miércoles, 10 de septiembre de 2014

10 de setiembre: Día de la Educación Católica

Desde el 10 de setiembre de 2007 se celebra en Uruguay el día de la Educación Católica. Se eligió esa fecha por ser significativa  para la historia del País y de la educación católica”. Ese día, en el año 1815 el Jefe de los Orientales, don José Artigas, en Purificación, firmaba dos documentos: en uno, solicitaba al Cabildo  de Montevideo dos sacerdotes para fundar las “Escuelas de la Patria” y el otro sería conocido como  el  Reglamento de Tierras.
Con el liderazgo de Artigas, católico y en el marco del prolífico año 1815, donde imperó la perspectiva evangélica de que “los más felices sean los más privilegiados”, asoma en el horizonte la fundación de una Escuela de la Patria en pleno campamento de Purificación y bajo la dirección del sacerdote José Benito Lamas”.

Mensaje de Mons. Alberto Sanguinetti, presidente del Departamento de Educación Católica de la Conferencia Episcopal del Uruguay


Fray José Benito Lamas
Celebrar el Día de la Educación Católica es en primer lugar un ejercicio de la memoria histórica. La educación extensiva a las masas, sea con la contribución de los padres – si había quien tuviera recursos –, sea en forma gratuita, es fruto de la caridad cristiana y de la apertura de la fe cristiana a todo conocimiento, a todo lo creado.

No sucedió – como se dice repetidamente – que la Iglesia suplió al Estado o tomó funciones del Estado. Los Estados – como comunidad política – simplemente no habían asumido ni la enseñanza, ni la educación. Fueron los cristianos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que se entregaron a hacer el bien, con la enseñanza y la educación. De hecho la primera escuela gratuita europea la abre en 1597 San José de Calasanz en Roma.

Nuestra memoria agradecida recuerda desde los tiempos coloniales, en las ciudades y pueblos, en las Reducciones de Guaraníes y Chanáes, en la patria vieja, como en la nueva república, a los religiosos, los sacerdotes y los laicos católicos que contribuyeron a la educación de nuestro pueblo. Luego, avanzado el siglo XIX, se agregaron las diferentes congregaciones femeninas, y diversas obras con colegios como la Conferencia Vicentina, la Sociedad Católica de Enseñanza Libre y la Asociación de Enseñanza Católica. En nuestros días es ingente el esfuerzo y la entrega al servicio de la educación desde los primeros años hasta la universidad.

Todo eso lo compendiamos en el 10 de septiembre de 1815, – estamos preparando el bicentenario – día en que desde Purificación Artigas pide dos sacerdotes para abrir las Escuelas de la Patria.

Agradecemos no sólo a quienes llevaron adelante las instituciones de enseñanza católica, sino también a muchísimos maestros y profesores católicos que sirvieron en la enseñanza de conducción estatal, incluso cuando frecuentemente fueron cercenados sus derechos.

Esta jornada de conmemoración es también de compromiso. Compromiso ante que nada de oración: para dar gracias a Dios y para pedir el desarrollo de la enseñanza católica. Compromiso para apoyar las instituciones católicas. Compromiso para buscar que éstas sean siempre más fieles a la identidad de su configuración por Cristo y la Iglesia.

Ese compromiso tiene también una dimensión pública, política: esforzarnos por lograr que se respete la libertad de elección de los padres de una educación según sus convicciones y creencias y también la libertad de enseñar según esas creencias, sin discrimin
aciones económicas, ni controles estatales indebidos; que se incluya sin discriminaciones a los jóvenes de los institutos de conducción privada dándoles los mismos beneficios que se les dan a los de la enseñanza de conducción estatal ( como boletos gratis e ingreso a espectáculos culturales). La libertad religiosa incluye también la libertad de enseñanza de la religión en la escuela de administración estatal, para aquellos que la juzguen oportuna para sus hijos.

Este día habrá conmemoraciones en todo el país, e invitamos a que sea oportunidad de alegría y gratitud, de oración de súplica y acción de gracias, de compromiso personal y comunitario con la formación de las nuevas generaciones, de acuerdo con la razón y el esplendor de la luz de Jesucristo, Verbo Eterno, a quien sea la gloria y la alabanza por los siglos de los siglos.

+ Alberto Sanguinetti Montero
Obispo de Canelones
Presidente del Departamento de Educación Católica de la CEU

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