sábado, 4 de junio de 2016

Melo - Jubileo de las Comunidades Eclesiales de Base


Integrantes de Comunidades Eclesiales de Base y otras pequeñas comunidades de diferentes parroquias de la Diócesis de Melo se reunieron ayer en la Casa de Retiros para su retiro anual, en el marco del Año Jubilar de la Misericordia, con el lema "Donde nosotros vemos un error, Dios ve algo para sanar".
Estuvieron presentes comunidades de Melo, Treinta y Tres, Río Branco y Fraile Muerto.
En la mañana el programa comenzó con un saludo de Mons. Heriberto, quien retomó la parábola de la oveja perdida, una de las parábolas de la Misericordia del Evangelio de Lucas.
El Obispo recordó las palabras de Jesús: "hay más alegría en el Cielo por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse" e invitó a los presentes a ser "motivo de alegría para Dios", dando pasos de conversión, y encontrando así también la alegría del perdón.
Después de un tiempo de reflexión en grupos y el aporte del Padre Nacho, hubo tiempo para la celebración personal del Sacramento de la Reconciliación y también para un gesto penitencial, quemando en un brasero la lista de pecados que cada uno escribió en un momento de examen de conciencia.
En la tarde, luego del almuerzo compartido y de un breve tiempo de preparación, los participantes se dirigieron en procesión a la Catedral de Melo.
La procesión fue animada por una serie de meditaciones preparadas por integrantes de las comunidades, que invitaban a "construir comunidades que sepan ver la realidad, descubrir a los heridos de las cunetas, vendar heridas, curar vidas rotas, sanar corazones heridos, acoger a quienes no conocen el amor ni la amistad, dar calor a las almas abandonadas...."
Al llegar a la Catedral, los peregrinos fueron entrando, uno a uno, por la Puerta Santa, expresando con algún signo su deseo de recibir las indulgencias del Año Jubilar.
Mons. Heriberto presidió la Eucaristía. Comentando el Evangelio (Lucas 15,3-7), señaló que los participantes del encuentro habían venido en procesión, para encontrarse ahora con otras dos procesiones: la procesión de la muerte, formada por quienes acompañan a una viuda que va a enterrar a su hijo y la procesión de la vida, formada por Jesús, sus discípulos y la muchedumbre que los sigue. "Es Jesús quien resucita la esperanza, y nos saca de la procesión de la muerte, para caminar con Él en la procesión de la vida", subrayó el pastor.
Al despedir a los participantes, la Hna. Stella agradeció a todos su presencia, agradeció el aporte del P. Nacho y la presencia del Obispo a lo largo de la jornada, e invitó a todos a seguir rezando por la Iglesia Diocesana para que siga creciendo en comunión y fortaleciéndose.

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