lunes, 31 de agosto de 2009

Visita desde Aguascalientes

Estuvieron de visita en Melo dos sacerdotes de Aguascalientes, México. El P. Roberto, diocesano y Fray Luis, franciscano, pasaron en esta ciudad algunos días de sus vacaciones, y celebraron la Eucaristía en algunas de las parroquias y capillas.

Confirmaciones en La Charqueada

El domingo 30 recibieron el Sacramento de la Confirmación cuatro señoras de la comunidad de la Parroquia María Auxiliadora, del Pueblo Gral. Enrique Martínez, más conocido como "La Charqueada" en el departamento de Treinta y Tres. También fueron instituidas como ministras de los Enfermos una de las confirmadas y una de las madrinas.

sábado, 29 de agosto de 2009

Consejo Diocesano de Familia - Amor Exigente

El sábado 29 se reunió en la Parroquia San José Obrero de la ciudad de Treinta y Tres el Consejo Diocesano de Familia. El tema central fue "Adicciones". El consejo recibió con mucho interés y atención el testimonio y la propuesta de "Amor Exigente", un movimiento que ofrece, a través de sus grupos, apoyo a las familias que sufren por la adicción a las drogas de alguno de sus miembros y acción preventiva.

¿Que es AMOR-EXIGENTE?
  • Es una propuesta de educación, destinada a padres y orientadores, como forma de prevenir y solucionar problemas con jóvenes, tales como: uso de alcohol u otras drogas, violencia y cualquier problema de comportamiento inadecuado a las normas establecidas y aceptadas socialmente.
  • A.E analiza doce principios básicos para la organización familiar y social.
  • Es una guía para una manera de vivir y administrar la convivencia entre los seres humanos, con amor y disciplina, rescatando el respeto, los valores morales y espirituales.
  • Es un abordaje que enfatiza el cambio de comportamiento de padres, docentes, terapeutas orientadores y voluntarios, en relación a jóvenes con problemas.
  • Los grupos de apoyo de A.E no son grupos terapéuticos, ni religiosos o políticos.
  • Son grupos de acción y no de consolación, en donde se fortalece para actuar, en vez de solo hablar, se construye la cooperación familiar y comunitaria y se debilita la agresividad y la violencia.
  • En ellos se discute semanalmente la orientación a las situaciones presentadas.
  • Los participantes se proponen metas que deberán ser analizadas individualmente dentro de los límites de cada uno para que exista un verdadero cambio interior, que se refleje en el contexto familiar y escolar a través de adecuadas tomas de decisión.
Más información en el sitio web de amor exigente:
http://amorexigenteuruguay.org/
E-mail:
amorexigenteuruguay@adinet.com.uy
Teléfono, desde Uruguay:
Celular: 099 303 199
Teléfono fijo: (02) 402 54 88

viernes, 28 de agosto de 2009

Misa en Colegio María Auxiliadora - Melo


El viernes 28 visité el Colegio María Auxiliadora de Melo, reuniéndome con el equipo de dirección y celebrando luego la Santa Misa acompañado por el P. Miguel.
En la homilía, los niños participaron con acierto en el diálogo que mantuvimos acerca del significado de la presencia de Jesús en la Eucaristía.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Ultreya en Villa Isidoro Noblía (Cerro Largo - Uruguay)



La palabra "Ultreya" no aparece en el Diccionario de la Real Academia Española.
Según la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Madrid, la palabra "ultreia / ultrella / ultreya" (con sus varias formas de ortografía) es antigua y viene de latín; significa más allá ("ultra" y "eia"). A lo largo del Camino de Santiago su significado fue y sigue siendo a la vez saludo entre peregrinos y a modo de dar ánimos. Decir "¡ultreya!" es como decir "¡ánimo! ¡adelante!".
Los Cursillos de Cristiandad realizan mensualmente una reunión llamada "Ultreya", en que los participantes presentan diferentes temas de formación en la fe. Este encuentro es, también, una voz de ánimo para estos peregrinos de la fe.
Acabo de regresar de Villa Noblía, donde participé en la Ultreya de los cursillistas de Noblía y Aceguá, en la que trataron sobre los siete sacramentos.
Luego de escuchar a los diferentes grupos, me pidieron unas palabras, que recojo ahora en sus líneas esenciales:

Los Sacramentos, encuentros con Cristo que cambian nuestra vida

Los Evangelios nos presentan en sus páginas muchos encuentros de diferentes personas con Jesús. Recordamos, por ejemplo, a la mujer samaritana que había tenido cinco maridos y que iba todos los días a buscar agua al pozo (Juan 4,1-42)... a Zaqueo, el jefe de los cobradores de impuestos que subió a un árbol para ver a Jesús (Lucas 19,1-10).
Ellos, como muchos otros personajes que nos presentan los Evangelios, viven un intenso encuentro con Jesús.
En esos encuentros, Jesús toma la iniciativa: "Si conocieras el don de Dios y quien es el que te dice 'dane de beber', tú le habrías pedido a él, y él te daría agua viva" (Jn 4,10); "Zaqueo, baja pronto, porque conviene que yo me quede hoy en tu casa" (Lc 19,5).
De esa forma, manifiesta el amor del Padre misericordioso, y ofrece a la mujer sedienta y al hombre ansioso la posibilidad de plenitud.
Ellos la reciben con el corazón abierto, y así se produce el encuentro.
La experiencia del amor de Dios, de sentirse amados, cambia los corazones de aquella mujer y de aquel hombre. El encuentro con Jesús marca un antes y un después en sus vidas.
Después de su resurrección, Jesús deja en la Iglesia siete signos que nos hacen posible hoy vivir el encuentro con Él. Signos eficaces, es decir, que producen realmente lo que significan, comunicándonos el amor del Padre, por medio de Jesús, en el Espíritu Santo.
Tres signos que marcan la iniciación del cristiano: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. Los dos primeros dejan una marca indeleble desde el momento en que son recibidos. El tercero puede ser recibido aún diariamente, alimentándonos con la vida del mismo Jesús.
Dos signos de sanación: Reconciliación y Unción de los Enfermos, curando nuestras heridas más profundas.
Dos signos, finalmente, que marcan a quienes los reciben para el servicio a la Comunidad: el Orden Sagrado y el Matrimonio. El primero, al servicio de la Palabra, de los sacramentos y en el gobierno de la comunidad; el segundo, configurando una verdadera Iglesia doméstica.
A través de estos sacramentos estamos invitados hoy a vivir nuestro encuentro con Jesús, a abrirle nuestros corazones para que se llenen de su amor, que nos manifiesta el amor con que nos ama el Padre, por medio de su hijo, en el Espíritu.

martes, 25 de agosto de 2009

Reunión de Diáconos Permanentes




El 25 de agosto tuvimos reunión con los cinco diáconos permanentes de la diócesis de Melo y sus esposas, en la Capilla San Ignacio en Treinta y Tres. Entre los temas que tratamos, leímos y compartimos la reciente carta del Cardenal Hummes a los Diáconos Permanentes.

Carta de la Santa Sede a los Diáconos Permanentes
Queridos diáconos permanentes:
Cada vez con más fuerza la Iglesia descubre la inestimable riqueza del diaconado permanente. Cuando los obispos llegan a la Congregación para el Clero, en ocasión de las visitas "ad limina", se comenta, entre otros, el tema del diaconado y los prelados muestran su agrado y su esperanza ante ustedes, diáconos permanentes. Todo esto nos llena de inmensa alegría. La Iglesia les da las gracias y, a su vez, reconoce su entrega y su trabajo ministerial. Al mismo tiempo, quiere alentarlos para que caminen por el camino de la santidad personal, para que vivan una intensa vida de oración y de espiritualidad diaconal. A ustedes se puede también aplicar aquello que el Papa ha dicho a los sacerdotes en ocasión del Año Sacerdotal: "favorecer esa tensión de los sacerdotes hacia la perfección espiritual, de la cual depende sobre todo la eficacia de su ministerio" (Discurso del 16 marzo 2009).
Hoy, en la fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir, quisiera invitarlos a dos reflexiones. Una sobre su ministerio de la Palabra, la otra sobre la Caridad.
Todavía permanece el grato recuerdo del Sínodo sobre la Palabra de Dios, que se celebró durante el pasado octubre. Nosotros, ministros ordenados, hemos recibido del Señor, a través de la mediación de la Iglesia, el encargo de predicar la Palabra de Dios hasta los confines de la tierra, anunciando la persona de Jesucristo, muerto y resucitado, su Palabra y su Reino a toda creatura. Esta Palabra - como afirma el Mensaje final del Sínodo - tiene su voz, la Revelación; su rostro, Jesucristo; su camino, la Misión. Conocer la Revelación, adherirse incondicionalmente a Cristo, como discípulo fascinado y enamorado, partir con Jesús y con El hacia la Misión..., es cuanto se espera de nosotros y, de un modo totalmente sin reservas, de un Diácono permanente. De un buen discípulo nace un buen misionero.
El ministerio de la Palabra, que en san Esteban, diácono y mártir, los diáconos tienen un gran modelo, pide a los ministros ordenados un esfuerzo constante para estudiarla y hacerla propia al mismo tiempo que se proclama. La meditación, a modo de lectio divina, esto es, de lectura orante, es hoy en día el camino aconsejado para entender, hacer propia y vivir la Palabra de Dios. Al mismo tiempo, la formación intelectual, teológica y pastoral es un desafío que dura toda la vida. Un cualificado y actualizado ministerio de la Palabra depende mucho de esa profunda formación.
Permanezcamos a la espera, en un futuro próximo, del documento del Santo Padre sobre las conclusiones del citado Sínodo. Deberá ser recibido con apertura de corazón y con el deber de una futura profundización.
La segunda reflexión versa acerca del ministerio de la Caridad, tomando como gran modelo a San Lorenzo, diácono y mártir. El diaconado tiene sus raíces en la organización eclesial de la caridad en la Iglesia primitiva. En Roma (s. III), durante el periodo de las grandes persecuciones, aparece la figura extraordinaria de San Lorenzo, archidiácono del Papa San Sixto II y fidelísimo administrador de los bienes de la comunidad. Sobre San Lorenzo así se expresa nuestro amado Papa Benedicto XVI: "Su solicitud por los pobres, el generoso servicio que dio a la Iglesia de Roma en el sector de la asistencia y de la caridad, la fidelidad al Papa que le empujó a seguirlo en la prueba suprema del martirio y el heroico testimonio de sangre pocos días después, son hechos universalmente conocidos" (homilía en la basílica de San Lorenzo, 30 noviembre 2008). Es conocida también la afirmación sobre San Lorenzo: "La riqueza de la Iglesia son los pobres". Los asistía con gran generosidad. He aquí un ejemplo todavía actual para los Diáconos permanentes. Debemos amar a los pobres en manera preferencial, como Jesucristo. Ser solidarios con ellos. Buscar construir una sociedad justa, fraterna, pacífica. La reciente carta encíclica de Benedicto XVI, "Caritas in veritate" (La caridad en la verdad) sea nuestra guía actualizada. En tal encíclica el Santo Padre afirma como fundamental principio: "La caridad es la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia" (n.2). Los Diáconos se identifican muy especialmente con la caridad. Los pobres son uno de los ambientes cotidianos y objeto de su solicitud sin descanso. No se entendería un Diácono que no se comprometiese en primera persona en la caridad y en la solidariedad hacia los pobres, que, de nuevo, hoy se multiplican.
Queridos diáconos permanentes, Dios les bendiga con todo su amor y les haga felices en su vocación y misión. Saludo con respeto y admiración a las esposas y a los hijos, de quienes son ustedes esposos y padres. A todos ellos la Iglesia da las gracias por la multiforme colaboración, que prestan al ministerio diaconal. Además, el Año Sacerdotal nos invita a manifestar nuestro afecto a los queridísimos sacerdotes y a rezar por ellos.
10 de agosto, fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir.
Cardenal Claudio Hummes, prefecto de la Congregación para el Clero

Misa en la Capilla San Antonio, Melo


El domingo 23 celebré por primera vez Misa en la capilla San Antonio, perteneciente a la Catedral de Melo, y pude saludar a esta comunidad.

sábado, 22 de agosto de 2009

Reunión Diocesana de Pastoral Social

Diócesis de Melo:
Reunión diocesana de Pastoral Social


Esta tarde se realizó en Melo una reunión en la que participaron delegados de diversas obras sociales de la Diócesis.

A través de la presentación se fue manifestando la presencia de varios Merenderos (La Charqueada; Capilla San Francisco Javier en Treinta y Tres; "La Casita" y "El Hongo" de parroquia Jesús Buen Pastor de Melo; Tupambaé); obras sociales realizadas por convenio con INAU ("San Martín", de Treinta y Tres; "Picapiedras" y CAIF "Sagrada Familia de Melo); gente de Río Branco que trabaja con niños en situación de calle; Obra social con niños en La Pedrera; Oratorio Laura Vicuña (Treinta y Tres); Policlínica y Biblioteca (Pquia. Jesús Buen Pastor, Melo), etc.
Un trabajo en grupos recogió motivaciones para el trabajo social, dificultades, logros y sugerencias, que fueron recogidos por el equipo coordinador.

Al inicio de la reunión, el Obispo de Melo, Mons. Bodeant, presentó el lugar de la Pastoral Social dentro de la misión de la Iglesia, desde un enfoque bíblico. Estas fueron las principales ideas de la breve exposición:


Tres imágenes evangélicas
Tres grupos de personas
Tres acciones de la Iglesia

Hay tres grandes grupos de personas que siempre tendrían que ser motivo de preocupación de la Iglesia, en la vida de una diócesis, de una parroquia, de una capilla, de una Comunidad Eclesial de Base o de un grupo eclesial de cualquier tipo.
A través de tres imágenes que encontramos en el Evangelio, podemos descubrir esos tres grupos y la acción de la Iglesia hacia ellos.

Las imágenes son:
- El pescador, unido a la red, la pesca (Mateo 4,18-19, el llamado de los primeros discípulos; Juan 21,11, la red que no se rompe)
- El pastor (Juan 10,1-18, donde Jesús se presenta como el Buen Pastor; Juan 21,15-19, en que Jesús encarga a Pedro apacentar a sus ovejas)
- El buen samaritano (Lucas 10,25-37)

Los tres grupos de personas, y las acciones que aparecen relacionados a ellos, a partir de las tres imágenes:
- El grupo de los que no son miembros de la comunidad, a quienes los cristianos estamos enviados para llevar la Palabra de Jesús e invitarlos al encuentro con Él, en lo que comúnmente llamamos "Misión". La imagen del Pescador expresa el deseo de Jesús de convocarlos y reunirlos a través de sus discípulos "pescadores de hombres", o de la red "que no se rompe".
- El grupo de los que están dentro de la comunidad, las ovejas que pertenecen a Jesús Buen Pastor. Es responsabilidad de la comunidad, especialmente de los pastores, cuidar a sus miembros: mantenerlos unidos, alimentarlos, guiarlos, curarlos, tal como hace el Pastor con su rebaño.
- Finalmente, el buen samaritano nos pone frente a un tercer grupo, integrado por aquellas personas que pueden ser o no miembros de la comunidad, pero que, fundamentalmente, son "heridos del camino". El buen samaritano no se fija si el herido que encuentra al costado del camino es un samaritano, un judío o un griego. Lo primero que importa es que es un herido y por eso, como dice Jesús, "se hace prójimo" de él. Podemos relacionar este pasaje de Lucas con el del juicio final que nos presenta Mateo 25,31-46, en el que Jesús se identifica con los "heridos" por el hambre, la sed, la falta de alojamiento, la desnudez, la enfermedad, la prisión. Nos llama así, de forma muy fuerte, a verlo a él en esos "heridos del camino".

