“Arriba los corazones / vayamos todos al Pan de Vida”. Así
dice el estribillo de uno de los cantos que acompañaron el momento de la
comunión en la Misa de ayer. Con esas palabras resonando todavía en sus oídos,
los Obispos madrugaron hoy para empezar su jornada a las siete de la mañana,
con la Misa presidida por el Arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa. Una
Eucaristía festiva, al igual que la de ayer, al ritmo vivo de los cantos
litúrgicos panameños.
Voces de los Andes y de Centroamérica. La parte
medular de la jornada se dedicó a escuchar los informes de las conferencias
episcopales de los países bolivarianos (Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia,
Venezuela) y de algunos países de Centroamérica (Costa Rica, El Salvador,
Nicaragua, Guatemala, Honduras).
Los delegados de cada país presentaron los documentos más
importantes de sus respectivas conferencias episcopales en los dos últimos
años, destacando sus temas centrales, así como los contextos socio-políticos y
económicos del país que explican dichas intervenciones; finalmente, cómo se
ubican estas intervenciones de la conferencia episcopal en la marcha de la
Misión Continental entendida como Nueva Evangelización.
Las principales preocupaciones que manifiestan las
conferencias episcopales se refieren a los procesos políticos que vive cada
país, con especial atención al funcionamiento de la democracia, las tendencias
autoritarias que aparecen en algunos gobernantes, la anulación de la separación
de los poderes del Estado que se ha dado en algunos países, la dificultad de la
convivencia de diferentes opiniones en el juego democrático y la libertad de los
electores.
Los obispos recogen la voz de sufrimiento de sus pueblos
ante la violencia, en sus diferentes manifestaciones, desde la familiar a la
generada por el crimen y el narcotráfico. En Colombia, la Iglesia ha tenido un
rol activo en la búsqueda de caminos de reconciliación. En América Central se
ha mediado en los enfrentamientos de pandillas, logrando reducir las frecuentes
muertes.
Otro aspecto que es motivo de seguimiento es el referido a
la situación de la familia: los cambios culturales, la legislación que se
propone (y a veces se aprueba) en relación a legalización del aborto,
eutanasia, matrimonio “igualitario”. No escapan tampoco a la atención de los
obispos, sobre todo de los países con tradición minera, las amenazas al medio
ambiente y el cuidado y la conservación del recurso agua.
Las Conferencias Episcopales están trabajando, a diverso
ritmo, en el proyecto de la Misión Continental, animando a sus comunidades,
promoviendo la formación de misioneros, impulsando la renovación de las
parroquias y la difusión de la Palabra de Dios a través de la animación bíblica
de la Pastoral.
Presencia de las organizaciones de ayuda. En la
mañana hizo uso de la palabra uno de los invitados especiales, Mons. Pirmin
Spiegel, Director General de Misereor, organismo de la Conferencia
Episcopal Alemana para la ayuda al desarrollo en América Latina, África y Asia.
Spiegel se refirió a la tarea de su institución y a su disponibilidad para
ayudar en proyectos de desarrollo impulsados o recomendados por las
Conferencias Episcopales. Están también presentes los directores de Adveniat,
también de la Iglesia alemana y del Comité para la Iglesia en Latinoamericana
de la Conferencia de los Obispos Católicos de los EE.UU. La presencia de estos
invitados permite a los Obispos mantener diálogos en los momentos libres sobre
proyectos de ayuda que están siendo llevados adelante o pueden serlo en cada
país.
Saludo al Papa Francisco. La asamblea dirigió un
saludo al Papa Francisco, agradeciendo el saludo recibido de parte suya y
manifestándole su afecto y adhesión filial. Se recuerda con gratitud la
decisiva participación del entonces Cardenal Bergoglio en la V Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano, y se agradecen sus gestos sencillos y
proféticos de hoy, que animan a edificar con todo el Pueblo de Dios una iglesia
pobre y para los pobres. Asegurándole la oración de la asamblea por su
ministerio petrino, los miembros de la asamblea se despiden pidiendo la
bendición del Santo Padre.
Acto cultural y cena en la Cancillería. En el marco
de las celebraciones por los 500 años de la Diócesis de Santa María de la
Antigua, los obispos fueron invitados a presenciar la obra teatral Santa María
la Antigua: Tierra y Dos Mares e invitados a cenar en la Cancillería. La
alcaldesa de la ciudad de Panamá, Roxana Méndez dio la bienvenida a este país
“puente de las Américas y corazón del universo”. Ella y la Primera Dama, Marta
Linares de Martinelli, saludaron a la asamblea y entregaron reconocimientos a
los tres Cardenales visitantes y al Presidente del CELAM.
El embajador uruguayo en Panamá, Francisco Purificatti
Gamarra, al igual que otros diplomáticos, estuvo presente en ambos actos,
saludando amablemente a los uruguayos participantes y poniéndose a sus órdenes
para cualquier aspecto en que pudiera ser útil durante su permanencia en el
istmo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario