domingo, 3 de octubre de 2010

Fiesta patronal en Guazunambí, Cerro Largo

"Orejas de venado"
 Llegada a la Escuela
 Momento de integración
Empezando la peregrinación
Meditando la Palabra de Dios
La Virgen peregrina a caballo
 Por el camino de piedras
 Una cruz para la Capilla
 
 La cañada que fue "Mar Rojo"
Pequeños jinetes
La llegada a la Capilla
La Eucaristía
La foto de la comunidad

Guazunambí: "de guasú, venado, ciervo, y nambí, oreja: oreja de venado", según indica un sitio de Internet llamado Guaranismos de la Banda Oriental. Efectivamente, los dos cerros muy similares que se encuentran en el departamento de Cerro Largo, semejan las orejas de un venado.
Algo lejos de las dos elevaciones, se encuentra el caserío del mismo nombre, con su hermosa escuela a la que asisten 8 niños, atendidos por un único maestro, que vive allí con su familia.
El maestro, su familia, y miembros de la comunidad local reciben el paso de un ómnibus de la comunidad de Villa Betania que se dirige a la Capilla de Guazunambí para celebrar la fiesta patronal. En la escuela tiene lugar el almuerzo y un rato recreativo. Luego de cantos y juegos, el grupo toma el largo camino que lleva hasta la capilla. El recorrido está armado como una peregrinación, que aprovecha los numerosos -y hermosos- accidentes geográficos como motivos catequéticos. Así, un tramo pedregoso invita a pensar en las piedras que nosotros mismos ponemos en nuestro camino o en el de los demás, y expresar un pedido de perdón. El cruce de una cañada evoca el paso del Mar Rojo y el bautismo. Adecuadas lecturas, cantos, oraciones y momentos de silencio van ayudando a los peregrinos a completar su recorrido hasta la capilla San Francisco.
La capilla, recientemente pintada y con una nueva cruz, que será colocada al llegar, pertenece a la parroquia Catedral, y está recibiendo, como las demás capillas de la parroquia, la visita de la imagen de Nuestra Señora del Pilar, con motivo de la próxima fiesta patronal parroquial y fiesta diocesana.
Mons. Heriberto preside la eucaristía, acompañado por el párroco, el P. Lucas. La gente de la comunidad recuerda varias visitas de Mons. Cáceres y la última visita episcopal, que fue la de Mons. Nicolás. Han pasado muchos años para que vuelva a verse a un obispo celebrar bajo el humilde techo de paja.
Guazunambí solía ser visitado únicamente en el verano, en tres o cuatro días de misión. El P. Lucas, actual párroco de la Catedral, ha logrado dedicarle un domingo entero al mes. La foto final es un rito que se cumple en cada visita mensual.

No hay comentarios: