Vergara,
2 de noviembre del 2012.
Hoy se cumplen 20 años de la desaparición
física del Padre José Bader. Y como ustedes podrán apreciar este sitio
de Raices Vergarenses, que es amplio y es objetivo y que respeta todos
los tipos de opiniones de sus amigos, más allá de lo que piensan y/o
creen quienes lo integramos, hoy, lo recuerda por dos motivos
esenciales. Como un referente histórico que marcó
una época en Vergara y como un sacerdote, que en ejercicio de su
ministerio, recorrió ranchos y caseríos olvidados (como los de las
Sierras del Yerbal en la 4ta. Sección) llevando a ellos la palabra de
Dios.
Llegó a Vergara en los finales de los años 60, para suplantar al
sacerdote polaco José Chuzinsky, quien por destino del ministerio
eclesiástico se iba para el Departamento de Canelones.
José Bader, que
era nacido en Alemania, vivió intensamente la locura de la Segunda
Guerra Mundial y fue preso para un campo de concentración, porque su
progenitor era un militar de alto rango y estaba en contra de los
opresores nazis. Logró escapar de ese campo de concentración, en
compañía de otro amigo con quien huyeron a campo traviesa, seguidos de
cerca por sus captores, quienes lograron dar alcance al otro y ultimarlo
con una ráfaga de metralleta.
Nubes de callada tristeza, embargaron
para siempre a ese sacerdote, que muchas veces rompió la calma y
esgrimió más de una vez gestos y hechos que lo distanciaron de muchas
personas y a raiz de esas acciones asumidas, fue criticado y denostado
por muchos.
Sin embargo, enseñó a varios muchachos vergarenses diversos
oficios culturales y técnicos, les dio trabajo en la construcción del
Centro Pallotti y los guió por la vida, como un verdadero amigo.
Quizás
las huellas que le había dejado la Segunda Guerra Mundial, luchaban
desde el exterior a "brazo partido", con un corazón pujante, que estaba
entregado a las manos de Dios.
Quienes estuvimos junto a él siendo
niños, viajando como acompañantes en la moto negra BMW, ayudándolo a dar
misa en la capilla de don Ricardo Druilliet, o llevando el Evangelio a
los ranchos pobres de Vergara, nunca llegamos a comprender esos largos
silencios que le rodeaban y esas "rabietas" repentinas que afloraban en
el momento menos pensado.
Tuvo un gran amigo en Vergara, con quien
compartió muchas tardes, conversando en el idioma natal y recordando
vivencias comunes de una lejana Alemania, donde la muerte les había
seguido los pasos muy de cerca, disfrazada con el tétrico atavío de dos
guerras. Ese amigo de Bader, se llamaba Paul Sóder y no era otro que
"El alemán Paulo", "El alemán de los perros", esposo de doña Margarita
Cela. Un siete oficios, que había sido soldado de infantería del
ejército alemán en la Primera Guerra Mundial, que estuvo presente en
Verdún, cuando los combatientes alemanes y franceses cayeron muertos a
montones y que había sido herido por tiros de Máuser en el maxilar
superior y en la pierna derecha. Caído en el campo de batalla, mientras
los estruendos de la guerra se adueñaban del entorno, una nube de gas
lacrimógeno trataba de asfixiar el campo y los "lanzallamas" vomitaban
su fuego destructor, un perro de rescate lo encontró y lo sacó a
rastras, salvándole la vida providencialmente. Paulo murió en Vergara,
muy anciano, en el año 1978. Con él también, se le fue el amigo, el
coterráneo y el confidente al Padre Bader.....
Años después, un 2 de
noviembre 1992, en horas de la tarde y mientras el Dr. Reolón atendía en
el Centro Auxiliar de Vergara al Padre Bader, un ataque cardíaco se lo
llevó físicamente. Esa mañana, había dado la misa, en el Cementerio de
Vergara y muchos lo notaron "como cansado"....
Controversial o no
controversial. Querido o no querido. Respetando los pensamientos de
todos y cada uno, de nuestros amigos virtuales, en el acierto o en el
error, este sitio no puede ni debe, estar ajeno a su recuerdo.
Texto:
Jorge Muniz.
1 comentario:
El padre Bader era el mejor
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