A los presbíteros, diáconos,
religiosas y religiosos, a los hermanos y hermanas en la misma fe y a todas las
comunidades católicas del país:
¡Que la Paz de Jesucristo esté siempre con ustedes!
1. El Papa
Benedicto XVI, en su Carta Apostólica “Porta
Fidei” -La Puerta de la Fe- ha convocado a todos los fieles y
comunidades de la Iglesia Católica, a celebrar un Año de la Fe. Este se iniciará el próximo 11 de octubre y culminará
el 24 de noviembre de 2013, celebración de Jesucristo, Rey del Universo.
2. La fecha de inicio no es casual. Coincide
con los 50 años de la apertura del Concilio
Vaticano II, convocado por el Papa Juan XXIII y continuado por el Papa
Pablo VI, que reunió a los obispos católicos
de todos los continentes. Fue un acontecimiento memorable que sigue siendo un faro luminoso en el
camino de renovación y fidelidad de la Iglesia actual.
También el
próximo 11 de octubre, se cumplen 20 años de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica por el
Papa Juan Pablo II, cuyo objetivo es enseñar
y educar a todos los fieles en la verdad, vitalidad y belleza de la fe.
3. Los obispos
del Uruguay asumimos con alegría la iniciativa providencial de celebrar un Año
de la Fe. Tenemos la íntima convicción
de que nuestras comunidades y todo nuestro
pueblo, en el torbellino de
noticias y sucesos de la historia cotidiana, sienten hambre de escuchar el anuncio
de Jesucristo Resucitado. El está siempre cercano al corazón que busca
respuestas satisfactorias a las fragilidades e incertidumbres que afligen la
condición humana.
Con mirada
fraterna sostenida por la fe podemos afirmar que todos los uruguayos como
personas con capacidad de razonar y sentir, no somos ajenos a la búsqueda de
felicidad y de respuestas a las incertidumbres de la vida. La fe que por gracia
de Dios profesamos, nos permite testimoniar que hemos encontrado una nueva luz
y un grado de certeza, anclados firmemente en Jesucristo, Camino, Verdad y
Vida.
La fe abre la
puerta y los ojos del corazón y de la inteligencia y conduce a una vida donde
las barreras se levantan, las distancias se acortan y el futuro se ilumina.
4. La puerta de la fe nos introduce en una
historia de amor única, entre Dios nuestro Padre y cada uno de sus hijos. La
Iglesia es el espacio privilegiado donde se custodia, transmite y celebra la
historia viva de la fe.
La respuesta
confiada de la fe inicia una relación personal y exigente con Dios. Nadie
podría permanecer indiferente desde el momento que conoce que en su corazón hay
una voz distinta que lo llama por su nombre.
San Agustín da cuenta de este silencioso conflicto: "tú estabas
conmigo pero yo no estaba contigo". (1)
En Jesucristo, el Dios de los cristianos se
muestra cercano y con rostro visible, según el testimonio unánime de los
apóstoles, al punto que con estupor podemos decir con el apóstol Juan: "Lo
que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra
de vida, se lo anunciamos" (1 Jn 1, 1-3).
5. La puerta de
la fe, siempre abierta, nos coloca
ante el amor de Dios Padre que abraza, perdona y olvida esas páginas oscuras
que con nuestras solas fuerzas no podemos superar. Un alto porcentaje de hijos
e hijas de esta tierra, el día de su bautismo recibieron el germen de una vida
"nueva" con horizontes infinitos que superan las más audaces
imaginaciones de la ciencia ficción o
las visiones apocalípticas tan de moda en nuestros días. Hemos cruzado ese umbral,
probablemente en brazos de una madre, un padre, madrina o padrino. Esa buena semilla no muere;
la reconocemos al escuchar la Palabra de Dios y experimentar que se enciende
una luz en el corazón.
6. Los pasos
importantes de la vida hay que evocarlos y renovarlos con frecuencia, para que
sirvan como chispa o brújula en cada jornada. De manera semejante, aquel primer
paso o "sí" pronunciado en nuestro Bautismo personalmente o por boca
de otros, tiene que llegar a ser decisión propia. Cada día es diferente y cada
mañana tenemos que dejar atrás zonas oscuras de incredulidad. Tomás, el apóstol
desconfiado, quiere ver y tocar para poder creer, como pasa a muchos
uruguayos. Jesús lo sorprendió y, al
igual que el apóstol, también nosotros podemos terminar a los pies del
Resucitado confesando: "¡Señor mío y Dios mío!".
7. El día del
Bautismo se entrega una luz al bautizado; es la fe que hay que cultivar,
alimentar y formar a lo largo de toda la vida. Esa llama alumbra el corazón,
muestra el camino en horas inciertas y permite dar pasos seguros.
Por eso, en este
Año de la Fe exhortamos al estudio del Concilio Vaticano II y del Catecismo de
la Iglesia Católica, que constituyen textos básicos para confirmar, comprender
y profundizar lo que creemos.
8. La Eucaristía es la fuente y culmen de la vida cristiana.
La participación frecuente y fiel en la Misa del Domingo alimenta y acrecienta
nuestra fe, despliega nuestra esperanza
y enciende nuestra caridad. En ese crecimiento nos animan y acompañan la Madre
de Jesús, los santos y la nube de testigos que a lo largo de nuestra historia
personal y comunitaria han sido fieles creyentes.
9. El próximo domingo
11 de noviembre, en la tradicional Peregrinación Nacional a Florida, y
celebrando los 50 años de la declaración
de la Virgen de los Treinta y Tres como Patrona del Uruguay, haremos en forma
conjunta, como Iglesia que peregrina en nuestra patria, una celebración de
apertura del Año de la Fe.
Con el ferviente
deseo de que testimoniemos con generosidad este don que hemos recibido
gratuitamente, los saludamos con paterno afecto en Cristo Nuestro Señor,
Los Obispos del Uruguay
Montevideo, 1° de Agosto de 2012
Recomendamos a los
presbíteros, diáconos, religiosas y religiosos, catequistas de parroquias y
colegios, consejos pastorales, comunidades eclesiales y fieles, que lean la Carta Apostólica Porta Fidei de Benedicto XVI y la Nota con indicaciones pastorales para el Año de la Fe, preparada
por la Congregación para la Doctrina de la fe. Allí se encontrarán sugerencias
para vivir mejor este Año de Gracia.
(1) Cfr. San Agustín, obispo, Confesiones, Libro 7, 10. 18, 27
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