Así podemos percibir el lugar de la Pastoral Social: ser expresión de la preocupación de toda la comunidad por de este tercer grupo, más allá de que sean o no miembros de la Iglesia: los heridos del camino, en todas las formas en que pueden presentarse hoy.

Lidia de Filipos, Lidia de Young

Del libro de los Hechos de los Apóstoles,(16,11-15)
Nos embarcamos en Tróada y fuimos derechos a Samotracia, y al día siguiente a Neápolis; de allí pasamos a Filipos, que es una de las principales ciudades de la demarcación de Macedonia, y colonia. En esta ciudad nos detuvimos algunos días.
El sábado salimos fuera de la puerta, a la orilla de un río, donde suponíamos que habría un sitio para orar. Nos sentamos y empezamos a hablar a las mujeres que habían concurrido. Una de ellas, llamada Lidia, vendedora de púrpura, natural de la ciudad de Tiatira, y que adoraba a Dios, nos escuchaba. El Señor le abrió el corazón para que se adhiriese a las palabras de Pablo. Cuando ella y los de su casa recibieron el bautismo, suplicó: «Si Ustedes juzgan que soy fiel al Señor, vengan y quédense en mi casa.» Y nos obligó a ir.

En los primeros tiempos de la Iglesia, entre otras mujeres que participaron activamente en la vida de las comunidades, destaca el nombre de Lidia. El libro de los Hechos de los Apóstoles recuerda cómo ella recibió a Pablo y a sus compañeros de apostolado en un momento difícil. Es más, los “obligó” a ir, diciéndoles “si juzgan que son fiel al Señor, vengan y quédense en mi casa” (Hch 16,15). Sin duda, aquélla Lidia fue un referente para la comunidad de Filipos.

Desde niño, como feligrés de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Young, mi pueblo natal, recuerdo la presencia de otra Lidia: Lidia Inderkum de Estigarribia, como un referente para esta comunidad.
Lidia falleció el 19 de agosto de este año.
Esposa de Ramón, madre de Carlos y Daniel, fue una mujer que se mantuvo siempre “fiel al Señor”, participando activamente en la comunidad, acompañando las sucesivas orientaciones pastorales de la diócesis y de la parroquia, y atravesando los muchos cambios de sacerdotes.
Ella supo reconocer, más allá de lo mutable, aquello que permanece, lo que realmente pertenece a la fe, a Jesucristo, que es el mismo, ayer, hoy y siempre. (Hebreos 13,8)

Gracias, Lidia, por tu testimonio de fidelidad y tu generosa entrega.
Que el Señor Jesús te guarde para siempre en su Corazón.

+ Heriberto Bodeant, obispo de Melo

jueves, 20 de agosto de 2009

Premio a la Excelencia Ciudadana


Mons. Roberto Cáceres y
el Club de Niños de la Obra Social San Martín
,
de Treinta y Tres, premiados
La Diócesis de Melo se alegra hoy por la distinción que ha sido ofrecida por una organización de la Sociedad Civil a una persona y a una institución de nuestra Diócesis.
El CELADE (Centro Latinoamericano de Desarrollo) otorgó hoy el III Premio Nacional a la Excelencia Ciudadana a diversas personas e instituciones de los diferentes departamentos, propuestas por las Intendencias Municipales.
Junto a otras personas del departamento de Cerro Largo, recibió este premio Mons. Roberto Cáceres, destacándose su larga trayectoria al frente de la Diócesis, así como su presencia positiva y constante en los Medios de Comunicación Social al servicio de la Evangelización.
Al final de la ceremonia, por orden alfabético llegó el turno al departamento de Treinta y Tres. La tercera y última de las tres instituciones premiadas fue el Club de Niños de la Obra Social San Martín, de la parroquia San José Obrero de la capital olimareña, creado en el año 2000.
Mons. Heriberto Bodeant y el P. Thomas Toal acompañaron a Mons. Cáceres en este acto.

Más información:

CELADE:

http://www.celade.com.uy/

Obra Social San Martín

http://www.sanmartin.org.uy

Desde Uruguay, de regreso

Llovía en Montevideo la tarde del miércoles 19, cuando el avión de LAN me dejó en el aeropuerto de Carrasco. Llovía, y hacía bastante frío... pero yo traía mucho sol y calor guardado. No sólo de los hermosos días de sol y cielo azul que tuvimos en Sydney, sino por la luz y la calidez de las miradas y de los corazones de tantos hermanos de América Latina, España, Portugal, Filipinas y Timor Este, australianos de origen hispano: todos aquellos que se reúnen para celebrar su fe en lengua castellana y portuguesa.
A todos nosotros, María nos fue llevando de su mano al encuentro de Jesús y de los hermanos.
Regreso lleno de gratitud por todo lo compartido.
¡Gracias al Señor y a su Madre!
¡Gracias, queridos hermanos y hermanas!

domingo, 16 de agosto de 2009

Homilía en la Fiesta de Hispanoamérica, Sydney





Ayer, domingo 16 de agosto, celebramos en Scalabrini Village, en Austral, una población cercana a Sydney, la fiesta que anualmente realizan las comunidades hispanas de Sydney, motivo de la invitación que me trajo hasta aquí.
En la mañana tuvimos la misa, luego almuerzo, y en la tarde, muchísimos artistas de la colectividad hispana. Allí me alcanzaron una guitarra y también hice mi aporte a la fiesta.
He aquí mi homilía durante la misa, a partir de las lecturas correspondientes a la Asunción de María:

María, Misionera de Hispanoamérica
Sydney, 16 de agosto de 2009


Hemos escuchado el relato que conocemos como “la visitación”. La Santísima Virgen María, en cuyo seno ha comenzado a gestarse el Hijo de Dios, visita a Isabel, su prima, que ya está en su sexto mes de embarazo, esperando al que será Juan el Bautista.
Les invito a que meditemos esta Palabra del Señor colocándonos en dos situaciones:
primero, la de la visitada, la que recibe la visita, es decir, Isabel;
segundo, la de la visitante, la que hace la visita, es decir, María.

La visitada

¿Qué sucede cuando alguien nos visita? ¿Qué es lo que hace que una visita sea realmente grata y le abramos de par en par las puertas del corazón?
Una visita puede ser esperada o inesperada.
En nuestro mundo de hoy, no tenemos mucho lugar para las sorpresas.
Cuando alguien nos anuncia con tiempo su visita, podemos prepararnos a recibirlo en nuestra casa o incluso irlo a buscar. Podemos disponer nuestra casa de la mejor forma, preparar bien lo que queremos ofrecerle.
Cuando la visita llega sin avisar, o nos avisa con una llamada desde el aeropuerto, diciendo “ven a buscarme”... puede complicarnos enormemente la vida, obligarnos a hacer arreglos de último momento para poder irla a buscar o ver quien lo haga, para poder estar en la casa. Tenemos que entrar en gastos no previstos. No dejamos de sentir cierta incomodidad...
Pero lo que verdaderamente cambia el significado de una visita, lo que la hace realmente grata, no es que sea esperada o inesperada, sino, sobre todo, que sea una visita deseada. Que sea la llegada, anunciada o no, de alguien a quien deseamos recibir, a quien queremos recibir.
Deseamos la visita de alguien, cuando esa persona que viene es especialmente valiosa para nosotros.
Valiosa, porque esperamos mucho de ella, porque es alguien que nos puede trasmitir un saber, o que de un modo u otro siempre nos ayuda, o nos ha ayudado... O, lo mejor de todo, porque simplemente es alguien a quien queremos mucho.
Cuando llega esa visita deseada, es un verdadero acontecimiento.
El hecho de que llegue habiendo avisado o de sorpresa, pasa a un segundo plano.
Se deja todo de lado para recibirla. La alegría de su llegada compensa cualquier inconveniente.

