Durante la celebración, llegó la noticia del fallecimiento de Mons. Daniel Gil, Obispo emérito de Salto. Antes había sido Obispo de Tacuarembó.
Me tocó comunicarlo a los jóvenes. Me impresionó ver como los que estaban de gorra (había sol) se la sacaron y todos guardaron un respetuoso silencio. La mayor parte de ellos seguramente no lo había conocido.
Queda una familia espiritual de Daniel, que trasciende fronteras. Muchos disfrutamos de su amistad, nos beneficiamos de su escucha y de sus consejos... Muchos extrañamos las conversaciones con él. Las conversaciones con alguien que ejerció con cada uno de nosotros su paternidad espiritual.
No puedo menos que recordarlo en acción de gracias.
+ Heriberto
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