miércoles, 9 de noviembre de 2022

“Gracias a la constancia salvarán sus vidas” (Lucas 21,5-19). Domingo XXXIII durante el año.

Asamblea de la CEU

Este domingo los obispos uruguayos nos encontramos en Florida, a los pies de la Virgen de los Treinta y Tres, participando en la peregrinación nacional, junto a fieles venidos de todos los puntos del país.

Nos unimos a los sentimientos del Venerable Jacinto Vera, primer Obispo del Uruguay, que en una ocasión similar dijo:

“Vengo a rendir homenaje a aquella dichosa Señora, que ya estaba con predilección en la mente del Omnipotente antes de todos los seres”

Jornada Mundial de los Pobres

Hoy también se celebra la VI Jornada Mundial de los Pobres. El Papa Francisco ha dado un mensaje que tiene por lema “Jesucristo se hizo pobre por ustedes” en referencia a un pasaje de la segunda carta de san Pablo a los Corintios (2 Corintios 8,9). El mensaje concluye con este deseo del Papa:

Que esta VI Jornada Mundial de los Pobres se convierta en una oportunidad de gracia, para hacer un examen de conciencia personal y comunitario, y preguntarnos si la pobreza de Jesucristo es nuestra fiel compañera de vida.

"Gracias a la constancia salvarán sus vidas"

A un examen de conciencia nos llama también el evangelio de hoy, en el que Jesús nos habla de las pruebas por las que pasará todo discípulo que quisiera seguir fielmente a Jesús, especialmente cuando se perciban señales que parecerían anunciar “el fin de los tiempos”.

Cada vez que la humanidad es sacudida, ya sea por catástrofes naturales o por guerras o epidemias, aparecen supuestos profetas que anuncian que ha llegado el fin. Ciertamente, Jesús ha hablado de un final de la historia, de un juicio final y del establecimiento de su Reino eterno. Al rezar el Credo, manifestamos nuestra fe en que Jesucristo “de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos y su Reino no tendrá fin”.

Empero, es el mismo Jesús quien comienza haciendo esta advertencia:

«Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: “Soy yo”, y también: “El tiempo está cerca”. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin». (Lucas 21,5-19) 

Las guerras y revoluciones se han sucedido a lo largo de la historia de la humanidad y siguen ocurriendo. También otras calamidades. Sigue diciendo Jesús:

«Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo». (Lucas 21,5-19)

Sin embargo, con todo lo preocupantes que puedan ser esos signos, Jesús señala a continuación otro acontecimiento que afectará directamente a sus discípulos: la persecución.

Con respecto a esto, Jesús traza un panorama muy sombrío, pero va también intercalando palabras de consuelo.

Veamos la parte más dura:

«Los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre (…) Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.» (Lucas 21,5-19)

El anuncio no puede ser más desolador. A todas las desgracias que vienen sobre la humanidad, los discípulos sumarán sus propias tribulaciones. Pero Jesús les dice que eso no sucede porque sí; al contrario, eso les da la posibilidad de anunciar el evangelio, de anunciar a Jesucristo.

«Esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.» (Lucas 21,5-19)

Hay también una promesa que resulta un poco misteriosa, unida a un llamado final a la perseverancia:

«Ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas» (Lucas 21,5-19)

¿Qué querría decir Jesús con esas palabras “ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza”? A continuación, Jesús habla de constancia y anima a mantenerse firmes: “Gracias a la constancia salvarán sus vidas”. 

Sabemos bien del sufrimiento de los mártires en tiempos de persecución. Fueron, también en nuestro tiempo, llevados a la muerte sometiéndolos antes a toda clase de crueles torturas. Para entender la promesa de Jesús de que no se les caerá ningún cabello y, sobre todo, de que “salvarán sus vidas” hay que recordar otra expresión de Jesús que puede darnos el sentido de estas promesas:

«él que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará.» (Mateo 16,25)

“El que pierda su vida”. La Iglesia celebra la memoria de los mártires, es decir, aquellos que dieron testimonio de Jesús con su vida. Murieron a esta vida, sí; pero salvaron su vida para la eternidad, perseverando en su fe hasta el final. Para reconocer como mártir a un creyente, la Iglesia trata de establecer si se le dio muerte “por odio a la fe”, recordando las palabras de Jesús: “serán odiados por todos a causa de mi Nombre”. 

La constancia de la que nos habla Jesús no es una pura actitud de resistencia. No se trata de lo que hizo alguna secta que reunió provisiones y armas, construyó un bunker y se aisló del mundo, pretendiendo así separarse totalmente del mal.

Al contrario. Jesús nos llama a participar en la historia, a trabajar por la paz, a ofrecer nuestro testimonio de sentido y de esperanza en medio de las aflicciones de nuestro tiempo. Porque creemos en Jesucristo, creemos en un futuro de salvación y resurrección. Creemos que su Espíritu doblegará las fuerzas del mal, sometiéndolas al poder del amor de Dios. El amor es poderoso, porque el amor es Dios: Dios es amor.

En esta semana recordamos a tres mártires misioneros entre los guaraníes. A ellos y a todos los mártires pedimos su intercesión para perseverar en nuestra fe en medio de todas las pruebas de este mundo y dar testimonio del Evangelio del amor y la misericordia.  

Jornada Diocesana de Adolescentes

El sábado pasado se realizó en Juanicó la Jornada Diocesana de Adolescentes, organizada por la PAC (Pastoral de Adolescentes Canaria). Les dejamos aquí algunas imágenes de este encuentro.

 

En esta semana

  • Los jóvenes de la Diócesis de Canelones participan en la Peregrinación Nacional a la Virgen de los Treinta y Tres, recorriendo a pie treinta y tres kilómetros, desde la parroquia de San Ramón.
  • El jueves 17 recordamos a los Santos Roque González, Alfonso Rodríguez y Juan Castillo, presbíteros y mártires de las Misiones jesuíticas en el Río de la Plata. 
  • Ese mismo día, en Sauce, tendremos una reunión de delegados parroquiales de catequesis, para seguir trabajando en la nueva propuesta diocesana de catequesis.
  • El sábado 19 celebramos la memoria de Santa Isabel de Hungría, patrona de la parroquia de Salinas. (Misa a la hora 18)
  • Domingo 20, solemnidad de Cristo Rey. En este día la parroquia de La Paz celebra su fiesta patronal. (Misa a la hora 10)

Y esto es todo por hoy, amigas y amigos. Que tengan una buena semana y que los bendiga Dios Todopoderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. 

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