Entrega de los óleos a los delegados de una de las Parroquias de la Diócesis. |
Hoy, a las 18 horas, Mons. Bodeant presidirá
la Misa Crismal en la Catedral de Melo, acompañado por los sacerdotes, los
diáconos permanentes y fieles de las diferentes parroquias de la Diócesis de
Melo (Cerro Largo y Treinta y Tres). Por sus especiales características, esta
Misa es la única que se celebra en este día en toda la Diócesis. Algo similar
sucede en las demás Diócesis del Uruguay, aunque no necesariamente en este día.
Es una Misa que expresa de un modo particular la unidad de la Iglesia diocesana
en torno a su Obispo.
Esta Misa toma su nombre del Santo Crisma, elaborado con
aceite de oliva y perfumes, que es consagrado por el Obispo durante esta Misa.
Con ese aceite se unge a los bautizados, se administra el Sacramento de la
Confirmación y se ungen las manos del sacerdote en su ordenación. En esta Misa
se bendicen también otros dos aceites: el destinado al Sacramento de la Unción
de los Enfermos y el aceite de los Catecúmenos, con él que se unge a quienes
van a recibir el Bautismo para fortalecerlos en ese camino de preparación.
Al final de la celebración los tres aceites son entregados a
delegados de las dieciséis parroquias de la Diócesis de Melo para ser empleados a lo largo del año, hasta
la próxima Misa Crismal.
En esta celebración, los sacerdotes y los diáconos
permanentes renuevan las promesas que hicieron en el momento de su ordenación.
Es un momento particularmente emotivo, en que el Obispo pregunta a los
presbíteros: “¿Quieren unirse más fuertemente a Cristo y configurarse con él,
renunciando a ustedes mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados
deberes que, por amor a Cristo, aceptaron gozosos el día de su ordenación para
el servicio de la Iglesia? ¿Desean permanecer como fieles dispensadores de los misterios de Dios en
la celebración eucarística y en las demás acciones litúrgicas, y desempeñar
fielmente el ministerio de la predicación como seguidores de Cristo, cabeza y
pastor, sin pretender los bienes temporales, sino movidos únicamente por el
celo de las almas?”.
Luego de hacer preguntas similares a los Diáconos, y de escuchar las respuestas
de todos, el Obispo invita a los fieles a rezar por los sacerdotes, los
diáconos y por él mismo para que sean “ministros fieles de Cristo”.
Actualmente hay 14 sacerdotes en servicio en la Diócesis de Melo y 3
diáconos permanentes. Mons. Cáceres, primer Obispo emérito reside, en
Montevideo, en el Hogar Sacerdotal y Mons. del Castillo, segundo Obispo emérito,
continúa en misión en Cuba, en una comunidad jesuita. Hay también un sacerdote
misionero en la Amazonia brasileña. Algunos hombres casados se preparan para el
diaconado permanente y hay dos jóvenes que han presentado sus inquietudes de
una posible vocación sacerdotal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario