miércoles, 12 de abril de 2017

Miércoles Santo. Misa Crismal en la Catedral de Melo

Entrega de los óleos a los delegados de una de las Parroquias de la Diócesis.


Hoy, a las 18 horas, Mons. Bodeant presidirá la Misa Crismal en la Catedral de Melo, acompañado por los sacerdotes, los diáconos permanentes y fieles de las diferentes parroquias de la Diócesis de Melo (Cerro Largo y Treinta y Tres). Por sus especiales características, esta Misa es la única que se celebra en este día en toda la Diócesis. Algo similar sucede en las demás Diócesis del Uruguay, aunque no necesariamente en este día. Es una Misa que expresa de un modo particular la unidad de la Iglesia diocesana en torno a su Obispo.

Esta Misa toma su nombre del Santo Crisma, elaborado con aceite de oliva y perfumes, que es consagrado por el Obispo durante esta Misa. Con ese aceite se unge a los bautizados, se administra el Sacramento de la Confirmación y se ungen las manos del sacerdote en su ordenación. En esta Misa se bendicen también otros dos aceites: el destinado al Sacramento de la Unción de los Enfermos y el aceite de los Catecúmenos, con él que se unge a quienes van a recibir el Bautismo para fortalecerlos en ese camino de preparación.

Al final de la celebración los tres aceites son entregados a delegados de las dieciséis parroquias de la Diócesis de Melo  para ser empleados a lo largo del año, hasta la próxima Misa Crismal.

En esta celebración, los sacerdotes y los diáconos permanentes renuevan las promesas que hicieron en el momento de su ordenación. Es un momento particularmente emotivo, en que el Obispo pregunta a los presbíteros: “¿Quieren unirse más fuertemente a Cristo y configurarse con él, renunciando a ustedes mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptaron gozosos el día de su ordenación para el servicio de la Iglesia? ¿Desean permanecer como fieles dispensadores de los misterios de Dios en la celebración eucarística y en las demás acciones litúrgicas, y desempeñar fielmente el ministerio de la predicación como seguidores de Cristo, cabeza y pastor, sin pretender los bienes temporales, sino movidos únicamente por el celo de las almas?”.

Luego de hacer preguntas similares a los Diáconos, y de escuchar las respuestas de todos, el Obispo invita a los fieles a rezar por los sacerdotes, los diáconos y por él mismo para que sean “ministros fieles de Cristo”.

Actualmente hay 14 sacerdotes en servicio en la Diócesis de Melo y 3 diáconos permanentes. Mons. Cáceres, primer Obispo emérito reside, en Montevideo, en el Hogar Sacerdotal y Mons. del Castillo, segundo Obispo emérito, continúa en misión en Cuba, en una comunidad jesuita. Hay también un sacerdote misionero en la Amazonia brasileña. Algunos hombres casados se preparan para el diaconado permanente y hay dos jóvenes que han presentado sus inquietudes de una posible vocación sacerdotal.

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