lunes, 17 de octubre de 2016

Jóvenes de las Diócesis de Bagé y Melo en Aceguá: Juventud en Misión por la Vida

12ª Romería de la Juventud de la Diócesis de Bagé en Aceguá. 

La Parroquia Cristo Rey de Aceguá, ubicada en territorio uruguayo y perteneciente a la Diócesis de Melo (Cerro Largo y Treinta y Tres), recibirá el próximo domingo la 12ª Romería de la Juventud que celebra la Diócesis brasileña vecina.
De hecho, la comunidad de Cristo Rey es una comunidad binacional y, en cierta forma, "bi-diocesana". Los católicos de Aceguá-Uruguay pertenecen a la Diócesis de Melo; en cambio los católicos de Aceguá-Brasil pertenecen a la Diócesis de Bagé. Aceguá-Brasil pertenece al territorio de la Catedral de Bagé, ciudad que se se encuentra a 60 km de la frontera. No obstante, católicos uruguayos y brasileños de los dos pueblos que tienen el mismo nombre, se reúnen en la parroquia Cristo Rey. Allí la Misa es bilingüe, escuchándose las lecturas en español o en portugués, según la nacionalidad de cada lector; en la plegaria eucarística, el sacerdote nombra a los dos obispos, Dom Gilio y Mons. Heriberto.
Mons. Heriberto y Dom Gilio concelebrando en Aceguá (2010)
La Diócesis de Bagé realiza periódicamente esta peregrinación juvenil, que todavía no había llegado a Aceguá. La parroquia fronteriza, con su párroco colombiano, el P. Reinaldo, se prepara con entusiasmo a recibir a cientos de jóvenes convocados con palabras del Papa Francisco: "¡Ánimo! No tengan miedo de soñar cosas grandes".

Programa (hora de Brasil)

Lugares: Escuela Nª Srª das Graças / Parroquia Cristo Rey, Aceguá

08:00 (7:00 de Uruguay) Acogida y café
09:00 Mística y oración
09:30 Talleres
12:00 Almuerzo
13:00 Momento cultural (Cada grupo presenta sus habilidades y deben inscribirse previamente)
13:00 Compartir de los talleres
14:00 Aporte de asesores
15:00 Caminata hasta la parroquia
15:30 Misa de envío, concelebrada por los Obispos Gilio Felicio (Bagé) y Heriberto Bodeant (Melo)

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Juventud en Misión por la Vida

P. Airton Machado Gusmão, Diócesis de Bagé
(Traducido del portugués)

A partir de la fe en Jesucristo necesitamos rezar siempre con confianza y perseverancia para vivir aquello que San Pablo nos pide: "Recuerda que desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien." (Liturgia de la Palabra de ayer: Ex 17,8-13; 2Tm 3,14-4,2; Lc 18,1-8).

En 2007, el entonces Papa Benedicto XVI, hablando a la juventud, se expresaba así: "Ustedes son el presente joven de la Iglesia y de la humanidad. Son su rostro joven. La Iglesia los necesita, como jóvenes, para manifestar al mundo el rostro de Jesucristo, que se dibuja en la comunidad cristiana. Sin el rostro joven la Iglesia se presentaría desfigurada".
El próximo domingo 23 de octubre vamos a vivir y celebrar la 12ª Romería de la Juventud, en Aceguá, teniendo como tema "Juventud en Misión por la Vida" y como lema "¡Ánimo! ¡No tengan miedo de soñar cosas grandes!" (Papa Francisco).

El texto base de preparación para esta Romería de la Juventud dice lo siguiente: "Para que una vida tenga sentido, sea productiva, colabore con el mejoramiento de la humanidad y proporcione felicidad, necesita tener una base segura y una construcción firme. Para nosotros, cristianos, la roca firme es Jesucristo y su Evangelio. Y la Iglesia, como comunidad de los que participan de la misma fe y de los mismos ideales de "cielos nuevos y tierra nueva", nos educa y orienta para la construcción de la 'Casa sobre la Roca'. El Proyecto Personal de Vida es justamente esa construcción, pensada en todas sus dimensiones (humana, comunitaria, espiritual, intelectual y pastoral misionera), para que ninguna parte de la 'casa' sea olvidada, así como las 'dependencias de la casa' sean buenas y estén interligadas".

La Iglesia mira con amor y esperanza la realidad de los jóvenes y les presenta a Jesucristo y al proyecto del Reino. Los invita a un encuentro con Jesucristo, anuncia y testimonia lo que cree, pues "cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo Él nos salva" (Documento de Aparecida, 146). De hecho, con este mirar de discípulo, el joven lee la realidad en la cual está inserto, con sus alegrías y desafíos. Permite que este mismo mirar ofrezca sentido para la vida y, a partir de él, construya un proyecto de vida, para ser, en la Iglesia y en el mundo "sal" y "luz".

En Cracovia, Polonia, en la Jornada Mundial de la Juventud, en julio de este año, el Papa Francisco, hablando del protagonismo juvenil, dejó este mensaje: "queridos jóvenes, no vinimos a este mundo a «vegetar», a pasarla cómodamente, a hacer de la vida un sofá que nos adormezca; al contrario, hemos venido a otra cosa, a dejar una huella. Es muy triste pasar por la vida sin dejar una huella. Pero cuando optamos por la comodidad, por confundir felicidad con consumir, entonces el precio que pagamos es muy, pero que muy caro: perdemos la libertad. No somos libres de dejar una huella. Perdemos la libertad. No tengan miedo ni vergüenza de buscar a Jesús como fundamento de sus vidas."

El joven es el evangelizador privilegiado de otros jóvenes. Acojamos a la juventud, caminemos con ellos y ellas, que son el presente y el futuro de la Iglesia y de la sociedad. Hagamos nuestra parte. Seamos alegres en la esperanza, fuertes en la tribulación y perseverantes en la oración.

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