Es muy posible que María haya llegado a la casa de Isabel sin avisar. ¿Cómo podría haberlo hecho? Simplemente, María fue hasta allí.
Las palabras de Isabel al recibirla se pueden interpretar como expresión de humildad, pero también de sorpresa: “¿Qué he hecho yo para que venga a visitarme la madre de mi Señor?”
En todo caso, Isabel nos enseña a recibir la visita de María:
Isabel recibe la visita de María como un verdadero regalo, un regalo totalmente inmerecido: “¿Qué he hecho yo...?
Con humildad, Isabel se coloca en segundo plano, y da toda su importancia a María.
Con fe, reconoce a María como la madre del Señor
Deja que la alegría la invada, la inunde, y se comunique al niño que ella lleva en su seno, al futuro Juan Bautista.
Por otra parte, Isabel no se complica en lo más mínimo. No le escuchamos decir frases como “Ay, justo ahora, que tengo que hacer quietud y no te puedo atender bien” o “Perdona que la casa esté desarreglada”. Isabel habla. Sus palabras son sencillas, pero el Evangelio nos dice que habla “llena del Espíritu Santo”.
Isabel, pues, no sólo se deja invadir por la alegría, sino que se deja guiar por el Espíritu Santo.
De esta forma, Isabel aparece como un modelo para la Iglesia que recibe.
Isabel, recibiendo a María que llega de visita, es el modelo para toda comunidad que quiera abrir sus puertas, recibir a los hermanos y hermanas y a todo el que llega.

Una comunidad a la que llegan personas, una comunidad que recibe visitas, las recibe cuando es una comunidad que atrae. El Papa Benedicto XVI dijo en Brasil, en el año 2007, que “La Iglesia crece, no por proselitismo, sino “por ‘atracción’: como Cristo ‘atrae todo a sí’ con la fuerza de su amor”1.
La Iglesia “atrae” cuando vive en comunión, pues los discípulos de Jesús serán reconocidos si se aman los unos a los otros como Él nos amó (cf. Rm 12, 4-13; Jn 13, 34).2
Una Iglesia que atrae, una Iglesia que quiere recibir a los demás, es, ante todo, una comunidad unida, una comunidad que celebra festivamente, una comunidad que vive y profundiza su fe.
Pero es también una comunidad que se prepara para recibir: que tiene, por ejemplo, un Ministerio de la Bienvenida, de la acogida, ministerio del que se siente responsable toda la comunidad. Un grupo o movimiento de Iglesia que atrae está abierto a nuevos miembros, los recibe. Una pequeña comunidad eclesial que atrae le ofrece un lugar al que llega, le hace sentir que se le esperaba, aunque nadie lo conociera todavía.
La Iglesia que recibe al que llega valora su visita como un regalo de Dios.
La llegada de otros es motivo de alegría.
¡Qué hermoso que nuestras comunidades puedan hacerse acogedoras como Isabel para el hermano o la hermana que nos visitan! ¡Qué hermoso que esas personas que se acercan a nuestras comunidades buscando la presencia del Señor, aunque lleguen sin avisar, aunque ese encuentro no esté en el schedule, en la agenda, se sientan recibidas y valoradas!

La visitante

Vamos ahora a colocarnos en el lugar de la que sale de visita, en el lugar de María.
¿Qué es lo que lleva a la Santísima Virgen a salir de visita?
María ha recibido en su casa a un ángel del Señor. Ángel significa mensajero, portador de un mensaje. El mensaje que ha recibido María es bueno; realmente, muy bueno. Es una buena noticia: lo que en la Biblia se llama Evangelio: la Buena Noticia.
Lo fundamental del mensaje que ha recibido María es que ella va a ser la madre del Salvador largamente anunciado y esperado.
María recibe ese mensaje, que la compromete, con confianza y total disponibilidad: “He aquí la servidora del Señor, hágase en mí según tu palabra”.

Junto a ese mensaje, a ese Evangelio que la ha sido anunciado a María, viene otro mensaje; secundario, pero también importante: su prima Isabel, que no podía tener hijos, está en su sexto mes, porque “nada es imposible para Dios”.
Oído esto, María se pone en camino.
María va a visitar a Isabel para compartir el mensaje que ha recibido.
Va a llevarle la buena noticia de Jesús, y a alegrarse con la buena noticia que Isabel ya tiene.
María se pone en camino sin demora, inmediatamente.
Es un camino de montaña, un camino por el que hay que subir, por lo tanto, dificultoso.
Pero el encuentro bien vale el esfuerzo.

Hay otra intención de María que no está expresada en el texto evangélico, pero que se puede suponer sin dificultad. María no va solamente “de visita”. Isabel está en su sexto mes, y no es una jovencita. Posiblemente ese embarazo reclame cuidados especiales, reposo, quietud. María, servidora del Señor, va a ponerse al servicio de su prima en esos tres meses que faltan para el nacimiento de Juan Bautista.

De esta forma María, es modelo de una Iglesia misionera, una Iglesia que no sólo espera al que llega, sino que sale al encuentro de los demás, para compartir la Buena Noticia.
Los Obispos latinoamericanos, reunidos en el Santuario de Nossa Senhora Aparecida en el Brasil en 2007, nos hablaban de la necesidad de una “conversión pastoral” de nuestras comunidades. Así nos decían:
“La conversión pastoral de nuestras comunidades exige que se pase de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera (...) con nuevo ardor misionero, haciendo que la Iglesia se manifieste como una madre que sale al encuentro3.

Así vemos a María misionera, modelo de una Iglesia misionera:
Ella es la madre que sale al encuentro de sus hijos, a llevarles la Buena Noticia, a llamarlos, a invitarlos, a reunirlos.
Ella es la servidora del Señor, que se pone al servicio de los hombres con generosidad, con disponibilidad.

¡Qué hermoso que desde nuestras parroquias, nuestras comunidades hispanas, cada día más salgamos al encuentro de nuestros hermanos, llevando esta presencia de María!
¡Qué hermoso que les hagamos presente una Iglesia que no los olvida ni los abandona, precisamente cuando más necesitan esa presencia, en los momentos de enfermedad y de duelo, en los momentos de conflictos familiares, en las situaciones más desesperadas!
¡Qué hermoso que todos los fieles cristianos sintamos que ésa es nuestra misión, que todos somos Iglesia, que todos formamos la Iglesia que atrae y recibe, la Iglesia que sale al encuentro!

Que la Santísima Virgen, aquélla que el Señor nos entregó como madre, a cuyo cuidado nos confió, la mujer revestida de sol, nos cubra con su manto de luz.
Que su amor de madre nos anime, nos fortalezca, nos ayude a vivir como una verdadera familia de hermanos, una familia que atrae.
Que su presencia de Servidora nos haga disponibles y diligentes para recibir a quienes llegan, y a salir presurosos al encuentro de quienes esperan que alguien les lleve la palabra de Vida, de Amor y de Esperanza. Así sea.

Notas
1. Benedicto XVI, Homilía en la Eucaristía de inauguración de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, 13 de mayo de 2007, Aparecida, Brasil.
2. Aparecida, 59
3. Aparecida, 70

sábado, 15 de agosto de 2009

Testimonio de una joven confirmada por Benedicto XVI

Yo fui confirmada por el Papa Benedicto XVI en Sydney,
durante la Jornada Mundial de la Juventud 2008

Me llamo Elizabeth G. Mi hermano Richard y yo somos uruguayos nacidos en Sydney. Desde chica pertenecí al grupo parroquial de niños y niñas que se llama Happy Sunday. Casi todos los Domingos asistía a Misa con mis padres y mi hermano. Pasados algunos años comencé a ayudar con el grupo y a formar parte del grupo de jóvenes.

