lunes, 28 de febrero de 2011

Oración del Bicentenario

Hoy, 28 de febrero, Uruguay inicia la celebración del "Bicentenario del proceso de emancipación oriental", como se le ha denominado oficialmente.
Se conmemora hoy el "Grito de Asencio". La historia uruguaya recuerda así la decisión tomada por criollos de la Banda Oriental el 28 de febrero de 1811 a orillas del arroyo Asencio (ubicado en el hoy departamento de Soriano), de emprender las primeras acciones revolucionarias contra la Corona de España.
En ese los revolucionarios tomaron las cercanas poblaciones de Mercedes y Santo Domingo de Soriano. Con Benavides al mando de las tropas, capturaron luego las poblaciones de El Colla (actual Rosario), el 20 de abril y San José, el 25 de abril. El 26 de mayo sitiaron Colonia del Sacramento, que cayó una semana después.
El incipiente movimiento recibiría un fuerte impulso con la incorporación de Artigas, que prontamente se convertiría en el líder de la revolución al oriente del río Uruguay.

Monumento al "Gaucho de Asencio", en Mercedes
Obra del escultor José Luis Zorrilla de San Martín,
inaugurada en 1942.

Oración del Bicentenario

¡Gracias, Señor, por la tierra que nos diste, este hermoso lugar en el mundo!
Gracias por sus ríos caudalosos y sus amplias playas;
por sus campos fecundos y sus extensas cuchillas;
por sus ciudades, a escala humana,
y, sobre todo, por la gente que la habita.
Ayúdanos a vivir en este suelo como hermanos unidos y como hijos tuyos.

Al hacer memoria del Bicentenario de nuestra Patria,
te agradecemos por todos los que trabajaron para construirla,
comprometidos con el bien común, en un proyecto compartido:
hombres y mujeres, indios, gauchos y chacreros, blancos y negros, pobres y ricos.

Nos regalaste una tierra generosa,
para que creciéramos en ella como un verdadero pueblo,
donde todos tengan lo necesario para una existencia digna
y donde se viva la libertad, la igualdad, la justicia y la solidaridad.

Bendice y haz productivo el trabajo de nuestras manos:
de los que están en las fábricas y en el campo, en las oficinas y en las rutas,
en los centros educativos y en los hogares.
Consuela a los que están lejos de sus seres queridos.
Sostiene a quienes no tienen trabajo
y a los que dejaron el país en busca de nuevas oportunidades.

Tú eres la fuente de toda vida. Protege a nuestras familias,
para que en ellas nazca y se defienda la vida humana.
Acompaña a las madres y a los padres en su misión de educadores.
A los niños, concédeles crecer en sabiduría y gracia.
Guía a los jóvenes, especialmente en sus opciones vocacionales.
Que los mayores y los enfermos encuentren atención, cariño y consuelo.

Fortalece, Señor, las voluntades e ilumina las mentes
de los que tienen responsabilidad sobre el destino de nuestra gente:
del presidente, de los ministros y los gobernantes;
de los legisladores y de los que ejercen la justicia;
de los que conducen la educación y de los que dirigen la economía;
de los obispos y de los sacerdotes.
Que todos sean servidores de tu pueblo
y busquen continuamente que “los más infelices sean los más privilegiados”.

Señor, danos siempre el fuego de tu Santo Espíritu,
que encienda en nosotros el amor que construye fraternidad
y nos regale la capacidad de testimoniar públicamente nuestro ser de cristianos.

A María, tu Madre y nuestra Madre, Virgen de los Treinta y Tres Orientales,
le confiamos este pueblo peregrino que celebra su Bicentenario,
para que todos lleguemos a la Patria del Cielo que tu Hijo nos tiene preparada.

Amén.

(Oración elaborada por AUDEC,
Asociación Uruguaya de Educación Católica)

"La mañana de Asencio"
Autor: Carlos María Herrera
Óleo s/tela 3,03 x 1,92 m
Museo Nacional de Bellas Artes

La hueste se detuvo un instante, en medio de profundo silencio, apenas interrumpido por algún escarceo impaciente o el roce de las rodajas. Las lanzas y los sables en posición horizontal, se agitaban a intervalos, entre esas voces bajas o ruidos sordos que tanto se asemejan al resuello del tigre en la oscuridad. Pocos pasos a retaguardia, quince o más hombres formados en escalón constituían la reserva, también con las armas bajas, en actitud de pelea.
A poco prosiguió el avance con el sigilo posible entre la niebla.
Pero, antes de coronar la hueste la cuchilla, resonó un estampido; y una bala de tercerola pasó silbando por un claro de la fila, hiriendo a un hombre de la reserva.
A esta detonación, sucediose un alarido formidable.
Y la hueste se lanzó a toda rienda, salvando la loma y la ladera con la celeridad de una manada de potros, hasta caer sobre la tropa acampada en el llano, en momentos en que buscaba su formación entre espantoso desorden.
Fue aquello como un choque de hierros que se rompen.
Voces enérgicas, gritos salvajes, sordas caídas, chasquidos de rebenques, rotura de astiles, desenfrenadas carreras, ahogados lamentos, relinchos despavoridos, fogonazos, blasfemias, maldiciones, y después... un tropel prolongado de fuga, negros fantasmas alejándose del lugar de la sorpresa como en alas del viento, botes de lanza en el suelo, siniestros golpes de sable sobre cuerpos que se revolvían bajo los caballos derribados, pavoroso torbellino de hombres y cuadrúpedos en la tierra estremecida bajo los cascos con el redoble del trueno.
La gente del preboste había sido deshecha y dispersa con una sola carga, en las que cien rabiosos gritos de guerra hicieron el efecto de otros tantos clarines. Cinco minutos después, había rendido la vida el que no se había librado a la fuga.
Yacían por tierra hombres de uno y otro bando.
En cierto sitio, un grupo despenaba a dos o tres moribundos con golpes de gracia; en otro, los negros cimarrones despojaban los muertos de sus prendas; y en círculo más extenso perseguíanse algunos caballos enjaezados que vagaban sin ginetes por las alturas, con las riendas destrozadas y los aperos revueltos.
Esta refriega oscura duró lo que una tromba.
Benavides cruzó el campo, haciendo recoger a su paso las armas blancas y tercerolas de pedernal esparcidas por las yerbas, que debían servir a los que en defecto de lanzas habían cargado a cuchillo; y llegose hasta una tapera, resto de un ranchejo de paredes de tierra y ramas que alzaba sus picachos de lodo seco junto a un pedregal riscoso.
Allí se detuvo a esperar el regreso de los compañeros que habían seguido la persecución fuera del campo, en banda dispersa, o a grupos aislados.

Fragmento de Ismael, novela histórica de
Eduardo Acevedo Díaz, publicada en 1888.
En este pasaje se inspiró Carlos María Herrera

para su obra "La mañana de Asencio"

 

jueves, 24 de febrero de 2011

Misa en el Hogar de Ancianos de Melo


Mons. Heriberto visitó hoy el Hogar de Ancianos de Melo, donde fue recibido por miembros de la comisión de esta institución que es gestionada por una asociación civil sin fines de lucro.
Después de celebrar la Eucaristía, el obispo fue invitado a recorrer las amplias instalaciones del Hogar, manteniendo con los miembros de la comisión un diálogo acerca del funcionamiento de la casa y de la problemática actual del adulto mayor.
El Hogar se encuentra en el territorio de la Parroquia Catedral. Habitualmente se celebra allí la Eucaristía, el último jueves de cada mes.

martes, 22 de febrero de 2011

Noticias de Mons. Roberto desde Brescia, Italia

El P. César Polvara nos cuenta que Mons. Roberto llegó a Brescia el 16 de febrero.
Ese día almorzó con el P. Dongi (Don Giancarlo Scalvini). Luego, el P. César lo llevó a la Parroquia de S. Giovanni en Polaveno donde está el P. Javier.
Su programa es quedarse unos días con el P. Javier, después visitar al P. Franco, las Hermanas Doroteas y a otras personas conocidas.
También nos cuenta que se está gestionando el viaje de Mons. Roberto a Tierra Santa, que sería posiblemente en los días 17-24 de marzo.

Y aquí, Mons. Roberto nos envía su mensaje:


El Obispo emérito de Melo, que está llevando en su mochila sus 90 años en su viaje a Europa, está visitando a sus muchos amigos (Sacerdotes, religiosos/as y laicos que en los años trabajaron pastoralmente en la diócesis de Melo) y a los familiares de los que actualmente están ofreciendo su servicio apostólico en la diócesis de Melo    
Se presenta optima su salud, está resultando enriquecedora su experiencia, y está con ganas de largarse hacia la Tierra de Jesús, la Palestina, para agradecerle a Dios sus años de vida y los casi 50 años de obispo que celebrará el próximo año (2012) si Dios lo querrá. Les manda a todos, a toda la gente, al Obispo Heriberto y toda la comunidad diocesana sus saludos y sus oraciones que a la distancia se vuelven más  intensas y nostálgicas. Con un abrazo virtual que quiere  abarcar todo el territorio de Cerro Largo y Treinta y Tres les dice a todos ¡Hasta la vuelta!

Amor exigente abre sede en el centro de Montevideo

Grupo de apoyo a padres de adictos
Amor Exigente abre una sede en el Centro hoy

EL PAÍS, Montevideo, martes 22 de febrero de 2011

Hoy se inaugurará en el Centro una sede de la organización Amor Exigente, un grupo que asiste a padres de hijos adictos a las drogas y el alcohol. El grupo cuenta con el apoyo de la Junta Nacional de Drogas, cuyo secretario general, Milton Romani, estará presente en la inauguración del local con que contará la organización en Zelmar Michelini 1266.

Amor Exigente es, en realidad, una regional en Uruguay de un grupo que nació hace poco más de dos décadas en Estados Unidos. Fue fundado por un matrimonio de terapeutas familiares, Phyllis y David York, cuyas tres hijas padecían de problemas con las drogas. Un sacerdote jesuita, Harold Rahm, que se radicó en Brasil y creó una comunidad terapéutica se sumó al grupo y con ello alcanzó un estatus internacional. En Uruguay funciona formalmente desde hace dos años, aunque sus actuales coordinadores están vinculados al grupo desde hace unos ocho años.

Eduardo Modernell y Doris Zerpa, los coordinadores regionales del grupo, son quienes dirigirán las actividades de este programa.

"No son grupos de charla u oración. Las reuniones son semanales. En ella los familiares reciben informaciones, esclarecimiento y son orientadas a no aceptar comportamientos agresivos o violentos", se explica en la web de la organización.

En Uruguay funcionan actualmente nueve grupos de Amor Exigente, cuatro de ellos en Montevideo y cinco en el interior: Florida, Villa Rodríguez (San José), Durazno y Mercedes.

La filial uruguaya posee amplia información sobre sus actividades en la página web, que puede consultarse a través de la dirección en internet: www.amorexigenteuruguay.org; o desde mañana en su nuevo local.

Nuevo párroco para Santo Domingo Savio, Melo

De derecha a izquierda: P. Paco Martínez, nuevo párroco de S. Domingo Savio;
P. Lucio (sacerdote de Canelones, de visita en Melo), Mons. Heriberto,
P. Juan Gastón, P. Daniel Sturla, Inspector Salesiano, P. Pedro.
La Comunidad Salesiana en Melo se ha renovado. A fin de año se despidió de nuestra ciudad el P. Sergio Álvarez, hasta ahora director del Liceo Mons. Lasagna. El P. Sergio, luego de varios años de apreciado servicio pastoral y educativo en esta diócesis, ha asumido nuevas responsabilidades en la obra salesiana Tacurú, en Montevideo.
Ha llegado ahora un nuevo integrante de la comunidad: el P. Francisco (Paco) Martínez, español de nacimiento, pero ya con la mayor parte de su vida en el Uruguay, quien estuvo en Melo hace muchos años. El asumirá la conducción de la Parroquia Santo Domingo Savio, de la cual estaba encargado hasta ahora el P. Pedro. El P. Pedro tomó a su cargo la dirección del Liceo. El más joven integrante de la comunidad, el P. Juan Gastón, es responsable de la animación pastoral del centro educativo.
La presencia salesiana en Melo se inició en 1959, con la fundación del Liceo Monseñor Lasagna, que ya celebró sus 50 años y sigue fortaleciendo su arraigo en la ciudad.
En 1994 se creó la Parroquia Santo Domingo Savio, cuya sede está junto al Liceo y que abarca una importante porción de los barrios populares de la ciudad.
En uno de esos barrios, el Feder, poco después de la creación de la parroquia se abrió la Obra social "Picapiedras", impulsada por el recordado P. Pancho Furtado. La obra cuenta con CAIF, Club del Niño y Centro Juvenil, además de otros grupos y servicios que igualmente se proyectan en la vida del barrio.
Más sobre presencia salesiana en Melo: AQUÍ

P. Lucio: la visita de un amigo

P. Lucio (izq.) con el P. Miguel y los niños del Hogar Cristo Rey
El mismogrupo, con el marco de la Parroquia San José Obrero
de Melo, recién pintada

En estos días nos visita el P. Lucio Escolar, sacerdote español que llegó al Uruguay en 1968 como seminarista, invitado por el primer Obispo de Canelones, Mons. Orestes Nuti. Ya ordenado sacerdote, se integró al servicio pastoral en esa diócesis como Fidei Donum. Actualmente es párroco en Los Cerrillos. A comienzos de los 80, el P. Lucio era párroco en Paso Carrasco. En esa parroquia y con él hizo su práctica pastoral Mons. Heriberto en sus primeros tres años de Seminario.

sábado, 19 de febrero de 2011

La Iglesia en cifras


PRESENTACION DEL ANUARIO PONTIFICIO 2011

CIUDAD DEL VATICANO, 19 FEB 2011 (VIS). El cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone y el arzobispo Fernando Filoni, sustituto para los Asuntos Generales, presentaron esta mañana al Santo Padre la edición del Anuario Pontificio del 2011, en presencia de los colaboradores en la elaboración e impresión del volumen.

En una nota sobre la presentación, se destacan algunas de las novedades que recoge el nuevo Anuario. En 2010, el Papa erigió 10 nuevas sedes episcopales, 1 exarcado apostólico y 1 vicariato apostólico. Se elevaron: 1 diócesis a sede metropolitana; 2 prelaturas a diócesis y 2 prefecturas y 1 administración apostólica a vicariatos apostólicos.

Por lo que respecta al número de católicos en el mundo, entre 2008 y 2009 pasaron de 1.166 millones a 1.181 millones, con un aumento de 15 millones de fieles, es decir, un 1,3%.

La distribución de los católicos en los continentes difiere notablemente de la población. América, entre 2008 y 2009 ha mantenido en cuanto a población, una incidencia constante sobre el total planetario del 13,6%, mientras los católicos han alcanzado en esos dos años el 49,4% de la población católica en el mundo. En Asia, el crecimiento de los católicos ha pasado del 10,6% al 10,7%, una cifra notablemente inferior a la del continente por lo que respecta a su incidencia en la población mundial (60,7%). El peso de Europa, como población, es tres puntos inferior al de América, pero su incidencia en el mundo católico es casi la mitad de la de los países americanos (24%). Tanto para los países africanos como para los de Oceanía, el peso de la población sobre el total es muy parecido al de los católicos (15,2% y 0,8%, respectivamente para África y Oceanía).

En la nota se señala que entre 2008 y 2009 los obispos pasaron de 5.002 a 5.065. Por lo que concierne al número de presbíteros, tanto diocesanos como religiosos, aumentaron en los diez últimos años, pasando de 405.178 en 2000 a 410.593 en 2009. La dinámica de esta cifra, sin embargo, es distinta en cada continente: en Europa disminuye el clero, mientras en los otros continentes aumenta. Sin embargo, hay que especificar que, excepto en Asia y África, el clero religioso disminuye.

Los diáconos permanentes aumentan del 2,5% pasando de 37.203 en 2008 a 38.155 en 2009. Su presencia mejora a ritmo elevado en Oceanía (19%) y en Asia (16%), mientras en Europa y América el porcentaje de aumento ha sido del 2,3% al 2,6%.

Entre el personal que colabora en la actividad pastoral de los obispos y sacerdotes, las religiosas constituyen el grupo más numeroso, a pesar de la flexión que experimentan. En 2008 eran 739.068 y en 2009, 729.371. La crisis permanece, a pesar de que en África y Asia, su número esté en aumento.

En cuanto a los candidatos al sacerdocio, hubo un aumento del 0.82%, pasando de 117.024 en 2008 a 117.978 en 2009, con una evolución diferente en cada continente. Mientras en África y Asia crecieron respectivamente un 2,39% y un 2,20%, en Europa y América disminuyeron un 1,64% y un 0,17% respectivamente.

