jueves, 10 de marzo de 2016

Misioneras de la Caridad, Mártires de la Misericordia


La hermana Anselma de India, la hermana Judit de Kenia y las hermanas Marguerite y Reginette de Ruanda eran Misioneras de la Caridad, la congregación fundada por la Beata Madre Teresa de Calcuta.

Las cuatro religiosas fueron asesinadas junto a otras doce personas el pasado viernes 4 de marzo en su convento en Adén, República de Yemen, en el sur de la península de Arabia. Se salvó de la matanza la hermana Sally, superiora de la comunidad. Los asesinos fueron un comando de hombres armados que irrumpieron en la casa matando a quienes iban encontrando en su camino.
Un sacerdote salesiano indio, el P. Tom Uzhunnalil, que vivía en otra parte de la casa, está desaparecido, aparentemente secuestrado. Las otras personas asesinadas eran colaboradores de la comunidad y varios ancianos y discapacitados que recibían allí asistencia.

Menos conocida y difundida que la situación de Siria y de otros países del Cercano Oriente, la realidad que vive Yemen es la de una guerra civil que se inicia en 2011, a partir de una rebelión contra el régimen de Ali Abdullah Saleh. La rebelión debilitó al país y permitió la entrada de Al-Qaeda, especialmente en el sur, donde se encuentra Adén.

En la Iglesia Católica Yemen forma parte del Vicariato Apostólico del Sur de Arabia (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemén). El Vicario es el Obispo Paul Hinder OFM cap. Mons. Hinder recordó que, hace un año atrás, él habló con las hermanas sobre los riesgos que corrían, pero ellas no quisieron dejar el país para estar cerca de los que les habían sido encomendados.
El Obispo declaró que la población local “amaba a las hermanas de la Madre Teresa asesinadas en Aden, admiraban su forma de servir a los demás sin mirar la pertenencia religiosa, sino solo a la decisión de preferir a los más necesitados. Esto despertaba la simpatía y el afecto entre las personas. Y tal vez, esto mismo molestaba a alguien”.

El vocero de la Conferencia Episcopal de Ruanda, Mons. Smaragde Mbonyintege, habló de la muerte de las hermanas en términos de sacrificio: "Ellas han dejado un alto ejemplo de desprendimiento de la propia vida, sirviendo en un país tan inseguro. Esa actitud las llevó a permanecer allí por el bien de otros, a pesar de que podrían haberse marchado" y concluyó: "las consideramos mártires y lo son".

Al enterarse de lo sucedido, el Papa Francisco se manifestó profundamente dolorido. El Papa ofrece sus “oraciones por las familias de las víctimas de este acto de violencia insensata y diabólica”. Asimismo, asegura su oración para que esta acción horrenda “despierte las conciencias, guíe a un cambio de los corazones e inspire a todas las partes a deponer las armas y comience un camino de diálogo”. En nombre de Dios, el papa Francisco pide a todos “renunciar a la violencia, renovar el propio compromiso por la gente de Yemen, en particular los más necesitados” que las misioneras de Madre Teresa “han tratado de servir”.

Fuentes:
https://es.zenit.org/articles/yemen-el-afecto-que-las-hermanas-de-madre-teresa-despertaban-molesto/
http://m.asianews.it/index.php?art=36859&l=en

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