Cierto día, a mamá le fue diagnosticado un cáncer y yo tuve que empezar a cuidarla mientras seguía haciendo mi High School. Debido a la distancia y a nuevas situaciones familiares no nos fue posible asistir a la Iglesia frecuentemente. Sin embargo, la presencia de Dios y la figura de Jesús formaron parte de mi experiencia religiosa. Claro está que no fue fácil. Más de una vez cuestioné a Dios por la enfermedad de mi mamá. Tanto mi hermano como yo sentíamos un gran miedo de perder a mamá. Rezaba confiada a Dios, pero no por eso dejaba de cuestionarle. Mamá nunca perdió esa confianza en Dios y siempre se mantuvo positiva, aún en momentos de tener que irse al Hospital para ser operada. Con el paso del tiempo, mamá fue mejorando y todo aquel miedo fue quedando atrás.

A través de toda esa experiencia familiar descubrí que Jesús es el amigo con el que puedo hablar cuando estoy preocupada o tengo dificultades, pero también cuando estoy contenta. Puedo confiar a Él mis inseguridades como persona joven y sé que guardará todas estas cosas en su corazón. Él es el amigo que me rodea y me cuida en los buenos y malos momentos de la vida.

El día que recibí la invitación para ser confirmada por el Papa, sentí que el mismo Jesús me estaba haciendo un regalo personal. Sentí mucha emoción, sumamente feliz de tener esa preciosa oportunidad en mi vida. Creo que recién tomé conciencia de este regalo especial el mismo día de la Confirmación cuando, al caminar hacia el altar, pude percibir los miles de jóvenes que estaban presentes. Sentí un tremendo cariño y agradecimiento a Jesús por haberme elegido en su amor en medio de tantos jóvenes.

Desde el día en que me llamaron hasta el día en que fui confirmada por el Papa fue todo un peregrinar hacia Dios, un reencontrarme conmigo misma en el silencio y en la oración y de ahondar esta relación de amistad con Jesús.

La experiencia en el momento de la Confirmación fue sentir como si hubiese sido transportada a un mundo de luz. Tuve la sensación de estar en una realidad diferente. Sentí necesidad de llorar y reir. Un montón de sentimientos se movían en mi interior y luego sentí paz y a partir de ese momento pude caminar con una sonrisa hacia donde estaba el Papa. Nuevamente delante de él sentí una tremenda emoción cuando ungió mi frente. Creo que en ese momento sentí que Dios me quería muchísimo. El rostro de mi madre se hizo presente, pues ella siempre creyó y confió en Dios y fue ella la que siempre me habló de Jesús y me enseñó a orar.

A un año de aquel momento, dicha experiencia sigue grabada en mi mente y en mi corazón e invito a aquellos que tienen problemas o necesitan de un verdadero amigo a que hablen a Jesús, pues Él los escuchará.

Elizabeth
Sydney, 15 de agosto de 2009

¡Gracias, Elizabeth, por este hermoso testimonio!
¡Qué Jesús te guarde siempre en su Corazón!
+ Heriberto

Desde la Misión en Sydney (7)

Ayer viernes 14 terminó siendo un día relativamente tranquilo. Un almuerzo con el P. José María, un jesuita español desde hace mucho tiempo capellán de hispanos en Sydney, junto con varios miembros de su comunidad. Un interesante intercambio de reflexiones, inquietudes y búsquedas, por el cual pasaron los Cursillos de Cristiandad, la Renovación Carismática, las Pequeñas Comunidades y otras propuestas pastorales que hoy están movilizando a la gente hispana en Sydney. Por la noche tuve mi última charla sobre "María misionera" en la Misión Hispana, una casa de reunión en Fairfield, donde participan habitualmente los hispanos.

Hoy, sábado 15, solemnidad de la Asunción de María empecé tempranito participando del programa "Pan de Vida" en Radio Austral. Luego, un encuentro con los uruguayos en Ashcroft (ver foto). Fue una oportunidad para compartir con ellos una breve visión de la diócesis de Melo, y escucharlos en sus diferentes iniciativas, tanto en favor de Uruguay (ayuda a comedores infantiles, a escuelas rurales y otras iniciativas solidarias) como en favor de uruguayos y otros migrantes: un hogar de ancianos donde varios abuelos uruguayos y de otras nacionalidades que han quedado solos encuentran una vida digna y un cuidado cariñoso.
También me encontré con Elizabeth, una de las jóvenes uruguayas confirmadas por Benedicto XVI. Pero a ella y a su testimonio les dedico la siguiente entrada.

jueves, 13 de agosto de 2009

Desde la Misión en Sydney (6)

Amigos, algunos podrán haber notado que mi informe sale un día adelantado respecto a la fecha de la entrada... es que el blog se maneja con la fecha y hora en Uruguay, y yo estoy viviendo donde el día comienza 13 horas antes... Así, en este momento son las 11:50 del viernes 14 de agosto, aquí en Sydney, mientras en Uruguay recién son las 22:50 del jueves 13...
Les cuento que ayer Jueves 13 de agosto tuve por la mañana una visita y misa en una residencia para ancianos de habla hispana. Saludé a cada uno de los viejitos, celebré con el P. Luciano, y luego estuve cantando con ellos... Volver, Cielito Lindo, Yo vendo unos ojos negros, Zamba de mi esperanza... todos cantaban, muy felices !!! Pasamos un lindo momento.
Almorcé luego con un buen grupo de la comunidad de Plampton, donde a la noche tuve mi charla sobre María Misionera (es el grupo que está en la foto). Y así vamos... hoy, viernes, estaba prevista una misa en español en la cárcel, pero se suspendió porque las cárceles están en un proceso de privatización...

miércoles, 12 de agosto de 2009

Desde la Misión en Sydney (5)


Miércoles 12 de agosto.
Radio Austral es la más importante emisora de habla española en Australia y Nueva Zelandia. Transmite en FM y varias retransmisoras aseguran su presencia en el aire. También puede ser escuchada en cualquier lugar del mundo a través de Internet. Su director, Eduardo González, me entrevistó el año pasado con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Esta mañana me invitó nuevamente para tener una larga charla, cuyo registro ofrezco a quienes tengan la paciencia de descargarlo... está en formato mp3, a 128 kbps, tiene una duración de una hora 8 minutos y el archivo tiene 62 MB... ¡Ánimo! Está subido en Rapidshare. No olviden elegir "free user", que es lo que permite bajarlo gratuitamente y no "premium", que les reclamará un pago !!!
Para bajar la entrevista, hacer click aquí: ENTREVISTA
Para escuchar Radio Austral, hacer click aquí: AUSTRAL y luego en LISTEN NOW.

A mediodía, almorcé con mi primo José Ramón y su esposa Mireya, que emigraron desde Uruguay en los 70, con sus tres hijas, y que cuentan con siete nietos nacidos en Australia.

En la noche, charla en la comunidad de Maroubra. Es el único lugar de nombre aborigen entre los que vengo visitando, y significa "como trueno". Tiene una zona de playa, al sureste de Sydney, pero no vi nada de eso. Me encontré, en cambio, con una comunidad que me recibió muy cuidadosamente, diría con mucha formalidad, con nuestro himno nacional y todo !!! Sin embargo, a medida que fuimos avanzando en el encuentro fuimos entrando en un clima humanamente muy cálido. Había varios uruguayos, peruanos, mexicanos. Todos líderes en la comunidad: "aquí nadie viene a calentar sillas", se dijo. Casi todos ellos, cursillistas, es decir, participantes del movimiento de los Cursillos de Cristiandad, que lleva más de 30 años de actividad en la zona de Sydney, ofreciendo los cursillos en español. (En la foto, con miembros del Consejo Pastoral Parroquial).

martes, 11 de agosto de 2009

11 de agosto - Santa Clara


En esta memoria de Santa Clara de Asís, un recuerdo especial para la Parroquia de Santa Clara, en Santa Clara de Olimar, departamento de Treinta y Tres, Diócesis de Melo.
La foto muestra el frente de la iglesia parroquial, ligada a la vida de la familia Saravia, de tanta gravitación en la historia de Uruguay, declarada en 2002 monumento histórico nacional. Lamentablemente la iglesia se encuentra en un estado que no hace posible su utilización como lugar de culto. De a poco, y en la medida que encontremos las ayudas necesarias, buscaremos las formas y caminos que permitan que Santa Clara pueda recuperar esta Iglesia histórica, pero también contar con otro lugar adecuado para la asamblea litúrgica, más al centro de la villa.
La comunidad parroquial está bajo la responsabilidad de las religiosas Misioneras de Jesús Verbo y Víctima y actualmente se reúne en la capilla del antiguo colegio, hoy convento de las religiosas.

Desde la Misión en Sydney (4)




Martes 11 de agosto.
Una nueva e intensa jornada, en la que por la mañana pude visitar la catedral de Sydney y encontrarme con el arzobispo, Cardenal George Pell. En la tarde estuve con el Obispo de Parramatta, Mons. Kevin Manning. Me acompañaron el P. Luciano Toldos, sacerdote Scalabriniano brasileño y uno de los capellanes hispanos y Sonia Lievano, laica colombiana vinculada a los Padres Scalabrinianos. Estas visitas están en relación a mi presencia en Sydney, ya que las parroquias que voy visitando están en estas diócesis, en las que viven muchos "hispanos".
A ambos obispos les manifesté mi especial reconocimiento por el destacado lugar que tuvo Uruguay en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud, el año pasado, cuando dos jóvenes nacidas en Australia, de padres uruguayos, fueron confirmadas por Benedicto XVI y fueron a él presentadas como "representando a Uruguay". Los uruguayos, y menos aún la Iglesia en el Uruguay no estamos muy habituados a estos destaques... Fue un momento también particularmente significativo para la importante colectividad uruguaya en Australia.
También expresé a ambos Obispos mi apreciación sobre el aporte de los emigrantes latinos a Australia quienes, por una parte, encontraron aquí un hogar y posibilidades de desarrollo personal y profesional que en su momento no tuvieron en sus países, pero que, con su trabajo, también han contribuido al crecimiento de ésta, su segunda patria.
Manifesté a los Obispos que para muchos latinos, aunque hablen habitualmente y en muchos casos con total fluidez el inglés, es importante contar con servicios religiosos en su lengua materna, que los remite a las raíces más profundas de su fe. Agradecí en ese sentido todas las facilidades que se dan para el desarrollo de la Pastoral entre los hispanos, de lo cual mi visita, como la de otros obispos latinoamericanos que lo han hecho anteriormente, es una expresión.
Parramatta es una diócesis nueva, desprendida de Sydney hace algunos años. Su catedral fue reconstruida y ampliada después de un incendio, con una arquitectura moderna muy especial, que puede apreciarse en las fotos.
En la noche, tuve mi charla sobre María Misionera, el tema de la misión, con los hispanos de la Parroquia San Miguel en Hurstville.

lunes, 10 de agosto de 2009

Desde la Misión en Sydney (3)


Lunes 10.
En este día de San Lorenzo he tenido muy presente a los cinco diáconos de la diócesis de Melo, a los de Salto y los que se están preparando al diaconado. Celebré Misa en la casa donde me alojo, y me acompañó el diácono Ángel Portas.
Hoy a mediodía almorcé con los capellanes de pastoral hispana, casi todos scalabrinianos, pero también el jesuita con el que concelebré ayer, un colombiano, el P. Fabio y un sacerdote mexicano, de los Misioneros de Guadalupe... capellán de los chinos !!!
Dediqué buena parte del día a preparar mis charlas sobre María, y una presentación de la diócesis de Melo en Power Point.
De noche, aquí enfrente, en la Iglesia de Ascroft, tuve la primera charla, que consistió en un recorrido por los textos marianos del Nuevo Testamento, presentando a María como discípula misionera. Estuvo muy concurrida, y la gente mostró su interés en las muchas preguntas que se plantearon al final.
Mañana de mañana tengo la entrevista con el Cardenal Pell y de tarde con el obispo de Parramatta.

domingo, 9 de agosto de 2009

Desde la Misión en Sydney (2)



Domingo 9: comienzo hoy con la Misa en la comunidad de Ascroft, frente a la casa donde estoy alojado. En esta misma Iglesia celebré el año pasado mi primera misa en Australia.
Es un hermoso reencuentro con alguna de la gente que estuvo el año pasado. Y es, precisamente, de 2008, la foto que aparece arriba.
Desde allí el diácono Ángel Portas me lleva a Fairfield, a la parroquia Santa Teresita, cuyo párroco es el P. José María, un jesuita español con muchos años de presencia y trabajo entre los emigrantes de habla hispana de Sydney. Allí celebro también la Misa.
Completo la mañana con una visita y saludo en la comunidad de Epping, ya en la diócesis de Broken Bay, cuyo obispo saludé el viernes en la Misa de Mary McKillop.
En la tarde, con el P. Luciano y el diácono Ángel nos vamos al Teatro a ver la obra, en español, "Esperando la Carroza", en la que participan mi prima y uno de sus yernos. La obra es presentada por el grupo "Casa del Teatro", que está celebrando sus 30 años. Mireya, mi prima, ha estado entre sus fundadores.
Y ahora, a descansar, que mañana nos espera otra buena jornada...

sábado, 8 de agosto de 2009

Desde la Misión en Sydney (1)





Escribo cuando en Uruguay son las 9 de la mañana del sábado 8 de agosto, mientras que aquí en Sydney ya son las 10 de la noche...

Llegué a Australia ayer por la mañana (hora local), invitado por los Padres Scalabrinianos, que atienden a las comunidades hispanas de Sydney y alrededores, para realizar una misión visitando las parroquias donde se reúnen esos grupos de emigrantes latinoamericanos, culminando el domingo 16, con una Misa convocada bajo el lema "María, misionera de hispanoamérica".
Ayer por la tarde comencé visitando a una familia uruguaya: Mario y Chiquita me invitaron a ver a su hija, Graciela, que padece de esclerosis múltiple. Me impresionó ver su buen ánimo y el cariño con que cuidan a su hija, que está completamente imposibilitada.
Más tade me reuní con el equipo organizador, integrado por delegados de las diferentes comunidades. Había gente de Uruguay, Perú, Ecuador, Chile, Salvador y algunos otros países.

Esta mañana estuve en el programa "Pan de Vida" de Radio Austral (que se puede escuchar por Internet AQUÍ).
A las 11:00, acompañado del diácono permanente Ángel Portas, participé en la Eucaristía que se celebró en una Iglesia cercana al Santuario de la beata Mary of the Cross McKillop, que se encamina a ser la primera santa australiana.
Mary McKillop fundó las Hermanas de San José y del Sagrado Corazón, congregación con marcado perfil australiano en su origen, dedicada a la educación de los más pobres, y con reglas que partían más de la realidad y de las necesidades de Australia que de los modelos y normas europeos. La Misa fue presidida por el Cardenal George Pell, arzobispo de Sydney, a quien pude saludar. También pude tener una buena conversación con Mons. David Walker, obispo de Broken Bay, una diócesis vecina a Sydney. Estuve luego con la superiora general de la congregación y algunas de las hermanas del Consejo General.
Desde alli fui con Ángel hasta su casa, donde participé de un encuentro con el grupo de uruguayos que recibió la delegación de Pastoral Juvenil uruguaya que participó en la Jornada Mundial de la Juventud el año pasado. Fue un muy grato reencuentro, en el que pude compartir alguna información de Uruguay y pude contar lo vivido en los últimos días como nuevo Obispo de Melo.
La jornada concluyó con la Misa en la Parroquia del Buen Pastor, en Plumpton, en la vecina diócesis de Parramatta, y el encuentro con la comunidad hispana que suele encontrarse allí.

jueves, 6 de agosto de 2009

Celebración del Santo Cura de Ars en Montevideo

Todos los años, el 4 de agosto o en una fecha próxima, en el Seminario Interdiocesano del Uruguay, en Montevideo, se celebra la memoria de San Juan Bautista María Vianney, el santo Cura de Ars, patrono del clero secular y desde este año, de todos los sacerdotes.
La celebración de este año, en el marco del Año Sacerdotal y del 150 aniversario de la muerte del santo, convocó a muchos más sacerdotes que habitualmente, y fue la Parroquia San Carlos Borromeo, vecina al Seminario, quien nos acogió a fieles laicos, religiosas, diáconos, sacerdotes y obispos en esta celebración.
En estos días he estado meditando sobre esta figura, al decir de un cura viejo "tan admirable y tan inimitable", al menos si tomamos al pie de la letra las expresiones que el Papa Benedicto alude como "exageraciones del piadoso hagiógrafo".
Sin embargo, lo que me ha dado vueltas en la cabeza y en el corazón en estos días es algo muy sencillo...
En primer lugar, lo que me despierta el "te amo, Dios mío". La oración del Santo recogida en canción, expresa cuál es el centro de su vida: el amor de Dios. "Prefiero morir a no amarte". El amor a Dios sostiene la vida del Santo Cura.
En segundo lugar, San Juan Ma. Vianney presenta a los demás ese Dios cuyo amor colma su vida, hablándoles de "el Buen Dios" (le Bon Dieu). Creo que la expresión no es original, aunque no es común entre nosotros. Es la manera piadosa del católico francés de nombrar a Dios, no a secas, sino agregándole al nombre el atributo de "bueno".
Así, "el buen Dios" es el que se hace presente entre los hombres, el que los ama con el Corazón de su Hijo, el que los alimenta en la Eucaristía con la Vida de su Hijo, el que les manifiesta en la Reconciliación la misericordia del Corazón de Jesús.
Así, ese centrar su vida en el Dios al que ama con todo su corazón, lleva al Santo Cura a mostrar a los demás al amado, "el buen Dios", a buscar darlo a conocer, a buscar llevar a otros a su encuentro.
Tal vez choca ese "yo" de la oración, esa activa declaración de amor... pero no cabe duda de que él se siente también amado, profundamente amado y, desde su sacerdocio, quiere conducir a los hombres a ese Amor.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Hacia la XXXI Jornada Nacional de la Juventud - Mensaje de Mons. Heriberto



XXXI Jornada Nacional de la Juventud
Lema: “En la vida encontramos a Jesús” Texto inspirador: Jn 1,35-51

35 Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. 36 Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios». 37 Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. 38 Jesús se volvió, y al ver que lo seguían les dice: «¿Qué buscan?» Ellos le respondieron: «Rabbí - que quiere decir "Maestro" - ¿dónde vives?» 39 Les respondió: «Vengan y lo verán». Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Era más o menos la hora décima. 40 Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. 41 Este se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» - que quiere decir “Cristo”. 42 Y lo llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» - que quiere decir "Piedra". 43 Al día siguiente, Jesús quiso partir para Galilea. Se encuentra con Felipe y le dice: «Sígueme». 44 Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y Pedro. 45 Felipe se encuentra con Natanael y le dice: «Ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret». 46 Le respondió Natanael: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?» Le dice Felipe: «Ven y lo verás». 47 Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». 48 Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?» Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». 49 Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». 50 Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». 51 Y le añadió: «En verdad, en verdad les digo: ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

El domingo 6 de setiembre de 2009 se celebra en Uruguay la Trigésimo primera Jornada Nacional de la Juventud. La Trigésima jornada, realizada el año pasado, reunió en Tacuarembó a jóvenes de Pastoral Juvenil de todas las diócesis del Uruguay. Los jóvenes pusieron buena cara al mal tiempo que los recibió, y juntos vivimos un acontecimiento inolvidable, con numerosos y gratos encuentros entre los diferentes participantes pero, sobre todo, el encuentro con el Señor Jesús en una vigilia de intensa oración el sábado de noche y en la Eucaristía final del domingo.
Esta XXXI JNJ se celebrará en las diferentes diócesis del Uruguay en la modalidad que cada una de ellas determine, siempre bajo el lema elegido por la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil, y con este mismo texto bíblico inspirador.
Comparto con los lectores del CLAM algunas reflexiones sobre este acontecimiento, a partir del lema y de la Palabra de Dios elegidos por los jóvenes.

“Encontramos a Jesús”

Encontramos a Jesús puede entenderse como algo que ya sucedió o algo que está sucediendo. La voz encontramos corresponde en la conjugación de “encontrar” tanto al tiempo pasado como al tiempo presente.
Pero esa afirmación tiene también el carácter de un testimonio.
Es la palabra de quienes han encontrado (en el pasado) y encuentran (en el presente) a Jesús en la vida y comparten, dan a conocer a los demás ese hallazgo. Así, el lema se hace también invitación para todos aquéllos y aquéllas jóvenes que estén en búsqueda de Dios, para que busquen en su vida ese encuentro con Jesús.

El encuentro con Jesús Cuando leemos los Evangelios, hallamos por una parte discursos, palabras de Jesús y por otra, narraciones de acontecimientos de su vida. La mayor parte de esos relatos nos habla de diversos encuentros de distintas personas con Jesús.
Jesús salió al encuentro de toda clase de personas: niños y jóvenes, hombres y mujeres, pobres y ricos, judíos y extranjeros, justos y pecadores. A todos los invitó a seguirlo.
Son encuentros en la vida, porque, a menudo, el lugar del encuentro es el lugar de la vida diaria: la orilla del lago entre barcas y redes de pescadores; la mesa del cobrador de impuestos; las calles de Jericó; la puerta de entrada de las ciudades y, tantas veces, los caminos que Jesús recorría con sus discípulos.
Más allá de esa circunstancia cotidiana, son encuentros en la vida, porque tocan profundamente la vida de las personas. Podemos decir que, para quien ha encontrado a Jesús, hay un antes y un después. Es un encuentro que no deja indiferente. El encuentro con Jesús coloca a la otra persona frente a una decisión: seguirlo o dar la vuelta.
Jesús llama a algunos en forma directa, explícita, a seguirlo, para estar con él y para enviarlos a predicar. Son aquéllos que forman el grupo de Doce discípulos que lo acompaña permanentemente.
Otros, simplemente, se sienten llamados a partir del encuentro y comienzan a seguirlo, como el ciego Bartimeo, que recupera la vista y se pone a andar tras de Jesús por el camino, dando a la vez testimonio de lo que le ha ocurrido.
Otros se hacen también discípulos que abren su casa y su corazón a Jesús: pensemos en el arrepentido Zaqueo, que recibió a Jesús con alegría, o en los amigos como Marta, María y Lázaro que tantas veces ofrecieron a Jesús y a sus discípulos un hogar acogedor.

Discípulos Misioneros La decisión de responder a la interpelación y al llamado que resultan del encuentro con Jesús, hace que el discípulo se haga muy pronto, casi inmediatamente misionero: “discípulo misionero”, como expresa el Documento de la V Asamblea del Episcopado Latinoamericano (Aparecida).
El texto motivador elegido para esta XXXI JNJ nos muestra claramente esta dinámica.
Andrés, después de encontrar a Jesús, encuentra a su hermano Simón, y le manifiesta “Hemos encontrado al Mesías” y lo lleva a conocer al Maestro.
También Felipe, recién llamado por Jesús, le cuenta a su amigo Natanael: “Ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado”.
Así es como esos primeros discípulos se hacen también misioneros, compartiendo con sus hermanos y amigos su encuentro con Jesús en la vida.
Jesús muestra ante ellos su especial conocimiento de las personas, su extraordinaria capacidad para ver toda su capacidad de amar, de dar, de vivir en el bien y la verdad: “Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”, dice al ver a Natanael.
La mirada de Jesús es la mirada del amigo verdadero, aquel que es capaz de hacer aflorar lo mejor de nosotros mismos.
Natanael se asombra de esa perspicacia de Jesús. Jesús le anuncia que llegará a ver cosas más grandes. Muchas veces hablamos humanamente de “ensanchar nuestro horizonte”. Jesús quiere abrir para sus discípulos no sólo el horizonte de la tierra, sino el horizonte de la Eternidad, el horizonte del Padre Dios. Si se me permite la expresión paradójica, el horizonte “vertical”. “Ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”. En definitiva, los discípulos verán la realización del proyecto de Dios en su Hijo Jesús, para salvación de la humanidad.

