lunes, 2 de septiembre de 2013

Diócesis de Melo: Por la Paz en el Mundo: Jornada de ayuno y oración



En el día de ayer el Papa Francisco hizo un llamado a todos los fieles católicos a unirse en una jornada de ayuno y oración por la paz en Siria, en el Medio Oriente y en todo el Mundo.

También invitó a unirse a esta iniciativa, de la manera que consideren más oportuna, a los hermanos cristianos de otras confesiones, a los creyentes de otras religiones y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

Dice el Papa: “Queremos un mundo de paz. Queremos ser hombres y mujeres de paz. Queremos que en esta sociedad nuestra, destrozada por divisiones y conflictos estalle la paz. ¡Nunca más la guerra, nunca más la guerra! La paz es un don demasiado precioso que tiene que ser promovido y protegido.”

Porque compartimos los sentimientos que expresan esas palabras de Francisco, nuestra Diócesis de Melo (la Iglesia Católica en Cerro Largo y Treinta y Tres) se hace eco de esta convocatoria e invita a participar en la forma que cada persona y cada grupo, colegio, obra o comunidad parroquial pueda y desee ofrecer.

El ayuno es una práctica común a muchas religiones. Privarse voluntariamente de alimentos es una forma de abrir el corazón a Dios y también de comprender y sentir las necesidades del otro. Es un gesto íntimo, discreto, que queda en el ámbito familiar, pero un gesto grande en su significado espiritual, cuando dejamos que toque lo más profundo de nuestro ser, limpiándonos de nuestro egoísmo. Por eso va de la mano con la oración.

La oración es “levantar el corazón a Dios” y, ante todo, ponerse a la escucha de su Palabra; buscar su voluntad, que es de Vida y Salvación para todos y que nos hace descubrirnos ante Él como hermanos y hermanas, personas humanas de igual dignidad, sin barreras de razas, ideologías o creencias.

En las Misas vespertinas del sábado 7 en nuestras parroquias y capillas se rezará “para que en las situaciones de guerra y de violencia que vive nuestro mundo, se abran los caminos del diálogo, la reconciliación y la paz”.

De esta forma queremos hacer parte de una gran cadena de empeño por la paz que una a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, reafirmando con Francisco que “No es la cultura del enfrentamiento, la cultura del conflicto, la que construye la convivencia de los pueblos y entre los pueblos; sino ésta: la cultura del encuentro, la cultura del diálogo, ésta es el único camino hacia la paz. El grito de paz se eleve alto para que llegue al corazón de todos, y todos depongan las armas y se dejen guiar del anhelo de paz.”

Melo, 2 de setiembre de 2013
 
+ Heriberto Bodeant, Obispo de Melo

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