AP/VIS 20110221 (520)

viernes, 18 de febrero de 2011

Visita a la Capilla San Andrés




Mons. Heriberto celebró hoy la Eucaristía en la capilla San Andrés, perteneciente a la Parroquia San José Obrero de Melo. La capilla se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad, en la continuación de Ruta 7, hacia Centurión y frontera con Brasil.
Luego de la Misa el Obispo compartió un momento recreativo con la comunidad.

jueves, 17 de febrero de 2011

Encuentro Continental Latinoamericano de Sacerdotes Misioneros Fidei Donum Europeos


Encuentro Continental Latinoamericano de Sacerdotes Misioneros Fidei Donum Europeos Bogotá – Colombia, 7-11 de febrero de 2011

Participaron 50 sacerdotes diocesanos Fidei Donum: Alemania 4, Italia, Francia 5, España Polonia 7, Bélgica 2.
Entre ellos estuvo el P. Lucas Lalire, sacerdote de la Diócesis de Dijon, Francia, quien estuvo como sacerdote Fidei Donum en la Diócesis de Melo hasta el año pasado.

PROPUESTA GENERAL:

1 . Datos generales del Encuentro

Organizadores: Coordinación europea de Misioneros Fidei Donum e Instituto Teológico Pastoral para América Latina ITEPAL – CELAM

Evento: Encuentro Continental Latinoamericano de sacerdotes Misioneros Fidei Donum europeos

Participantes: Aproximadamente 65 Misioneros Fidei Donum, entre obispos y presbíteros, originarios de diversos países de Europa que desempeñan su ministerio en América Latina.

Pais y ciudad sede Fecha: Bogotá, Colombia Del 7 al 11 de Febrero de 2011

2. Descripción y ubicación del Encuentro

Desde hace ya varios años, los “organismos episcopales europeos de formación misionera” se han reunido periódicamente para analizar la situación de la misionariedad europea hacia el Continente Latinoamericano, en este proceso han estado en relación tanto con el CELAM como con la CAL. El presente Encuentro se plantea como una respuesta concreta a la necesidad expresada en la última reunión de los organismos episcopales europeos de formación misionera, realizada en Madrid en el año 2009, donde se planteó la necesidad de procurar un momento de formación e intercambio de experiencias entre algunos representantes de Misioneros europeos Fidei Donum que operan en las Iglesias latinoamericanas. Dado el papel que desempeña el CELAM al servicio de las Conferencias Episcopales Nacionales de América Latina -particularmente en los campos de la docencia, investigación y difusión teológica pastoral, a través de su Instituto Teológico Pastoral para América Latina –ITEPAL- para la organización y realización de este evento se comparte la responsabilidad de la secretaría entre ITEPAL y la Coordinación Europea de Misioneros Fidei Donum.

3. Objetivo general

Repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia nuestra misión en las nuevas circunstancias latinoamericanas y mundiales, a partir de las experiencias y de frente a las exigencias de una Iglesia encaminada, por la Misión Continental, a un estado permanente de Misión (cfr. DA 11).

4. Tema general

“Cooperación entre las Iglesias europeas y latinoamericanas: entre historia y nuevas urgencias”

5. Metodología

En sintonía con las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano seguiremos el método de ver, juzgar y actuar. Ver la realidad que nos circunda a la luz de la Providencia, juzgarla según Jesucristo, Camino, Verdad y Vida y actuar desde la Iglesia en la propagación del Reino (cfr. DA 19).

6. Estructura general del Encuentro

Introducción – - -

I Identidad e itinerario de los Misioneros Fidei Donum y del CELAM-ITEPAL – Quiénes somos – Cuándo y porqué nacimos – Cuál ha sido nuestro itinerario histórico

II Mirada de los discípulos misioneros sobre la realidad – “Desafíos de la realidad latinoamericana a la misión ad gentes y mapa de las urgencias”. (Ponencia) – “América Latina: desafíos y esperanzas” (presentación de un libro) – Desafíos para la misión ad gentes en América Latina. (Trabajo en grupos)

III Aparecida y la Misión Continental, contexto teológico pastoral para la misión ad gentes – “Propuesta y exigencias de Aparecida y la Misión Continental”. (Ponencia) – Criterios y líneas de acción para responder a los desafíos (Trabajo en grupos) – Plenario

IV Europa y América Latina: cooperación entre iglesias – “Cooperación Misionera entre Europa y América Latina, realidad y perspectivas” (Ponencia) – “Presencia de presbíteros latinoamericanos en las Iglesias europeas” (Mesa redonda) – Aportes para favorecer una cooperación eficaz y significativa (Trabajo en grupos)

Conclusión – - – Saludos, bienvenida y presentación de los participantes Objetivo, tema y estructura general del Encuentro Informaciones logísticas Presentación escrita de Desafíos, Criterios, Líneas de acción y Aportes. Evaluación Clausura

“Cooperación entre las Iglesias Europeas y latinoamericanas: ENTRE HISTORIA Y NUEVAS URGENCIAS”.
1. Introducción
Agradecidos a Dios por nuestra vocación misionera ad gentes, 7 obispos y 47 sacerdotes diocesanos, incardinados en nuestras respectivas diócesis de Italia, Francia, Alemania, Bélgica, Polonia y España, hemos participado en el “I Encuentro Continental Latinoamericano de sacerdotes misioneros Fidei Donum europeos”, celebrado en Bogotá los días 7-11 de Febrero de 2011, representando al resto de misioneros Fidei Donum que trabajan en todos los países de América al servicio de las comunidades cristianas.

El Encuentro ha sido promovido por los “Organismos Episcopales Europeos para América Latina” bajo el patrocinio de la CAL y del CELAM, y con la colaboración del ITEPAL.

Fieles al planteamiento originario de los organizadores, tenemos la satisfacción de haber logrado su triple finalidad:

1. Reconocer y compartir la fecunda experiencia misionera de los sacerdotes diocesanos europeos que, desde la segunda mitad del siglo XX, estamos cooperando en la actividad evangelizadora de las Iglesias jóvenes de este continente.
2. Reafirmar la identidad de la vocación misionera sacerdotal de quienes, sin renunciar a nuestra incardinación de origen, hemos pasado “a la otra orilla” para servir a las comunidades cristianas más necesitadas.
3. Abrir horizontes a otros hermanos en el sacerdocio, incardinados en las diócesis de América Latina, para que consideren su partida al continente europeo como una respuesta eclesial de cooperación misionera entre las Iglesias.

2. Ámbitos de la Misión
2.1. Formación de agentes de pastoral

Como sacerdotes Fidei Donum estamos llamados a dar testimonio de vida y a vivir según los valores evangélicos, haciendo presente nuestra identidad sacerdotal y misionera. Desde nuestra misión eclesial somos llamados a formar comunidades de vida cristiana, donde sean incorporados agentes de pastoral como discípulos misioneros al servicio del mundo en el seno de la Iglesia, sin doblegarnos ante las dificultades materiales, económicas, logísticas y personales.

A estos desafíos hay que responder reafirmando nuestra convicción de que la formación solo es posible desde la comunión y fraternidad sacerdotal, respetando nuestras diferencias y culturas, pero buscando nuestro compromiso de fidelidad y de servicio a la comunidad.
Además, este compromiso implica la irrenunciable tarea de elaborar un plan pastoral diocesano y parroquial de formación integral, para fortalecer la propia identidad y la capacitación para la acción.

El camino para vivir este compromiso eclesial y misionero pasa por la implicación de los laicos, quienes, conscientes de su bautismo y de su pertenencia eclesial, asumen la responsabilidad solidaria y el servicio a la comunidad. En sintonía con esta propuesta, debemos tener en cuenta su formación permanente asumida por toda la comunidad y en comunión con el plan pastoral diocesano. Hemos de caminar hacia el reconocimiento y dignificación eclesial de los ministerios laicales al servicio de la comunidad, recorriendo con ellos este itinerario evangelizador.

2.2. Desplazados, pastoral rural y mundo indígena

Dentro de este ámbito, advertimos la falta de una pastoral bien orientada hacia los desplazados (tanto los emigrantes como las víctimas de situaciones de violencia), las minorías étnicas y el mundo rural. A esto se une el surgimiento en las comunidades indígenas de un nuevo caudillismo socio-político con la consiguiente pérdida de identidad y capacidad organizativa. No podemos ignorar nuevas posturas individualistas y consumistas, como consecuencia de la emigración hacia el exterior, ni la falta de vocaciones, especialmente misioneras, entre las comunidades indígenas y rurales.

