Ayuno y oración por la Paz
Atendiendo al llamado del Papa Francisco, Mons. Heriberto convocó a la Diócesis a la Jornada por la Paz el sábado 7 de setiembre. De diferentes maneras, las comunidades respondieron al llamado, organizando distintos momentos de oración con el rezo del Rosario, la Adoración Eucarística, las intenciones en la oración de los fieles durante las Misas. El Obispo celebró la Eucaristía en Tupambaé, donde ya estaba prevista la celebración de primeras comuniones de cuatro adultos. Mons. Bodeant señaló que el nombre de Tupambaé trae el recuerdo de nuestros propios conflictos armados. A pocos kilómetros de la población se encuentran los campos donde se libró una de las más cruentas batallas de la guerra civil de 1904, con 2.300 muertos y heridos, los días 22 y 23 de junio. Pero el significado guaraní del nombre Tupambaé -siguió diciendo el Obispo- es "cosa de Dios", "pertenencia de Dios" y aún puede interpretarse como "lugar donde está Dios". "Aquí, entonces, en este lugar marcado por la sangre de hermanos que se enfrentaron en combate, invocamos al Dios de la Paz y le pedimos su Don para todo el mundo y para cada uno de nosotros", concluyó.Jornada Diocesana de los Catequistas
78 catequistas de la Diócesis de Melo se reunieron el domingo 8 en la Parroquia Virgen de los Treinta y Tres (Cruz Alta) en la capital olimareña, para participar en una jornada de formación, oración y recreación. Los catequistas trabajaron el tema propuesto por el Oficio Catequístico Nacional para el día de la Catequesis: "Comparte el fuego de tu fe". En grupos, con diferentes textos bíblicos, los catequistas se preguntaron sobre la imagen de Dios que se proyectaba en cada uno de ellos, preguntándose acerca de su propia vivencia de fe. Mons. Heriberto expuso luego algunos puntos en relación a la encíclica Lumen Fidei y luego presidió la Eucaristía, en la que participaron también los sacerdotes de las parroquias de la ciudad: P. Luis Arturo, de San José Obrero; P. Jorge, de El Salvador y P. Hubeimar, de Cruz Alta, además de los Diáconos Víctor y Luis. Luego de la Misa el almuerzo, un tiempo de recreación y con una oración en torno a un fogón alimentado por cada uno de los participantes, concluyó el encuentro.Colegios de Melo celebraron el Día de la Educación Católica
El martes 10, a las cuatro de la tarde, la Catedral de Melo se vio colmada por la presencia de alumnos de los cuatro centros de educación católica de la ciudad de Melo: el Colegio María Auxiliadora, el Instituto Mons. Lasagna, el Colegio Dámaso Antonio Larrañaga y el Colegio Agustín de la Rosa.La mayoría de los presentes fueron los niños, quienes respondieron animadamente a las preguntas de Mons. Heriberto, quien procuró ir llevándoles a descubrir, a partir de su grupo escolar y su colegio, las dimensiones de la Iglesia y el significado de la comunión, de la cual esa Misa fue un vivo signo.
Semana de Espiritualidad en Río Branco: semana de sorpresas
"Esto no es un desierto: aquí hay gente con deseos de reunirse, de escuchar la Palabra, con hambre de encuentro... aparece un mate y ya hay una comunidad... ¡es maravilloso1" Así nos hablaba un asombrado Padre Enrique. Enrique Martín, madrileño, de la congregación Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey (CPCR) está predicando en Río Branco una "Semana de Espiritualidad", una propuesta evangelizadora de la familia CPCR (Cooperadores y Cooperatrices).La semana fue preparada con visitas previas del Hno. José y de la Hna. Cristina, ambos de Salto, donde los y las CPCR tienen sus respectivas comunidades. El P. Nacho y las hermanas Misioneras de la Doctrina Cristiana impulsaron y acompañaron. La parroquia respondió, y se realizaron visitas domiciliarias y promoción a través de los medios de comunicación.
El lunes hubo unos 50 participantes entre los dos encuentros, a las 15:30 en la capilla San José y a las 19:15 en el templo de la Inmaculada Concepción. El martes, el equipo "se preparó psicológicamente" para una reunión menguada en público, prevista a la hora en que jugaban Uruguay y Colombia... sin embargo, grande fue la sorpresa al duplicarse el número de asistentes.
Enrique habla a veces "a la carrera, como hablamos los madrileños", dice, pero sabe frenarse y dar tiempo a asimilar los temas que va presentando: la vocación humana a la felicidad, el mal, el perdón, Cristo, la Iglesia, María... En sus 41 años y 12 de sacerdote ha vivido algún tiempo en Rosario de Santa Fe y también en Salto, de modo que conoce algunas de nuestras expresiones y se acerca a nuestro lenguaje cotidiano.
La Semana culmina mañana, pero muchos sueños comienzan a gestarse en una comunidad que quiere seguir en movimiento, en misión.
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