Murillo, La Sagrada Familia del Pajarito |
Haz, Señor,
que en nuestra casa,
cuando se hable,
siempre nos miremos a los ojos
y busquemos crecer juntos;
que nadie esté solo,
ni en la indiferencia
o el aburrimiento;
que los problemas de los otros
no sean desconocidos o ignorados,
que pueda entrar quien tiene necesidad
y sea bienvenido.
Señor,
que en nuestra casa sea importante el trabajo,
pero no más importante que la alegr´çia;
que la comida sea el momento de alegría y conversación;
que el descanso sea paz del corazón y del cuerpo;
que la riqueza mayor sea estar juntos.
Señor,
que en nuestra casa el más debil sea el centro de la atención;
que el más pequeño y el más viejo sean los más queridos;
que el mañana no nos dé miedo,
porque Dios está siempre cerca;
que cada gesto esté lleno de significado;
que te demos gracias por todo lo que la vida nos ofrece
y tu amor nos da.
Señor,
que nuestra casa sea lugar de acogida
como la casa de Nazaret.
Amén.
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