Frente a estos desafíos, el acompañamiento a los desplazados no puede ser de tipo exclusivamente humanitario, sino que tiene que apuntar hacia la toma de conciencia y la denuncia de las verdaderas causas de su situación. Para esto, es imprescindible un trabajo conjunto entre organizaciones eclesiales y civiles que defienda a los afectados por cualquier clase de injusticia.

Hay que asumir el reto de la formación, acompañamiento y asunción de compromisos por parte de los agentes de pastoral para la misión evangelizadora y liberadora de los grupos indígenas, campesinos y desplazados, sensibilizando al clero local en lo referente a los derechos humanos, ecología y la Doctrina Social de la Iglesia, para que capacite a la gente del área rural en la lucha por la defensa de sus derechos y la conquista de la dignidad humana (Cf. DA, 470-475).

Como sacerdotes Fidei Donum nadie puede olvidar la opción fundamental por los pobres, ni la disponibilidad con la Iglesia local para ir donde seamos más necesarios.

Tratando de concretar algunas líneas de acción pastoral, vemos necesario que la Iglesia Latinoamericana cree un servicio permanente de discernimiento, formación y acompañamiento para sus sacerdotes Fidei Donum; la actualización de una pastoral específica que oriente la acción evangelizadora en relación a las categorías humanas arriba mencionadas; y finalmente, insistir en el desarrollo de una economía alternativa, solidaria y ecológicamente sostenible, que garantice una vida digna para las personas, las familias y los pueblos.

2.3. Nuevos grupos religiosos

Los desafíos en este campo vienen no tanto de las Iglesias evangélicas tradicionales sino de los nuevos grupos religiosos no católicos de corte pentecostal y lo que podemos denominar como nuevas creencias, que disponen de grandes recursos económicos, fuerza mediática y hacen una oferta milagrera. Desde aquí, somos llamados a revisar nuestra acción pastoral, a veces descuidada, sacramentalista, de conservación y de puertas para adentro. Esta debe tornarse más capilar y evangelizadora, fomentando, ya desde los seminarios, una preparación y un conocimiento de estas realidades que ayuden a superar actitudes de prejuicio, superioridad o rechazo.

Los criterios deben partir de actitudes incluyentes, respetuosas, abiertas y dialogantes, procurando, con verdad y caridad, reconocer las semillas del Verbo y lo que nos une a estas 3
otras experiencias religiosas (sobre todo al pueblo que forma parte de estos grupos). La Iglesia debe ponerse en “estado permanente de misión” como discípulos misioneros que procuran evangelizar y no simplemente conservar, y ayudar a todos los bautizados a valorar su fe y saber dar razón de su esperanza (cf. 1Pe. 3,15). Todo esto debe tener en cuenta el contexto multirreligioso en el que vivimos, la cultura local y la forma de ser del pueblo latinoamericano.

Entre las líneas de acción queremos destacar las misiones populares, incentivando la participación de los laicos, en las que se incida en las visitas de casa en casa; promover espacios de diálogo (como la Campaña de la Fraternidad ecuménica que se celebra cada cinco años en Brasil) que posibiliten el conocimiento y descubrimiento de lo que hay de positivo en el pueblo. Todo esto con actitudes de caridad y paciencia, que siempre deben formar parte de toda actividad misionera.

2.4. Pastoral de las grandes urbes

La reflexión sobre este ámbito parte de varias visiones, entre las que podemos destacar que la Iglesia está rezagada frente al gran cambio social, y por tanto necesita adecuarse con mayor responsabilidad a los nuevos desafíos sociales. Hay una gran diferencia entre los núcleos de las grandes urbes y los sectores periféricos, y nadie puede cerrar los ojos ante los dramas familiares y los nuevos modelos afectivos.

Los criterios y líneas de acción para responder a estas situaciones deben llevar a la Iglesia a desarrollar propuestas válidas desde una situación de cercanía sin renunciar a su propia identidad. Advertimos la necesidad de una mayor participación de los laicos en los proyectos pastorales y decisiones a nivel comunitario, una mayor integración comunitaria y un diálogo abierto con los distintos núcleos sociales. Para poder ayudar a las familias se sugiere una actitud de escucha y acompañamiento, anunciando positivamente los valores evangélicos.
Por último, conviene favorecer la comunión y la participación entre las parroquias de los centros urbanos y los barrios periféricos con una pastoral de conjunto.

2.5. Pastoral de las nuevas generaciones

Sentimos necesidad de saber escuchar y acompañar a los jóvenes, para así responder a sus preguntas y posibilitarles el encuentro con Cristo. Las Iglesias particulares deben renovar la opción por los jóvenes, desde una pastoral de conjunto que marque proyectos compartidos a largo plazo, en los que el lenguaje eclesial sea nuevo y el rostro de la Iglesia sea amable, dialogante y propositivo.

Este proceso, siguiendo el método ver-juzgar-actuar, debe tener en cuenta algunos criterios que nos lleven a amar a los jóvenes, acercándonos a sus intereses, situaciones vitales y problemáticas, asumiendo, sin rechazo previo, su ambiente cultural que tanto valora encuentros informales o coyunturales. Desde aquí procuraremos darles esperanza y hacerles ver su protagonismo en la sociedad y la Iglesia. Esto se debe traducir en un realce de la pastoral juvenil en las diócesis, que tenga fundamentación bíblica y conduzca al encuentro personal de cada joven con Cristo (cf. Mc. 3,14), para que ellos se tornen discípulos misioneros, desde el encuentro y diálogo con otros jóvenes que viven en diferentes ámbitos sociales.

Como líneas de acción proponemos un acompañamiento, también virtual, de todos los jóvenes, que favorezca el descubrimiento del rostro amable de una Iglesia que les ayuda en su realización humana y cristiana. Para ello contamos con una serie de elementos que posibilitan esta tarea: lectio divina, grupos y comunidades juveniles, catequesis sacramental de iniciación cristiana, misiones juveniles en las que los propios jóvenes sean sujetos de evangelización, lugares de encuentro, retiros, directorios diocesanos de pastoral juvenil.

Esto será más fácil de llevar a cabo en la medida en que formemos agentes pastorales que acompañen a los jóvenes e involucremos personas que puedan ayudar en este proceso (padres, profesores…).

3. Presencia de sacerdotes de América Latina en Europa

En los últimos años se está produciendo un notable incremento en la incorporación de sacerdotes procedentes de América Latina a la pastoral ordinaria y específica de las Iglesias particulares en Europa.

Hemos dado gracias a Dios por este hecho eclesial, relativamente novedoso, que expresa el sentido teológico de la cooperación entre las Iglesias, a la vez que lamentamos que, en ocasiones, sea considerado como una simple distribución de “efectivos” evangelizadores o por otras razones particulares ajenas a la cooperación eclesial.

El Encuentro ha sido ocasión para renovar nuestra convicción de que el envío de un presbítero a otra Iglesia local, como Fidei Donum, no sólo enriquece a la Iglesia de destino, sino también a la de origen. Esta cooperación es memoria permanente de que toda la Iglesia, todas las Iglesias y todos en la Iglesia nos hallamos en “estado de misión”.

Apoyados en las enseñanzas de la Iglesia y en nuestra experiencia misionera, como Fidei Donum, nos permitimos recordar a quienes parten y a quienes les envían la necesidad de unserio discernimiento vocacional misionero, una preparación cultural y social para insertarse
adecuadamente en el país de destino, la necesaria formación doctrinal y pastoral antes de su partida, así como la garantía de ser acogidos e insertados en el presbítero de destino.
Por otra parte deseamos que las Iglesias de destino los acepten como un don de Dios, que traen la Buena Noticia del Evangelio y se disponen a servir a la comunidad cristiana que se les encomienda, sin descuidar la necesaria cobertura jurídica, civil y eclesiástica.
Mostramos nuestra disponibilidad de sacerdotes Fidei Donum para ayudarles en el proceso de su preparación antes de partir, así como para acogerlos y acompañarlos en el lugar de destino.

4. Un camino abierto

Como conclusión del momento de gracia y de fraternidad que este Encuentro ha representado, nos parece urgente reafirmar la vocación misionera inscrita en la naturaleza de cada una de las Iglesias particulares, sea de Europa, de América Latina o de otro continente.

