Han sido muchos los saludos y condolencias de Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y laicas que han llegado a nuestra diócesis con motivo de la partida de Daniel. Aquí comienzo a transcribir algunos, precisamente aquéllos que nos permitan recordar algún rasgo de la personalidad de nuestro obispo emérito.
De Pe. Alex - Paroquia Nossa Sra do Patrocinio (Dom Pedrito)
Nossa solidariedade à Diocese de Salto e nossas preces por este grande homem de Deus... Certamente está fazendo seus "dibujos" dos anjos e santos. Cremos na ressurreição. Sejaz momento de muita piedade e oração.
De D. Laurindo Guizzardi - Bispo de Foz do Iguaçu
Dom Daniel era meu amigo. Nos encontramos várias vezes nos Encontros de Dioceses de Fronteira, inclusive em Salto. Sempre admirei sua vitalidade e sua sabedoria. Que Deus o tenha em sua glória!
De Mons. Héctor Cardelli, Antiguo obispo de Concordia, Obispo de San Nicolás
Recibí compungido la noticia por la partida de este gran hombre de la Iglesia y me alegra haya sido para compartir el Cumpleaños de María, allá en la Casa del Padre! Unido en la oración y en la sintonía de sentimientos. ¡Saludos a toda la querida diócesis de Salto!
Del Superior general de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.
P. Hernán Pereda CPCR
P. Hernán Pereda CPCR
Desde Madrid, mi más profundo y sentido pésame ante el fallecimiento del queridísimo Monseñor Daniel Gil Zorrilla. me uno a los Cooperadores y Cooperatrices Parroquiales de Cristo Rey aquí presentes y en nombre de toda la congregación, para manifestar mi unión de corazón a esa querida diócesis de Salto, cuna del pequeño mundo de los CPCR.
No puedo menos que manifestar en esta ocasión, mi amistad personal con Mons. Gil, iniciada cuando realizaba yo mis estudios de espiritualidad en la Universidad Gregoriana de Roma y tuve la oportunidad de asistir a la defensa de su tesis doctoral. En muchas ocasiones me recibió en la Casa de Ejercicios de Montevideo y me introdujo especialmente en el conocimiento de los orígenes patrísticos de la vida religiosa.
Los Cooperadores y Cooperatrices Parroquiales nos hemos sentido siempre muy vinculados a sus enseñanzas y no olvidaremos nunca su proverbial simpatía.
Se une a mí, presente en Madrid para el Consejo General, la Hna, María Verónica Couget CPCR, una de las primeras uruguayas de la congregación con quien celebraré hoy mismo la eucaristía en sufragio y gratitud a dios por el don que fue Monseñor Daniel Gil en nuestra vida.
No puedo menos que manifestar en esta ocasión, mi amistad personal con Mons. Gil, iniciada cuando realizaba yo mis estudios de espiritualidad en la Universidad Gregoriana de Roma y tuve la oportunidad de asistir a la defensa de su tesis doctoral. En muchas ocasiones me recibió en la Casa de Ejercicios de Montevideo y me introdujo especialmente en el conocimiento de los orígenes patrísticos de la vida religiosa.
Los Cooperadores y Cooperatrices Parroquiales nos hemos sentido siempre muy vinculados a sus enseñanzas y no olvidaremos nunca su proverbial simpatía.
Se une a mí, presente en Madrid para el Consejo General, la Hna, María Verónica Couget CPCR, una de las primeras uruguayas de la congregación con quien celebraré hoy mismo la eucaristía en sufragio y gratitud a dios por el don que fue Monseñor Daniel Gil en nuestra vida.
Del P. Juan Barlottini
Manifiesto en la oración mi cercanía y dolor, por el regreso a la casa del Padre, del obispo emérito Mons. Daniel Gil. El ha guiado por muchos años al pueblo de Dios. La diócesis, cuando él dejo la conducción pastoral de la misma, lo ha acompañado con una asistencia fraterna y afectuosa. Dios lo recompense y acoja en la vida nueva. Cristo resucitado, que él testimonió con mucha fe, lo reciba ahora como siervo bueno y fiel. Tuve la suerte de ser miembro del presbiterio de Salto por muchos años: viví con él la comunión eclesial que no siempre fue serena, pero siempre sincera y fraterna. Desde Verona a los obispos Pablo y Heriberto, a los compañeros sacerdotes, llegue mi recuerdo, cercanía y oración.
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