sábado, 18 de octubre de 2008

Santa María del Buen Mate



Una oración que le gustaba mucho a Daniel.... ¡tanto como el mate! La tenía en una pared de su pieza. Aquí va:

María del Buen Mate,
de las frías madrugadas,
de las tardes otoñales,
de las noches de estudiantes,
de la espera...

María del Buen Mate,
del amigo y del encuentro,
que reemplaza los almuerzos,
que calienta en los inviernos,
que reúne y que celebra...

María del Buen Mate,
que dispone el corazón,
que intercambia la palabra,
que serena en las rencillas,
que descansa en las jornadas...

María del Buen Mate,
oportuno en la visita,
silencioso en los abuelos,
espumoso de la rueda,
que no hace diferencias...

María del Buen Mate,
que siempre está dispuesto,
del mate que nunca se resiente,
que se alegra en ser usado,
que se brinda a cada hora...

María del Buen Mate,
enséñanos a tomar mate,
que no sea el mate del rito y la rutina,
que sea el mate del amor fraterno,
que nos deje el sabor a vida nueva.

Que sea el mate "que pierde el tiempo",
cuando hay otros que quieren compartirlo.

Que sea el mate que celebre siempre,
al amigo oportuno que se acerca.

Que sea el mate creador de espacios,
donde el otro encuentre la paz y la confianza.

Que sea el mate que suavice heridas,
y acorte horas de cansancio y soledades.

Que sea el mate una buena nueva,
un canto a la amistad,
un modo de amar y dar la vida.

María V. Goethe

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