Queremos subrayar cómo nuestras Iglesias del Viejo Continente siguen llevando hacia la Iglesia latinoamericana un reconocimiento especial por todos los dones que en estos años de cooperación misionera han recibido de ella misma, sobre todo en una nueva comprensión de la ministerialidad bautismal, en el contacto vivo y comunitario con la Palabra de Dios, en la construcción de la comunidad como red de pequeñas comunidades, en la opción cristológica y por ende preferencial por los pobres y los más necesitados.

Aún en la conciencia de la temporalidad de la experiencia misionera de los sacerdotes Fidei Donum, nos comprometemos a animar a nuestras Iglesias de origen para que nunca se apague el fuego de la misión como fuente de renovación espiritual y pastoral, y al mismo tiempo solicitamos a las Iglesias del continente latinoamericano que nos estimulen en este sentido, indicándonos a cada instante las nuevas urgencias, desafíos y fronteras de nuestra posible cooperación misionera.

Bogotá, 11 de febrero de 2011

lunes, 14 de febrero de 2011

Mensaje final del consejo latinoamericano de vocaciones

Celebrado del 31 de enero al 5 de febrero en Costa Rica

CARTAGO, sábado, 12 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje final del segundo Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones, celebrado del 31 de enero al 5 de febrero en Cartago, Costa Rica.


* * *

Hermanas y hermanos:

"A todos los llamados por Dios, santos por vocación, gracia y paz de parte de nuestro Padre y del Señor Jesucristo" (Rm 1, 7).

Nos apresuramos a compartirles la experiencia de fe y de comunión que, en ambiente de cercanía, de reflexión y de oración, hemos vivido estos días, inspirados en el apóstol Juan: "Lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de Dios; lo que hemos visto y oído, se los anunciamos, para que también ustedes estén en comunión con nosotros" (1 Jn 1, 1.3).

Quienes hemos venido al II Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones hemos llegado casi a la cifra de los quinientos participantes: Tres cardenales que lo presidimos, treinta obispos, más de doscientos presbíteros, más de cien religiosas y religiosos, dos decenas de diáconos y seminaristas, más de veinte consagradas y consagrados seculares, y más de ciento veinte laicos. Proveníamos de todos los países de América Latina y El Caribe. Nos acompañaron las mismas dos instituciones que con la Santa Sede organizaron el Primer Congreso Continental, el CELAM y la CLAR, pero también representantes de la Pontificia Obra para las Vocaciones Sacerdotales y del Departamento de Seminarios de la Congregación para la Educación Católica, de la OSLAM y, en esta ocasión, de la Confederación de Institutos Seculares de América Latina (CISAL), de las Iglesias hermanas de Estados Unidos y Canadá, e invitados de otros países.

Fuimos acogidos fraternalmente por la Conferencia Episcopal de Costa Rica y el Señor Nuncio Apostólico, y con mucha generosidad por el Pastor y los fieles de la Iglesia Particular de Cartago y la de San José. Nos alojaron en sus hogares y con ellos compartimos el doble pan de la Palabra y de la Eucaristía en la catedral, las dos basílicas y las parroquias de la ciudad, y tuvimos una fiesta común en la explanada del Santuario... Así, bajo el manto protector de Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona de Costa Rica, pudimos constatar lo que afirma Aparecida: "La fe, la solidaridad y la alegría características de nuestros pueblos" (26); "El valor incomparable del talante mariano de nuestra religiosidad popular" (43); y que la familia es "el valor más querido por nuestros pueblos" (435).

En este contexto hemos reafirmado con nuestros pastores que "la pastoral vocacional, que es responsabilidad de todo el pueblo de Dios, comienza en la familia y continúa en la comunidad cristiana..., plenamente integrada en el ámbito de la pastoral ordinaria, es fruto de una sólida pastoral de conjunto, en las familias, la parroquia, las escuelas católicas y las demás instituciones eclesiales" (DA 314).

Inspirados en el lema "Maestro, en tu Palabra echaré las redes" (Lc 5,5) y en el tema Llamados a lanzar las redes para alcanzar vida plena en Cristo, hemos intentado fortalecer la Cultura Vocacional para que los bautizados asuman su llamado de ser discípulos misioneros de Cristo en las circunstancias actuales de América Latina y El Caribe, destacando los principales aspectos de la dinámica vocacional, examinando la conciencia-cultura vocacional de los bautizados, replanteando la vocación bautismal como eje transversal de toda la acción pastoral de la Iglesia, y elaborando pistas concretas y criterios de animación y de itinerarios vocacionales. Les compartiremos este contenido en el Documento Final que oportunamente hará llegar el CELAM.

Esta acontecimiento ha sido un alto en el camino porque nos ha congregado para vislumbrar el horizonte vocacional de la Iglesia latinoamericana y caribeña, después de un largo itinerario que hunde sus raíces en el Primer Congreso Continental que se celebró en Itaicí, Brasil, hace diecisiete años, y que tuvo un impulso misionero en la Conferencia General de Aparecida, por lo que ha sido también parte de la Misión Continental a la que ella nos ha convocado. Gracias a este mismo itinerario eclesial, que orientó los pre-congresos de estos dos años, hemos entrado también en la dinámica bíblica que vive la Iglesia universal a la luz del último Sínodo sobra la Palabra de Dios en su vida y misión y de la Exhortación Apostólica Verbum Domini. Por eso, acogiendo la invitación del Santo Padre a que en los grandes encuentros eclesiales "se subraye más la importancia de la Palabra de Dios, de la escucha y de la lectura creyente y orante de la Biblia" (76), hemos desplegado sus páginas, para oír su Voz que llama, para discernir su Rostro en el Maestro que nos envía, para construir su Casa en la Iglesia donde realizamos nuestra vocación, y para recorrer sus Caminos como misioneros.

Benedicto XVI nos recordó en el espléndido Mensaje que dirigió al Congreso que: "La iglesia, en lo más íntimo de su ser, tiene una dimensión vocacional, implícita ya en su significado etimológico: ‘asamblea convocada', por Dios. La vida cristiana participa también de esta misma dimensión vocacional que caracteriza a la Iglesia. En el alma de cada cristiano resuena siempre de nuevo aquel ‘sígueme' de Jesús a los apóstoles, que cambió para siempre sus vidas (Cf. Mt 4,19)".

En esta dinámica itinerante y a la luz de la palabra del Santo Padre, los invitamos a que, tal como sucedió en la escena vocacional del evangelio que narra el lema del Congreso, renovemos nuestro ardor vocacional y misionero, y en su Palabra, echemos las redes para que se siga repitiendo el milagro de la abundancia de las vocaciones.

Agradecemos al Pueblo de Dios que peregrina en la Diócesis de Cartago, su acogida fraterna y su generosa colaboración. Que Dios los bendiga y recompense a todos.

Que Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América, siga acompañando "nuestro viaje por el mar de la historia" (Spe Salvi 49).

En nombre de la Presidencia del II Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones,

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Card. Raymundo Damasceno Assis,
Arzobispo de Aparecida y Presidente del CELAM



Una recorrida por el Congreso, con breve nota a la delegación de Uruguay

sábado, 12 de febrero de 2011

Nuestra Sra. de Lourdes. Fiesta patronal en la capilla de Barrio Sóñora, Melo



La capilla Nuestra Señora de Lourdes, en Barrio Sóñora, perteneciente a la parroquia del Carmen de la ciudad de Melo, se vio colmada ayer a la tarde con motivo de su fiesta patronal.
Acompañado por el P. Michael y el Diácono Néstor, Mons. Heriberto presidió la Eucaristía ante fieles de la pequeña comunidad que se reúne habitualmente en la capilla, feligreses de la parroquia Ntra. Sra. del Carmen y de toda la ciudad.
En su homilía, el Obispo recordó algunos aspectos de la historia de las apariciones en Lourdes y manifestó que, junto a los milagros de las curaciones, no debe perderse de vista el milagro de la conversión, que siempre hemos de pedir para nosotros mismos y para todos.
En sus palabras, el Obispo hizo alusión a un episodio de la historia del Santuario de Lourdes: el caso de Alexis Carrel, científico, Premio Nobel de Medicina quién reencontró la fe al verificar la curación de Marie Bailly. (Ver abajo).


La conversión de un premio Nobel: el caso de Alexis Carrel y de Marie Bailly
Una curación extraordinaria es un desafío, pero ciertamente sería desafortunado plantearlo como un "desafío a la ciencia". Es más bien un desafío para el espíritu humano. En Lourdes, la Iglesia Católica considera que, por intercesión de Nuestra Señora, se han producido muchos más cambios de vida que curaciones del cuerpo. Aunque no se trató de una conversión abrupta, sino gradual, la de Alexis Carrel es quizá la más conocida, por tratarse de un científico laureado con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1912.

