viernes, 8 de octubre de 2010

”Conocer a Cristo: un regalo. Anunciarlo: Nuestra Misión”

IV Simposio Misionero del Uruguay


El pasado fin de semana se realizó el IV Simposio Misionero del Uruguay, organizado por el Centro Nacional de Misiones (CENAMIS) en Casa Nazareth, Montevideo.

Consistió en un encuentro taller donde se participó activamente, buscando pistas para ser una Iglesia en Estado de “Primer anuncio Permanente”, ahondando en la propuesta de la Conferencia de Aparecida, donde el gran objetivo es convertir a todos en discípulos misioneros.

Concretamente, los objetivos que se había propuesto fueron:
  • Ahondar en el sentido de una Iglesia en Estado de Misión Permanente.
  • Compartir experiencias en actividades misioneras.
  • Reconocer que juntos podemos hacer de la Iglesia en el Uruguay una Iglesia que anuncia la Buena Nueva a todos.
Informe de los participantes de la Diócesis de Melo
Participaron en el simposio agentes pastorales, religiosas, sacerdotes, grupos misioneros, integrantes de movimientos juveniles, etc. de las diócesis de Tacuarembó, Salto, San José, Mercedes, Canelones y Melo.

Se compartieron dos jornadas, con actividades variadas: celebraciones, diálogos, canciones, trabajos grupales, reflexiones, lectio divina, evangelización a través del arte, película. También compartimos alimentos y descansos.

En el encuentro se trabajaron los conceptos de: Misión. Envío. Testigo. Cristiano. Salvar. Vida eterna. Testimonio. Se hizo énfasis en el Kerigma: primer anuncio de la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor. De nuestra experiencia de fe del amor de Dios, de su misericordia, de nuestra conversión, viendo que el Espíritu Santo crece en comunidad.

Realizamos trabajos en equipos viendo aspectos positivos que existen en nuestros lugares de trabajo pastoral. Desafíos que tenemos en la misión. Actitudes a despertar y que pedimos al CENAMIS. En plenario se compartió lo que dijeron todos los equipos:

Aspectos Positivos que existen en los distintos lugares de trabajo pastoral:
  • El plan pastoral que impulsa y despierta actividades misioneras.
  • Colegios que crecen en conciencia y servicios hacia fuera de ellos.
  • Jóvenes que se unen y hacen procesos de fe en la actividad misionera.
  • La conciencia de ser enviados, no dueños.
  • Ser pocos dentro de la iglesia lleva a elegir lo prioritario.
  • Estar atentos a la realidad con necesidades (local, universal).
  • Disponibilidad de consagrados que dan su tiempo y espiritualidad.
  • Deseo de formación permanente.
  • Familias que se acercan a colegios, parroquias., movimientos.
  • Mayor conciencia misionera generalizada.
Desafíos:
  • Pasar de actividades misioneras a un estado de Misión Permanente.
  • La Misión como una totalidad coordinada en el lugar y con la diócesis con continuidad. Prepararla y continuarla.
  • ¿Como llegar? ¿Cómo comunicar? ¿Qué lenguaje litúrgico? ¿Cómo celebrar? Cordialidad entre sacerdotes y la gente.
  • Entrar a evangelizar en sectores de pobreza.
  • Dar nuestros tiempos.
  • La secularización (MCS, cultura, políticas sociales) que hace que se prescinda de Dios.
  • ¿Cómo evangelizar hoy a los que no se acercan? ¿Cómo ir con el primer anuncio?
Actitudes a despertar:
  • Conciencia de una iglesia en EPM (Estado Permanente de Misión)
  • La Misión como proceso continuo es un ver y hacer ver.
  • Espiritualidad misionera.
  • Formación para la misión.
  • La conversión. El compromiso. La comunión.
  • Ver y escuchar la realidad de las personas más allá de las apariencias de cada una.
  • Escuchar. Saber esperar. Tener un mensaje esperanzador y estar atentos a las llamadas de Jesús.
Pedimos al CENAMIS:
  • Información.
  • Instancias de formación (para tener criterios comunes)
  • Coordinación.
  • Aprovechar las herramientas sociales (facebook, blog, etc.)
  • Descentralizar la formación de las diócesis por CENAMIS.
  • Espiritualidad misionera en acompañamiento.
Compartimos la celebración del domingo presidida por Monseñor Orlando Romero, obispo emérito de Canelones.

Damos gracias a Dios por estos encuentros que nos muestran al Dios vivo, que nos envía su Espíritu, para que lo veamos y así podamos hacer ver a otros. Para que lo anunciemos sinceramente con todo el Amor que El regala a nuestros corazones.
Damos gracias a nuestra diócesis por permitirnos los medios para llegar a este encuentro de simposio misionero.

Walkonda (Noblía)
María (Río Branco)
Mirel (Oficio Catequístico Diocesano - Treinta y Tres)

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