“Estrella del alba, del paterno día,
que el sol de la patria miraste nacer:
nuestra voz te aclama “capitana y guía”
como fuiste un día de los Treinta y Tres”
La Virgen de los Treinta y Tres es la patrona del Uruguay. Su fiesta es el 8 de noviembre. El segundo domingo de ese mes se celebra, anualmente, una peregrinación nacional a su santuario, en la ciudad de Florida. Como sabemos, éste es un Año Jubilar; pero, además, es el bicentenario de los hechos históricos a partir de los cuales la gente de Florida comenzó a referirse a esta imagen como “Virgencita de los Treinta y Tres”. Todo esto da especial relevancia a la peregrinación de este año 2025.
Para comprender mejor lo que estamos conmemorando, tenemos que remontarnos a un tiempo en que nuestra tierra era la Provincia Oriental dentro del Virreinato del Río de la Plata, bajo el rey de España. En 1810 se inició en Buenos Aires, capital del virreinato, un largo proceso revolucionario tras el cual se delinearía un mapa de países independientes.
En 1817, un ejército portugués, llegado desde Brasil, ocupó Montevideo. Los orientales, capitaneados por José Artigas, resistieron al invasor pero fueron derrotados. En 1821 la provincia fue formalmente incorporada al Reino de Portugal, Brasil y Algarbes con el nombre de Provincia Cisplatina.
En 1822 Brasil se independizó de Portugal. La Provincia Cisplatina pasó así al Imperio del Brasil.
Un creciente descontento fue incubando el movimiento libertador que encontró su conductor en Juan Antonio Lavalleja. Fue así que treinta y tres hombres cruzaron el río Uruguay en la noche del 18 al 19 de abril de 1825 para iniciar el movimiento emancipador. A los “treinta y tres orientales” se unieron muchos otros, dispuestos a combatir contra el Imperio. La lucha se inició con algunos rápidos éxitos y la incorporación de importantes figuras como la de Fructuoso Rivera.
Cuatro meses después, en la Villa de San Fernando de la Florida se reunieron “los ciudadanos representantes de los Pueblos Libres de la Provincia Oriental del Río de la Plata”, tal como dicen las actas. El 22 de agosto la sala nombró a Lavalleja Gobernador y Capitán General de la Provincia y el día 25 dictó tres importantes leyes.
La primera, conocida como “ley de independencia”, declara nulos los actos de incorporación a Portugal y a Brasil y manifiesta que esta provincia es…
Libre e independiente del Rey de Portugal, del Emperador del Brasil, y de cualquiera otro del universo; y con amplio y pleno poder para darse las formas, que en uso y ejercicio de su Soberanía, estime convenientes.
La segunda ley, consecuente con la primera, es conocida como “ley de unión”. En uso de su libertad, la Provincia manifestó su voluntad, que no era la de ser un país independiente, sino la de formar parte de la unión de las provincias del Río de la Plata.
Queda la Provincia Oriental del Río de la Plata unida a las demás de este nombre en Territorio de Sud América, por ser la libre y espontánea Voluntad de los Pueblos que la componen.
La tercera ley estableció el pabellón que identificaría la provincia, compuesto de tres fajas horizontales: celeste, blanca y punzó.
Como sabemos, el proceso histórico llevó a aquellas Provincias Unidas a constituirse como República Argentina y a la antigua provincia Oriental a convertirse en República Oriental del Uruguay. Sin embargo, esas leyes manifestaron la soberanía de nuestro pueblo para darse la forma de organización política que estimara conveniente.
¿Cómo entró la Virgen en este escenario? Antes de fundarse la Villa de San Fernando de la Florida, había otra población en un lugar cercano. Allí se veneraba ya esta imagen, conocida como “la Virgen del Pintado”, porque así se llamaba el pueblo. La gente del Pintado dejó finalmente ese sitio, un poco inhóspito y así se fundó Florida.
La imagen representa a la Inmaculada y es una pequeña y hermosa talla en madera de cedro paraguayo, proveniente de los talleres de las misiones jesuíticas entre los guaraníes.
La capilla de Florida, al igual que la “sala” donde se reunieron los representantes era un humilde rancho.
Según tradición oral, los integrantes de aquella asamblea, presidida por el párroco de Villa Guadalupe de Canelones, presbítero Juan Francisco de Larrobla, rezaron ante la pequeña imagen, pidiendo la intercesión de la Virgen frente a los graves acontecimientos en los que se jugaba el destino de la Provincia. Es desde entonces que la imagen comenzó a ser espontáneamente llamada “Virgencita de los Treinta y Tres”. En 1857, Manuel Oribe, segundo jefe de los Treinta y Tres regaló la corona de oro que luce la imagen, en agradecimiento por haberse salvado de un naufragio.
Catorce fueron los pueblos o villas representados en aquel agosto de 1825. Cuatro de ellos están en nuestra diócesis.
Guadalupe, hoy ciudad de Canelones que, como ya hemos dicho, envió como delegado a su párroco. El Padre Larrobla llegó en 1823 y permaneció al frente de la parroquia hasta su muerte, el 5 de julio de 1842.
San Juan Bautista (hoy Santa Lucía), estuvo representada por Simón del Pino, oriundo de Canelones y uno de los Treinta y Orientales. Del Pino y Larrobla están sepultados en la hoy catedral de Canelones.
San Isidro de Las Piedras fue representada por Santiago Sierra, artiguista desde la primera hora.
Concepción de Pando tuvo como delegado a Gabriel Antonio Pereira, antiguo oficial del ejército artiguista.
Por otra parte, un ciudadano oriundo de Canelones fue también representante: Joaquín Suárez, varias veces miembro del Cabildo de Villa Guadalupe, oficial del ejército artiguista, actuó como diputado por la Villa de la Florida.
En este aniversario, los orientales creyentes, los uruguayos que reconocemos como patrona a la Madre de Jesús, pedimos su intercesión por nuestro pueblo:
Santísima Virgen María,
ante cuya imagen inclinaron su bandera
y doblaron reverentes su rodilla
los fundadores de nuestra Patria.
Protege siempre a este pueblo
nacido a tu sombra bienhechora.
Concede, ¡oh Madre!,
que en nuestros hogares
florezcan la religión
y todas las virtudes cristianas.
Haz que veamos el reinado de Cristo,
que es el de la verdad y la justicia.
Alcánzanos estas gracias
y la de la eterna salvación,
de tu Hijo Jesucristo
que con el Padre y el Espíritu Santo
vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
EN ESTA SEMANA:
- Domingo 24: día Nacional de la catequesis, convocado en este año jubilar bajo el lema “Anclados en la Esperanza”. Felicitaciones y gratitud a todos los catequistas.
- Lunes 25, Nuestra Señora de la Fundación, patrona de la parroquia de Solymar.
- Miércoles 27, santa Mónica, madre de San Agustín. Prestemos atención a la catequesis de los miércoles del Papa León, en ese día tan especial para su familia espiritual, los agustinos.
- Jueves 28, San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia.
- Viernes 29, martirio de san Juan Bautista.
- Sábado 30, Santa Rosa de Lima, patrona de Empalme Olmos, Pinar, Santa Rosa y Fortín de Santa Rosa, en nuestra diócesis.
- Domingo 31, San Ramón Nonato, patrono de San Ramón. Fiesta jubilar del Decanato Centro en la Iglesia de San Ramón, uno de los sitios jubilares de nuestra Diócesis.
Gracias, amigas y amigos por su atención. Que los bendiga Dios todopoderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
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