¡Buenos días a todos! Hace tiempo vengo pensado en este 19
de junio… por cierto, no sólo por lo que se juega esta tarde[1].
Aunque no deja de ser un juego, a los uruguayos nos mueve el corazón. Hay también
otras noticias. En España ha asumido un nuevo rey. En Iraq y Siria siguen
soplando vientos de guerra, aunque siempre hay voluntades que buscan y trabajan
por la paz. Pero aquí recordamos el aniversario del nacimiento de José Artigas.
No un aniversario más: son 250 años.
Mi memoria me lleva cincuenta años atrás, a 1964. Yo tenía 9
años, cursaba cuarto año escolar y recuerdo muy bien ese soleado viernes 19 de
junio. Se celebraban los 200 años del nacimiento de Artigas.
La plaza de mi pueblo, la ciudad de Young, estaba llena de
banderas, de escolares, liceales, maestros y profesores, padres, autoridades, gente
del pueblo. Todos rodeábamos la estatua de Artigas, que es igual a la que
corona el primer monumento al héroe, inaugurado en San José de Mayo, el 25 de
agosto de 1898, según bocetos de Juan Luis y de Juan Manuel Blanes. La estatua,
de tres metros y medio de altura, muestra a Artigas de pie, en uniforme de
Blandengue, poncho al hombro, sombrero en la mano derecha en ademán de saludo y
la mano izquierda apoyada en la empuñadora de la espada (tal vez por aquello de
que “lo cortés no quita lo valiente”. El Himno
a Artigas, que cantamos ese día no le ahorraba elogios: “para la historia
un genio, para la Patria un Dios”.
Aquel año del Bicentenario de Artigas me dejó un gran cariño
y admiración por su figura. Comencé a conocer su pensamiento, a admirar sus
realizaciones y sus logros, y aún, más adelante, a valorar su dignidad en la
derrota y el destierro.
Creciendo, estudiando historia, leyendo, he seguido conociendo
otras facetas del héroe. También la de su fe; su fe católica. Fui entendiendo
más su proyecto. Fui encontrando también sus debilidades humanas, sus errores…
pero eso me hizo ver detrás del Artigas de bronce de la plaza al ser humano, de
carne y hueso, sí; pero capaz de mirar más allá de sí mismo, más allá de sus
propios intereses y de poner con generosidad su vida en favor del pueblo que lo
hizo su conductor.
Sus Instrucciones del año 13 muestran claridad allí donde
otros dudaban. “Va alumbrando con su voz la oscuridad”, decía Rubén Lena.
Claridad para decir independencia, república, federalismo:
-
La independencia de España y de la familia de
los Borbones[2] frente
a aquellos que no se animaban a dar ese paso. (Anotemos como detalle que el nuevo
rey de España Felipe VI es miembro de esa familia y descendiente de aquel rey Fernando
VII de tiempos de Artigas).
-
La república, con sus tres poderes “legislativo,
ejecutivo y judicial”, “independientes en sus facultades”[3]
frente a otros que pensaban en buscar o coronar algún monarca.
-
La confederación[4],
como mejor sistema para la unión de todas las provincias del Río de la Plata
frente a los que querían atarlas a un gobierno central.
Su reglamento de tierras, del cual se cumplirán 200 años en
2015, al disponer que “los más infelices serán los más privilegiados”[5]
resume la “abnegada entrega a los menos favorecidos de la sociedad, que este
célebre Prócer uruguayo supo promover y encarnar en su larga vida”, como dijo recientemente
el Papa Francisco en carta al Embajador uruguayo ante la Santa Sede[6].
Y concluía así el Papa Francisco:
“Pido al Señor que su memoria [la memoria de Artigas] ayude
a sus compatriotas a iluminar el presente y el futuro del Uruguay, abriendo
cada vez más su espíritu a la esperanza cristiana y al compromiso generoso para
con el prójimo.”
Entonces, recordar a Artigas en estos 250 años de su
nacimiento no es apenas una ojeada al pasado. Es mucho más. Es una mirada al hoy
y al mañana...