No corresponde tratar de dilucidar el misterio que encierra toda conversión, pero sí se puede hacer una aproximación al converso, describir su trayectoria antes y después de su encuentro con el misterio, estudiar el contexto y subrayar lo que tiene de significativo para nuestros días.
 
Breve referencia acerca del Dr. Alexis Carrel
Alexis Carrel provenía de una familia católica devota y fue educado por los jesuitas. Sin embargo, al momento de ingresar a la Universidad, ya no practicaba su religión. Él era un estudiante de medicina de segundo año cuando el presidente francés, Marie François Sadi Carnot, fue asesinado por un anarquista en Lyon en 1894. El cuchillo del anarquista había cortado una arteria de primer orden, por lo que el presidente murió luego de dos días de agonía. En esos tiempos, la sutura de un vaso sanguíneo grande todavía era un tema sin solución segura. El joven estudiante de medicina Carrel decidió resolver el problema. Julius H. Comroe, profesor emérito del Cardiovascular Research Institute (University of California at San Francisco) escribió: "Carrel ganó el Premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1912, y no lo ganó por alguna investigación oscura y esotérica, sino «en reconocimiento a su trabajo en sutura vascular y en trasplantes de vasos sanguíneos y órganos». Entre 1901 y 1910, Alexis Carrel, utilizando animales de experimento, efectuó todas las acciones y desarrolló todas las técnicas conocidas hoy en cirugía vascular (...)". (1)

Seis años más tarde de sus inicios, ya médico y asistente en el Departamento de Anatomía, Carrel leyó su trabajo científico publicado en la Sociedad de Medicina de Lyon el 12 de mayo de 1902. (2) Ese trabajo científico hizo historia y lo catapultaría a la fama una década después, como Carrel intuía que lo haría. Dos semanas más tarde se encontró en el tren que llevó a Marie Bailly a Lourdes. Lo que pasó desde ese momento durante los siguientes cinco días fue escrito por Carrel después, aunque el manuscrito recién fue publicado en 1948 bajo el título "Le voyage de Lourdes, suivi de fragments de journal et de méditations", (3) cuatro años después de su muerte ocurrida en noviembre de 1944. En 1950, fue publicado en una traducción al Inglés como "The Voyage to Lourdes".

Un colega de Alexis Carrel y ex-compañero de clases le pidió que tomara su lugar como médico a cargo de un tren que trasladaba gente enferma a Lourdes. Carrel estaba interesado en Lourdes, pero no para evaluar la "autenticidad" de los milagros. En esos momentos, el no creía en milagros. Él estaba interesado en justipreciar de forma personal la velocidad con que se producía la curación de diferentes enfermedades o lesiones informadas en Lourdes. Dotado de un fino sentido de observación, sus amigos decían de él que tenía "el ojo en la espalda..."

De entre los enfermos, el Dr. Alexis Carrel fijó su atención en una joven enferma agonizante, Marie Bailly (a quien él llamó con el seudónimo de "Marie Ferrand" en sus escritos -publicados de forma póstuma bajo el título de "Un viaje a Lourdes"). Marie Bailly estaba afectada por peritonitis tuberculosa en último estadio, una enfermedad ciertamente mortal en esa época. Acerca de la condición de Marie Bailly antes de su curación, Carrel escribió:
"Hay una paciente que está más cerca de la muerte en este momento que cualquiera de los otros. He sido llamado al lado de su cama numerosas veces. Esta desafortunada chica está en las últimas etapas de una peritonitis tuberculosa. Conozco su historia. Toda su familia murió de tuberculosis. Ella ha tenido úlceras tuberculosas, lesiones de los pulmones, y ahora, en estos últimos meses, una peritonitis, diagnosticada tanto por un médico general como por un cirujano reconocido de Burdeos, Bromilloux. Su estado es muy grave, yo tuve que darle morfina en el viaje. Ella puede morir en cualquier momento, justo debajo de mi nariz. Si un caso como el suyo se curara sería realmente un milagro. Nunca dudaría de nuevo... Su condición se deteriora constantemente. Si ella llegara a casa de nuevo con vida, eso de por sí sería un milagro... Ella está condenada. La muerte está muy cerca. Su pulso es muy rápido, de ciento cincuenta pulsaciones por minuto, e irregulares. El corazón está apagándose..."
Alexis Carrel
Retirando los cobertores, el cuerpo de Marie estaba expuesto de nuevo. El abdomen estaba hinchado como antes, pero algo más pronunciado en el lado izquierdo... "Temo que se me muera entre las manos...", habría declarado Carrel. Cuando el tren arribó a Lourdes, la joven Marie Bailly estaba semi-inconciente, pero al llegar ella al Hospital de Lourdes propiamente dicho, ella estaba consciente. Carrel tenía una visión tan pesimista de la condición de la joven que prometió "convertirse en monje" si ella llegaba con vida a la Gruta, situada apenas a 400 metros del hospital. Por insistencia de Marie Bailly, una jarra llena de agua del manantial de Lourdes fue vertida tres veces sobre el abdomen, ciertamente muy hinchado, de la joven. Media hora más tarde, el pulso de la joven comenzó a disminuir y el vientre hasta entonces hinchado se acható. Durante ese tiempo, Marie Bailly permaneció totalmente conciente. Carrel quedó perplejo: el científico que regía su interior se negó a aceptar la posibilidad de un milagro, pero su mente tampoco lograba obtener una conclusión empírica y pragmática.

La curación repentina de Marie Bailly se dio a conocer ampliamente en Lyon, junto con el hecho de que Carrel estuvo presente durante su curación. Un periódico publicó un artículo, implicando que Carrel se negaba a creer en el milagro. En consecuencia, el Dr. Carrel se vio compelido a publicar una respuesta que no agradó a nadie. Él criticó a los creyentes por tomar con demasiada facilidad algo inusual como si se tratara de milagro. Y, por otra parte, reprochó a quienes se negaban a mirar los hechos cada vez que parecía ser un milagro (implicando en gran medida a los miembros de la comunidad médica).

Medio año después el Dr. Carrel tuvo que abandonar la Facultad de Medicina. Primero fue a París, de allí a Montreal, de allí a la Universidad de Chicago, y desde allí, a través de una conferencia en la Universidad Johns Hopkins, el Instituto Rockefeller. El caso de Marie Bailly se convirtió en una gran noticia en Francia recién a partir de 1913, después que Alexis Carrel, con el halo del Premio Nobel de Fisiología/Medicina de 1912, volvió de visita a Francia.
El "Dossier 54" o "Caso Bailly"
Los detalles más precisos sobre los hechos de importancia que constituyen la columna vertebral del "caso Bailly" se pueden obtener del "Dossier 54", en los archivos de "Le Bureau des Constatations Médicales" (Oficina Médica), organismo que, junto con "Le Comité Médical International", rige el análisis científico de las curaciones producidas en Lourdes. El "Dossier 54" también se encuentra en la introducción redactada por Stanley L. Jaki (ganador del Premio Templeton 1987) en ocasión de una re-edición del libro de Carrel "Un viaje a Lourdes".

Marie Bailly nació en 1878. Tanto su padre, un óptico, como su madre murieron de tuberculosis. De sus cinco hermanos, sólo uno no sufrió esa enfermedad. Ella tenía veinte años cuando se evidenciaron por primera vez los síntomas de la tuberculosis pulmonar. Un año más tarde, se le diagnosticó meningitis tuberculosa, de la que se recuperó repentinamente cuando utilizó agua de Lourdes. Dos años más tarde, en 1901, sufrió peritonitis tuberculosa. Poco después, ella ya no podía retener los alimentos. En marzo de 1902, los médicos en Lyon se negaron a operarla por miedo a que ella muriera en la mesa de operaciones.

El 25 de mayo de 1902, le rogó a sus amigos que la metieran "de contrabando" en un tren que llevaba enfermos a Lourdes. Ella tenía que ser objeto de tránsito ilícito ya que, por regla general, estaba prohibido llevar a gente moribunda en esos trenes. El tren partió de Lyon al mediodía. A las 2 de la mañana siguiente, ella se estaba muriendo. Se llamó a Alexis Carrel. Él le suministró morfina a la luz de una lámpara de kerosene y permaneció con ella. Tres horas más tarde, él diagnosticó ese caso como peritonitis tuberculosa y dijo a media voz que no iba a llegar a Lourdes con vida. El diagnóstico inmediato en ese tiempo dependía en gran medida de un procedimiento de palpación.

