miércoles, 10 de diciembre de 2025

Mons. Rodolfo Wirz (1942-2025). “Crean en la Buena Nueva”

En la parroquia de Schwarz-Rheindorf

Presidiendo la Eucaristía en la parroquia.

Dando la comunión a Beatriz Brites,
secretaria ejecutiva de Pastoral Juvenil Uruguay

El libro de Bautismos de Schwarz-Rheindorf

El nombre de Rodolfo en el libro

Las notas marginales de sus ordenaciones

Mons. Rodolfo, Mons. Carlos Aguiar Retes (hoy cardenal),
el párroco, Mons. Pablo Galimberti, Mons. Heriberto

La Iglesia parroquial Santa María
y San Clemente, Schwarz-Rheindorf.

Falleció ayer el Obispo emérito de la diócesis de Maldonado-Punta del Este, Mons. Rodolfo Pedro Wirz Kraemer.

Había nacido en Alemania, cerca de Bonn, en un pueblo llamado Schwarz-Rheindorf.

Su padre falleció antes de terminar la guerra.

Su madre tenía un hermano sacerdote en Uruguay, que la recibió junto con su sobrino.

En contacto con la vida parroquial surgió la vocación de Rodolfo. Fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1968 para la arquidiócesis de Montevideo.

En la misma fecha, en 1985, recibió la ordenación episcopal para asumir la Diócesis de Maldonado-Punta del Este, después del fallecimiento de su primer obispo, Mons. Antonio Corso.

Estando vacante la Diócesis de Minas, fue su administrador apostólico en 2009-2010.

Desempeñó varios cargos en la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU), siendo presidente.

Después de su retiro en 2018, al cumplir los 75 años, poco a poco fue perdiendo algunas facultades mentales y pasó sus últimos años en el Hogar Sacerdotal, donde, a pesar de no reconocer a personas que bien había conocido, no dejaba de regalarles su sonrisa.

Yo lo conocí cuando era párroco de Santa María Magdalena Sofía Barat, en Aires Puros, Montevideo.

Compartí con él muchas instancias en la CEU, incluso una asamblea electiva del CELAM en Santo Domingo.

Pasamos varios días juntos en Alemania, en ocasión de la XX Jornada Mundial de la Juventud, en 2005.

Allí la delegación oficial de la Pastoral Juvenil del Uruguay fue recibida por la comunidad parroquial de Schwarz-Rheindorf.

Compartimos muchos momentos con la comunidad, cuyo párroco era un sacerdote español (lo que nos ayudó mucho a todos). Allí pudimos ver el libro de Bautismos, donde junto a la anotación del bautismo de Mons. Rodolfo, estaban como notas marginales la de su ordenación sacerdotal y la de su ordenación episcopal.

Hoy participé en la Misa de exequias, presidida por el Cardenal Daniel Sturla, en la catedral de San Fernando de Maldonado. Mons. Milton Tróccoli, actual obispo de Maldonado-Punta del Este-Minas (por fusión de dos diócesis) recordó en su homilía la pasión de Mons. Rodolfo por la catequesis y la evangelización, con el sello de la exhortación Evangelii Nuntiandi de san Pablo VI, de cuya promulgación se cumplieron cincuenta años el pasado 8 de diciembre.

Mons. Rodolfo solía decir en algún momento de la Misa, especialmente al final: "Dios quiera que de esta celebración salgamos distintos, que algo haya cambiado en nosotros".

Su recuerdo, en esta celebración de despedida en la que participamos, me ha dejado en el corazón ese deseo, porque siempre necesitamos cambiar: no superficialmente, sino profundamente, para unirnos cada vez más a Cristo, para que Él sea realmente el centro de nuestra vida.

+ Heriberto, Obispo de Canelones.


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