Los alumnos de primer año van a hacer hoy su juramento de
fidelidad a la Bandera Nacional. Es un juramento que tiene que ver con el
futuro. Compromete una vida que está adelante, la vida en la que se irán
metiendo. Los compromete como miembros de un Pueblo, como parte de una
historia, de una cultura, de un modo de vivir, de un bien común que está
representado en ese símbolo. Pero no se puede vivir ese juramento sin raíces.
Por eso, sin olvidarnos de quienes vivieron más cerca de nosotros y dejaron el
legado de sus obras, volvemos a Artigas. Volvemos buscando en los aspectos más
luminosos de su pensamiento y de su vida la inspiración para hacer Patria.
Porque, como dijera un poeta, “la patria es algo que se hace
constantemente y se conserva sólo por la cultura y el trabajo. El pueblo que la
descuida o abandona, la pierde, aunque sepa morir. […] no es patria el suelo
que se pisa, sino el suelo que se labra; […] allí donde no existe huella del
esfuerzo humano no hay patria […] sino una tierra estéril”[7].
Muchachas y muchachos: ustedes no reciben una tierra
estéril. Empezarán su tarea sobre lo que han construido las generaciones
anteriores de orientales: las de sus padres y abuelos y de quienes los
precedieron. Reciben algo que ustedes no han ganado. Sepan recibirlo con
aprecio y gratitud. Pero esta tierra espera también el trabajo de ustedes,
espera su siembra. En este tiempo de crecimiento, estudio y formación, ustedes
elegirán su surco. Un día llegará la hora de sembrar… sea cuál sea el lugar
donde lo hagan: el campo, la industria, la técnica, la ciencia, el servicio, la
cultura, el deporte, háganlo con generosidad y entrega. Como dice San Pablo, “El
que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; el que siembra generosamente,
generosamente cosechará”[8].
Y él no hablaba solamente de una cosecha en esta tierra sino también para la
eternidad, para la Patria del Cielo.
Hagan su promesa de corazón y vívanla con generosidad. ¡No
se arrepentirán!
Muchas gracias.
[1] El acto se realizó a las
11 de la mañana. A la hora 16 jugarán por su clasificación Uruguay e Inglaterra
en el Grupo D de la Copa FIFA Brasil 2014.
[2] Artículo 1º de las
Instrucciones del año 1813: “Primeramente pedirá la declaración de la
independencia absoluta de estas colonias, que ellas están absueltas de toda
obligación de fidelidad a la corona de España y familia de los Borbones y que
toda conexión política entre ellas y el Estado de la España, es y debe ser
totalmente disuelta.”
[3] Artículo 5º y 6º de las
Instrucciones del año XIII.
[4] Artículo 2º de las
Instrucciones: “No admitirá otro sistema que el de Confederación para el pacto
recíproco con las provincias que formen nuestro Estado.”
[5] Artículo 6º del
“Reglamento provisorio de la Provincia Oriental para el fomento de su campaña y
seguridad de sus hacendados”: “Por ahora el señor Alcalde Provincial y demás
subalternos se dedicarán a fomentar con brazos útiles la población de la
campaña. Para ello revisará cada uno en sus respectivas jurisdicciones los
terrenos disponibles y los sujetos dignos de esta gracia, con prevención que,
los más infelices serán los más privilegiados. En consecuencia los negros
libres, los zambos de esta clase, los indios y los criollos pobres, todos
podrán ser agraciados con suertes de estancia si con su trabajo y hombría de
bien propenden a su felicidad y la de la Provincia.”
[6] Carta de Francisco al
Embajador uruguayo Daniel Ramada, Vaticano, 20 de mayo de 2014.
[7] La Prensa de Soria al 2 de Mayo de 1808, Soria, 2 mayo 1908; en
Antonio Machado, Escritos dispersos
(1893-1936), Barcelona, Octaedro, 2009, pp. 118-20.
[8] 2 Corintios 9,6.
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