Crónica de una visita no anunciada…
El viernes pasado me avisaron desde Pueblo Rincón que quieren celebrar una misa en esa Capilla de la Parroquia de Vergara. Somos pocos en la ciudad de Treinta y Tres (desde donde se atiende Vergara) en estos días de verano, así que dije que sí, el sábado por la mañana no hay problema.
A la hora me llama un amigo y me dice que el Cardenal Hummes está en nuestra Diócesis y que quiere celebrar el domingo la Eucaristía en la Capilla de Pueblo Rincón.
A la hora me llama un amigo y me dice que el Cardenal Hummes está en nuestra Diócesis y que quiere celebrar el domingo la Eucaristía en la Capilla de Pueblo Rincón.
Mi primera impresión fue que alguien se equivocó en el nombre, algo así como en el juego del teléfono descompuesto, porque no le veía sentido a que el Prefecto para la Congregación para el Clero del Vaticano, estuviera acá, y menos que menos pescando en el Tacuarí.
Pero “Dios hace maravillas en favor de su pueblo”: eso sí lo creo. Así que, bueno, invitado e invitando a algunos conocidos y la comunidad de Rincón y la de Vergara, nos preparamos para este encuentro.
Yo pensaba, "es algo totalmente informal, no es una visita oficial, está de vacaciones", ¡pero es un Cardenal! Sentía también el envío de Mons. Bodeant que, cuando le informé, me pidió que hiciera lo posible por acompañarlo.
Juan me paso a buscar a eso de las 18 hs. La misa era a las 19 hs.
Un día espectacular, de mucho calor. Llegamos a Rincón y saludamos a algunos conocidos y me presentaron a otros que no conocía. En fin, en un momento, el anfitrión del Cardenal, un importante productor arrocero brasileño, me lo presenta en la sacristía. Encontré un hombre muy sencillo y amable. Habla muy bien el español. Simpático por naturaleza, saludó a todos y se sacó fotos con todos los que querían hacerlo.
Yo tenia puesta una remera de la Fazenda de la Esperanza, y le conté que estamos con una Fazenda nueva, de 5 meses en nuestra Diócesis. Quedó muy contento de saberlo.
Le presenté a algunas de las personas que integran el grupo de Apoyo a la Fazenda, a los "Embajadores de la Esperanza", como el Papa Benedicto los llamó en su visita a la Fazenda madre en San Pablo en 2007.
Le presenté a algunas de las personas que integran el grupo de Apoyo a la Fazenda, a los "Embajadores de la Esperanza", como el Papa Benedicto los llamó en su visita a la Fazenda madre en San Pablo en 2007.
Uno le hizo entrega del Libro Blanco, que muestra en fotos la visita del Papa a la Fazenda en Brasil, otra el libro Verde que muestra fotos de todas las Fazendas en el mundo, y una tercera entregó una Agenda de la Fazenda donde ya aparece Uruguay.
Con calidez y sencillez aceptó los presentes y alentó a seguir apoyando esta obra, que el ya conocía por supuesto, tanto como Cardenal, o como Arzobispo de San Pablo. Cuando comenzó la homilía se presentó y contó como había llegado ahí; él es brasileño y estaba visitando a su familia aquí en el sur, y ésta ya tenían un viaje pronto para venir a pescar a esta región a la casa de un amigo en el Tacuarí. Así se sumó a los planes vacacionales de su familia.
Como decíamos al final, agradeciendo su visita, en este tiempo de verano, no visitamos campaña, y Rincón tampoco, y ahora tenían una misa, y con un Cardenal era toda una gracia por cierto. La capilla se lleno, y todos disfrutamos de esta visita que nos alentó a seguir con alegría, sirviendo al Señor en la esperanza.
Con su bendición final y un saludo espontáneo que se transformó en aplauso terminamos y nos despedimos. Ahora estoy en mi parroquia escribiendo este comentario, y la verdad que doy gracias a Dios por este regalo y este día, fue una experiencia muy linda para la comunidad local y para todos los que fuimos desde Treinta y Tres.
Comentamos con Juan cuando regresamos: es una de las cosas lindas de nuestra fe, sentirnos familia acá, en Rincón, en Vergara, en San Pablo, y en el Vaticano también.
Gracias por su visita Sr. Cardenal Claudio Hummes.
Pbro. Gabriel Tojo
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