En Lourdes, Marie Bailly fue examinada por varios médicos. El 27 de mayo, ella insistió en ser llevada a la Gruta, aunque los médicos (entre ellos Carrel) tenían miedo de que muriera en el camino. El "Expediente 54" ("Dossier 54") del Archivo de la Oficina Médica contiene las declaraciones inmediatas realizadas por tres médicos, incluyendo el propio Carrel, y el testimonio de Marie Bailly, que escribió en noviembre y entregó a Carrel, quien lo remitió debidamente a la Oficina Médica de Lourdes. Los aspectos más destacados del testimonio de la propia Marie Bailly son los siguientes.
Al llegar a los baños contiguos a la gruta, no se le permitió la inmersión. Pidió que un poco de agua de los baños se derramara sobre su abdomen. Esto le causó un dolor punzante en todo el cuerpo. Aún así, ella pidió se reiterara. La segunda vez, ella sintió mucho menos dolor. Cuando el agua se vertió sobre su abdomen por tercera vez, le daba una sensación muy agradable.
Mientras tanto Carrel estaba detrás de ella, con un bloc de notas en sus manos. Marcó el momento, el pulso, la expresión facial y otros datos clínicos, como testigo ocular. El abdomen, enormemente hinchado y muy duro, comenzó a aplanarse y, en un plazo de 30 minutos, había desaparecido la hinchazón por completo. No se observó ningún tipo de descarga corporal.

Ella fue llevada primero a la Basílica y, a continuación, a la Oficina Médica, donde fue examinada de nuevo por varios médicos, entre ellos Carrel. Por la noche, ella se sentó en su cama y cenó sin vomitar. A la mañana siguiente, se levantó por sí misma y ya estaba vestida cuando Carrel la volvió a ver.

Carrel no podía dejar de registrar que ella estaba curada. "¿Qué vas a hacer con tu vida ahora?", le preguntó Carrel. "Me uniré a las Hermanas de la Caridad para pasar mi vida cuidando a los enfermos", fue la respuesta de Marie Bailly. Al día siguiente, Marie Bailly se subió al tren por su cuenta y, después de un viaje de 24 horas en duros bancos, llegó renovada a Lyon. Allí tomó el tranvía y se fue a la casa familiar, donde tendría que "probar" que ella era realmente Marie Bailly, la misma que sólo cinco días antes había salido de Lyon en un estado crítico.

Carrel continuó tomando un gran interés en ella. Le pidió a un psiquiatra que la pusiera a prueba cada dos semanas, lo que se realizó durante cuatro meses. Ella fue examinada regularmente en busca de trazas de la tuberculosis. A fines de noviembre, fue declarada en buen estado de salud, tanto física como mental. En diciembre, entró en el noviciado en París. Sin tener una recaída, vivió la vida ardua de una Hermana de la Caridad hasta 1937.
La inquietud de pensamiento y la conversión de Carrel
Carrel tenía ante sí un problema. Si alguien conocía los hechos del caso era él, quien humanamente sabía lo que pasó con Marie Bailly. Sin embargo, no se atrevía a creer que algo más que simplemente las fuerzas naturales había intervenido en la recuperación repentina de Marie Bailly. Continuó regresando a Lourdes para poder ver otras curaciones repentinas. Él esperaba percibir de esta forma alguna fuerza puramente natural que produjera las llamadas curaciones "milagrosas" y que lo hiciera a través del poder de la oración, al cual él consideraba una fuerza psíquica puramente natural. La prueba de ello está en su famoso libro "L'homme, cet inconnu" ("La Incógnita del Hombre - El Hombre, Ese Desconocido"), (4) que apareció publicado por primera vez en francés en 1934, luego en inglés y, posteriormente, en treinta idiomas. Allí se hace referencia, precisamente en este sentido, a varios de los milagros de Lourdes.

Para entonces, habían pasado treinta y dos años desde que Carrel había estado detrás de la camilla de Marie Bailly. En todos esos años, se había entrevistado con sacerdotes una y otra vez. Se reunió con teólogos, o mejor dicho, algunos teólogos lo buscaron a él, con la esperanza de que Carrel les diera una confirmación "científica" de los milagros. Nada de esto parecía haberlo acercado a la fe de su infancia. Entonces, Marie Bailly murió en 1937 a la edad de 58 años.

Al año siguiente, Carrel se topó con un sacerdote, Rector del Seminario Mayor en Rennes, con quien desarrolló rápidamente una relación. El Rector le sugirió ver a un monje trapense, Alexis Presse. El Padre Alexis había pasado una década restaurando y reabriendo abadías en ruinas en toda Francia. En 1939 comenzó a trabajar en una abadía en ruinas en Bouquen, a sólo una hora en automóvil de la residencia de verano de Carrel en Bretaña. Cuando se dirigía con su esposa, Carrel permaneció refunfuñando: "El encuentro con los sacerdotes le hace a uno más daño que bien".

Llegaron. Desde las ruinas vino un monje, el Padre Alexis. Miró a Carrel, quien comenzó a sentir "algo extraño corriendo a través de él". Cuatro años más tarde, en noviembre de 1944, Carrel se moría en París. El mensaje fue enviado al Padre Alexis en Bretaña. El monje abordó un tren militar que transportaba bananas de América a las tropas que seguían combatiendo a los alemanes más allá de París. Llegó justo a tiempo. Carrel pidió los sacramentos antes de morir, el 5 de noviembre de 1944. Eduardo de la Hera hizo una descripción de los conversos que quizá se corresponda con la de Alexis Carrel, un converso de "Nuestra Señora de Lourdes":
"Los conversos son esas personas que, después de haber vivido al margen de toda fe religiosa, un día inolvidable dieron un viraje tan intenso a la trayectoria de su vida que cambiaron de rumbo. Y comenzaron, si se me permite la expresión, a "tomarse en serio a Dios". Dios trastocó sus vidas. En cierto sentido, se las complicó. Alguien pudo ver en ellos a seres sugestionados, alucinados o alienados. Pero no, ellos no se salieron de este mundo: el suyo y el de todos, el único que tenemos. (...) Tampoco se transformaron en fanáticos de lo religioso. Supieron, simplemente, mostrarse coherentes con su verdad y respetuosos con la verdad de los otros." (5)
Eduardo de la Hera

Esta es la esencia de lo que realmente le sucedió en Lourdes a aquel hombre laureado con el premio Nobel. La totalidad del famoso "Dossier 54" brinda sólo la mitad de la respuesta a la pregunta: ¿Qué ocurrió realmente? La otra mitad no se trata tanto de medicina sino que se enmarca en el plano de la fe católica.
 
La Iglesia Católica y la no certificación de la curación como milagro
Por cierto, esta curación no fue reconocida como "milagrosa" por la Iglesia. El caso de Marie Bailly, fue discutido en varias ocasiones en distintos niveles por la Oficina Médica de Lourdes y, finalmente, en París, en su nivel más alto, por el Comité Internacional. Era el año 1964. Se tomó la decisión en contra de la naturaleza milagrosa de la cura. ¿La razón?

Debido a que los primeros médicos que la atendieron no habían considerado la posibilidad de un embarazo psicológico (pseudociesis) –para lo cual se requeriría de más informes psicológicos y psiquiátricos previos a la curación–, el Comité Internacional decidió fallar en contra de la recomendación de considerar a la curación de Marie Bailly para su aprobación eclesiástica como "milagro". Se podría suponer que se trataba de una suposición descabellada. ¿Podrían tantos médicos diagnosticar incorrectamente semejante caso? ¿Podrían todos los médicos equivocarse al momento de palpar la pesada mucosidad del abdomen? Esto, debido a que la peritonitis de Marie Bailly no producía una mucosidad líquida, sino pesada. La palpación puede fácilmente establecer la presencia de esa mucosidad densa y pesada, especialmente cuando se presenta en grandes cantidades. Más aún, ¿a dónde había ido a parar toda esa pesada mucosidad en sólo 30 minutos? Por último, Marie Bailly había superado todas las pruebas psicológicas posteriores a su curación con gran éxito. Ella resultó ser una persona equilibrada, con sentido común y difícilmente impresionable.

Sin embargo, el fallo fue en contra, a fin de excluir la más mínima posibilidad de error en la certificación de ese hecho como "milagroso". Eso, aunque quien firmara en representación de la ciencia médica que se trataba de un hecho inexplicable fuera un Premio Nobel de Fisiología o Medicina.

