumió la diócesis al ser ordenado, el 18 de marzo de 1990.
La celebración de hoy tuvo como momento central la Eucaristía en la Laguna de las Lavanderas. Allí se hicieron presentes delegaciones de toda la diócesis e invitados de diócesis vecinas.
Los obispos uruguayos estuvieron presentes en su mayoría, incluidos el arzobispo de Montevideo y los tres miembros del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal del Uruguay. También Dom Gilio Felicio, obispo de Bagé (RS, Brasil) llegó hasta Tacuarembó para compartir la fiesta.
Repetidas manifestaciones de afecto y fervor despertó la presencia de la imagen auténtica de la Virgen de los Treinta y Tres, patrona del Uruguay, que recorrió en los días previos varios lugares de la diócesis y fue triunfalmente recibida a su entrada en la asamblea litúrgica.
La Misa estuvo centrada en Jesús Buen Pastor, en cuya fiesta (cuarto domingo de pascua) se celebra habitualmente el Día de la Diócesis.

Reunión de los Obispos y del Consejo Permanente de la CEU
Luego del almuerzo, los obispos presentes mantuvieron una breve reunión en la que intercambiaron puntos de vista sobre el decreto de reglamentación de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y la situación que vive actualmente el Círculo Católico de Obreros, en Montevideo. A partir de esas ideas y de otras recogidas previamente, el Consejo Permanente elaboró un comunicado que puede leerse en esta misma página y que ya se ha difundido a la prensa (ver debajo).

Comunicado de la Conferencia Episcopal

1. Los Obispos del Uruguay seguimos con honda preocupación la situación que se ha creado con motivo de la reglamentación, por vía de Decreto del 30 de setiembre pasado, de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, cuya instrumentación contempla algunas prácticas que facilitan el aborto.

2. De esta manera se pone en una situación difícil a las numerosas policlínicas parroquiales y a otras instituciones de la salud vinculadas a la Iglesia Católica que preconizan la defensa de la vida desde la concepción y que con esta ley se ven obligadas a contradecir sus principios e identidad.

3. Son conocidas las continuas declaraciones de la Conferencia Episcopal reafirmando el hecho, científicamente demostrado, de que la vida humana comienza en el momento de la concepción y desde ese inicio hasta su término natural, debe ser siempre respetada.

4. Asimismo reafirmamos la libertad de poder actuar, personal e institucionalmente, de acuerdo con las propias convicciones de conciencia.

5. Por otra parte, lamentamos la situación suscitada en el seno de la mutualista Círculo Católico de Obreros, una institución fundada hace 125 años por insignes católicos. Expresamos nuestro apoyo al Sr. Arzobispo de Montevideo, Mons. Nicolás Cotugno, presidente honorario del Círculo Católico. Exhortamos a todos los miembros del Círculo a buscar los caminos que salvaguarden la identidad católica de la institución.

6. Pedimos la intercesión de la Patrona de nuestra Patria, la Virgen de los Treinta y Tres, cuya imagen nos acompaña en esta fiesta del cincuentenario de la Diócesis de Tacuarembó,  para que el pueblo uruguayo fundamente siempre sus definiciones legales y su convivencia en los principios de un humanismo que defienda, como valor irrenunciable, la sacralidad de la vida humana desde su concepción hasta la muerte. 

Tacuarembó, 24 de octubre de 2010