Hnas. Doroteas en la celebración de sus 25 años en Uruguay (2010) La Hna. Sarita es la quinta desde la izquierda |
Melo, Domingo 26 de febrero de 2017
Hna. Sarita Rocha ISDC
Parroquia Jesús Buen Pastor, Melo
Querida Hermana Sarita:
El próximo miércoles 1 de marzo, Miércoles de Cenizas, cumples tus veinticinco años de vida consagrada. El comienzo de la Cuaresma no es precisamente el mejor día para una celebración como ésta, y se ha previsto festejarlo este domingo. Sé que la comunidad parroquial te ha preparado muchas expresiones de cariño, incluyendo algunas sorpresas.
Mi salud, aunque sensiblemente mejor, me impide estar presente físicamente, como mucho me gustaría. De todos modos, no puedo dejar de enviarte este saludo.
Providencialmente, el Evangelio de hoy tiene un mensaje que, si bien nos cabe a todos los bautizados que queremos seguir a Jesucristo en los diferentes estados de vida, toca de manera muy especial a quienes, como tú y tus hermanas de Santa Dorotea de Cemmo, quieren seguirlo en la vida consagrada.
Jesús nos dice, muy claramente “busquen primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás les será dado por añadidura” (Mateo 6,33). Nos llama a desprendernos de preocupaciones y apegos innecesarios para poner nuestra confianza en el que nos llamado, creyendo que si buscamos sinceramente su Reino, nada nos faltará, porque “una sola cosa es necesaria” (Lucas 10,42).
En otro pasaje del Evangelio, Jesús dice: “quien haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna” (Mateo 19,29). El Señor te ha concedido la gracia de celebrar estos veinticinco años aquí en Melo, donde está tu familia de sangre, pero también con los hermanos y hermanas de la comunidad a la que estás sirviendo.
Finalizo con las palabras de una joven mujer, que a sus dieciocho años escribía: “Amaré a Dios con todo el corazón porque Él fue el primero en amarme y procuraré que mi amor sea de obras”. Esa mujer joven se llamaba Annunciata Cocchetti, a quien hoy veneramos como beata. Mucho después vendría la fundación de las Hermanas de Santa Dorotea, pero ya estaba en ella el amor que animaría siempre su camino, especialmente hacia los jóvenes pobres y sin escuela.
Ése, Hermana Sarita, es el camino por el que Jesús te ha llamado y te ha seguido llevando. En la Diócesis de Melo estamos felices de haber compartido contigo una parte de ese peregrinar y esperamos seguirla compartiendo, aquí o dondequiera que el Señor te llame mañana.
A ti, a tu familia y a todos los presentes: Que nuestro Señor Jesucristo permanezca con ustedes para defenderlos, que vaya delante de ustedes para guiarlos y detrás de ustedes para protegerlos, que el cuide de ustedes, los conserve y los bendiga. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca siempre. AMEN.
+ Heriberto, Obispo de Melo
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