Pintura en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Lourdes y San Vicente Pallotti,
Montevideo, obra del P. Ricardo Ramos. (Haciendo click en la imagen es posible verla más grande)
Montevideo, obra del P. Ricardo Ramos. (Haciendo click en la imagen es posible verla más grande)
Agradezco a Betel que comparte con nosotros estos dos poemas.
EL ALTAR
Sube Jesús al calvario, la cruz le pesa al andar,
pero sube, siempre sube, sin mirar más que el Altar,
ese altar que han preparado los verdugos con crueldad,
ese altar que sus deseos, sus ansias van a calmar.
Sus ansias de dar la vida, sus deseos de unidad
que en la sangre redentora todos podrán encontrar,
quiere subir al calvario, ya llega al fin al altar,
a Dios ofrece su vida, y al hombre la de la paz....
EN EL CALVARIO
Ya en la cruz está ofrecido, es el trigo triturado,
la vid que al lagar ha ido el que borra mis pecados.
Allí en el altar divino por su sangre ya manchado
está pidiendo clemencia, por ignorar sus pecados.
Y la fe del buen ladrón recompensa sin dudarlo
con un cielo que es eterno y que su sangre ha ganado.
Todo es silencio allá arriba, todo es amor entregado
y por eso más se siente el dolor del que ama tanto....
Por sus ojos entreabiertos a su Madre a vislumbrado,
pero es completa su entrega: “tómala, Juan, a tu lado”.
Cuando el dolor es intenso todo parece más largo
más oscuro y silencioso.... y El se siente abandonado.
El amor que lo devora un quejido le ha arrancado,
“Tengo sed” está exclamando; se consume el Holocausto.
“Recibe Padre mi vida”.... ya todo está terminado
no hay nada ya que verter, el vino está derramado.
En el altar del calvario la Misa ya ha terminado,
entre la tierra y el cielo, nueva unión se ha realizado...
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