Leo en NOTICEU del 6 de mayo, que los Obispos de San José (Mons. Arturo Fajardo) y Tacuarembó (Mons. Julio Bonino) se adhieren a la celebración de los 101 años del nacimiento del poeta gauchesco Wenceslao Varela.
Me uno también desde Dar y Comunicar a este homenaje, presentando aquí una breve semblanza biográfica (tomada del sitio web del diario El País de Montevideo) y con un link a uno de los poemas de Varela, recitado por él mismo, en uno de los primeros posts de este blog.
Vaya esta memoria también en recuerdo de algun tiempo de Seminario compartido con un hijo de Wenceslao, José Humaitá Varela, de quien hace mucho no tengo noticias, pero creo que anda siempre por estos caminos de Dios...
Creo que es más preciso decir que fue poeta "gauchesco" que poeta "nativista". La diferencia entre estos calificativos, según escuché una vez, sería la siguiente: si tanto los poetas gauchescos como los nativistas abordan la temática del hombre y la mujer del campo, su vida, sus trabajos, sus costumbres, su entorno, los primeros lo hacen utilizando un lenguaje que pretende aproximarse al habla cotidiana del hombre de campo (en Uruguay no solemos decir "campesino"), con sus modismos, arcaísmos, etc. . Los nativistas, en cambio, utilizan el lenguaje más o menos "académico".
Wenceslao Varela
(25 de mayo de 1908 – 25 de enero de 1997)
Wenceslao Varela es uno de los creadores de poesía nativa más recordados por los uruguayos. Muchos de sus trabajos fueron inmortalizados por la voz de Santiago Chalar, con quien llegó a grabar un CD, pocos años antes de su muerte.
Nacido a orillas del río San José, en el paraje El Cautivo, Wenceslao fue peón de tropa y domador en sus años mozos, pasando luego a ser funcionario del Molino San José y en sus últimos años de actividad desempeñó un puesto en la Jefatura de Policía local.
Wenceslao Varela es recordado como poeta, pero fundamentalmente como un inolvidable vecino, amigo de todos, de vida bohemia, que se daba por entero a los demás, ya fuera acodado al mostrador de un bar o en la intimidad de su hogar convertido desde el año 1999 en un museo.
Es autor de una decena de títulos hoy agotados en todas las librerías nacionales: "Nazarenas de hierro", "Frontera Norte", "Diez años sobre el recao", "El Nativo", "De cuero crudo", "Candiles", "Vinchas", "De mis yuyos", "D`entre caronas" y "Boleadoras de Piedra".
En la casa de Wenceslao Varela, en la ciudad de San José de Mayo, funciona un museo que lleva su nombre. Está ubicado en la calle Wenceslao Varela 267. Teléfono: 094 315 200 (Francisco Aguidaban Varela). De martes a domingo, de 10 a 12 horas y de 15 a 19, los visitantes pueden apreciar pertenencias personales y prendas que el poeta coleccionó desde su juventud.
Nacido a orillas del río San José, en el paraje El Cautivo, Wenceslao fue peón de tropa y domador en sus años mozos, pasando luego a ser funcionario del Molino San José y en sus últimos años de actividad desempeñó un puesto en la Jefatura de Policía local.
Wenceslao Varela es recordado como poeta, pero fundamentalmente como un inolvidable vecino, amigo de todos, de vida bohemia, que se daba por entero a los demás, ya fuera acodado al mostrador de un bar o en la intimidad de su hogar convertido desde el año 1999 en un museo.
Es autor de una decena de títulos hoy agotados en todas las librerías nacionales: "Nazarenas de hierro", "Frontera Norte", "Diez años sobre el recao", "El Nativo", "De cuero crudo", "Candiles", "Vinchas", "De mis yuyos", "D`entre caronas" y "Boleadoras de Piedra".
En la casa de Wenceslao Varela, en la ciudad de San José de Mayo, funciona un museo que lleva su nombre. Está ubicado en la calle Wenceslao Varela 267. Teléfono: 094 315 200 (Francisco Aguidaban Varela). De martes a domingo, de 10 a 12 horas y de 15 a 19, los visitantes pueden apreciar pertenencias personales y prendas que el poeta coleccionó desde su juventud.
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