Los Obispos uruguayos tuvimos el gozo de recibirla y conocerla en una de las asambleas de la C.E.U., con motivo de la fundación de la sede internacional de la Pastoral Da Criança en Uruguay.
Transcribo el artículo de la agencia EFE.
+ Heriberto A. Bodeant
La reputada misionera brasileña Zilda Arns muere en el terremoto de Haití
(13 de enero de 2010) En el momento del temblor de tierra, de siete grados en la escala de Richter, Arns caminaba por la calle en Puerto Príncipe en compañía de dos soldados brasileños y murió golpeada por algún objeto, según confirmó el jefe de gabinete de la presidencia de la República, Gilberto Carvalho.
El senador Flavio Arns, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y sobrino de la víctima, afirmó que va a viajar a Haití hoy mismo en compañía del ministro de Defensa, Nelson Jobim, y el embajador brasileño en ese país, Ygor Kipman, que se encontraba en Brasilia.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva lamentó "muchísimo" la muerte de la misionera y se mostró impresionado por la situación en el país caribeño, según el ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, citado por la estatal Agencia Brasil.
Zilda Arns, de 75 años, era médica pediatra de profesión y había viajado al país caribeño el pasado fin de semana para un encuentro misionero en el que se discutirían métodos de combatir la desnutrición infantil. Estaba alojada en la sede episcopal de Puerto Príncipe.
Arns era hermana del arzobispo emérito de Sao Paulo, cardenal Paulo Evaristo Arns, un reconocido defensor de los derechos humanos durante la dictadura militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985.
La Pastoral de la Infancia fue creada por el Episcopado brasileño en 1983 como un órgano de atención a menores de hasta seis años de edad de comunidades pobres, para promover el desarrollo integral de los niños.
La fundadora de la agrupación recibió numerosos premios por su labor social, entre ellos el premio de derechos humanos de las Naciones Unidas, concedido en 2002.
La muerte de Arns se suma a la de otros cuatro militares brasileños que formaban parte de la fuerza de paz de la ONU y que perecieron a causa del terremoto, según confirmó el Ejército.
El Gobierno brasileño ha anunciado el envío de 10 millones de dólares en concepto de ayuda humanitaria y la Fuerza Aérea ya ha preparado ocho aviones de transporte para el envío inmediato de agua y alimentos para el socorro de los supervivientes.
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