Señor Jesús,
tú sigues llamando:
haz que podamos escuchar de corazón tu llamado
y seguirte de verdad.
Señor Jesús,
tú nos miras con un cariño
que es capaz de hacer brotar el bien
en nuestro corazón:
haz que no nos cerremos a tu amor
y nos abramos a nuestros hermanos.
Señor Jesús,
tú nos abres el cielo
para que contemplemos
el proyecto del Padre realizado en Ti:
haz que estemos disponibles y animosos
para anunciar a nuestros hermanos y hermanas
la Vida en abundancia que Tú nos has traído.

+ Heriberto Bodeant, Obispo de Melo
Presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil

lunes, 3 de agosto de 2009

Fazenda de la Esperanza en Cerro Chato







Haciendo Esperanza
"Fazenda da Esperança" se traduce como "Hacienda de la Esperanza", pero muchos nos hemos encariñado con esta palabra portuguesa que expresa una hermosa experiencia de amor, y así decimos "Fazenda de la Esperanza".
El tiempo fue terriblemente frío, en la tarde del sábado primero de agosto, en la vieja granja Quo Vadis en Cerro Chato. El viento no permitía guardar ni un poquito de calor. Sin embargo, el calor humano era intenso. Se inauguraba la primera Fazenda de la Esperanza en Uruguay. 62 Fazendas en diferentes lugares del mundo muestran que este camino propuesto a jóvenes víctimas de diferentes adicciones, especialmente drogadictos está encendiendo una luz muy intensa. No es otra luz que la viene del amor del Corazón de Jesús, que toca el corazón de jóvenes que no habían encontrado hasta entonces ese Amor que colmara su vida.
Me alegró mucho ver a la diócesis presente y acompañando: la numerosa presencia de la comunidad de Cerro Chato, donde se inserta la Fazenda; las vecinas parroquias de Santa Clara y Tupambaé; un ómnibus con gente de Melo; grupos de Treinta y Tres. Numerosos sacerdotes, algunas religiosas y, por supuesto, Mons. Cáceres. El saludo desde Montevideo de Mons. Luis. Gente de la vecina diócesis de Minas. Estuvieron también autoridades que han apoyado esta obra, de la Comisión Nacional de lucha contra las Drogas y de la Municipalidad de Treinta y Tres.
Marcó la presencia de Nelson, uno de los cuatro fundadores, sacerdotes de las fazendas de Paraguay y Argentina; el testimonio de dos jóvenes, hoy voluntarios, uno de los cuales integrará el equipo de la Fazenda de Uruguay, junto con Beatriz, Fray Dante y el P. Gabriel.
La misa, en la Parroquia Sagrado Corazón, en Cerro Chato, asentó esa integración de la Fazenda a la comunidad parroquial, rubricada por las palabras del párroco, el P. Sebastián.
La Fazenda, que tiene capacidad para 12 internos (sólo varones), tiene ya dos jóvenes que empiezan el camino... y muchísimos pedidos. La dirección de contacto: fazendauy@gmail.com.
Esto es un gran regalo de Dios, una verdadera Gracia, para la Diócesis de Melo, para todo este Pueblo de Dios en Cerro Largo y Treinta y Tres.

4 de agosto 1859 - 2009. Sesquicentenario de la muerte del Cura de Ars


San Juan Bautista María Vianney, patrono del clero secular nació en Dardilly, cerca de Lyon, Francia, el 8 de Mayo de 1786; murió en Ars el 4 de Agosto de 1859. Se cumple este año el sesquicentenario de su muerte.

El Cura de Ars, modelo del clero secular


8. (...) De la heroica vida del Cura de Ars se desprenden algunas características que configuran el modo de vivir el ministerio sacerdotal, que son propias del clero secular, en especial de los párrocos. Porque el Cura de Ars, si bien se vio tironeado por sus inclinaciones a la soledad de la Trapa, de hecho se santificó en el ministerio parroquial y por su dedicación sin retaceos al bien terrenal, pero sobre todo eterno de sus feligreses y cuantos se agolpaban ante sus sencillas catequesis, consejos de confesión y piadosa celebración del sacrificio de la Misa.

9. Se ha podido decir que la espiritualidad del clero secular o diocesano es simple, porque pone el acento sobre lo esencial del sacerdocio, sin necesidad de identificarse con ninguna de las escuelas, movimientos o carismas, que reparten las insondables riquezas de Cristo. El sacerdote secular, tanto para su propia vida interior como para servir a la de sus hermanos, puede espigar a gusto en la rica tradición espiritual, en la variada profusión de métodos apostólicos, pero siempre guardando su libertad y soltura. Se da en la organización, las tradiciones y el espíritu mismo del clero diocesano guiado directamente por el obispo, una agilidad de movimientos y, por lo mismo, una disponibilidad a las necesidades de la diócesis, teniendo en cuenta toda la riqueza de los diversos carismas.

10. Existen, por supuesto, los imperativos y límites provenientes de la necesaria colaboración con el Obispo, pero ésta fluye precisamente de la naturaleza misma de toda vocación sacerdotal. Sólo que el clero secular la visualiza con total inmediatez y claridad, sin intervención de otros elementos interpuestos (superiores, votos, reglas, todos ellos evangélicos y bendecidos por la Iglesia con el fin de perseguir otras imperiosas necesidades), pero no patentizan en su suprema sencillez la médula del ministerio sacerdotal como colaboración directa con los sucesores de los apóstoles. El Cura de Ars se presenta en lo que a esto se refiere, como heredero de la gran escuela francesa de espiritualidad sacerdotal.

11. Es sabido cómo las grandes figuras de San Francisco de Sales, San Vicente de Paúl, el Cardenal Bérulle y Oriol, dieron una impronta de gran calidad espiritual al clero con una teología tendiente a la identificación con Cristo sacerdote. Tuvieron siempre la preocupación de no agregar ninguna autoridad sobre la de los Obispos, ninguna ley más que los sagrados cánones, ninguna forma de piedad fuera de la piedad tradicional de la Iglesia.

12. Los lazos de los religiosos con la diócesis y el obispo son mucho más elásticos. El religioso depende de sus superiores en su vida personal y comunitaria; su estadía en una diócesis es precaria y sus actividades en ella están necesariamente coloreadas por el espíritu y Constituciones de su Orden Religiosa o Congregación. Es sabido que el sacerdote religioso no puede estar tan disponible al obispo como el sacerdote secular.

13. Los ejemplos del Cura de Ars y de tantos otros santos pastores han de despertar un aprecio cálido en todo el pueblo de Dios por el humilde, y no menos necesario servicio del clero parroquial a las órdenes exclusivas del obispo. Porque suele darse, a veces, una menor estima por quienes no son otra cosa que sacerdotes; como si serlo fuera poca cosa y se necesitara de otros títulos para justipreciar a aquellos que son llamados “amigos de Cristo” en el día de su Ordenación.
Cuántas veces no han oído los sacerdotes seculares la pregunta: “Padre ¿de qué congregación es Ud.?”. San Pío X se complacía en tomar como un timbre de honor el apelativo un tanto despreciativo del que se habían servido algunos, cuando se anunció su elevación al pontificado romano: “Es un cura de campaña”.

(De la Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal Uruguaya con motivo del II Centenario del nacimiento del Cura de Ars, Montevideo, 1986)