domingo, 19 de agosto de 2012

Carta con motivo del traslado de los restos del P. Eugenio Blánquez a la Parroquia Jesús Buen Pastor, Melo

 

Del Padre Marcelo Coppetti SJ, delegado provincial de la Compañía de Jesús en el Uruguay


Montevideo, 19 de agosto de 2012.-

Querida Comunidad Parroquial de “Jesús Buen Pastor”:

Me dirijo a ustedes con un profundo agradecimiento, tanto mío como del Padre Provincial, y los demás jesuitas de la Provincia Argentino-Uruguaya de la Compañía de Jesús por el precioso gesto de afecto que ustedes han querido tener hacia un hermano nuestro, el Padre Eugenio Blánquez, S.J.

Nos llena de alegría saber que el Padre Eugenio estará, a partir de ahora, rodeado de gente a la que él quiso y por la que se sintió, también, muy querido. El recuerdo de su entrega infatigable, sobre todo por los más pobres, será, sin duda, un estímulo para que también ustedes, como Comunidad, se pongan a los pies de sus hermanos para servirlos y atender sus necesidades.

Todos recordamos al Padre Eugenio como un trabajador infatigable, un hombre que, como muchas veces decimos, “murió con las botas puestas” mientras llevaba la comunión a la casa de un enfermo. Como diría San Alberto Hurtado, a quien recordamos en el día de ayer, no descansó mientras era consciente que había algún dolor que mitigar, y eso fue así hasta el último día de su vida.

Es bien significativo para nosotros que el traslado de los restos del Padre Eugenio se lleve a cabo el domingo que sigue a la fiesta de San Alberto Hurtado. En ambos compañeros de Jesús podemos encontrar rasgos comunes que nos hablan de una entrega generosa de sus vidas a ese Jesús “pobre y humilde” al que nos invita a seguir San Ignacio.

Una vez más, gracias a todos ustedes por el cariño hacia el Padre Blánquez. Gracias, también, a Mons. Heriberto por su empeño en realizar este traslado. Y que el Padre Eugenio los siga acompañando, como lo hizo durante tantos años, no ya subido a su camioneta y yendo de aquí para allá, trayendo colchones o llevando ropa y alimentos, sino desde ese lugar que Dios tiene reservado para quienes, habiendo dado mucho amor en su vida, participan ya de la paz y la alegría eterna del Padre.

En Cristo,

P. Marcelo Coppetti, S.J
Representante del Provincial en Uruguay

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