Un renacimiento espiritual
En cierto sentido, las contribuciones del Dr. Alexis Carrel en el campo de la medicina no perduraron en el reconocimiento que se les debería, ni siquiera por parte de sus colegas científicos. En el artículo antes mencionado, Julius H. Comroe señaló: "En 1974, antes de iniciar una charla a un grupo de científicos cardiovasculares en su reunión anual, le entregué a cada uno una tarjeta que tenía en la parte superior esta requisitoria: «Sin consultar a nadie, por favor escriba a continuación del nombre de cada persona (mencionada), aquélla que considera fue su mayor contribución a la ciencia biomédica». Seguían cuatro nombres, uno de los cuales era Alexis Carrel. Cuando las respuestas fueron tabuladas, encontré que sólo 7 de los 111 que retornaron sus tarjetas conocían sus grandes contribuciones a la cirujía vascular, 33 sólo conocían sus últimos trabajos sobre cultivos de órganos, y 71 escribieron después del nombre de Carrel: NOADE -nunca oí acerca de él-." (1). Sin embargo, el renacimiento espiritual de Alexis Carrel llegó a ser uno de los ejemplos más reconocidos de conversiones en Lourdes.

En su libro póstumo "Viaje a Lourdes", el protagonista lleva el seudónimo de Dr. "Lerrac", que es su apellido al revés, Carrel. Allí, Alexis Carrel escribió:
"Y él se fue a la gruta, a contemplar atentamente la imagen de la Virgen, las muletas que, como exvotos, llenaban las paredes iluminadas por el resplandor de los cirios, cuya incesante humareda había ennegrecido la roca... Lerrac tomó asiento en una silla al lado de un campesino anciano y permaneció inmóvil largo rato con la cabeza entre las manos, mecido por los cánticos nocturnos, mientras del fondo de su alma brotaba esta plegaria:
«Virgen Santa, socorro de los desgraciados que te imploran humildemente, sálvame. Creo en ti, has querido responder a mi duda con un gran milagro. No lo comprendo y dudo todavía. Pero mi gran deseo y el objeto supremo de todas mis aspiraciones es ahora creer, creer apasionada y ciegamente sin discutir ni criticar nunca más. Tu nombre es más bello que el sol de la mañana. Acoge al inquieto pecador, que con el corazón turbado y la frente surcada por las arrugas se agita, corriendo tras las quimeras. Bajo los profundos y duros consejos de mi orgullo intelectual yace, desgraciadamente ahogado todavía, un sueño, el más seductor de todos los sueños: el de creer en ti y amarte como te aman los monjes de alma pura...»
Eran las tres de la madrugada y a Lerrac le pareció que la serenidad que presidía todas las cosas había descendido también a su alma, inundándola de calma y dulzura. Las preocupaciones de la vida cotidiana, las hipótesis, las teorías y las inquietudes intelectuales habían desaparecido de su mente. Tuvo la impresión de que bajo la mano de la Virgen, había alcanzado la certidumbre y hasta creyó sentir su admirable y pacificadora dulzura de una manera tan profunda que, sin la menor inquietud, alejó la amenaza de un retorno a la duda." (3)
Alexis Carrel
Quizá el número total de curaciones declaradas como "milagros" sólo sea un dato anecdótico, puesto que la importancia de "Nuestra Señora de Lourdes" viene dada por el renacimiento espiritual de aquellos que a ella acuden.
"Nuestras indagaciones no llegarán nunca a dilucidar el misterio de un renacer espiritual y de los caminos de la gracia. Con todo, puede pretenderse ver cómo se encuadra en su época, cómo la moldea y es moldeado por ella." (6)
Romano Guardini
(1) Comroe, J.H. (1978). Who was Alexis Carrel. American Review of Respiratory Disease 118: 391–402.
(2) Carrel, A. (1902). La technique opératoire des anastomoses vasculaires et la transplantation des viscères. Lyon médical 98: 859-864.
(3) Carrel, Alexis (1970). Viaje a Lourdes: seguido de fragmentos del diario y meditaciones. Editorial Iberia
(4) Carrel, Alexis (1953). La Incógnita del Hombre (El Hombre, Ese Desconocido). Iberia. pp. 200. (edición del año 1970). 
(5) de la Hera, Eduardo (2009). El fuego de la montaña. San Pablo (Madrid). p. 488.
(6) Guardini, Romano (2006). El Señor: meditaciones sobre la persona y la vida de Jesucristo, 3a ed. Ed. Cristiandad (Madrid). p. 706.

Extractado del artículo "Nuestra Señora de Lourdes" en Wikipedia
 

viernes, 11 de febrero de 2011

Noticias de Mons. Roberto

Noticias que nos envía el P. Manuel Guadilla
Desde Bilbao, el P. Manuel Guadilla nos envía noticias de la visita de Mons. Roberto. Nos cuenta que el lunes 7 partió para Roma. El P. Manuel no esperaba encontrarlo tan bien y nos dice: "Las carencias que pudiera tener las supera con ese carácter vitalista que siempre le ha caracterizado. En esta Residencia en la que estamos un puñado de octogenarios, ha sido motivo de sorpresa y de admiración. Visitó a su tía y a sus primos que están cerca de Oviedo. Telefoneó desde Roma y llegó bien y dispuesto a hacer su recorrido de toda la vida. Acá en la Residencia alguno atribuyó ese vigor a los dos litros de mate que toma todas las mañanas... Gracias a él pude revivir momentos y lugares muy queridos".

Fotos del Encuentro de Obispos donde participa, invitado por los Focolares

Entrada al lugar del encuentro

Durante las conferencias

En audiencia con Benedicto XVI, en la Sala Pablo VI

Y él mismo nos escribe...
Castel Gandolfo (Roma), 10.02.2011
Querido Heriberto,
Un buen amigo de la dirigencia de los focolares, me transmitió tu mensaje. Por su intermedio, te lo agradezco muchísimo. Se ve que eres un experto en rastrear, y me ubicaste bien.
Antes de viajar a Roma estuve en Bilbao con el padre Manuel que nos recuerda mucho a todos.  También visité a mis parientes en Oviedo.
El encuentro está magnífico, me reencontré con viejos amigos de otros encuentros. Ya te anoté a ti para el año próximo. Al final iría a visitar a todos los sacerdotes y religiosas que trabajaron en la diócesis.
Me saludas a todos por Radio María y por la Voz de Melo, a través de Andrés Diez.
De regreso seré más amplio en la comunicación. Saludos también a Tina y demás amigos de la diócesis. Ayer me encontré en la Sala Pablo VI con Jairo que anda por aquí.
Un fuerte abrazo y gracias de nuevo por comunicarte conmigo, hasta pronto.
Mons. Roberto Reinaldo Cáceres González, Obispo emérito di Melo / Uruguay

En el almuerzo

La Eucaristía en la Capilla del Centro Mariápolis
de Castel Gandolfo, lugar del encuentro

Saludando al Cardenal Arzobispo Emérito de Praga, Mons. Miloslav Vlk,
promotor de los encuentros de Obispos amigos del Movimiento de los Focolares

Los participantes

Saludando a María Voce, presidenta del Movimiento de los Focolares
Maria Voce, sucesora de Chiara Lubich

Luego del fallecimiento, el 14 de marzo de 2008, de Chiara Lubich, fundadora y presidenta del Movimiento de los Focolares, los miembros del movimiento eligieron, casi por unanimidad a Maria Voce, una de las más cercanas colaboradoras de la fundadora.
María Voce nació en Italia en 1937. Conoció el Movimiento en 1959 y desde hace 44 años vive en la Comunidad del Focolar. Ha estudiado Teología y Derecho Canónico, y en los últimos años su tarea fundamental ha sido la de poner al día los Estatutos generales del Movimiento.
Es también una de las responsables de “Comunión y Derecho”, red de profesionales e investigadores que trabajan en el campo de la justicia, nacida recientemente en el ámbito de los Focolares. Es miembro además de la Escuela Abba, Centro de estudios interdisciplinares.
En su haber figura también una experiencia directa en los campos ecuménico e interreligioso. Habiendo vivido en Turquía entre 1978 y 1988, ha mantenido cercanas relaciones con el Patriarcado ortodoxo de Constantinopla, en particular con el actual patriarca ecuménico Bartolomé I, con los líderes de otras Iglesias cristianas y con el mundo musulmán.